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Beto y Rosy

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Cuando llegué a la casa de Beto y Rosy, estos ya me esperaban, incluso Beto salió a recibirme en una bata de baño y me sugirió que pasara que ya su mujer no tardaba en bajar, le dije que, si no había llegado muy temprano y me dijo que no, que era la hora acordada, pero que Rosy como toda mujer tenía problemas como que debe ponerse, y se tardó más tiempo del debido en el baño.

—es muy cuidadosa de su higiene —señaló Adalberto.

Me hizo pasar y me ofreció algo de beber, le entregué una botella de vino tinto para que la pusiera a helar y me dijo que enseguida le hablaba a su “vieja” para que me atendiera, mientras él se ponía algo encima; le dije que si gustaba se quedara cómodo.

—entonces deja avisarle que baje en lo que yo termino conmigo…

Subió, no se tardó ni 4 minutos, luego vi bajar a Rosy, así como en la foto… es cuando se da media vuelta para que le aprecie su atuendo y pregunta que como se ve.

—muy hermosa —le contesto.

Baja y nos ponemos a platicar en lo que baja Beto.

Me pregunta…

—¿qué piensa hacer Profe para que esto no sea decepcionante? Míreme estoy nerviosa, pero muy excitada.

Le dije que recordara todo lo que habíamos platicado en la consulta pasada, que solo se darían las cosas si ellos querían, volví a retomar el tema sobre lo swinger, y la bisexualidad, y lo natural que es si la pareja así lo determina, incluso que tal vez ella algún día le gustaría saber que se sentía estar con una mujer… se sonrojó un poco y me dijo:

—esa es otra consulta que le quiero hacer en privado, pero más delante, cuando esto ya haya salido bien.

Le aconsejé que no se preocupara más de lo necesario, pues todo saldría muy bien pasara lo que pasara, se tomaría como experiencia y todos nos disculparíamos, pues en acuerdo mutuo habíamos tomado los riesgos.

Se quedó más tranquila, ya en eso bajó Beto con otra bata más bonita y más tarde supe que había ido a depilarse su culito, por lo que pasara…

Nos pusimos a platicar y a beber, yo vino tinto, ella un tequila y él una cerveza, retomamos los temas de la consulta pasada, saqué a relucir algunos ejemplos, entre ellos los de Dany y Eva, que les gustó mucho. Beto estaba excitadísimo, y ya llevaba como 3 cervezas cuando decidió acompañar a su esposa con un tequila “para el desempañes” dijo Rosy.

Preguntó más sobre el cómo Eva se había atrevido y como la admiraba sin conocerla. Beto dijo que el nene era muy atrevido, pero valiente, y eso le gustaba… conté otros relatos de bisexualismo y de lesbianismo, para ver como reaccionaban y Beto dijo:

—Rosy, ¿te animarías a tener una experiencia les?

Rosy solo sonrió y dijo:

—ya veremos amor… ya veremos.

Continuamos y le sugerí que pusieran una película, que según ellos habían comprado de regreso a casa, era de 3x y nos pusimos a verla los tres juntos, en el sillón de la sala, el más grande y Rosy en medio de los dos. Después de varios tragos, media película y muchos comentarios, vimos que la protagonista hacía un trío y era penetrada por ambos lados.

Rosy me acariciaba la pierna, yo hacía otro tanto. Beto le metía mano un poco más adentro y ella ya platicaba entre susurros y semi gemidos, cuando la protagonista mamaba, Beto hasta se le salían los ojitos y como relamiéndose por ello, Rosy me volteó a ver y nos sonreímos. Me guiñó un ojo y me dio un apretoncito de pene, luego pidió permiso para ir al baño, y desde allá me hizo una seña de que le pusiera a Beto su mano sobre mi pito, asentí y me arrimé a Beto, éste estaba un poco nervioso, pero excitado, le tomé la mano izquierda y se la puse en mi pene, y éste ni volteó, solo cerró sus ojos y comenzó a sobarla con desconfianza, luego con más ganas y al poco rato, ya la había sacado de mi pantalón y me hacía una rica puñeta.

Volvía hacia donde Rosy y esta estaba emocionada y me decía que más, que lo animara a hacer más cosas, volví a asentir, y le dije al oído a Beto:

—¿quieres mamar tantito antes de que venga Rosy?

—Si —me dijo y se puso a hacerlo con algo de miedo, pero sin titubear.

Rosy nos miraba desde su lugar y se relamía y se sobaba su cosita… después de que le dije que parara un poco… volvimos a tomar nuestras posturas y Rosy se hizo como que iba llegando. Beto estaba un poco nervioso, pero desinhibido, ya hablaba más sobre los tríos y las mamadas, le dijo a Rosy que, si quería empezar ella, él no tendría inconveniente, dijo Rosy:

—pillin, crees que no los vi, pero no hay pedo, ahora me desquito.

Y diciendo y mamando, se pegó como lapa a mi verga y casi me hace derramarme en su boca, pero les invité a que jugáramos un poco a la botella o la baraja de besos y de prendas y tal vez algunas travesuras más.

Aceptaron gustosos ya medios pedos y desinhibidos les comenzó a valer madres casi todo.

