“Si quiero, las cosas prohibidas son las más deliciosas, quiero que me sigas diciendo cosas bonitas, me gusta, ¡pero recuerda que no es tan fácil como tú piensas!”
Muy simple bonita: tú dices —decídete, si o si, ya no, un poco más —todo, o mucho, me estas gustando demasiado todas estas sensaciones con sus tentaciones; te gusta, es obvio, quieres ponerle un alto a esto… o quieres escaparte conmigo lejos de la ciudad —dímelo, ¡pero dímelo ya!
“Quizá tienes razón, quizá no, pero si me gusta cómo me hablas…”
Adivinando, pero siento que te gusta, se quieres vivir emociones fuertes; a mí, me gustas mucho, cuanto tengo que decirlo; se siente tu energía de hembra insaciable sexy, ¡muy sensual con un toque de prohibida!
“Sabes siento que adivinas lo que siento y pienso…parece que me conoces mejor que mi pareja!”
Pues se siente tu energía; y parece te gustan las emociones fuertes, de otra forma no estarías aquí coqueteándome con tus letras, tus imágenes y tus llamadas; y aunque sé que no es fácil conversar a diario, pero mejor poco a poco que mucho pues lentamente es más rico… ¡Sí! Miro tus fotos, y se me antojan tus como la primera vez que me mandaste tu imagen tirada en tu cama matrimonial: te miras y te sientes muy seductora: tus pies —finos, como para acariciarlos lentamente, recorriendo despacio con la mirada tus dedos, ¡y admirando tus uñas rojas… creo te gustaría que besara y chupara tus pies!
“Y como sabes que me gustaría…”
No. No te gustaría, más bien; estoy seguro que te va a gustar mucho—tienen muy desatendida, y tú tienes mucho tiempo para arreglarte… ya miré que en tus manos llevan el color rojo de las de los pies, ese rojo fugaz solamente lo lleva una hembra insaciable; ¿y casi podría jurar que tu ropa interior es del mismo color…cierto? Dime la verdad, confiésate, ¡si es que no me tienes miedo como decías ayer!
“Mejor me quedo aquí, de lejecitos, porque me haces sentir algo que no me gusta mucho…”
No huyas, mejor acercate… acercate lentamente y ven; ven hacia mi despacio como cuando te mire caminar asustada por primera vez; quiero probar tu saliva en tu aliento, tu saliva en tu lengua, y tu sensualidad prohibida en tu piel de dama tímida —¡hembra!
“Mmm que rico se oye como lo describes, me gusta como juegas con las palabras, pero... ¡Mi sabor necesitarías probarlo para que lo disfrutes más!”
Muy bien…mucho mejor… suavemente porque tus labios son delgaditos; y tu boca pequeña, no me molestaría empezar lentamente hasta que me des la llave; quiero más que tu sabor, quiero tu esencia, empezar a rosarte seria el génesis para llegar a tu templo de diosa sexual… quiero entrar sin apresuración, quiero disfrutar este embrujo… mmmmm ¿cuál será el sabor en tu piel, y que fragancia nace en tu altar erótico? ¡Mi nariz quiere desnudar tus más íntimos pensamientos Rafaela!
“Me gustaría que empezaras más rápidamente… con más intensidad, ¡con más pasión!”
Si sabes lo que te conviene, coqueta, no que quieres huir, pensé que me cuestionabas cuando te decía te iba a gustar; ¡veo que te va encantar… te estas emocionando traviesa! mmm preciosa, voy a empezar por los lunares que me enseñaste; hasta terminar comiendo tus labios, ¡salvajemente chupando el néctar de tus mieles exóticas con mi lengua! Paciencia Chiquita, no seas impaciente, después se va ir poniendo mejor…
“Mmmm… el travieso eres tu —dime a que estamos jugando, o prefieres decirme que tanto puede ser mejor, me está gustando este juego de palabras mucho, dímelo ya; me da curiosidad, a ver dime, ¡quiero ver si me conviene!”
