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Patas Arriba XXII

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Hace poco me hice una maratón de uno de los pocos autores de la época en que empecé a leer que no había terminado su historia (vamos, que fueron 24 horas sin parar, suelo leer rápido, pero este lo leí despacio, disfrutándolo al máximo) y logró impresionarme como hace mucho no lo hacía nadie, así que decidí hacerle un pequeño homenaje, se trata de Rod Vzla y su obra se llama ‘Soy Santiago y esta es mi historia’, mi mejor manera de rendirle tributo es mencionando algunos hechos del futuro de esta historia, algo que es más bien mis esperanzas de cómo podría continuar la vida de sus protagonistas, evidentemente, sus personajes no los usaré, pero sí que los mencionaré y él tendrá mi agradecimiento por siempre… sin más, como dicen por ahí: a lo que vinimos:

 

Patas Arriba XXII

Didier

- ¿Qué quieres decirnos? -mi cuñado estaba que se subía por las paredes, se ve que le ha tomado demasiado cariño a mi Lucas y que lo más mínimo le vuelve loco.

- Pues como decía, es algo que me preocupa mucho, pero no es que le pase nada -intenté calmarlo-, es que pronto es nuestro aniversario, cuatro años juntos ya, y la verdad es que quiero hacer algo especial para él, pero no creáis que por ser francés soy romántico y detallista, todo lo contrario, eso se me da pésimo.

- Pues haberlo dicho antes, joder -Ramón sonreía aliviado-, no tengo ni idea qué podemos hacer, porque eso son cosas de dos, pero algo se nos ocurrirá de aquí a eso, no te preocupes.

Justo terminaba de hablar cuando Lucas le dio al telefonillo y le dejaron entrar, aunque como igual la charla era alegre, ni siquiera nos molestamos en disimular las risas que ya teníamos. Y aunque mi Lucas no puede ni imaginarse la que le espera, estoy totalmente seguro que este aniversario no lo olvidará nunca en su vida.

Ricar

- Ya bien sabéis, oh imbécil corazón, que os he entregado, que no pertenecéis a nadie más, que por mucho que queráis es imposible cambiar de idea, ya no sois mío y no está en mí que eso deje de ser así. Podréis decir que ante mí hay una oportunidad de oro, que lo mejor que puedo hacer es dejar ir lo pasado y lanzarme de cabeza al futuro, pero hay algo que no habéis tomado en cuenta: yo prefiero vivir en el presente, las decisiones que tomé antes son para hoy tener lo que quiero tener, a quien quiero tener, no me interesa lo que venga, recordad, oh insensato corazón, que mi alma es noble y que aunque vos andéis por ahí dando vueltas, yo mantengo los pies en la tierra, no he perdido de vista dónde vivo o quién soy, me importa mucho lo que tengo y lo que amo, no os pongáis a perder el tiempo en cosas que no me interesan, no pretendáis que algo que he decidido que no significa nada de repente sea parte de mi vida, tonto corazón, no lograréis dominar mi mente, ni mi cuerpo, por mucho que os gustaría.

 

Ylian

De veras, tío, mi cuñado me va a volver loco con todo esto, mejor salgo pitando de aquí, espero que Joel tenga algo más entretenido qué hacer, si no, yo le daré qué hacer, eso no es problema.

 

Joel

El que las cosas estén pesadas en casa de Iván es algo tremendamente preocupante, pero, siendo egoístas, mejor para mí, así tengo a mi Ylian para mí solito, supiera la sorpresa que le tengo preparada…

- Hola, guapo, por fin llegas -le dije cuando se subió a mi coche.

- Hola, mi vida -nunca me había dicho así, pero suena demasiado lindo viniendo de él, así que le di un pico-, vale, ya ni pregunto cómo estás -me dijo con una sonrisa pícara cuando notó que su mera presencia y cariño me provocaron una erección.

