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Vicky, el paso de nada a todo

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Buenas tardes, soy Jon y mi experiencia es lo que relato a continuación.

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Como decía la conocí a través de un chat y al principio charlamos y era muy recatada ella era viuda y jamás había estado con nadie después de su marido por lo que yo casi desistí de conocerla era pue precavida y no entraba en temas sexuales.

Así que seguimos conversando de vez en cuando y cada día se iba abriendo más me comentaba cosas de su trabajo y de sus jefes que se llevaban mal y yo le dije eso es que tu jefa está mal follada, a partir de esa palabra ella me dijo es cierto necesita una buena follada que le dejé satisfecha y hay comenzamos a hablar de sexo.

Fuimos hablando e intimidando en las sucesivas semanas así que teníamos conversaciones por teléfono y cada vez más picantes.

Un día me dijo que quería verme en persona yo le dije de ir a su casa a lo que dijo que no entraría ningún hombre en su casa y lo tuve que aceptar, pero mi idea era tener intimidad y ver si había feeling o no.

Por eso le dije un día:

—quieres que vaya temprano que no me vera nadie y así tu como te vas temprano al trabajo no te incordiaré mucho.

Estuvimos toda la noche hablando hasta que me dijo:

—vale, pero portate bien que eres un pulpo.

Así que quedamos a las 7 de la mañana en su casa, yo fui muy rápido y antes de la hora ya estaba picando en su portero para entrar, me abrió la puerta y al vernos, cerré tras de mí su puerta y la atraje hacia mi besándola en los labios, ella se apretó contra mi sintiendo mi deseo.

Me dijo si quería tomar algo y le dije un café, pero no tenía así que me tome una infusión como ella, comenzamos a hablar y estando cerca le dije:

—me vuelves loco.

Ella se abrazó a mi y nos besamos con pasión, comencé a besarla y morder su cuello a lo que ella no rehuía, así que seguí tocándola por todos lados.

Me separé y con la mejor intención dije:

—mejor no calentarnos tanto o se me romperá el miembro.

Ella se sentó en el sofá y me dijo:

—pobrecito.

Yo me baje el pantalón y me saque el miembro que estaba a tope ella lo cogió y comenzó a chuparlo con pasión hasta el fondo ummm tenía ganas de penetrarla, pero era tarde y no podía ser, así que roce mi polla contra su coñito y ahí ocurrió un polvo rápido, pero delicioso.

Se cogió a mi cuello y yo la penetre así de pie apoyada contra la pared, se la metía con fuerza y ella gritaba y susurraba de placer me decía “me vas a destrozar de placer, llename de leche, quiero que me metas hasta los huevos”, así que yo empujaba más y más y tuvo dos orgasmos seguidos, después del segundo me dijo:

—llename con tu leche caliente todo mi coño.

Este fue mi primer polvo con una gran mujer que todavía deseo, ya les contare el segundo que fue bestial.

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