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Patricia, de Patita a Putita

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Lo que más me molestaba de mis amigas, eran que cada vez que salíamos en las noches a algún lugar a divertirnos, la mayoría de las veces ellas terminan teniendo sexo con los minos que conocían, en varias ocasiones ciertas personas me dijeron que mis amigas eran unas putas o chicas fáciles, ella nos estaban ni ahí con esos comentarios, preferían que las llamaran así a no disfrutar de los minos que les gusta, muchas veces la vi besarse y manosearse heave con los minos, después que se las habían puteado (según sus propias palabras) me contaban como lo habían pasado, como era de esperar muchos huevones eran pura boca o pinta porque en la cama no pasaba mucho.

A pesar de eso, ellas siempre me motivaban a entregarme a cualquier mino que conociera esas noches de diversión, conocí a varios, eran minos ricos con buena pinta que cualquiera mujer se iría a la cama al instante con ellos pero como no era mi estilo y no me gustaba ser una chica fácil menos que me catalogaran de puta, prefería quedarme sola, aunque tampoco negare que en más de una vez lo quise hacer a lo menos para probar que se sentía, no quiero decir que no sea caliente al contrario cuando tenía sexo con mi pareja me hacía tirita y por largas horas pero siempre en un ambiente de amor y respeto, nunca había concebido tener sexo por sexo, para mí el sexo era más que eso, era amor, sentimientos, deseos de entregarse al otro más por complemento que por solo una calentura del momento o porque el mino era rico y había que probarlo, aunque a veces me hubiera gustado no solo probarlo.

A mi marido, lo conocí en una de esas noches, él como los demás minos, quería sexo en la primera noche, le dije que eso no era mi honda y que, si pensaba llevarme a la cama, solo tendría que ser en una relación sería, esa noche conversamos y me fue a dejar a la casa, desde ese día hasta que tuvimos nuestra primera relación pasaron tres meses y a los dos años de pololeo o noviazgo nos casamos.

En la cama con mi marido lo he pasado súper, nunca me ha defraudado por lo que no necesité estar con otros hombres, hacíamos sexo oral y vaginal principalmente, el anal lo encontraba sucio por lo que nunca lo he practicado con él, hacíamos algunos juegos y teníamos relaciones en diferentes lugares, lo cual hacia más entretenida nuestra vida.

Pero todo ese mundo cambio, no sé cómo sucedió, pero ahora soy una chica tan fácil, e incluso creo que soy más fácil que mis amigas que se ofrecían al primero de cada noche que salíamos a divertirnos, no lo tomen literalmente lo que dije, quiero decir que ahora me tiro al mino que me gusta o al que sabe seducirme sin hacerme la cartuchona, descubrí que el sexo por sexo es tan rico como el sexo por amor. Como me dijo una vez una amiga, si engañas a tu marido alguna vez, será porque te darás cuenta que eres más puta de lo que tú misma puedes imaginar, creo que mi amiga no estaba equivocada en eso. Solo les quiero contar mi primera noche en que me entregué a un hombre y a los suyos, aunque esta historia es cien por ciento verdadera, no me interesa que me crean, solo quiero que vean como cambio mi pensamiento después de esa noche maravillosaaa.

Como les dije antes, soy una chica hot, solo que no era de esas minas que se acostaban con el primero que pillaban, a pesar de que me hubiera gustado hacerlo, pero un día en que mi marido estaba de viaje, una de mis amigas me llamo y me preguntó si tenía algún panorama para esos días en que no estaba mi marido, le dije que no, que no sabía qué hacer, me invito a salir esa noche (un día viernes), acepté, nos íbamos a juntar en un bar determinado.

Como en ese momento tenía apenas recién 25 años (ahora tengo 27), vestí de manera juvenil y algo osada para una mujer casada, vestí de celeste a excepción del calzón que era blanco, una polera sin mangas con cierre, una mini cortita suelta de no más de 18 cm. de largo, zapatos de tacón, debajo sin sostén o brassier y una tanga tipo hilo dental estampado chiquito que cubría coquetamente lo que más tarde iba a ofrecer fácilmente, mi casi 1.70 cm. y mi buen cuerpo me hacía verme sensual y provocativa con esa tenida, algunos hasta se atrevieron decirme que vestida así parecía una prostituta, es posible que en el fondo buscaba que me dijeran eso.