Al final llegamos a mi casa y aunque todavía no es mucho el calor, con tal de verlo en poca ropa lo convencí de chapotear un poco en la piscina, aunque parezcamos patos, cosa que hicimos hasta que nos dio hambre y nos fuimos a la cocina sin molestarnos en cubrir nuestros cuerpos. Hoy, por alguna extraña razón, mi mamá decidió dejarnos la comida hecha y debo reconocer que, aunque yo cocino bien, junto a ella no llego ni a pinche de cocina, así que nos pusimos morados y nos comimos hasta la cena sin pena alguna, total, todos se fueron a Londres a preparar las vacaciones y yo tendría que cuidar a Ylian para que esté guapo y contento para irnos con ellos a pasar el verano, que ya hasta le dieron permiso.

- Yliusha, ¿te gustó la comida? -le dije mientras recogíamos la mesa, por suerte mi chico no tenía nada en las manos porque se quedó totalmente paralizado y con sus ojazos totalmente abiertos, al igual que su boca.

- No me vengas con la gilipollez que besando se conocen nuevas lenguas, ¿dónde averiguaste el diminutivo cariñoso de mi nombre? -me dijo mi chico cuando logró reponerse y es que Ylian no salía de su asombro y yo me sonreía disfrutando su reacción, siempre me ha gustado sorprenderle.

- Pues no, tío, el recurso más viejo del mundo: si no sabes algo, pregúntale a Google -le dije mientras me empezaba a tronchar de risa porque su gesto pasmado era una mezcla muy graciosa entre ternura y asombro que sólo tenía dos opciones, besarlo o reírme y terminé haciendo lo que tenía más a mano, aunque en menos de nada mi noviecito cruzó la poca distancia que nos separaba y me dio uno de los besos más deliciosos de mi vida.

 

Cami

Vaya, parece que no son imaginaciones mías, Ricardo algo se trama y lo peor es que Ylian e Iván son los que pagan las consecuencias y al final Iván termina en nuestro piso… suena bonito decir que Ramón y yo tenemos algo propio… volviendo al tema, al final de cuentas el pobre Iván termina aquí aburriéndose como nunca porque entre que nosotros nos preparamos los finales y que a él sus profesores le dijeron que mejor ni se presentase a los exámenes porque es más listo que el hambre, nosotros no tenemos tiempo más que para abrirle y, bueno, termina encerrado en su ordenador y creo que ha decidido tomar como reto el ayudarme a buscar ideas para mi cuñado, aunque me huele que hay algo más.

 

Ricar

- Pues ya lo dije, oh despistado corazón, he gritado a los cuatro vientos que le amo, que no me importa nada más que amarle, que pueden matarme si con eso hago feliz a la persona que elegí, no temo a las consecuencias del amor, temo lo que conlleva el no hacerlo, no vengáis a decirme que sólo vos sabéis lo que siento, porque soy yo quien ama, por mucho que seáis parte de mí, no tenéis vos la última palabra, no se puede amar con todo el ser si tan sólo una parte de él decide, lo lamento, puede que en algún momento os escuchase, pero todo mi ser ha decidido ya y no hay marcha atrás, no porque no pueda cambiar de opinión, sino porque no quiero.

 

Iván

Este novio mío está extrañamente pensativo, algo le pasa y aunque le he preguntado, simplemente no le da la real gana decirme, creo que tendré que recurrir a la caballería, pero no pienso quedarme con la duda.

 

Ricar

- No seáis necio, no lo diré más, he tomado las decisiones más importantes de mi vida, pero lo que menos me interesa en este momento es cambiar el status quo, las cosas están bien como están, no hay nada que pueda mejorar mi felicidad porque ya es perfecta, ¿qué más queréis? No insistáis más, no lograréis que cambie de opinión como una hoja llevada por el viento.

 

Aurora

Joer, esto ya es el colmo de lo tonto, vamos, yo suponía que Iván y Ricardo tendrían sus problemas como cualquier pareja, pero que Iván se venga a pasar la tarde con nosotras porque dice que es más divertido ver a dos lesbianas pelear que lidiar con su novio me parece pasarse tres pueblos. En fin, la visita se agradece, aunque no sea porque quiera vernos, pero bueno, la verdad es que sí discutimos un poco, hay que asumirlo.

 

Lucas

Este pelirrojo novio mío algo se trae, hoy es nuestro aniversario y como yo llego más temprano a casa, ya le tengo preparado mi regalo, aunque decidí que este año la cena corre por su cuenta porque el año pasado a él le hacía ilusión cocinar y le quedó de rechupete, así que nada, a ver con qué me sale este año.

