Estaba mi suegra duchándose cuando irrumpo en el baño en la creencia de que estaba desocupado, cual fue mi sorpresa al ver a mi suegra desnuda saliendo de la ducha, quedé sin aliento, intenté alguna disculpa, pero ella me dijo:
—no te hagas problemas, no seré la primera mujer a la que ves desnuda.
—no —le dije— además nunca pensé que estuvieras tan buena.
Ella se sonrió y se acercó a mí, mimosa, nos besamos y manoseamos un buen rato, yo estaba que volaba de caliente.
—vamos a la cama —me dijo y me sacó del baño.
Ya en la habitación nos arrojamos a la cama y se prendió de mi pija chupando con lujuria, enseguida me volteé hacia su concha y comencé a chuparla con desesperación, luego me incitó a que la penetrara abriendo sus piernas dejando su concha jugosa luego de la chupada a mi disposición.
Fue un polvo genial, luego de jugar metiendo y sacando, le acabé en sus entrañas toda mi leche, y esto es solo el comienzo.