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Como realicé un trío con mi esposa

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Estando en un viaje largo de tres semanas sin mi esposa, instalado en la habitación del hotel y con dos semanas de abstinencia mi mente recordó la manera tan especial y exquisita de coger que tiene mi esposa. ¡Ella es tan tierna y bonita y le gusta la verga, sus expresiones al momento de estarla penetrando son así!  Bonitas, tiernas e intensas y cuando la estoy cogiendo sus gemidos para mi hasta elegantes, intensifican mi deseo y me llevan hasta el sexo duro, me convierto en dominante y comienzo a meterle la verga con más y más fuerza, una y otra vez escuchándola decir, que choquen tus huevos con mi panochita y así conteniendo mi eyaculación no dejo de escuchar y ver sus expresiones de gozo desmedido.

He tenido por supuesto una vida sexual activa y muchas experiencias antes de conocerla a ella,  y aunque todo el tiempo desde que la conocí ella se la da de muy santita me queda claro por su forma de coger tan especialmente experta, rica y deliciosa, (su forma de mamar, de gemir, de moverse en la cama y en la  verga, de tomarse mi leche, y sus palabras que dice como “me secaste” después de tantas venidas que la hago tener) y muchas cosas más, me hacen tener la seguridad que ha tenido una vida sexual súper intensa, incluso más que la mía y aunque no me lo diga sé que muchos hombres han metido la verga en ese agujerito.

Bueno, y, le hago pensar que le creó el cuento de que es muy santita, como me gustaría me contara sus vergaventuras y aunque he tratado de que me confiese su pasado es experta en evitarlo (a pesar de que nos confiamos casi todo) y entiendo que puede ser por miedo a que me indigne y la deje, cosa que, aunque no lo crean no sucedería, al contrario seguro que me arraigaría más.

Bueno regresando al hotel y mis pensamientos prendí mi computadora y le llamé para que atendiera el chat, (mi viaje me tenía en la otra parte del mundo), el horario en la ciudad de México era la una de la mañana, así es que estaba solita en el chat. En el transcurso de la plática aborde el tema de mis sueños estando lejos de ella, le platique:

—Tuve un sueño sexual que incluía a otra persona.

—¿cómo era? 

—Era un moreno alto muy bien parecido y más dotado que yo, alguna vez me comentaste que ese tipo de hombre no te desagradaba.

—más que tu nadie.

—No estés tan segura, en mi sueño vi que te me desquiciabas, era muy bueno para coger y entre los dos te acariciábamos él te chupaba los senos y yo te lamia tu panochita como te gusta.

—y yo que hacia?

—Gemías delicioso hummm y lo estabas disfrutando como no te imaginas, había mucha acción, me gusto cuando en mis sueños vi que le mamabas la verga mientras yo te lamia los pechos y realmente no te cavia su verga en tu boca, pero te aferrabas a ese chuponzote.

—de qué color era su verga? ¿Era rosadita grande y desviadita como la tuya?

—No, era morenita, pero muy grande, gorda y derecha.

—hummm —Me dijo— ¡ya párale!! Que estas muy lejos y es la una de la mañana, capaz que salgo a buscar al vecino jajaja.

—¿te imaginas? ¿Que en este momento toque la puerta el vecino? ¿No te gustaría?

—¿cómo crees?

—¿Quieres que te siga platicando?

—si.

Él se acostó en la cama boca arriba y tú se la seguías mamando en cuclillas y yo aproveche para meterte la verga que por cierto ni lubricante necesitaste, te estuve limando un par de minutos y te puse lubricante en el ano, lo afloje con mis dedos y te metí la verga y estuve cogiendo por el ano un buen rato.

—¡que sueños tienes!!

—son muy vividos, oye mi amor, que tan excitada estas.

—en realidad bastante es demasiado tiempo sin ti.

—oye y así como estas en este momento, ¿no considerarías hacerlo realidad?

—¿cómo crees? ¿Con quién?

—Estas muy bonita, sobraría quien desee hacerlo, ¿tu estarías dispuesta? Es solo sexo, un postre para ti y para mi verlo.

—¿te gustaría ver que otro hombre me coja?

—me aceleraría la adrenalina como a los competidores de alto riesgo, ayúdame en esta cuestión ¿sí? ¡Mi adrenalina!! Jajaja.

—cuando regreses lo platicamos.

—No. En este momento que estas excitada y no te desagrada la idea vamos a quedar. Dime si o no.