Llegué a la hora acordada con mi amiga al pub, a las 21:00 horas, pero ella no estaba ahí, me puse en la barra de pie, me pedí un trago (algo con poco licor). Los minos al verme sola se me acercaban, conversábamos algunos segundos y se iban al decirle que esperaba a alguien, los minutos empezaron a pasar, llamé varias veces a mi amiga al celular y nada, me pedí otro trago igual al anterior, me estaba sintiendo incomoda, ya eran cerca de las 22:00 horas, mi amiga no aparece por ningún lado.

Estaba por irme, cuando se acerca un mino que me gustó apenas lo vi, no voy a negar me quede con la boca abierta cuando lo vi, me dijo dos tres palabras, yo casi no hable, me toma la mano y me lleva a un privado, que la verdad no sabía que existía, mientras caminábamos al privado, me suelta la mano y me la pone justo en el inicio de mi cola, le miro para preguntarle por su osadía pero él antes que le dijera algo, me guiñe un ojo, como diciéndome que tengo bonito culo, intento quitarle la mano no porque me molestaba sino porque me daba vergüenza ante tanta gente que me hiciera eso, pero fue peor, lo único que conseguí que él pusiera toda su mano en mi cola, caminé así todo el tramo hasta el privado, agache la cabeza porque sentía vergüenza que la gente me viera con la mano de ese hombre en mi culo, aunque también era rico sentírsela, estoy segura que el licor ayudó para que yo esa noche fuera una chica fácil y lo peor una chica muy pero muy caliente. Al entrar al privado, había un sillón semi-redondo, una mesita y una luz tenue.

Me siento como una dama intentado que la mini no se me levante ni se recoja demasiado, él se sienta pegado a mi cuerpo, habíamos empezado a conversar cuando veo que su mano dirigirse a mi polera me baja todo el cierre, mete su mano en mis pechos y me saca uno, me lo empieza a manosear, suave pero firme, le pregunto que hace, él me dice:

—tu sabes lo que hago cariño.

Me siento algo incomoda por su osadía, pero también me gusta cómo me domina, se da cuenta que soy primeriza en esto y me preguntó si antes había hecho esto, le dije que no, que era primera vez que me pasaba algo así, me pregunta mi nombre, le digo que me llamo Patricia, pero que me dicen Patita agrego, en eso él me dice:

—Patita.

No dejaba de tocarme y manosearme el pecho, llegó el segundo en que me mete la mano otra vez dentro de mi polera y saca el otro pecho, no quiero ser mentirosa, pero este hombre me gustaba como era y lo que me hacía, ya le miraba coquetamente incluso me acomode para que él me manoseara mejor. Como dije, él me dice:

—Patita, con que te llaman Patita, en vez de Patita te llamaré Putita, te gusta mi Putita cómo te llamas ahora —me consulta.

Con algo de vergüenza y sumisa por la situación, le dije que sí, que me gustaba que me llamara así, como Putita, la idea de que me dijera así no me incomodaba, es más es primera vez que me llaman así y eso me excitaba.

Estábamos hablando, él con sus manos en mis pechos y yo algo más traviesa, cuando en eso entró un mozo al privado a solicitar el pedido, intento cubrirme, pero él no me lo permite, él hace su pedido mientras no dejaba de manosearme, a todo el hombre me estaba haciendo sentir cosas nunca experimentada por mí, me estaba manoseando heavy, después que hace su pedido me dice:

—y usted mi Putita que se va a servir.

Con vergüenza miro al mozo, quien me sonríe graciosamente.

Una vez que termino de hacer mi pedido, este hombre que aún no sé su nombre, le pregunta al mozo, si le gustaba el nombre que me había puesto, le dice que me llaman Patita pero él me rebautizó y me puso Putita, el mozo que al parecer ya conocía al hombre, le dijo:

—como es y cómo la veo, creo que es un nombre acorde para ella.

El mozo se va y él me dice:

—ves mi Putita, es un nombre adecuado para ti.