- Hola, ¿cómo estás? -creí que sería mi Didier cuando escuché las llaves en la puerta, pero la voz se parece mucho a la de mi hermano, así que hice una nota mental para felicitarme por no esperar a mi novio desnudo, por lo que me asomé de inmediato y pude ver que efectivamente era Cami.

- Hola, hermano, de puta madre, ¿desde cuando tienes llaves de mi casa? -le dije con una sonrisa que le daba a entender que, aunque se me hacía más extraño que una cebra a cuadros, no me molestaba en absoluto.

- No te calientes -me dijo Cami con una sonrisa radiante que me tranquilizó bastante-, las llaves me las dejó Didier para que pasara por algo que se dejó en casa con lo liado que ha estado hoy para ti.

- ¿Sabes dónde está? ¿o necesitas mi ayuda? -ya esto es totalmente distinto y si la idea es sorprenderme, pues pondré de mi parte.

- Pues la verdad, necesito tu ayuda, aunque sé bien dónde está -me dijo Cami mientras me tomaba de una mano y me sacaba de allí con una sonrisa cómplice.

Por un momento mi curiosidad pudo conmigo, pero ya estaba en la puerta del piso cuando recordé que yo tenía un regalo para mi novio y me devolví a por él al tiempo que cogía mis llaves por si las moscas. Sé que Didier regresará conmigo, pero como a mi hermano se le olvide darle sus llaves, estamos apañados.

En la puerta del edificio nos esperaba Ramón en el coche y mi hermano se sentó conmigo detrás, parece un taxi porque el auto es blanco, pero no me quejo, me gusta compartir con Cami porque si algo tiene es que es un chico alegre y es capaz de hacer sonreír a una roca. No puse mucha atención del camino que seguía mi cuñado hasta que por algún extraño motivo se detuvo cerca de Mariano de Cavia y me llevaron al parque del Retiro, allí caminamos un poco hasta un poco hasta la estatua del Ángel Caído, a la que un cura estaba insultando, cosa que hizo que Cami y Ramón intercambiaran miradas de complicidad y se troncharan de risa hasta que llegamos a una glorieta un poco escondida, no tiene ninguna relación con el sitio donde mi hermano cree que se esconde a meditar, si no que parece un sitio que en algún momento se usó para que la gente comiese allí, pero ya nadie lo usa para eso, ni para nada, siendo realistas, los únicos que pasan por allí son los jardineros cuando podan. Me llamó la atención que, aunque las mesas de piedra están en perfecto estado pasamos de largo, entonces lo entendí todo: había una mesilla plástica plegable con el típico mantel a cuadros y la cesta de las películas americanas de comida de campo, un par de velas y dos copas de vino.

- Toma, dale esto a mi cuñado, por favor -me dijo Cami mientras me tendía las llaves del piso y viendo mi cara de total sorpresa me aclaró algo que no me esperaba-: el cura de antes es amigo de mi tío Javi, creo que él estuvo en su parroquia unos años, así que ya sabíamos que eso pasaba, pero nunca lo habíamos visto en persona.

Luego los dos se despidieron con sendas sonrisas y cuando se alejaron pude oír sus carcajadas, probablemente por el cura amigo de Javi, vete tú a saber, yo a lo mío.

- Me dijiste que te sorprendiera, mi vida, así que espero que te guste, que me lo curré bastante -me dijo mi Didier con una cara de ilusión que sólo me nacía darle un gran beso y eso hice, cuando me dio la gana separarme de él, entonces hablé:

- Depende de qué tanto sea idea tuya todo esto, porque algo me da que te pasaste la tarde cocinando en el piso de mi hermano, ¿me equivoco?

- Te equivocas, pero bueno, veo que no dejarás de darme la lata hasta que te lo cuente, así que te lo diré: Cami y Ramón me ayudaron a traerte, Iván propuso el sitio y Joel me ayudó a cocinar, así que realmente estuve en su casa y no en casa de tu hermano, ahí te falló tu olfato de policía, guapo.

- