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Patas arriba (VIII)

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Después de un poco de espera, aquí está el octavo capítulo de la saga, donde se explican algunas cosas, tal vez no tan al detalle como todos quisiéramos, pero tal parece que los personajes se niegan a ir más allá por ahora, sobre todo Ylian, que prefiere esperar a que el tiempo sane las heridas antes de tocar ciertos temas todavía espinosos para él... y por fin Ricardo nos dará la explicación que nos debe. Sin más, aquí os dejo lo que realmente interesa leer:

 

Patas arriba VIII: desde España a Rusia

 

Ylian

Puff, por fin en casa, no es que el vuelo sea largo, pero esos aparatos no me terminan de gustar, creo que tendré que inventar la teletransportación o algo así, no me gusta estar encerrado en un medio de transporte sin hacer nada.

Como podía suponer, en el aeropuerto me esperaba un taxi, mis padres evitan todo contacto conmigo desde que les dije lo que hay en mi corazón, aunque mi madre daría su vida por mí, no está de acuerdo con lo que soy, sé que con el tiempo las cosas en mi casa se solucionarán, si Rusia sobrevivió las barbaries del siglo XX fue por el cariño que une las familias, eso es indudable, así que estoy seguro que esta crisis la resolveremos así, desde la familia, pero claro, es un proceso lento.

En fin, nada más llegar a casa me señalaron mi plato de comida, cené y me fui a mi habitación, una vez allí le puse un whatsapp rápido a Cami y a Iván avisándoles que llegué bien, Cami me contestó con alegría, como siempre, pero Vanya no me contestó, supuse que estaría ocupado con Ricardo y lo dejé estar, total, él sí tiene motivos para ser feliz.

Lo peor de volver a casa es que estoy solo, no tengo a nadie con quién hablar, somos mis pensamientos y yo, es horrible, ya quiero irme de aquí y tener amigos, poder hablar con alguien, quedar con Cami cuando quiera, salir por ahí libremente, irme de juerga con los colegas, vamos que tengo 20 años, no 80, como para pasarme el día comiéndome el coco.

Curiosamente, lo primero que vino a mi cabeza esa noche fue cuando le conté a Cami de Alexei... Alexei Segéevitch rompió mi corazón, me destruyó por dentro, soy fuerte, pero él se aprovechó que era prácticamente un niño inocente, no tenía barreras en mi corazón para que nadie me dañara, no sabía lo que era dudar de las intenciones de los demás, pero ahora soy frío, duro como roca, inaccesible como un acantilado, así sólo alguien que se interese realmente en mí podrá dar un vistazo dentro de mi coraza, pero nadie podrá instalarse allí nunca más, no al menos mientras no me demuestre un amor y un cariño verdaderos. Confié en Cami, pero Cami es tema aparte, no se puede contar entre las personas que jamás me conocerán, porque él es como yo, hablar con Cami es hablar con una versión alegre y amistosa de mí mismo, además, demostró que es de confiar, es un gran chico, algún día se lo diré, pero no por ahora, para que no se lo crea...

A ver, sí, Alexei Segéevitch, me fue enamorando poco a poco, era tierno, cariñoso, detallista, no pasaba un día sin que al menos me escribiera un mensaje diciéndome cosas bonitas, me llevaba a ver los bellos paisajes de San Petersburgo, salíamos a cenar por ahí, generalmente íbamos a zonas de la ciudad que no conocía, lo que era obvio, porque la intención es que ninguno de mis compañeros nos pudiera llegar a ver juntos, nunca pensé que fuera algo más allá de eso. Pero no, tenía que llegar ese día en que se me ocurrió mirar su móvil, pretendía ver si tenía alguna foto de los dos, nada más, pero no, las que tenía eran de su esposa y sus hijas, al menos en la carpeta de familia, porque había una carpeta llamada “logros” en la que estaba, entre otras, mi foto incluida. Eso sí que me dolió, no el que tuviera familia, no el que durmiera con otras personas, no, lo que destrozó mi corazón fue que yo no era nadie especial para él, era sólo un logro más, uno de la lista, un trofeo más en su pared, él podía vivir sin mí, pero yo no podía vivir sin él, o eso creía.

