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La invitada a la fiesta

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Ella era rubia y estaba arreglándose el pelo con ayuda de un espejo que había sobre un mueble cercano al sofá donde estaba sentada. Llevaba puesto un sexy bustier rosa con un ribete superior en negro, del cual parecía que las tetas fueran a brincar, un blazer negro hasta la cintura y una minifalda muy provocativa, así como unas negras medias de satén con un dibujo en la parte superior y toda adornada con un collar de perlas que daba dos vueltas.

Se acercó amistosamente llevando una copa en la que llevaba un scocht en su mano derecha y se abría su blazer negro. Advertí que estaba un poco ebria y permití que las cosas ocurrieran a su caer. Mientras yo sostenía mi vaso de whisky on the rocks, ella empezó a toquetear mi camisa, llevando sus dedos como si andaran, yo abrí mis piernas automáticamente y consentí y toleré que esta rubia MILF sugerente hiciera el resto.

Empezó a pasear su mano por mis pantalones, llegando hasta el comienzo de los botones de mi blanca camisa y me empezó a desabrochar la camisa lenta y muy lascivamente mientras se relamía de gustirrinín la muy zorra.
Yo tocaba el blazer negro de esta rubia golfa tan provocativa hasta llegarla a abrir y comenzar a acariciar su teta izquierda con mi sabia mano derecha. Me desabotonó toda la camisa y me masajeaba mi torso de macho en celo y esto le incitaba a esta rubia golfa tan procaz. 

Se despojó de su negro blazer y yo acerqué mis manos para principiar a magrear esos tetones que ya me estaban volviendo loco y rijoso. La rubia MILF subió su minifalda y ¡oh sorpresa!, la muy casquivana no llevaba bragas.

A la par que la magreaba sus tetazas y lamía el cuello, la muy golfa buscaba con ahínco libidinoso, despojarme de mis negros pantalones, mientras que yo le pasaba mi mano derecha cerca de su hombro izquierdo para luego acariciar sus tetazas de zorra libertina.

La empujé hacía atrás para lamerla las tetas y acariciárselas y volver a lamer concupiscentemente su cuello.

Lamía y lengüeteaba sus lúbricas tetazas que tan cachondo me ponían y esta puta MILF, optó por desnudar sus tetazas para que pudiera trabajarlas mejor.

Proseguí lamiendo y lengüeteando sus tetazas de ramera facilona y metí el dedo medio de mi mano derecha para poner más salida y viciosa a esta puta MILF tan guarra y buscona.

La furcia rubia permitía que hincara mi dedo medio en su agitado coñargón de fulana libidinosa para que gradualmente se pusiera todavía más concupiscente y salida, al tiempo que proseguía deleitándome al comerme sus tetazas de golfa depravada y libidinosa.

Yo le hundía mi sabio dedo medio en su muy agitado coñargón y ella disfrutaba del momento pues cerraba los ojos para sentir el magreo que hacía con mi dedo en las entrañas de su acalorado coño.

Nos besábamos con lengua y mucha lujuria y volvía a bajar mi boca para disfrutar de sus tetazas que me volvían loco de depravación y lujuria y proseguía con mi dedo medio horadando su coño de golfa libidinosa y procaz.

Se me abrió de patas esta zorra MILF tan guarra y obscena y empecé a traspasar y profundizar mi dedo en la hirviente oquedad de su profundo coñargón de guarra y la muy zorra no paraba de desgañitarse, bramar y jadear cual guarra libertina y agitada.

—¡oh!, ¡oh!, ¡oh!, ¡oh!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! —jadeaba la rubia MILF sin parar.

Acoplé mi mojada y libidinosa lengua a su profundo coñargón y lamía con sicalipsis su coñote que ya estaba encharcado del gusto que yo le daba a esta MILF tan puta y puerca.

Yo me deleitaba lamiendo este agitado chochazo que me había enardecido y no deseaba que terminase ese momento pues veía que esta procaz MILF gemía y ululaba de pasión libidinosa.

Me situé de pie junto a ella y lamía y relamía mi enhiesta pero dura verga y yo estaba encantado del lascivo y goce que esta golfa rubia me daba con su depravada boca de zorra libertina.

Lamía y relamía mis gordos cojones al tiempo que la muy guarra se magreaba sus tetazas para darse más placer.

Nos sentamos en el sofá y esta puta MILF tan suciamente depravada, ya despojada del sexy bustier rosa y con la minifalda subida se deleitaba al tragar mi enhiesta pero dura verga y movía su cabeza sin parar y yo no paraba de rezongar y bufar de lascivia, al tiempo que magreaba y amasaba sus tetazas de zorra lúbrica.

Yo la toqueteaba el coñargón y la hacía deleitarse y eso la empujaba más y más a tener mi endurecida verga dentro de su lujuriosa boca de zorra depravada.

—¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! —jadeaba yo como un verraco mientras mantenía mi dedo en el coño de esta loba MILF.