Luego de su comentario, se me acerca a mi boca y me empieza a besar, mejor dicho nos empezamos a besar mientras no dejaba de manosearme mi pechos, era rico como me tenía, me acordaba de mis amigas y me calentaba más, el imaginar que mis amigas me vieran así, dentro de todo no podía creer que yo fuera la Putita que él decía, en menos de 10 minutos desde que cruzamos las primeras palabras el hombre me tenía semi desnuda y nos besábamos apasionadamente, no sé cuánto tiempo nos besamos, sentía sus ricos besos y su espectacular toqueteo en mis pechos, en eso para, me mira y me dice:

—te gusta Putita.

Como si ya estuviéramos en confianza y toda traviesa, le dije que sí, que me gustaba, que, aunque era la primera vez que lo hacía me gustaba, no alcanzo a terminar mi comentario de la situación, cuando me levanta la mini, mira mi intimidad que estaba cubierta por mi pequeño calzón blanco, me dice:

—mmmmm que lindo tu calzón mi Putita.

Me pide que me pare, lo hago, creo que adivinando su pensamiento me desabrocho la mini y él tira de ella hacia abajo, cayendo al suelo entre mis piernas, en eso entró el mozo, y al verme solo en calzón con mi culo a su vista, le dice a él:

—que calzón y culazo se gasta su Putita señor.

Él le dice que sí y me dice:

—gírate puta.

Con menos vergüenza que antes veo al mozo y le doy una sonrisa, el mozo otra vez hace su comentario, diciéndole que es una verdadera Putita señor, él hombre me pide sacarme la polera, lo hago y ahí estaba yo casi desnuda cubierta solo con el calzón y unos zapatos, ante la mirada atenta de esos dos hombres, él hombre le paso su tarjeta al mozo y este salió del privado, al salir al mozo veo que afuera que hay y se oía bastante gente en el local, la música era buena al menos para mí.

Me empieza a subir un morbo nunca antes sentido, que no me había percatado, realmente estaba excitada por la situación que estaba viviendo, sin querer estaba convertida en mi nuevo nombre y lo loco era que cada vez me gustaba más sentirme así, me sentía liberal, traviesa, osada y muy hot, no sé qué indicio le di a ese hombre, que se para y me dice:

—veo que te excita la idea de que te vean así casi desnuda mi Putita, verdad.

Traviesamente le dije, que me daba morbo estar así sabiendo que hay gente afuera, eso se me acerca al oído y me ordena ir a buscar a un mozo, me puse roja pero muy caliente, le dije que no podía hacer, me replica y me dice:

—no te estoy pidiendo que vayas te estoy ordenando.

Ok le dije, salgo del privado y veo más gente de la que imaginaba que había, al principio me sentí mal al ver que todos esos ojos me miraban completamente, en un acto de osadía tomo aire, con orgullo y calentura, empiezo a buscar a algún mozo, las mujeres y los hombres me miraban, hasta me aplaudieron y me dijeron piropos algunos bastante subidos de tono, encontré al mozo y casi rápidamente me fui al privado, cuando llegué con el mozo, mi hombre estaba sentado tomando su trago, mira al mozo le hace una seña y este se va, como sabiendo que era un juego, me pregunta si me gusto, le dije que había sido mucho para mí, que me sentí desnuda. Seguía de pie, el hombre me contemplaba, no dejaban de mirarme, sentía como sus ojos me deseaban y me excitaba ver como pasaba su mano entre sus piernas, de pronto me hace una pregunta que me dejó con sentimiento encontrados, me dice:

—mi Putita, esta noche quiero que seas mía.

Al principio la pregunta no la entendí, le dije:

—pero si estoy así y me exhibí afuera es porque quiero ser tuya.

Él me la vuelve a repetir y agrega:

—me encanta tu ingenuidad mi Putita, pero cuando te digo que esta noche quiero que seas mía, quiero decirte que seas mi prostituta, disponer de tu cuerpo para mí o para él que yo desee o para él que me lo pida, te pagaré bien, que dices mi Putita.

No sabía que responder me quedé en blanco pero caliente, muy caliente, mientras estaba en ese trance, él se acerca y veo como extiende su mano para tocarme suavemente mis entrepiernas uuuuuf me salió un suspiro del alma al sentir como se deslizaba su mano sobre mi calzón en mi vaginita que estaba caliente, movía su mano a lo largo de mi vagina, haciendo una leve presión originándome un placer delicioso, me estaba volviendo loca de calentura y placer, el hombre me vuelve a preguntar:

—y que dices "Putita, a mi propuesta".