Rememorando todos los meses que pasé con Alexei Segéevitch me dieron como las 2 a.m. y lo que me sacó de mi ensimismamiento fue mi móvil que me dijo que tenía un mensaje en el whatsapp:

Iván: Primo, ¿todavía estás despierto?

Ylian: Sí, no podía dormir, estoy completamente despierto, Vanya Petrovich, ¿pasa algo?

I: Sí, se trata de Ricardo...

Y: ¿Te hizo daño?

I: Mira el mensaje que me mandó: Este es mi último mensaje, no nos volveremos a ver, no sabrás más de mí, me voy a casa de unos primos a Melilla, mi correo y Facebook están bloqueados, mi móvil será desactivado en cuanto envíe este mensaje. No me busques, TEndrÁs probleMas seriOs” ¿Cómo crees que estoy?

Y: Apuesto lo que sea a que estás acostado llorando, pero me permitiré darte mi opinión del mensaje, si no tienes problema, claro.

I: Te lo agradecería Ylian Dmitrovich, por favor.

Y: Mira ese mensaje hace demasiado hincapié en que no lo podrás contactar, lo que para mí significa que no es él quien lo redactó, sino alguien más, apuesto a que habló con sus padres y la reacción no fue muy buena, pero te diré una cosa, tu novio fue muy dulce al ingeniárselas para enviarte disimuladamente lo que piensa en el mensaje...

I: ¿A qué te refieres?

Y: Mira las mayúsculas de la última frase: TEA M O, si lo ordenas, es TE AMO, me parece que Ricardo fue muy obvio, además, después de la noche que te dio antes de irse, estoy completamente seguro que te ama y que no piensa eso seriamente, yo creo que, si es cierto lo que pensamos, pronto se pondrá en contacto contigo y te explicará todo, créeme, sea donde sea que esté, porque algo me dice que no es en Melilla, tan pronto como pueda encontrará la manera de comunicarse contigo.

I: Supongo que tienes razón, como siempre, esperaré a ver si me contacta y cómo explica todo, eres genial, primito, al menos ahora dejaré de llorar y podré dormir un poco, tú también deberías descansar que el viaje a tu casa es una paliza

Y: Esta vez eres tú el que tiene razón, pequeño Vanya, mejor dormimos un poco, dale un beso a la tía Ekaterina y al tío Pedro de mi parte, aunque espero poder dárselos pronto yo mismo.

I: Descansa, primo, no te presiones por eso, todo saldrá bien, ya lo verás.

Después de despedirme de Vanya decidí hacerle caso a su consejo e irme a dormir, que mañana será otro día.

 

Ricardo

No sé, bueno sí sé, pero no quiero entender por qué mis padres me obligaron a enviar ese mensaje, no me enviarán a Melilla, ni siquiera tenemos primos allí, pero son parte de un grupo religioso extremista que afirma, sostiene y defiende que el que te gusten los chicos es una enfermedad curable y se trata mandándote a una especie de monasterio por un año para que aprendas que te tienen que gustar las mujeres y que la única felicidad que existe en el planeta es casarse con una chica y tener hijos. Mis padres hablaron con los encargados de Madrid y resolvieron que me mandarán a un sitio en Galicia donde tendré que estar un año sin teléfonos, internet ni ninguna forma de comunicarme salvo el correo postal y la convivencia con los compañeros en un instituto local al que me transferirán. Vamos, una perspectiva de lujo.

Evidentemente, no sé el código postal de Iván, pero sé su dirección, así que ya que no tengo otra opción que irme al fin del mundo, literalmente, porque me mandan a Finisterre, pero en el insti tendré acceso a un ordenador con internet, así que cuando el profesor no mire entraré a la página de Correos y obtendré el código postal de Iván y le escribiré a mi Vanya vía correo postal porque así le tendré siempre y no sólo de manera clandestina en clases, pero de todas maneras no es lo mismo, yo quiero tener a mi Vanya conmigo, besarle cuando quiera y poder hacerle el amor; por suerte sé que esto durará sólo un año, espero de todo corazón que mi Vanya quiera estar conmigo entonces, porque si algo sé de todo el cambio brusco de mi mentalidad es que lo amo a él, es mi chico y no creo que pueda sobrevivir a esto sin la idea de volverlo a ver.