Ayyy ayy mujer… claro que será mucho mejor para ti porque esta vez quiero tomar más tiempo explorando todo tu cuerpo; la primera vez estábamos a oscuras —mucho ruido, ¡y mucho peligro de que nos sorprendieran infraganti! Esta vez quiero comerme tus piernas, tus muslos, quiero saborear el sabor en tu piel clara; quiero que sientas el calor salvaje en las yemas de mis dedos, mi saliva en tu ombligo… creo si sabes a donde quiero ir… quiero que despierte la verdadera hembra que estás escondiendo, y pues a ella no le iría mal; te ira mejor que en casa Rafaela. Jajajaja… te has quedado callada —dime algo mejor, porque no me dices en donde están tus partes más sensibles; quiero comerme toda la turbulencia de tu inquietud femenina en tu sabor de hembra en celo, ¡desnudate y dile a tu piel que tu Lobo quiere comerse a Rafaela completita!
“Jajajajaja hola lobo te saluda el fantasma, dice Rafaela que cuidado con que te fijes en mi porque no sabes cómo te puede ir!”
Un fantasma… oh no, quien ha muerto; estoy curado de espanto, y los fantasmas no me asustan, dile también por favor que me gusta más tocar, y no soy mortal, soy el Lobo que vive muy cercas y vengo por ella; ya la miré, esta como para chuparse los dedos --más bien, como para que le chupe sus dedos… Salúdamela, ya mire su foto—se mira muy deliciosa, ¡quiero comerme a Rafaela! Y aunque tú, casi casi, ¡eres tan linda como ella… Grrrrrr! Me gusta más ella para mirar su piel, sus pies, y sus piernas.
“Hola Lobito, estaba, pero ya me fui, ¡y es mi fantasma el que anda aquí jugando con tu mente!
Te has ido o te has venido —que importa si llegas o te vas, eso es lo que menos quiero pensar… no poder hablar contigo sería triste; pero puede pasar que un día te busque y ya no contestes. Si te vas dame tu teléfono, dame las gracias, ¡o dame alguna de tus prendas para recordar tu esencia de hembra en celo! Estas ahí, volviste a quedar callada… contestaras, ¿o quieres dejar todo en Suspenso?
“Todo eso piensas de mi… gracias, ya me están gustando tus cumplidos, ¡que más miras en las fotos!”
Lo que más miro es una foto provocativa donde estas modelando en la cama, mujer sexy; eres muy joven de alma, y de corazón muy dulce—tu piel aperlada una joya sagrada en una miel de mujer; cuando escuche tu voz, fue como tener cara a cara, ¡más te me antojaste! Ayyy Chiquita!
“Que tiene mi voz, porque te gusta tanto, y porque tanto énfasis en mis pies, en mis piernas, y en mi piel; todo eso te gusta de mi…soy una mujer normal —común y corriente, ¡ama de casa responsable de su hogar y su familia!”
Ay dama… eres demasiado, modesta, muy ingenua, o en tu casa nunca te dicen cosas bonitas; ya te he dicho lo hermosa que eres; me gusta como vistes, ¡sexy con un toque sensual como buscando llamar la atención… por el tono de esa voz parece que no han aprovechado bien tu panal donde tu néctar ha estado guardado mucho tiempo… tu mirada dice más que mil palabras! Dijiste que eras mexicana pero tu voz parece que fuera del Caribe; tienes un toque costeño— dicen que las mujeres de la costa son muy fogosas… tu suenas muy atrevida, ¿sabías? ¿Cuantas veces por semana te hacen el amor?
“Soy mexicana y a mucha honra, y aunque soy casada, correr riesgos no es mi especialidad, porque, aunque sé que, a mi edad, ¡estoy por vivir lo más emocionante de esta vida! Tengo que cuidar una imagen, ¡y una familia!”
Mujer Valiente. Mexicana hermosa, así se habla; los riegos son deliciosos más con esa sensualidad, con esa sonrisa tuya, pero ya deja de correr y ven; tu marido no va comer el deseo de tus fantasías con diez minutos, ¡porque quieres seguir huyendo!