Tenía duda, pero no pensaba, por lo que sin pensar en nada le respondí que sí que deseaba ser su prostituta esa noche y las que él deseara, sin medir consecuencias acepté su proposición, el hombre me tenía mojada muy mojada, en eso se para, se baja su pantalón y su calzoncillo, dejando su bellísimo pene, a mi vista, era grueso y largo, con una cabeza impresionante de grande, fue lo más que me impresionó de su hermosa masculinidad su gran cabeza, se sienta y me dice:

—venga mi Putita, venga donde su Papito —indicándome que me siente a su lado.

Lo hago, en eso tomo su pene, que se siente caliente, imaginando lo que desea, agacho mi cabeza y le doy besitos en su cabeza del vergajo, en eso, miro al hombre y este me dice:

—mmm mi Putita, que rico lo haces.

Vuelvo a su pene, se lo empiezo a recorrer con mi lengua suavemente desde su cabeza hasta su base, lo recorría lentamente con mi lengua una y otra vez, a veces le recorría su tronco con mi boca, me metía en varias ocasiones todo lo que podía de su pedazo en mi boca o solo me comía su cabeza, era rico chupárselo y tenerlo dentro de mi cavidad bucal, no solo me metía su verga o polla, también sus huevos los cuales eran grandes y los más rico era que tenía los pelos bien cortitos lo que hacía ver toda su bella masculinidad enormeeeeee. Estaba en lo mejor comiendo su tronco, con toda su cabeza y parte de su tronco en mi boca y mi mano agitaba lo que me quedaba afuera o acariciaban sus bolas, cuando entra una pareja de hombres, asustada intento pararme, pero él me ordena seguir, diciéndome:

—tranquila mi Putita, siga comiéndose a su Papito.

Sigo en lo mío, miro a esos hombres con su pene en mi boca y mi mano manoseándoselo, ellos se ríen como diciéndome que rico lo que hago.

Conversan como un minuto, él le dice algo que no entendí muy bien y los hombres se van, pero no dejaban de mirarme al salir, sigo con mi trabajo hasta que el hombre me dice que pare, me felicita, diciendo que si soy una buena mamadora, pero agrega que mi Papito me quiero culear, me ordena sacarme el calzón y me hace sentarme en su pene. Me saco el diminuto calzón y me acerco, lo tomo en mi mano para acomodármelo, le sonrió y le digo que lo tiene grande, él sonríe y me dice:

—acaso no te gusta que su Papito haga lo que deseas.

A estas alturas yo no sabía que deseaba si solo me follara o me prostituyera, estaba tan caliente que lo único que deseaba era satisfacer a mi cuerpo, me paro y me acerco a él, cargo mi cuerpo sobre él con mis piernas abiertas sobre el gran sofá y su pene en mi mano, hago recorrer su pene en mi vagina.

—uuuuuf que cabezotaaaa papito —le grito.

Él, creo que en un tono irónico me dice:

—al parecer nunca has probado un macho de verdad mi Putita, ahora su Papito te dará lo que mereces.

Me acomodé bien y siento como su cabeza va desapareciendo dentro de mi cuerpo.

—mmmm papito que ricaaaa la tienes.

Siento como va entrando más y más hasta que llegué a su base, sentía que me iba a salir por la boca, era muy grande para mí, sus manos amasaban mis pechos magistralmente, recibía también en ellos unos buenos y ricos castigos, palmadas, tirada de pezones, mordiéndolos, me insultaba, me decía lo perra que era, lo fácil que había sido, que tenía pinta de ser prostituta, se da cuenta de mi anillo y me dice:

—aaaah con que eres una perra infiel, me gustan las rameras como tú, que buscan sexo por afuera…

A ratos nos besábamos efusivamente o lo besaba cuando estaba a punto de gritar, yo subía y bajaba comiéndome todo ese pene maravilloso, a veces me movía para adelante y atrás con todo su pene dentro de mi mmm, a pesar de lo enorme de su obelisco y lo llena que estaba, me sentía feliz y muy caliente, acabe dos veces en esa posición.

