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La Fábrica

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Esto sucedió cuando tenía 27 años, digamos que me llamo Peter, recién divorciado ¡y con muchas ganas de volver a vivir!! Un conocido, ex compañero de estudios me ofrece la posibilidad junto a él de ser socios en una fábrica que se desarrollaba en el rubro alimenticio en mi ciudad, Montevideo. Acepté y de un día para otro paso de ser un empleado en una empresa de ventas generales a dueño de una fábrica, pequeña, pero fábrica al fin.

El personal era bastante joven, rondaban entre los 21 años a los 40. La planta se dividía en tres sectores: producción; terminación y envasado; y expedición. Yo trabajaba en este último y tenía como ayudante a Nora. Ella tenía 21 años, era delgada, con poco de tetas, pero un culo que me volvía loco cada vez que se agachaba, pelo negro, muy linda de cara, labios finos y una pinta de putita que la acompañaba en todo momento.

Es Nora quien junto a algunas chicas organiza salir a bailar por el festejo de 5 años de un local muy frecuentado en esa época. Para tal ocasión se armó una súper carpa en las afueras de la ciudad. Faltando 4 días me preguntan si tenía planes para el sábado y si quería ir con ellos, pero no como jefe sino como uno más y si aceptaba si podía llevar la camioneta grande para poder traer a la vuelta a todos y dejarlos en el centro así no era tan problemática la llegada a sus hogares. No lo pensé mucho ya que no me vendría mal ver a mis empleadas en otro plano que no fuera el laboral, ya que había algunas que estaban muy muy buenas.

La fiesta estuvo bien, mucho alcohol, mucha risa, bailes y bromas. Pude acercarme a las chicas ¡y más de una provocó que la verga me avisara que estaba ahí también!! Creí que podría pasar algo con Nora, pero ahí supe que tenía novio y según ella estaba enamorada...

Todo terminó y dejé a todos en el centro y me volví solito a casa donde me hice unas buenas pajas en honor de lo que había podido ver durante la noche.

Pasados unos días veo que Nora y 3 chicos estaban juntos riendo y mirando hacia donde me encontraba, tan así que, al quedar a solas con mi asistente me cuenta que fueron varias las que se quedaron con ganas de fiesta... ¡conmigo!!!

Por esos tiempos había paros de transporte cada pocos días y es en uno de esos que le pido a mi ayudante que prepare una lista con todos los empleados y sus direcciones para llevarlos a sus casas y así no quedaban tirados en las paradas de ómnibus. Cuando Nora me entrega la lista le pido que marque con un punto a las que quedaron con ganas de más en la fiesta y tras una que otra burla lo hizo. Es así que mirando los nombres me llamó poderosamente la atención el de Victoria, ya que en cuestión de 2 meses se casaba. Fue a ella a quién dejé para llevar en última instancia.

Victoria tenía 24 años, medía 1,70m, pelo negro rizado, muy linda de cara con labios gruesos; un buen par de tetas, cintura un poquito ancha y una cola muy acorde. ¡Digamos que era una mina para darle mucho amor!!  jajaja.

Salimos con la camioneta llena de gente y poco a poco fui dejando a cada uno en las puertas de sus casas hasta que quedamos Victoria y yo solos, con 15 minutos para llegar desde el anterior hasta su casa. Al poco de iniciar la marcha me dice mostrando una sonrisa muy pícara:

—¿por qué me dejaste para último si podías haberme dejado antes?

Yo detuve la marcha, me acerqué bastante y le dije:

—por esto —y le di un pico.

En ese momento pensé que me iba a hacer un escándalo, pero lo que hizo me tomó por sorpresa, me dijo:

—¿me lo repetís?

Ahh bueee... ahí le comí literalmente la boca, estuvimos lengua con lengua a ver quién ponía más ganas, le agarré las tetas por encima de la ropa y fui metiendo mis manos por dentro haciendo contacto con su piel, suave y caliente hasta aprisionar esos pechos duros, grandes y con pezones que parecían querer reventar, todo sin dejar de besarnos. Nos separamos un instante y llama por el celular a su casa para avisar que íbamos algo retrasados con la repartida de gente. Termina la llamada y continuamos en lo que estábamos, pero no nos daba el tiempo para ir a mi casa y ella no quería que vieran la camioneta entrando a un hotel por lo que pasamos a la parte de atrás y ahí me bajó los pantalones y el bóxer y me chupa la pija, me lame bien la cabeza, todo el tronco que no voy a mentir mide 17 cm de largo y es algo gruesa, anda en los casi 7 cm de diámetro. Me hace un tratamiento especial a los huevos mientras yo subo la ropa para hacerme de esos globos que acaricio y aprieto. Le aviso que si no se detiene va a tener que tomarse la leche a lo que me responde que, no tenemos mucho tiempo para otras cosas hoy, así que sigue chupando hasta que me vacío dentro de esa boca caliente, ufff!!! creí que me iba a caer por la cantidad que salió y era fascinante verla tragar todo...

Nos acomodamos la ropa, pasamos a la parte de adelante y emprendimos el recorrido de unos 10 minutos hasta su casa.

Cuando llegamos, la madre me agradece por llevar a su hija y me invitan a cenar a lo que obviamente me negué, pero Victoria insiste diciendo que no puedo negarme a probar la comida de su madre y menos para ir a comer algo comprado, aparte que ella está muy agradecida por haberla alcanzado.

Así que no tuve más remedio que cenar en su casa y oír como iban los preparativos de su casamiento que faltaban apenas 45 días. Al retirarme me quedó la sensación de que no iba a tener otra chance para estar a solas con ella, pero la vida te da sorpresas, y las mujeres pueden ser muy ingeniosas...

Continuará...

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