La guarrona rubia seguía recreándose y solazándose con mi duro rabo en su golosa bocaza de putona lasciva, mientras yo toqueteaba su agitado coñargón y gemía y bufaba del lujurioso placer que esta puta fulana me daba con su deliciosa bocaza de golfa libertina.

Después de una eterna mamada que me estaba produciendo un lujurioso placer inconmensurable, la rubia fulana optó por sacar mi rabo de su lasciva boca y hacerme una cubana con sus seductores globos tan perversamente lujuriosos y lascivos.

Cuando esta MILF tan libertina lo consideró, se levantó para clavarse mi rabo en las agitadas e hirvientes oquedades de su profundo coñargón que pedía ser jodido y follado por mi rabo de semental depravado.

Se sentó sobre mi dura pollaza y botaba y subía arriba y abajo con mi dura masculinidad mientras que la muy guarra se desgañitaba, gemía, ululaba y resoplaba del inmenso placer que le producía el ser jodida en esta lujuriosa postura tan sicalíptica.

La rubia MILF tragó mi rabo en su ardoroso coño y botaba con mi duro rabo y se desgañitaba como una furcia depravada gimiendo y ululando de placer libidinoso al tiempo que yo le sobaba sus lúbricas tetazas y gemía como una guarra obscena.

Entretanto subía y bajaba, yo le toqueteaba el clítoris con lujuria y ella se sentía más cachonda y viciosa y permanecía bramando de placer lascivo. Perduraba la puta MILF saltando con mi dura polla dentro de su coñargón, mientras que ella se asía al respaldo del sofá y no paraba de bramar, rezongar, jadear y gemir cual guarra depravada.

Se adelantó en esa postura y apoyó sus manos en mis rodillas para tragar más y más mi rabo y deleitarse y gozar más del sexo que la ponía más rijosa y embravecida y salvaje sexualmente.

— ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! —bramaba la rubia MILF de placer lascivo.

La muy cerda, se puso del otro lado para recibir más empellones de mi rabo en su agitado coñargón de loba depravada mientras la magreaba una teta y se ponía más y más cachonda. La taladraba y socavaba su bullente coño, pero también se lo tocaba con un dedo y la muy puerca se mareaba de lujuria.

Por fin, ya desnudo y frente a ella, la agarré su pierna izquierda, al tiempo que esta puta fulana de la MILF rubia se magreaba sus lascivos globos de guarrona pervertida. Mientras ella mantenía sus manos en sus tetazas, yo la magreaba su teta izquierda y gemía y jadeaba cual zorra en celo y me miraba con lujuria.

Saqué mi rabo de su hirviente coño de obscena golfa y lujuriosa y yo toqueteaba su coñargón y la muy cerda magreaba sus tetazas y gemía, ululaba y resoplaba del gustazo que la daba con mi mano.

Volví a hincar mi rabo dentro de su coño de ramera libidinosa y ella magreaba sus tetazas y retomé un placentero metisaca en su muy agitado coñargón de zorra lúbrica.

—¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! ¡ah!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! —jadeaba la zorra MILF de placer lascivo.

Mantenía agarradas sus manos a sus tetazas y yo observaba como la jodía sin parar y socavaba y barrenaba su agitado y muy bullente coñargón mientras ésta invitada tan putamente golfa y depravada gemía y jadeaba cual zorra en celo.

Saqué mi rabo, para joderla bien con mi dedo medio y la muy puta no paraba de bramar, jadear, gemir, ulular y rezongar del placer que le daba con mi dedo en su efervescente coñote.

Mientras la hacía esto, amasaba su teta derecha con mi mano izquierda y la muy cerda se movía espasmódicamente como si tuviera el diablo en el cuerpo y proseguía desgañitándose bien abierta de patas con más ganas de que no terminara de joderla bien el coño con mi dedo taladrador.

Proseguí a toquetear rápidamente su coño y esta zorra MILF estaba teniendo unos libidinosos espasmos sexuales que me incitaron a volver a clavar mi rabo para darla más y más placer.

Me tumbé debajo de ella y ella sobre mí y se movía como una guarra depravada y yo agarraba sus nalgas para que se moviera mejor.

Yo me deleitaba jodiendo ese bullente chochazo que me había enardecido y no deseaba que terminase ese momento pues veía que esta procaz prostituta gemía y ululaba de pasión libidinosa.

Finalmente, cambiamos de postura y metí mi dura pollaza dentro de sus lujuriosos globos y me hizo una cubana muy obscena y eché toda mi cremosa y blanquecina lefa caliente en sus tetazas que me habían vuelto loco toda la noche, otra parte de lo cuajarones de lefa cayeron en su careto de zorra corrida de placer, a la par que magreaba y masajeaba sus tetas. Después de eso, la obsequié con dos dulces besos y le dejé mi número para otro polvo igual.

(9,10)