Nuevos relatos publicados: 13

Masturbándome frente a mi mejor amigo

  • 3
  • 33.634
  • 7,90 (49 Val.)
  • 3

Tengo 19 años, son una chica muy caliente, me masturbó a diario y me excitó con facilidad... Hace dos semanas recibí una llamada de mi mejor amigo con el que tengo 10 años conociéndolo, invitándome a ver una peli en su casa debido a que recién llegaba a la ciudad luego de varios meses, yo emocionada acepté ya que tenía mucho de qué hablarle.

Esa noche llegué a su casa dándole un fuerte abrazo y un apasionado beso en los labios, ya que para nosotros era un juego... Esa noche sus padres no estaban en casa lo que era nada raro ya que solo llegaban a dormir.

Me recosté en la cama de mi amigo, abrazándolo y hablando un rato, luego de una hora y tanto hablar me contó que tenía nueva novia y que lo traía loco debido a su hermosa figura y que se excitaba cada tanto que la veía... Luego de esa historia no pude evitar mojar mi panti, al mucho hablar seguimos a ver la peli y sin querer lo volteé a ver y nos besamos. Me dijo: 

—¡oh! ¡Necesito más besos así! 

Yo riendo a carcajadas lo besé, y él hizo sentir el beso con un apretón de nalgas.

Al terminar la peli me dijo que necesitaba hacer una llamada a su novia, yo esperando en su cama entro a leer relatos, para pasar el momento. ¡Me puse muy cachonda! Al leer varios relatos, ya sin darme cuenta, estaba mojada.

Sin darme cuente llevé mi mano al borde de mi short corto y deslicé mi dedo por mis labios vaginales, moviéndome lento para darme placer. Mi amigo seguía en la cocina hablando con su novia, yo entre mis apretones de tetas y mis bruscos movimientos, no me di cuenta que habían pasado 30 minutos.

Mi amigo volvió y luego de notar mis leves gemidos debajo de las sabanas, se quedó viéndome... Luego de varios minutos he llegado a acabar, con ganas de seguir disfrutando de mis movimientos, mi amigo abrió la puerta bruscamente, quedé paralizada al verlo, sin decir nada se recostó a mi lado y me acarició mis piernas, yo excitada llevé mi mano por debajo de su pantalón logrando acariciar su pene erecto y duro, me besó apasionadamente y me preguntó...

—¿Quieres hacerlo?

—¡Hazme tuya! —contesté. 

Sin pensarlo dos veces se sacó los pantalones, me despojó de mis prendas dejándome totalmente desnuda. 

Me tomó de mi estrecha cintura y me acomodó en su cama, bajando por mi vagina siguió el placer, sintiendo su lengua rozar mi clítoris y hacerme gemir de placer, luego penetrándome con muchas ganas, sentía como toda nuestra excitación estallaba en una pasión intensa... Al lograr acabar, ambos mirándonos, riendo por tanto azote, seguimos besándonos y manoseando nuestros cuerpos, pasamos varias horas más bajo sus sabanas intercalando nuestras piernas, apretando mis grandes y redondas nalgas, presionándolas con su gran pene... 

Hemos llegado a masturbarnos juntos por teléfono. Ya que ha tenido que irse nuevamente a otra ciudad, esperando volver a vernos para sentir nuevamente nuestros cuerpos juntos totalmente desnudos en la cama.

(7,90)