“Huyendo —jajajaja, para nada, no estoy corriendo, más bien me gustaría correr ese riesgo; nunca sabes, ¡puede que yo sea la que me convierte en loba!”
No me vayas a comer tu… bueno fuera, con tanta inspiración y provocación; tengo miedo de mí mismo, pero yo si te quiero comer a besos —tienes buen musculo, podría comerte a mordidas —claro, ¡despacio y suavemente! “Soy el lobo ayy auuuu grrrrr”.
“Jajaja ya calmate, no me asustas; así como soy yo, creo que ni te cómo y ni me comes, ¡puede que nos miremos a los ojos y nos pongamos a bailar!”
Entendido…estamos en el conteo regresivo: 5 4 3 2 1. Tengo nervios, y tengo miedo; me da un poco de temor —ansias, anticipación por oír tu voz a mi oído --preguntando, ¡guiándome con el “te gusta!”
“Me tienes a tu alcance, aunque el tiempo siempre este limitado, aunque sea dime si me vas a llamar…”
Ya me iba a ir, pero te espero; ya te dije el otro día que no digas mucho, entra hasta mi cuarto y no digas nada; solo mirame a los ojos y “besame besame muchoooo como si fuera la última vez…”
“Ok. Entiendo, ¡y disculpame ya puedes llamarme ya ando un poco desocupada!”
Buenos los tengas tu bonita; y no me digas flojo, ¡me dormí a las 12 y me levante a las 4 am. Ven mañana a mi casa para que veas que tengo más energía que tú! ¡Podríamos recorrer toda la casa hasta que te rindas gimiendo de placer!
“No seas simple, era una broma, buenos días flojo ¿cómo estás? ¿Sigues en la cama o vas a desayunarme?
Te entiendo entendido y pues gracias por el saludo, hoy si tenemos mucho tiempo; si quieres empezar las clases de baile dime para alistar la sala, y a bailar, hoy si bailamos y nos besamos como nos gusta, y ya cuando estés cansada te sientas en el sillón para darte un masaje como te gusta.
“Hola buenos días, sabes no sé porque dices que ayer estaba diferente; quizá haya sido el clima, estaba muy triste afuera y me pone un poco desanimada, pero estoy bien nada ha cambiado así que a bailarrrr ajuaaaaa”.
También a ti te noto diferente, pero dejame decirte que ayer estabas muy callada, me dirás porque, tu risa era diferente; será que todo está cambiando, ¡o eres tú la que está cambiando conmigo! Ayyy ternura, te veo y te leo pronto, ya casi son las 10 en punto… cuidate que no te mire nadie que si preguntan diles que vas a bailar y después a volar!
“Jajajaja chistoso… me dan nervios, pero ya estoy lista, y ya le mandé un mensaje que fui de compras; ¡así no me está mandando mensaje —también ya le dije a mi amiga que vaya por mi niño a la escuela… hoy estoy lista para practicar baile contigo... el masaje puede esperar otro día!”
Mmmm si tienes un tiempo extra, te invito a comer, y pues, si comemos juntos, platicamos, y si gustas poquito vino puede que nos olvidemos del masaje, pero no del postre! Mami quiero comerte.
“Estas loquito, pero bien chulo; ok me estas seduciendo, eres buen bailarín y parece que te gusta comer bien también. ¡Me estas convenciendo!”
Gracias hermosa… viva la vida, así de simple, viva tu energía, tu piel, ¡y tu cuerpo!
“Mmmmm travieso, ya quiero estar ahí, ponte chulo, prepara todo, y cuando tengas tiempo me llamas para llegar a tiempo y comerte a besos!”
Sale y vale. que ya dije antes, vamos a comer algo, pero prefiero ponerme chulo y espectacular para que te animes a practicar una bachata, pero hoy sin prisa… haz tus cosas que yo sigo bailando con Aventura y para cuando tu llegues ya estará todo listo! ¡No se te olvide usar tacón alto! ¡Quiero mirar tus piernas en el aire con los zapatos puestos!