Nuevos relatos publicados: 18

De cuñada a amante − 2da. parte

  • 8
  • 64.079
  • 9,31 (49 Val.)
  • 1

Al día siguiente pasé por Karina a su casa para ir a la escuela.

Yo: Hola cuñadita, ¿cómo dormiste?

Karina: Bien, me dolió un ratito, pero nada feo. ¿Y tú?

Yo: Bueno pues muy contento y ansioso de verte hoy.

Karina: Pues las ansias nos las podríamos quitar en tu negocio, atrás en tu oficina ¿no crees?

Yo: ¿No tienes clases hoy?

Karina: Si, pero te alcanzo al rato, aunque sea día de regresarme sola, la última clase puedo no tomarla.

La dejé en la escuela y fui a mi negocio. Todo el día estuve caliente y esperando el momento. Cuando se acercaba la hora, me puse más atento a su llegada. Había algunos clientes y de pronto Karina llego, me saludo (muy normal) y fue a la "oficinita" de atrás. Me tarde como 15 minutos más en cerrar que se me hicieron eternos.

Yo: Hola cuñadita, perdón, se tardaron un poco (mientras daba la vuelta hacia la oficina)

Karina: No te preocupes, lo bueno que ya terminaste (Estaba sentada en el escritorio totalmente desnuda)

Yo: Pero que deliciosa sorpresa.

Karina: Anda ven y tocame.

Me acerqué a mi cuñada y empecé a besarla, mientras mis manos la tocaban, quería sentir su cuerpo desnudo una vez más, me estaba volviendo adicto a ella. La manoseaba por todos lados, nos besábamos y ella poco a poco me quitaba la ropa. Le empecé a chupar los pezones, no les había dedicado mucho tiempo el día anterior. Se los chupaba lentamente, no eran tan grandes ya que sus tetas son pequeñas.
Le chupaba los pezones y todas las tetitas, ella solo gemía un poco. Ya antes nos habíamos besado y tocado en mi negocio, pero nunca así. De pronto Karina me empezó a sobar la verga por encima del pantalón (que era lo que me quedaba).

Karina: Te la quiero chupar. ¿Me dejas hacerlo?

Yo: Claro que te dejo, aunque lo mismo quiero hacer con tu coño.

En la oficina había un pequeño sofá. Me termine de desnudar mientras le seguía chupando sus tetitas, me acosté y le dije que pusiera su coño en mi cara.

Karina: He visto esto en algunas escenas porno, un 69 ¿no?

Yo: Si, quieres chuparme la verga mientras te chupo el coño.

No tarde en decirlo cuando ella empezó a darme besos en la verga, lentamente como el día anterior. Comenzó con los besos rodeando toda la verga, de pronto me beso hasta los testículos. Yo empecé a chuparle su coño, le pasaba la lengua por todos sus labios y de pronto me quedaba un poco en la zona de su clítoris.

Ella de pronto me empezó a chupar la verga, se la metía lentamente en la boca, pasando su lengua (parecía una experta). Yo le seguía chupando el coño y conforme ella se iba excitando con la chupada de coño que le estaba dando, más se metía mi verga, gimiendo con mi verga en su boca.

Karina: Ahhh.

Yo: ¿Te gusta esto cuñadita?

Karina: (sacándose mi verga de su boca) Es delicioso.

Seguí en lo mío, dándole lengua en su coño. Ella se movía y cada vez sus gemidos con mi verga en su boca eran más intensos, estaba por correrse, eso era seguro. Le estaba gustando y a mi chuparle su coño y que se estuviera tragando mi verga. De un momento a otro ella logro correrse, con mi boca en su coño. Al momento se detuvo, pero en cuanto se relajó siguió chupándome la verga con desesperación.

Yo: Sigue chupando cuñadita.

Karina: Eso quieres o mejor me coges.

Yo: Creo que te voy a coger mejor.

Nos levantamos y ella se puso en 4.

Yo: ¿Te gusto esa posición verdad?

Karina: La sentí muy adentro y me gustó mucho ayer.

Me puse detrás de ella y le empecé a meter la verga, entraba con mucha facilidad, estaba muy mojada. Me la cogí un rato fuerte y duro (no tantísimo) sujetándola por el culo y la cintura. Ella solo gemía y me pedía más. Tenerla ahí me excitaba, otra vez con su culito a mi disposición. En el mete y saca, saque mi verga y antes de meterla se la pase por su culito dos veces y luego se la volví a meter en el coño.

Karina: Mmmmm ¿eso que fue?