Luego ella me la mamó por orden de su “viejo”, luego él por la misma razón (mandado por ella) y así comenzó todo, los amagues, los agasajos y las puñetas, hasta que decidimos que la cogeríamos primero a ella entre los dos haciéndole un soberano trío, ella mamando y cogiendo, la culeada de ella la dejaríamos para el último, después de la de Beto.

Rosy llevó a cabo su fantasía, pero ahora le surgía el morbo por ver ensartado a su marido y ver como se comportaba, pues la mamada solo la vio de lejos y quería verlo todo ahora en vivo y a todo color.

En el segundo palo que lograron parar entre los dos, Rosy le pidió a Beto que trajera un tarro de crema que tenía en el buró, al estar solos por unos segundos, ella me preguntó que si no le dolería mucho a su “viejito”, le dije que lo haríamos entre los tres para mayor seguridad, que ella me lo mamaría, mientras yo le lubricaba el culito, que al final al igual que a Dany, me pondría un condón para que ella misma lo condujera dentro de él, se emocionó y se acordó del trío que le hicimos Beto y yo.

En eso llegó su marido y nos pusimos a cachondear de nuevo, como no queriendo poco a poco fui poniendo a Beto a gatas y Rosy me arrimó el tarro abierto de forma discreta, y le comencé a sobar el ano a Beto, luego le puse crema, y le comencé a introducir un dedo hasta que lo consintió, luego dos y ya gemía y pujaba suavecito, mientras su vieja seguía mamando, luego el tercer dedo con más crema, y ya me absorbía con su culito los tres dedos.

Rosy se emocionaba de verlo “tan mujer” según sus palabras, pues solo se sacaba el pito para decirle a su marido:

—qué mujer te ves mi vida, que putita te miras así.

Beto jadeaba y se recosía, yo le pregunté:

—ya te lo meto Bety.

—mju —contestó de forma gutural aceptando y se escuchó muy femenino, me puse un condón rojo y nos preparamos para metérselo entre Rosy y yo.

Mas gemía y se quejaba, pero de placer… porque decía entre suspiros gemidos y quejas:

—ya métemelo papi, ya lo quiero sentir adentro mi rey, mmm que rico se siente ser mujer, hay que sabroso se siente, todo por fa todo mmmmmm.

Esto era la locura con “las dos mujeres” que estaban predispuestas a ¡todo! Rosy ya me susurraba cosas fuertes como:

—cógetelo por puto al cabrón, métesela toda, así así papito, y luego me chiquiteas a mí, me rompes el culo igual que a “esta puta” y luego me culeas toda para que se me quite lo piruja, verdad mi amor —le decía a su marido que solo atinaba a jadear y a pujar muy sensual y muy movido para facilitar la penetración en su ano ya dilatado y penetrado…

Después de 10 minutos cogiéndolo y mamándole las tetas a su mujer y besándola, muy calientes los tres, terminé derramándome en su ano a raudales, a pesar de que ya lo había hecho en la panocha de Rosy anteriormente, aun así me vine en abundancia dentro de su recto, se la saqué aun palpitando y erecta, Rosy le quitó el condón y se abalanzó a limpiarla de la leche que le escurría y Beto no se quedó atrás, le ayudaba con mucho esmero y dedicación, era una competencia de chupar y lamer, a ver quién lo hacía más cachonda y dedicadamente. 

Después de esta candente sesión, nos pusimos a platicar de la vida de cada quien y sin faltar las gracias de cada uno para conmigo, aduciendo que, de no ser por ello, tal vez su vida sexual se hubiera venido abajo, entre otras cosas, luego cada quien me platicó sobre su familia. Rosy que no era de esta ciudad, pero que vivía con una tía muy promiscua, pues a pesar de ser divorciada y tener distintos amantes, la había visto cachondearse en diferentes oportunidades y que aduce que “es muy caliente la vieja” y nos reímos los tres de buena gana, luego nos la describió y me dijo que tenía una foto que una vez le tomó cuando se estaba “chacaliando” la muy piruja.

Y nos volvimos a reír de buena gana… luego nos la mostró y quedó que luego me la presentaría en cualquier oportunidad.

Luego Adalberto, me platicó de su mami doña Susy y que era viuda desde hacía un tiempo y que a su juicio aún era joven para desperdiciar su vida sin un hombre que se hiciera cargo de ella, le dije que me gustaba que pensara de esa forma ya que no todos los hijos les dan esa oportunidad a sus madres… me contestó que él siempre la apoyó en ese sentido, pero que su mamá estaba “cortada a la antigüita” y que aducía que ningún hombre la haría feliz.

—yo creo que extraña mucho a su viejito —dijo él.

Luego me enteraría por la misma Susy del porque en un relato exclusivo de ella, me mostró una foto de una de sus hermanas, que les muestro en seguida.

Y que luego la conocí un poco más de lo pensado, así pasamos el rato hasta que, de nuevo, entre mamada y dedeada, nos pusimos a tono. Les pedí que me permitieran pasar a su baño un rato para lavarme y defecar, así como para tirar el agua, pues la vejiga ya estaba muy llena, volvimos a carcajearnos y me metí a lavar mis partes y remojarme un poco con agua tibia para que se me despejara un poco las ideas y saber que seguiría, pues la noche se veía larga en ese tenor de cogedera y lo demás.

Después conocí a Marcela hermana de Beto, pero esa es otra historia.

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