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Maribel mi amiga del squirt

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Cierto día por Facebook conocí a Maribel, una ama de casa de 30 años, trigueña, estatura media y un poco gordita; empezamos a escribirnos y luego a llamarnos, siempre planeábamos la forma de vernos para tener una tarde de sexo ocasional, pero surgían varas cosas que lo impedían. 

Pasaron varios meses, ambos perdimos contacto y ella no volvió a actualizar nada en su Facebook; sin embargo un día apareció de nuevo publicando muchas fotos, se había operado, se hizo la lipectomía y ahora tiene un cuerpo escultural, abdomen plano, cintura de avispa, tetas sobresalientes y un culo que ahora se le nota mucho más; era obvio que ahora me llamaba más la atención, cada vez que podía revisaba sus fotos, una cada vez más llamativa que la otra, con vestidos y shorts súper sensuales.

Nuevamente empezamos a tener contacto, me comentaba cosas que le pasaban, cosas que quería, y que además necesitaba empleo para poder suplir sus gastos. Precisamente me di cuenta de unas vacantes de empleo en la empresa donde yo laboraba en aquel tiempo, le pedí su hoja de vida y la envíe a mi compañera de recursos humanos o contratación, esa misma semana recibí una llamada de Maribel con la grata noticia de que la llamaron para presentar pruebas y entrevista; lo cual me alegró mucho, más aún de que por fin iba a verla frente a frente.

Llegó el día en que ella fue a la empresa a presentar las pruebas de ingreso; estuvo toda la mañana junto a otras chicas, ella me escribió por WhatsApp diciendo que me acercara donde ella para saludarla, que quería verme, y así fue en cierto momento me acerqué donde ella estaba y la saludé, estaba demasiado sensual, con su cabello suelto negro largo, un jean súper ajustado, blusa corta con un escote algo llamativo y tacones negros. Me dio un abrazo y me dijo al oído que quería agradecerme el favor por haberla recomendado para el empleo, a lo cual le dije que a medio día la invitaba a almorzar.

A mediodía, efectivamente nos encontramos, solo pedimos un jugo, ella muy sensual empezó a tocar mis pies con su píe a lo cual le propuse que fuéramos a otro lugar más privado y ella sin objeción aceptó, era necesario aprovechar el tiempo, solo tengo dos horas de almuerzo.

Fuimos a un motel a las afueras de la ciudad, la verdad era la primera vez que iba a tener sexo con una mujer operada; por mi mente pasaban tantas cosas, el tiempo es oro y en ese momento empezamos a besarnos apasionadamente, su boca sabía al jugo de fresa; besé su cuello; de antemano quedamos en no arañones ni moretones. Sin embargo nos besamos apasionadamente, ambos aun de píe, quité su pantalón y sus nalgas quedaron al descubierto, tenía unas diminutas tangas azul celeste, luego quité su blusa y sus brasieres; empecé a chupar sus senos, y morder sus pezones despacio, ella quitó la correa de mi pantalón y bajó la cremallera, desesperadamente agarró mi verga y la empezó a masturbar, ella subió un píe a la cama y de esa forma me agaché para besar su concha por un lado de su tanga; tenía su concha depilada perfectamente, y además tenía un sabor exquisito, mientras chupaba su clítoris con los dedos hacía vibrar mi mano para estimularla aún más; pocas mujeres gimen cómo ella, aun besaba su concha mientras la veía a su rostro, nuestras miradas se cruzan, me encanta cómo muerde sus labios y pasa su lengua en ellos. 

Ambos ya desnudos, acostados comiéndonos a besos, en un momento ella empezó a chupar mi verga de una forma descontrolada, se la sacaba de la boca, chupa mis huevos mientras con sus dos manos me masturba se siente delicioso; puedo ver sus curvas, su culo firme demasiado exquisito, luego la pongo en posición de perrita al borde de la cama, y yo con los pies en el suelo la penetro con mi dura verga, desde ese ángulo puedo ver con mejor panorama su cuerpo tan bien hecho.

Empecé darle tan duro con mi verga mientras tanto agarré su largo cabello fuertemente y con mi otra mano apreté sus nalgas y le pegaba fuerte, su concha está muy húmeda, yo estoy sudando demasiado al igual que ella.

Luego me senté en el borde de la cama y ella pasó a cabalgar dándome la espalda, yo agarro sus tetas y las apretó fuerte, mientras ella sube y baja con su culo sobre mí, hago su cabello a un lado y beso su cuello le digo cochinadas al oído:

-Sos una perra Maribel, me encantas que rico lo haces.

Ella responde:

-uy sí que rico, me encanta pichar así de rico, me encanta la verga dura.

En ese momento me entró más la arrechera y la puse de píe contra la pared, y empecé a metérselo muy duro, demasiado duro con mis manos en sus caderas, parecía un trapo en mis manos, la apreté tan duro a la pared que me pidió que me detuviera:

-Ya papi, no más… no más me duele, no más.

Luego la tiré a la cama y abrí sus piernas para metérselo, ella gime y el sudor de su frente es demasiado, con su mano izquierda ella se masturba con los tres dedos del medio y con la otra agarra fuerte una almohada y la aprieta contra su teta. Fue cuando de repente ella empezó a expulsar un chorro de su vagina, como si estuviese orinando, wow ella tenía un squirt, era abundante ese líquido sobre mi pelvis, mientras yo seguía penetrándola con fuerza, al sentir ese líquido y ver cómo sus ojos se blanqueaban cómo una poseída; sentí que mi leche se venía y por eso saqué mi verga y me derramé sobre ella, fue tanta la fuerza que hasta en su cabello se derramó, ambos nos mirábamos sorprendidos, agitados, fue delicioso; en esa faena nos tomamos casi una hora y veinte; tenía 15 minutos para volver a la oficina, llegue algo retrasado pero valió la pena.

Con Maribel sigo hablando y hasta el momento planeando otra salida, ella ahora está viviendo con su novio, un negro vergón que la tiene muy enamorada, a veces me cuenta las cosas que hace con él y me alegra mucho que siga siendo la pervertida que conocí. Espero volver a tener un encuentro con ella para volverlo a escribir en mis relatos.

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