Ojalá que Vanya haya entendido la última frase, por dicha mis padres no lo hicieron y me dejaron mandar el mensaje así, no me preocupa que Vanya se meta en “problemas serios”, sé que no lo hará, sabe cuidarse y sé que por el resto del mensaje lo más que hará será preguntarle a Dani. No, lo que me interesaba era el mensaje oculto en las mayúsculas: TEndrÁs probleMas seriOs, es decir T E A M O, TE AMO, espero que lo haya leído, aunque cuando le escriba la carta me aseguraré de que entienda mis sentimientos, por suerte empezaré de inmediato en el nuevo insti y según el horario el primer día de clase tenemos informática.

Efectivamente, hoy lunes pude darme cuenta que el primero que necesita clases de informática es el profesor, no tiene ni idea de lo que nos enseña, así que básicamente hacemos lo que queramos. Pude comprobar que a mi facebook y a mi correo les fue cambiada la contraseña, de modo que no puedo acceder y de nada me sirve crearme uno nuevo porque no tengo la dirección de Vanya, pero pude conseguir su código postal y le podré enviar la carta que le escribí apenas llegué aquí:

A Finisterre, un día como cualquier otro

Mi amado Vanya,

sé que todo fue muy repentino, pero no tuve opción, lo que sucedió fue lo siguiente: después de comer en tu casa luego de llevar a Ylian al aeropuerto, me fui a mi casa y decidí que no quería vivir como tu primo, escondiendo lo que realmente siento, así que aproveché que mis padres estaban de buen humor por la Semana Santa y los senté a la mesa y les dije lo que siento por ti, que no es que sea gay ni que me interesen los chicos, que sólo me interesas tú, que contigo he aprendido a amar y ser amado, que no me importa lo que piensen ni ellos ni nadie, que sólo quería que lo supieran por mí y no por alguien más, que te amo y así soy feliz, que no importa que en lugar de vagina tengas pene, que eso no detiene un corazón para amar, que es lo verdaderamente importante.

Sin embargo, mis padres son fanáticos religiosos y movieron todos sus contactos y nada más obligarme a enviarte ese mensaje condujeron hasta Finisterre para dejarme en una especie de unión entre monasterio y psiquiátrico donde me “curarán” de la “enfermedad” de que te ame, pero no podrán curarme de una enfermedad que no tengo. Espero que hayas leído con atención la última frase, donde te puse algo escondido: si te fijas en las mayúsculas, dice claramente: TE AMO, ojalá que lo hayas entendido porque es lo único que realmente quería decir en ese mensaje.

Mi Vanya, mis padres esperan tenerme encerrado aquí todo un año, pero por suerte sé cómo escapar antes de aquí, justo al inicio del verano, en cuatro meses, cumpliré 18 años, seré mayor de edad y su religión dice que si soy mayor de edad no me pueden obligar a nada, sé que obligarán a mis padres a echarme de casa porque no pienso cambiar lo que siento por ti, así que también le escribiré a Dani para que me ayude a buscar un sitio donde quedarme cuando me salga de aquí. Sé que es mucho pedir, pero Vanya, mi corazón no cambiará, porque me enamoré de tu forma de ser, tu alegría, tus ganas de superarte, de aprender y hacer las cosas por ti mismo, tu perseverancia para saber si te amaba pese a mis ideas homófobas. No te exigiré nada, pero me gustaría volverte a ver, incluso intentar ser amigos, sé que todo esto rompió tu bello corazón, pero no lo pude evitar, aunque si me atreveré a rogarte que no me odies, no quiero que tu noble alma sea manchada por un sentimiento tan dañino como el odio.

Tuyo de corazón,

Ricardo

Espero que Vanya lea mi carta y que me pueda perdonar algún día, por lo pronto la meteré en medio del montón de la correspondencia, así no sabrán que le escribo a él y a esperar que le llegue y la terrible incertidumbre de si me contestará o no...

Continuará...

 

Con esto llega al final el capítulo 8 de esta historia, sé que no es muy amplio ni explica mucho, pero no me parece prudente acelerar mucho más la historia, este es de esos casos que es mejor esperar para poder disfrutar de la historia paso a paso que leerlo todo de golpe y no entender nada... espero que os guste, como siempre, me gustaría conocer vuestra opinión, sean en esta página o en mi correo...

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