Cierro los ojos y puedo recordar, tu piel morena, tersa, exquisita, brilla con la luz de la lámpara que ilumina la pieza del motel, estás en cuatro sobre la cama, pero con tus brazos relajados y tu cara apoyada en la almohada, en ese instate soy tu dueño, soy tu amo y tu entregada totalmente a mí, entregada al placer infinito de lo prohibido, de lo clandestino.
Me pongo detrás de ti con mi verga erecta, gruesa e hinchada, te apunto y te la refriego desde tus labios vaginales hasta tu ano, como haciendo una pequeña presión, eres mía y solo espero el momento para clavártela, como un puñal, hasta el fondo, pero no, prefiero chupetear tu concha primero, paso mi lengua áspera por tu vagina, la abro, meto mi lengua, suavemente y muy rápido, chupo, te lengüeteo como un perro lame a una perra cuando está caliente, acaricio tu culo, lo aprieto, eres culona y me encanta, lo tienes respingado y firme, te doy una fuerte cachetada en tu culo, me hablas como una niñita, me vuelves loco, dejos de ser racional, me vuelvo salvaje, tomo el tronco del pico y te lo apoyo a la entrada de tu culo, te tomo de las caderas y me cargo con toda mi fuerza, te lo meto de un solo golpe, hasta los cocos, te retuerces de dolor y muerdes la almohada, furiosamente, haces un gemido animal, tus manos aprietan desesperadamente las sabanas y frazadas, comienzo un mete y saca animal...
Te estoy culeando salvajemente, empiezas a disfrutar y comienzas a mover el culo al ritmo de cada clavada, con una mano comienzas a masturbarte mientras te follo el culo. Es un mete y saca frenético, te hare cagar, te partiré el culo, de pronto comienzas a apretar tu esfínter, apretándome la verga y ya no resisto más… eyaculo largos chorros de leche caliente, lo puedes sentir, te inundo de leche tu culo, me vacío completamente en ti. Te lo saco y te desvaneces en la cama, quedas casi inconsciente, perdida.
Te abrazo, fuertemente, acaricio tu pelo por largo rato, te doy un beso y te digo mirándote a los ojos... eres hermosa Maritza.