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Doña Adriana

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Si bien es cierto que doña Susy, tenía el problema: sobre el cómo llevar a cabo su fantasía, también es cierto que muchas de sus contemporáneas, también lo resolvieron igual que ella, pero la gran mayoría sigue con ese detalle sin solucionar, por falta de quien las oiga, las guíe, y las lleve a feliz puerto.

Por ello el que aconsejo que quien lea estas líneas no culpe o critique a las mujeres maduras de no saber, o no animarse a aprender formas nuevas (para ellas claro) de ser felices sexualmente. Es el caso de la señora Adriana, de la ciudad puebla, que en una de mis conferencias donde se trató el tema de “mujeres no satisfechas” hacia yo alusión de quienes nunca han conocido un orgasmo, así como aquellas a las que la insatisfacción las ha hecho presas del no cumplimiento de fantasías, o a veces el no ser escuchadas por su pareja, no importa que la fantasía no se cumpla, solo con el hecho de que la dialoguen, sería para ellas el desahogo y el impulso de una noche tórrida; otras, han optado por tener grupos de amigas o clubes, donde a manera de broma han salido a relucir fantasías, y que el hecho de compartirlas entre ellas, les han hecho bien y han frustrándose menos.

Doña Adriana, me abordó al salir después de atender a un sin número de mujeres antes, y me dijo que… ¿si podía visitarme en el hotel en el que me hospedaba, porque ella quería consultarme en privado, que cuales eran mis honorarios, y a qué hora podría ir? Le contesté que a partir de las 5:00pm en delante ya estaría descansado y comido, que la esperaba en el lobby del hotel, para tomar algo, y si quería entrar en detalles subiríamos a la habitación para ultimar detalles.

Y así fue llegó puntual yo me acababa de instalar en una de las mesas de al fondo, cuando la vi aparecer en la entrada, me puse de pie le hice una seña de donde me encontraba, y nos reunimos… comenzamos con trivialidades a cerca de la conferencia, ella aduciendo lo bien que le había hecho ir, que una amiga le dijo de la existencia de ese tipo de conferencias, me señaló que era divorciada desde hace 5 años, los problemas que la llevaron al divorcio, entre otras cosas, cuando ya llegamos al tema principal de la razón de su visita, me pidió de favor que si lo podíamos platicar en mi habitación pues quería ser muy específica y sin tapujos, con palabras concretas y sin sobre nombres al llamar a su problema por “su nombre”.

Pedimos la cuenta subimos a mi cuarto de hotel, y la invité a sentarse en la salita de este, le invité una copa brandy, me contestó que si había tequila mejor, si había, y se la serví. Después de “un gracias, por nada” y de que se tomó el tequila de “un jalón” tal vez para agarrar valor, me senté frente de ella al borde de mi cama, comenzó a platicarme, que ella, tenía la fantasía de ver una película xxx y poder “calentarse” (según sus palabras) sin tapujos, y con toda la libertad, de hacer comentarios con “palabrotas” y que nadie le llamara la atención, porque eso la excitaba mucho, y que como si fuera una colegiala, se le permitiera hacer travesuras, como en el cine, tocando y siendo tocada como a escondidas, “usted ya me entiende como” me dijo, la verdad si la entendí y bien, porque en mis mocedades, “chacalié” a casi todas mis novias, le hice este comentario con cierta picardía que me agradeció, diciendo, “ya nos vamos entendiendo Profe” y se ruborizó.

Así que me pidió que no rebuscáramos palabras, pues quería que se hablara del tema “a calzón quitado” 

—me parece muy bien —le dije— así que doña Adriana, puede comenzar a platicarme todo sobre usted, con todas las palabrotas que quiera.

Mientras le pongo al canal de las películas  pornográficas, para que ella entrara en calor; a esas alturas la mujer ya llevaba tres tequilas, y cada vez se ponía más contenta y más atrevida, iba vestida con un traje sastre corto de falda y con una blusa bajo el saco del traje que si bien es cierto que los botones cerraban hasta arriba junto al cuello, en ese momento aduciendo calor los desabrochó hasta medio seno y con sus copas de mama que son aproximadamente del 36c. pues se le veían unas apetecibles tetas desde el nacimiento de estas… apareció en dicho canal televisivo una especie de show donde era un bar para mujeres con un “chipen del” (solo para mujeres)  donde una de ellas le hacia una felación  al participante del show, ella comenzó a hacer los siguientes comentarios:

—que buena verga tiene ese cabrón.

Eso me dio la pauta y la seña de que ya deberíamos de entrar al terreno de “el calzón quitado”, le dije:

—Ady, ¿le gusta mamar?

—me encanta Profe —me dijo—… pero mi pinche marido no le gustaba, no se imagina las veces que lo quise hacer buey, pero no me animé, si me deja hacer ahora todo lo que yo deseo, le prometo que no se va a arrepentir.

Por supuesto que le permitiría, de todo, ella estaba pagando honorarios.

