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Inocente zorrita –I−

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Hola, este es el primer relato erótico que escribo espero que les guste.

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Laliani era una joven niña de 18 años recién cumplidos que dentro de algunos meses acabaría la preparatoria. Todos le decían que era sumamente adorable por su característica de parecer mucho menor de lo que era y eso a que siempre se comportaba infantilmente completaba su ternura. Laliani había salido muy tarde de la prepa ese día debido a un examen y siendo apenas las 3:00 pm tenia todavía mucho tiempo para pasear un rato.

Estaba pasando por un callejón muy sucio y desolado, pero cuando iba a medio camino vio como un hombre entraba por el otro lado y sin percatarse de su presencia se bajaba los pantalones dejando ver su pene y orinaba sin ninguna vergüenza. Laliani se quedó petrificada al ver tal miembro a solo unos metros de ella, no estaba erecto, pero a simple vista se notaba que era de al menos 15 cm. Sintió como mojaba su braga y se ruborizo sin poder evitarlo. El hombre por fin se dio cuenta de su presencia y de como ella miraba su pene. Laliani se dio cuenta de que había sido descubierta e inmediatamente se tapó los ojos y salió corriendo en dirección contraria al sujeto.

No lo iba a admitir, pero al ser descubierta se había mojado aún más.

Para relajarse e intentar olvidar todo eso decidió ir a la biblioteca donde pasó casi dos horas leyendo antes de que el sueño la venciera y se durmiera en el sillón donde se encontraba. Las horas pasaron volando hasta dar las 9:00 pm. De pronto, el bibliotecario -que era el mismo hombre al que Laliani había visto esa tarde- hacia su recorrido para asegurarse de que ya no quedara nadie y al ver a la misma niña que miraba su pene esa misma tarde dormida frente al abrió sus ojos como platos, fue cuando se dedicó a verla mejor: ella tenía un cabello castaño casi negro por debajo de los hombros en una coleta, era de piel pálida y sus pechos se clasificarían como medianos pero seguían en crecimientos sin mencionar que estos se asomaban por el pequeño escote de la blusa, su trasero no era voluptuoso pero ya le parecía apetitoso. Sonrió y se sentó junto a ella, empezó a acariciarle el cabello para después tocar su cara y finalmente sus pechos. Por sobre la blusa apretaba y estrujaba los senos de la joven niña. Laliani se despertó encontrándose al mismo hombre tocándola, sin perder tiempo se levantó e intento cubrirse el pecho, pero solo logro apretar más sus tetas.

–Ah… yo… lo… lo siento por mirar su…

–Oh no te preocupes preciosa, ven siéntate.

Laliani no quería parecer grosera así que lo obedeció y se sentó junto a él. Ahora que lo veía mejor parecía tener unos 75 años, era más alto que ella tal vez 1.82, era algo regordete y tenía un pelo canoso abundante.

–Dime hermosa ¿Cómo te llamas?

–La… Laliani.

–Qué lindo nombre, tan adecuado para una preciosura como tú. Mi nombre es Andrés. Y cuéntame… ¿Te gusto ver mi pene? Aunque seguramente ya debes haber visto muchos.

–No… yo… yo… soy… virgen todavía y… no había visto ningún pene hasta… hoy.

Eso calentó aún más a Andrés quien desvió su mirada a la vagina de su acompañante y se relamió los labios al pensar que ningún hombre lo había visto antes y estaba decidido a ser el primero. Empezó acariciando el trasero de Laliani aun sobre el pantalón. Laliani al sentir eso lo único que pensó es que tenía que salir, se levantó, pero antes de poder salir corriendo Andrés la acorralo contra la pared y empezó a restregarse en ella; Laliani sentía como el aspiraba su cabello y como el bulto entre sus piernas rosaba su intimidad. Todo el miedo que había sentido ahora era excitación y empezó a mover su cadera para que los choques fueran más profundos, soltaba suspiros al sentir eso tan duro intentando entrar a su virgen cueva.

–Vaya, vaya, parece que te cansaste de ser virgen ¿no? Pues es tu día de suerte, te voy a meter mi polla en tu coñito virgen.