Yo: Mi verga pasando por tu culito.

Karina: Dicen que duele mucho por ahí.

Yo: No te sabría decir. Es algo que nunca he hecho. (Saqué mi verga y le volví a pasar por su culito)

Karina: ¿Nunca se lo has metido por el culo a mi hermana?

Yo: No, nunca.

Karina: Sigue cogiéndome, pero por mi coñito ¿eh??

Seguimos cogiendo, ella gemía como loca. Hasta que por fin llego mi hora y ahora sin preguntarle, me corrí otra vez en su coño. Karina se fue a limpiar de mi corrida y regreso. Nos quedamos recostados un rato en el sofá.

Yo: Para ser primeriza, coges muy rico cuñadita.

Karina: Mmmm gracias. ¿Crees que deba cuidarme? Digo dos días seguidos que te corres en mi coño, no quiero... ya sabes.

Yo: Si quieres usamos condón la próxima vez.

Karina: ¡Nooo! Me encanta sentir tu verga sin nada en mi coño, qué más podemos hacer.

Yo: Que te parece si te doy dinero y te compras la pastilla.

Karina: ¿De verdad? Bueno pues tendremos que coger seguido ¿no?

Yo: Me gusta como piensas cuñadita.

Karina: Aunque si nos animamos un día, por el culito no necesitaría la pastilla...

Yo: (muy sorprendido) Pues creo que no. En tu boca tampoco se necesitaría.

Karina: Eres un goloso. Que ¿mi hermana no te la chupa? ¿o no te deja terminar en su boca?

Yo: Antes me dejaba. Ahora ya casi no.

No sé si eso la motivo, pero le dije eso y se hinco frente a mí en ese momento y comenzó a chuparme la verga otra vez. Lo hizo lento y ahora sin el preámbulo de darme besos, se la metió toda de una vez. Me la chupo toda por un buen rato hasta que volví a sentir mi corrida venir.

Yo: Karina me voy a correr.

Ella solo se aferró más a mi verga como si quisiera que me corriera en su boca. Cerro sus ojos y chupo más fuerte. No resistí mucho más tiempo y me corrí en su boca, sentí como mi leche llego a su garganta. Ella se quedó inmóvil con mi verga en su boca y sus ojos cerrados. Empecé a pensar que no le había gustado. De pronto abrió los ojos, me miro, se sacó mi verga de su boca y me dijo: Fue algo muy excitante.

Yo: Ni que lo digas. ¿Por qué lo hiciste?

Karina: Cuñado, si voy a ser tu amante y puta, quiero complacerte con cosas que mi hermana no te da. Con el tiempo voy a darte todo.

Me quedé atónito. Jamás pensé que esto llegaría a este nivel. Ella se me quedo viendo.

Karina: Si cuñadito. Un día te daré mi culo, pero dame tiempo primero de estrenar bien mi coño. Por lo pronto me puedes tocar, besar y coger, cuando quieras y como quieras.

Nos besamos por un rato. Era tarde y debíamos irnos.

La dejé en su casa y sabiendo que al día siguiente podría cogérmela otra vez.

Llegue a mi casa pensando en una excusa por llegar más tarde de lo normal. Mi esposa me abordo y me dijo: Ya me dijo Karina que la esperaste porque traía algunas cosas (y si traía cosas, pero esa no era la razón), gracias. Creo que te mereces un premio.

Yo: Ahh no ¿de qué... Premio? ¿Lo podemos dejar para después? Estoy algo cansado y tengo trabajo.

No quise coger con mi esposa, estaba desgastado y de seguro se daría cuenta que mi corrida sería muy poca, Karina ya me la había sacado dos veces. El sexo con mi esposa se había vuelto muy tradicional, le gustaba en 4 y ella arriba, generalmente no teníamos sexo oral, solo a veces y ya desde hacía un tiempo no probábamos cosas nuevas, aunque siempre quise que ella quedara satisfecha.

Al día siguiente Karina y yo acordamos no coger diario, aunque las primeras 3 semanas lo hicimos casi diario, después ella solo me chupaba la verga y yo a ella el coño (cuando llevaba faldita). En días ella solo iba a que me la cogiera (con bastante tiempo) y regresaba a la escuela. Entendí que si quería que fuera mi puta debía tenerla contenta, por lo que le empecé a dar dinero para que se comprara ropa interior más atrevida, cosa que hizo con mucho gusto y eso me daban más ansias de que llegara el día que me dejara cogerla por su culito.

(9,31)