Después de un largo rato y de mis dos acabadas, él empieza a ocupar el espacio del cubículo o privado maravillosamente, me empieza a poner en diferentes formas, me sienta en el sofá, levanta mis piernas y me lo mete, me pone de lado con las piernas juntas, luego me levanta una, a veces me lo saca y me lo lleva a la boca, era nuevo para mí esa sensación de sentir mis jugos en ese pollón en mi boca al chuparlo era rico degustar de mis propios jugos. Las poses se fueron sucediendo una a una, cada vez más seguido, el hombre me sorprendió por su resistencia, yo llevaba con la quinta acabada y él no pasaba nada, cuando me tenía en cuatro él sentado en el sofá y yo en el suelo, entró una pareja, hombre y mujer al privado, se pusieron a conversar los dos hombres, mientras el mío no dejaba de culearme, veía a esa pareja, ellos me miraban especialmente ella, en un momento en que la miraba a ella, el hombre que venía con ella le hace una seña, la mujer se para, se saca la mini, se sacó el pequeño calzón que tenía puesto, se puso en cuatro en el sofá mirando a la pared, apoyando los brazos en el respaldo del sofá y los pies en la base, el hombre que me culeaba, me da unas palmadas y me ordena pararme, va donde la mina, y se la culea mientras seguía conversando con el hombre, se la habrá follado unos veinte minutos, yo estaba súper sorprendida y excitada, había dos hombres y dos mujeres, el hombre que me puteaba se empieza a follar a la mujer que estaba con el otro hombre, la mina acabó como dos veces por lo que me di cuenta, mi hombre se la saca ella se para y se la chupa un rato, luego se viste y se van, mi hombre me dice:

—disculpa, pero me la tenía que culear, para que sepas ella es su señora y me la culeo cada vez que la veo, hasta la he prostituido varias veces, y eso haré contigo también.

Quede con la boca abierta con lo que decía, la mujer debía haber tenido unos 22 años y era realmente hermosa.

Me ordena ponerme en cuatro otra vez en el suelo y me empieza a follar con tanta fuerza ahora, hasta que acabamos los dos en un orgasmo maravilloso, en el momento en que tenía mi segundo orgasmo después que se fue esa pareja, sentir como explota él dentro de mí, en el momento en que yo explotaba mmmmm tuve fuertes contracciones o temblores que caí al sueldo unos segundos como desmayada o dormida, era hermoso sentir la potencia con que salía de esa manguera de carne fuertes chorros de leche de hombre, de macho, de animal humano, cuando me repongo veo a mi hombre sentado en el sofá, fumando y bebiendo, con su pene semi muerto pero con nuestros jugos aun, me paro, lo beso y le doy las gracias por lo que me hizo vivir. Iba a vestirme cuando me dice:

—y a Papito no lo vamos a limpiar.

Le sonrío, me arrodillo y se lo empiezo a limpiar, estaba terminando cuando entro el mozo, pero no era el mismo de la vez anterior, algo le dice a mi hombre que este le dice:

—Dile que voy luego apenas esta puta me limpie y me vista.

Efectivamente apenas se la termine de limpiar, se viste y se va, pero me dice:

—no te vayas mi Putita, recuerda que te quiero toda la noche para mí.

Le dije que lo iba a esperar, ahí quede sola un largo rato en el privado, me limpio y empiezo a vestir, primero la polera, el calzón hilo dental estampado y por último la mini, me siento, me tomo mi trago y empiezo a recordar lo que he vivido en ese cubículo, que morbo sentí yo la que cuestionaba a mis amigas ahora soy la más fácil de todas, no sé si alguna de ellas se habrán prostituido en cambio yo sí, yo una mujer casada e infiel, de señora con clase pase a puta con clase, de Patita pase a ser ahora una Putita... arrepentida no estaba lo peor que me estaba volviendo a excitar de solo recordar lo que había vivido, busco mi celular y llamo a mi amiga la que debía juntarme ese pub, finalmente me responde, me dice:

—hace más de treinta minutos salí del pub porque no te encontré y te llamé al celular y no contestaste.

No sabía que responderle y le dije que me había equivocado de pub y como no te vi me fui a la casa, quedamos vernos otro día y nos despedimos. Estaba colocándome el celular en la mini, cuando en eso llega mi hombre, me dice que nos vamos, me ordena sacarme la mini y salimos, al salir de ahí me di cuenta que yo no era la misma que había entrado y lo mejor que esa noche me esperaba un inicio sin igual.