Después de unos momentos me contestó:

—lo hare por lo mucho que te amo, quiero complacerte en todo, tienes algún plan.

—No te preocupes llegando saldrá todo natural si se da bien y si no ¿también de acuerdo?

—Ok.

Me despedí en ese momento del chat no quería echar a perder el acuerdo iniciando otra platica.

Desde ese día ya no pensaba en otra cosa, casi ni me concentraba en el trabajo solo pensaba optimizar las cosas para que se dieran bien y aunque mi esposa es bonita no quise correr ningún riesgo de que esto no saliera bien, así es que me di a la tarea de contactar un gigoló de muy buen ver en México, le platique y le dije que le pagaría su día entero, intercambiamos teléfonos y fraguamos el plan. ¡El vuelo de 12 horas con conexión se me hizo de un año!!!

Llegue a la ciudad de México y transcurrieron dos días de sexo normal hasta que llego el viernes y le dije:

—recuerdas lo que quedamos?

—sí, estas seguro.

—sí, y ansioso, mi adrenalinaaaaa jajajaja.

Se preparó con los atuendos interiores más sexis que tenía, se puso un vestido precioso, zapatillas (puteras le digo yo) y se le veían sus pies tan bonitos.

Era temprano y me dirigí a un Sanbors, previamente había quedado con la persona destinada a cogerse a mi esposa. Intercambie con el gigoló imágenes para reconocernos y quedamos de acuerdo como llegaría vestido. Llegamos ella y yo al bar, estaba prácticamente vacío pedimos algo de tomar y estuvimos ahí como media hora platicando y yo le decía no se ve que haya algún intrépido, quizá no funcione esto.  Pasaron otros minutos y cuando vi que el llego y estaba afuera del bar le comenté a mi esposa voy al baño no me siento muy bien del estómago espérame tantito no tardo.

Salí, le llame, lo separe de la entrada y nos fuimos al área de revistas y le dije comienza con tu actividad de seductor tardare de 20 a 30 minutos, lo deje y me retire para observar desde lejos. Vi que se sentó en una mesa cerca de mi esposa y llamo al mesero y pidió una bebida que el mesero le llevo, le dio el primer trago y saco sus cigarrillos y simulando que se le había olvidado el encendedor dirigió su mirada a mi esposa que lo estaba observando, y a distancia él le ofreció un cigarro y ella le mostro su cajetilla (de ella), el siguió simulando que no tenía encendedor y volviendo otra vez la mirada hacia mi esposa le hizo la insinuación de ¿tiene lumbre? Mi esposa le sonrió y le mostro el encendedor a lo que él se le acerco y prendió su cigarro.  No sé qué le habrá dicho, platico con ella unos minutos y se regresó a su mesa, pero si me percate que mi esposa sonrió.

Dentro de mi dije, ¡qué fácil se relaciona!  ¡Le agrado el tipo!  ¡Ya sabía que no eras tan santita! Pero no me moleste, mi adrenalina comenzaba a explotar. Decidí que era el momento de regresar y después de sentarme nuevamente aborde otro tema, pero ella tenía una expresión especial ¡fue tan excitante ver esa tranquilidad y gusto que naturalmente relacione con el encuentro con este tipo, no me comento nada de si se le había acercado alguien y pensé ojalá no este cambiando de opinión, le dimos unos chupitos a nuestras bebidas y este amigo se acercó a nosotros y dijo:

—me volverían a prestar su encendedor?

—Perdón? —Le dije.

Y me contestó:

—me tome el atrevimiento de pedir hace un rato respetuosamente de favor a su novia su encendedor y le pido a Usted una disculpa, no sabía que venía acompañada —también me dijo— no la ande dejando sola, a mí me robaron a una novia por eso —y sonrió de una manera natural y elegante, nada vulgar.

En ese momento me salió la elocuencia y le respondí:

—entonces apóyeme en esta ocasión para cuidar no a mi novia sino a mi esposa, hay mucho malandrín suelto —y nos reímos todos. Seguí diciendo— no esté viniendo a cada rato a prender su cigarro, o se compra un encendedor o se toma algo con nosotros y aquí los encendemos.

—no puedo amortiguar el impulso de su amable generosidad —respondió.

¡Hay Wey!!!! Nunca se me va a olvidar esa frase que pronuncio y trajo su copa de la mesa y se incorporó a la nuestra.

Publicaré lo demás muy pronto.

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