Sin perder más tiempo y estando los dos excitados se besaron. Andrés le restregaba su miembro sobre el pantalón y ella sus tetas en el pecho. Le quito la camisa a Andrés y él le arranco la blusa y el brasier dejando al aire sus dos senos con sus pezones erectos. Los tomo en sus manos y los beso, lamio, chupo y mordió.

–Ahhh, ahhh, Ahhhh si Ahhhh mmm que rico mas Ayyy Ahhhh.

–Muy bien zorrita, ven aquí– la tomó de la coleta y la arrodillo frente a él, a continuación, se bajó el pantalón dejando ver su pene que erecto medía como 30 cm –mamalo.

Laliani lo tomo de la base, le dio unos besos en la punta y después se lo metió a la boca tratando de meterlo todo. Andrés gemía al sentir el calor de la boca de Laliani es su verga. La tomó de la coleta y la empujaba a que lo mamara más. Ella acariciaba sus testículos al mismo tiempo y se masturbaba metiéndose hasta tres dedos. Andrés no aguanto más y se vino, al verla tenia semen por su carita y sus tetas vio como ella lo probaba y empezaba a comer el que había caído en sus pechos. Volvió a excitarse, la tomó de la cintura y la soltó en el sillón, le quito el pantalón y la braga juntos y vio como un líquido blanco resbalaba de la vagina de su compañera.

–Sí que eres una zorrita, estas toda mojada se nota que te urgía que alguien te tocara, pues prepárate putita que te voy a clavar mi verga.

De una sola estocada le metió el pene hasta el fondo logrando que ella soltara un grito que ahogo con beso. Espero unos momentos antes de moverse y cuando ya lo hacía con más normalidad escuchaba los jadeos y gemidos de Laliani.

–Más rápido…méteme tu polla más rápido…Ahhhh.

–Mmm…claro que si mami, te voy a dar tan duro que no podrás caminar en un mes– y empezó a penetrarla más rápido y más fuerte – ¿Te gusta, zorrita?

–Ayyy siiiii soy una zorrita, papi ahhhhhh dame más dame más ahhhhhh.

Andrés cambio rápido de posiciones quedando ella sentada sobre su verga y el recostado.

–Cabálgame, gatita.

Laliani empezó a saltar al mismo tiempo que maullaba para el deleite de su compañero. Andrés veía con lujuria y placer la cara de ella por experimentar el sexo y también sus tetas que subían y bajaban llamándolo. Después de unos minutos más ambos se vinieron; ahora el dentro de ella y ella dejando sus jugos en el pene y sus alrededores.

 Laliani estaba cansada pero muy satisfecha, su primera vez había sido tan excitante que no le molesto en lo absoluto en hacerlo con un viejo. Sintió como Andrés la tomaba de la mano invitándola a recostarse en su pecho lo cual acepto. Él se deleitaba aspirando el aroma de su cabello y ella paseaba su mano por el pecho del otro.

–Gatita, me has dado el mejor sexo que eh tenido en años, tu cuerpo me excita y me calienta Mmm…todos deben de morirse por probar tus tetas…pero yo fui el primero y por lo tanto tus tetas, tu vagina, tu culo y toda tu…me perteneces ¿de acuerdo?

–Miau.

–Perfecto, ahora límpiate y vete a casa.

Ella hizo lo que le ordeno y antes de irse sintió como la abrazaba por atrás y la besaba mientras jugaba con sus senos y el escote. Al irse alejando movió las caderas sabiendo que el la veía lo cual aseguro al voltear a verlo y encontrándolo sobando su paquete por encima del pantalón.

Al llegar a su casa saludo a sus padres y se fue rápido a su cuarto diciéndoles que tenía mucha tarea. Al entrar empezó a desvestirse y encontró un pedazo de papel que sobresalía de su brasier, lo tomo y al leerlo no puedo evitar sonreír y acariciarse la vagina.

“Mi numero para que mi gatita/zorrita hable cuando quiera con su dueño”

 

Espero que les haya gustado si quieren hablar conmigo no duden en pedir mi correo en los comentarios, díganme si les gusto o algo. Nos leemos luego. Gracias.

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