Esa noche aparte de andar en calzón en todos los lados que fui con él, me acosté con diferentes hombres, con siete para ser más precisa, tuve todo tipo de sexo oral, vaginal y anal, incluido dos tríos que hice, algunos me insultaron otros me pegaron, me humillaron y me hicieron todo lo que una mujer puede soportar una noche, para mí ese día terminó cerca de las once de la mañana, llegué a la casa casi en pedazos, después que me tome un baño de sal, me acosté y me dormí hasta casi las nueve de la tarde o noche ya, mi cuerpo estaba dolido pero mi mente recordaba todo lo que hice esa noche y me excitaba, si tuviera que ponerle una nota a esa maravillosa noche, de 1 a 10, le pondría 1000.

Dos días después me llamó mi hombre o mi Papito como le gusta que le diga, me pregunta si tengo algún problema para salir, le dije que no tenía problema por lo que acepte su invitación a una fiesta, me pidió ir no con mucha ropa pero sexy, teniendo presente su pedido, fui osada y aproveche de cumplir unas de mis mayores fantasías vestir solo en ropa interior, por lo que me puse un brassier de media copa, un hilo dental bien pequeño sin llegar a extremo, portaligas, medias pantys con silicona, zapatos y un abrigo, cuando llegué a la fiesta todos me miraban como preguntando y quien es esta prostituta, de donde salió, mi Papito, estaba feliz y me felicito por mi atuendo, por supuesto que fue él el primero que me culeo esa noche, lo hizo delante de todo los que estaban presente. Era súper morboso eso para mí, creo que había más de 50 personas entre hombres y mujeres, la mayoría eran hombres, espero que hayan adivinado que fui la más deseada y por supuesto la más culeada o follada, no sé exactamente con cuántos hombres estuve ese día, solo sé que fueron varios y también estuve con algunas chicas. Nunca imagine, lo digo con toda sinceridad, de andar de pene en pene y lo mejor que no te puedes quejar de nada ni rechazar nada, si estas en ese mundo aceptas las reglas no escritas que existen, también me gusta lo caliente y violentas que eran algunos hombres que casi no me dejaban respirar, entre gritos, humillaciones, maltratos, insultos y muchos orgasmos esa noche descubrí un mundo que me había negado descubrir.

El día que llega mi marido, lo espere con la misma vestimenta del primer día que me culearon en el cubículo del pub, la polera con cierre, la mini cortita de no más de 18cms, los zapatos de tacón y el calzón pequeño estampado, cuando estábamos en la noche sentado en el sofá de nuestra casa, me pregunta si me había portado bien, con rabia me paro del sofá, me doy un giro completamente para que se levante la mini, mostrar mi diminuto calzón y un poco más, y le pregunto:

—acaso tú crees que me visto así porque soy una prostituta, una puta, una mujer infiel, una perra fácil, una comepolla, una que va de pene en pene como si fuera una cualquiera.

Él ríe y me dice:

—no, te conozco como eres y solo vistes así porque te gusta, verte sensual.

Esperaba que me dijera que sí, que era una prostituta y todo lo demás, pero no fue así, en el fondo me reía que él pensara eso, pero también me dio pena porque el pobre no sabe ni sabrá nunca (espero) que su esposa esos días que él salió, fue de varios hombres y mujeres, lo peor que a muchos de ellos ni el nombre le supe y me hicieron no solo creer que era una prostituta, sino que también serlo.

Como les dije antes no me interesa que me crean, si es real o no, a pesar de ser real, solo quiero demostrar cómo cambio mi pensamiento sobre el sexo, y que ahora no solo lo hago por complemento a mi pareja, sino también me di cuenta que el sexo por sexo es maravilloso, aunque me daría vergüenza que me apuntaran con el dedo y digan mira ella es una prostituta, no me arrepiento de lo vivido y como dice mi Papito, pase de Patita a Putita solo cambiando una letra, a pesar de lo que piensen, pienso seguir disfrutando del sexo cada vez que pueda y de la forma que se presente sin mayores cuestionamiento, total la vida es para disfrutarla, eso sí espero nunca pegarme alguna enfermedad.

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