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La morena masajista

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Hola soy Jon y aquí os relato otra aventura que me dejo marcado en mi vida de divorciado.

Bueno, como ya relaté estaba divorciado y chateaba con chicas por Messenger, y vi una morena preciosa y le pedí conversación, así que comenzamos a decirnos de que lugar éramos. Pues yo le dije una pequeña mentira porque éramos casi vecinos de ciudad y quizás no quisiera conversar.

Total, que después de mucho hablar me dijo era casada y tenía que ser discreta y su marido pues no le daba lo que ella deseaba. Con el paso del tiempo y como intimamos en nuestras conversaciones, nos vimos por la cam y nos masturbamos con ella puesta. Fue genial, era una mujer de casi 50 años morena con un pelo largo y unos pechos enormes y un cuerpo de muñeca.

Como ya nos teníamos confianza, declare que era de la ciudad del lado y que yo iba mucho por su ciudad por motivos deportivos.

Ella lo acepto muy bien, le dije donde vivía y me dijo:

—pues yo he de ir a tu bloque de apartamentos a hacer un masaje a una Sra. Mayor.

Y me lleno de alegría, así la vería en persona, recuerdo que a la hora que me dijo, estaba pendiente desde mi ventana y la vi llegar. Así que bajé al portal y la saludé, era un bombón. Luego le dije:

—subo contigo en el ascensor.

Y dentro, mientras subía la bese y la toque, ella me toco a mi también y nos excitamos, así que fue corto, pero nos puso en órbita.

Ese fue el inicio del gozo que vendría más tarde. Al salir me dio un toque por teléfono y nos volvimos a ver, la acompañe a su coche y se marchó no antes de pedirle una hora para un masaje en su consulta.

Me dio una hora para dos días después por la mañana.

Cuando llego esa mañana hacia mucho frio.

Entre en su consulta y me desnudé, menos el bóxer y me puse una toalla alrededor de mi cintura.

Nos besamos y me dijo:

—anda, tumbate bocabajo, aunque no sé si podrás por el bulto.

Y comenzó a darme el masaje, sus manos en mi espalda me excitaron más, y yo tocaba sus caderas al acercarse para el masaje, estaba muy excitado y me dijo:

—anda, date la vuelta o te la romperás.

Entonces se desnudó y comenzó a chupar mi miembro que se había quedado libre de la toalla, yo la subí en la camilla y comencé a besar su sexo con pasión, introduje mi lengua y ella se agitaba de placer hasta que noté como se corría en mi boca. Me dijo:

—eres el único hombre que me ha hecho llegar al orgasmo con la lengua.

Entonces se separó y me dijo:

—quiero que me folles de verdad.

Se tumbó en la camilla y abrió sus piernas para recibir mi polla de 19 cm dura y con deseos, la penetre y ella cruzo las piernas en mi espalda y me dijo me viene otro orgasmo a los pocos momentos de sentir mi polla dentro, «vamos, vente conmigo juntos» y yo acelere mi ritmo y nos corrimos juntos ummmm fue bestial.

Luego nos besamos y nos comimos nuestras lenguas para continuar, pero eso será en otro relato.

Un saludo Jon.

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