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Pichi, Norma y yo

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III Parte

 

El encontrarme en el departamento de Picchi para nada inmutó a Norma, tal vez prevenida por Roberto, fue al encuentro nuestro con todo propósito.

Al verme me saludó con un beso, lo mismo hizo con Pichi, a quien le pidió le sirviera un trago, pues dijo venir exhausta.

Estaba, sin embargo, radiantemente bella y provocativa lo que hizo surgiera en mí una erección que no podía ocultar, coloqué mi chaqueta sobre mi áspid, pero ella ya sentada a mi lado, y Pichi sirviendo el trago, acercó su mano y lo prensó agradablemente, mientras humedecía su boca en la mía.

Pichi trajo el trago y excusándose fue al interior de su habitación lo que nos permitió estar a solas.

-Estás radiante y hermosa…, no pude evitar decirle

-Me gustas, dijo, mientras su legua buscaba la mía con deleite

Nos abrazamos y ella se colocó sobre mí, sintiendo de inmediato su pene pegado a mi cuerpo…, evidentemente no traía nada puesto bajo suelta falda.

Llevé mi mano la que fácilmente pudo atrapar su hermosa verga, caliente, dura y hermosa.

Pichi no regresaba, lo que predisponía el momento.

Con trazo suave pero resuelto bajó mi cabeza hasta colocarla frente a la parte de la falda que cubría aquel falo divino. Levanté como pude con mi boca el vestido y tuve frente a mí aquel monumento de carne, el cual no dude llevarlo a boca acariciándolo con mi ardiente lengua.

Ella, mientras tanto, se fue despojando del vestido quedando divinamente desnuda en su totalidad…, dejé que mi bata de casa se soltara para quedar ambos desnudos y acariciándonos frenéticamente.

En un momento no preciso sentí las manos de Pichi que suavemente comenzaba a acariciar mi ano…, al sentirlo volví mis labios hacia él y nos besamos húmedamente.

Ya nos estábamos amando los tres…, me sentí excelente y dejé que todo se fuera desarrollando, muy a pesar de ser mi primer trío.

Norma con su boca fría por el trago comenzó a mamarme, a la vez que lo hacía con Pichi, era aquella escena realmente indescriptible…, sentí mucho placer al tener dos vergas dispuestas para mí…, digo para los tres.

Mientras Pichi juega con mi verga, Norma acercó su culo a mi boca, el que lamí deliciosamente. Introduje mi lengua en su agujero y me sorprendí…, tenía un sabor a fresa impensable.

La muy bandida se había untado crema con sabor a fresa, lo cual me pareció una idea radiante y sensual. Lo celebré entrujando su ano con mi lengua, la que no quería separase de aquel agüero devino.

No pudimos más y los tres nos fuimos a la cama para estar más cómodos. Una vez allí dejamos que nuestra locura se hiciera eco en los tres cuerpos que ardían de placer. No podía dejar de pensar en una penetración de Norma a Pichi, lo cual propicié acercando mi boca a su culo y norma buscado con su falo mi boca se encuentra con el agujero de pichi, el cual comienza a penetrar rozando mi boca. Momentos en que la verga de Norma estaba en el agujero de Pichi y otros en mi boca…, era realmente gozoso, aquel momento.

Pero, a la vez, yo quería sentir el masaje ruso de Norma…, y se lo susurré a Pichi, quien poco apoco me fue disponiendo, hasta tener a Norma comiendo mi culo y penetrándome a la vez. Llegando a dilatarme de tal forma que tanto Norma como Pichi introdujeron sus falos en mi culo…, yo me estremecía de dolor y placer. Estaba realmente dislocado de tanto placer.

No has tenido esta ocasión…, pues te invito para que en la primera oportunidad tengas tu trío como lo tuve yo.

Nos emborrachamos en placer y aquella noche se hizo rápidamente madrugada, pero antes recibí la lechada de Pichi y Norma quienes al unísono acabaron en mi boca… Uh que delicia, qué sabor, qué calor.

Nos leemos en nuestro próximo relato….

Gracias por leerme.

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