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Por la ventana de mi comadre 3

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Al doblar en la esquina me late el corazón muy fuerte, por fin se cumplirá mi sueño.  

Al acercarme a la casa no veo el auto de Sandra y están las ventanas cerradas, el garaje abierto.  

¿Se fue y me dejó pagando?                                

De todas formas, entro con la moto por el portón abierto, la estaciono y vuelvo al frente, me siento frustrado.

Golpeo la puerta, miro hacia la calle, por suerte enfrente hay un galpón de depósito de cueros y está cerrado, no hay casas con vecinos curiosos.

Golpeo nuevamente y siento pasos que vienen a la puerta.  Es Sandra que la abre y me hace pasar, tiene cara de enfado.  

¿Es real esa expresión o será como mi amiga la chilena? (En otra historia les contare de la chilena).

Esta con un vestido de modal que le marca la figura, su cabello negro suelto, es un camión.

Sandra:  lo primero que te voy a pedir es que destruyas las copias que tengas, no quiero terminar con mi matrimonio, y segundo que lo que paso fue un error....

Yo:  decime quien era, confesate y confiá en mí, se buena y contame...

Sandra:  bueno, tuve un problema con la puerta para entrar a casa y estaba el dueño del galpón de enfrente en la calle y se ofreció para ayudarme. Pudo abrirla y en agradecimiento le invite a tomar un refresco... y una cosa lleva a la otra y sabes que C.... hace como un mes que no viene....

¡Paf!

Le corte la historia con una buena cachetada

Yo: sos una puta, como no le voy a decir a C.…, sería un hijo de puta si no le cuento lo que hace su mujercita, ¿qué clase de hombre pensás que soy si me aprovecho de la situación?

Sandra:  Por favor no le digas....

Me encamino hacia la puerta como para irme, haciéndome el ofendido y le digo: Cuidate Sandra, como puedas...

Pasaron unos segundos interminables para mí y cuando estaba por abrir la puerta siento un movimiento detrás de mí y una mano que se me posa en el hombro.

Sandra: ¿hay otra alternativa?

Yo: Si la hay, sentate ahí. -Señalándole el sofá de 2 plazas.

Sandra: sii

Me siento a su lado, le tomo la mano, ella mira solo el piso.

Yo:  Mira Sandra, Yo soy el compadre y eso para mí tiene un gran significado, debo siempre velar por tu hijo, no pienso renunciar a eso y tu deber es mantener a tu familia unida. 

Sandra: eso lo sé, pero no sé qué pensás...

Yo: pienso que no tenés que volver a ver al de enfrente, pienso que de ahora en más soy tu confesor por ser compadre y debes ser mi hembra cuando no está tu marido, para eso soy compadre 

Y sin dejarla pensar la tome del rostro y le apoye mi boca sobre la suya a la vez que con mi lengua le atravesé los labios, le abrí la boca con la lengua e inmediatamente sentí el sabor de su saliva, sentí el calor de su lengua que comenzó a devolver el beso, un beso caliente.

Mis manos se deslizaron por la espalda y llegaron a ese deseado culo, lo sopesé y seguí hasta encontrar el borde del vestido que inmediatamente comencé a subir.

En segundos el beso se había transformado en un manoseo infernal, en segundos estaba desnuda frente a mí, yo aún vestido, la tenía para mí, era momento de poner el freno, quería disfrutar de esta hembra.

La dejé parada y me senté nuevamente, me recosté de manera que se viera mi bulto

Yo: desabrochame el pantalón quiero que conozcas a mi nene

Sandra: se ve grande ese bulto compadrito

Yo: dale, arrodillate, pela esta banana y cometela toda y mojala bien que ese culo que te abrieron el otro día va a recibir un buen pedazo de pija, de ahora en más serás mi hembra, serás mía en la cama y donde yo diga, y mañana te voy a montar en el parque del lago.

El momento en que siento sus manos en mis bolas y la base del pene, es sublime

Sandra: ¡es hermosa tu pija! 

Y a continuación sentí el calor de sus labios, la humedad de su lengua y vi cómo se tragaba lentamente la mitad del palo....  

Continuará.

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