Adriana continuó con sus comentarios:

—siempre he tenido espíritu de puta, Profe, pero nunca me he atrevido a soltarlo, hoy le voy a dar rienda suelta.

—adelante Adrianita adelante —le dije.

Nos sentamos en el mismo sillón, y apagué la luz, para simular que era el cine, le dije que podía hacerme todos los comentarios que quisiera, con picardía me dijo:

—¿solo comentarios, o puedo hacer algo más?

—todo a su tiempo Adrianita —le contesté.

Entonces continuó diciendo:

—sí, Profe Marko, la verdad quiero calentarme ¡mire nada más que mamada tan rica! Hay chiquito quien te tuviera en la boca para sacarte toda la leche, papi, que ricura de verga —y cosas así.

Mientras hablaba me sobaba la pierna y casi llegaba a mi pene, se veían escenas muy subidas de tono y la mujer madura, se revolvía en su asiento, para no desentonar, le paseé el brazo, por el cuello y le tallaba muy suavemente por encima de la blusa sus enormes tetas. Ella seguía en su mundo diciendo groserías, y sobándome ya el pene, por encima del pantalón. Entonces le metí la mano a las tetas, y le desabroché la blusa casi toda, le saqué una y como a mis novias le comencé a mamar de una por una las tetas, ella ya resoplaba y decía cosas más fuertes como:

—ay quiero coger y mamar como una puta, en brama, debe ser muy cachondo que te cojan de a perrito, quiero saber que se siente ser una perra cogida desde atrás, ay que rico se ve quiero saber a qué saben los mecos, en mi boca, ¿me los das papi? —Y volteó a mirarme— solo asentí pues estaba ocupado mamándole sus tetotas.

La despojé de toda su ropa y yo de la mía, hicimos un 69 y mamamos hasta que nos vaciamos uno en la boca del otro, seguimos viendo la película porque ella era de carrera larga, me preguntó que, si yo tenía alguna fantasía, ella me la cumpliría fuera la que fuera, le dije que no se comprometiera porque mi fantasía consistía en algo más fuerte:

—usted solo dígame —¡me espetó! — Que de conseguírsela yo me encargo.

—bueno, mira Adrianita, siempre he querido que una mujer madura como tú, me consiga una muchachita tiernita, y con su permiso y presencia me ayude a seducirla y si bien es cierto que no pienso penetrarla... si quiero inducirla a hacer varias cosas sexuales.

—ya veo, usted quiere que le consiga una sobrinita o aijada, hijas no, tengo puros varones, pero tengo una amiguita que sí creo que le entre, y no sea mocho, diga todo por su nombre si quiere que se la mame, yo se la consigo, si quiere cogérsela no hay pedo, si solo quiere seducirla pues ese es su gusto, yo le recomiendo que le meta el pito, que al cabo si les gusta solo que se hacen pendejas.

Eso me dio más confianza y le pedí que nos fuéramos a la cama a echar un buen palo, no se hizo de rogar, pero quiso que fuera como “perra” y si, así fue, la puse a gatas, y se la dejé ir toda, no era ningún trabajo, estaba muy mojada, pero se movía, como un demonio, pujaba y decía cada grosería como:

—que bien cabrón, que rico se siente, ahora métemela por el culo, quiero saber por qué se enculan las pinches viejas cuando las culean —y cosas por el estilo.

Cuando le hice el sexo por el ano, bramó y chilló y dijo más cosas, terminamos muy cansados, pero satisfechos, por último, me dio una mamada hincadita en la cama, y me dijo que le gustaba que le dijera cosas cuando mamaba, porque quería sentir mi leche, en su boca y que cuando estuviera sucediendo esto, le dijera más groserías, porque eso la haría terminar solita y casi orinar la cama, bueno, se llevó el pene a la boca, y comencé a decir:

—pinche puta, cuantas veces hiciste buey a tu viejo, eh perra descarada, ¿Cuántas veces te han de ver cogido entre más de 3, hija de tu puta madre, perra arrastrada, que te dejaron el culo escaldado desgraciada puta de mierda?

Con ello Adriana estaba que sorbía mi semen, y resoplaba, solo dejaba de mamar para decir “dime más papi más” y volvía a mamar, mucho más fuerte.

—sigue perra puta, cogelona de la chingada, que casta y pulcra has de ser, se me figura que hiciste bueyes a más de 5 pendejos, ahora en castigo comete mis mecos perra, que te voy a llenar la boca como a tu sobrina, que ha de ser igual de puta que tú, me cae que tú la enseñas, perra cogida del culo.

Con eso terminé en su boca y ella casi se orinó en la cama pues se dio una corrida, que difícilmente lo hace una mujer de forma normal.

Cuando terminamos exhaustos nos bañamos juntos y cachondeamos un poco solo por no dejar, ya para irse, me hizo la promesa que si para el día de mañana no me iba traería a su amiguita y me daría como regalo mi fantasía. Me pagó mis honorarios, me dio un beso muy lindo de despedida, y me dio las gracias por su terapia llevada a buen fin.

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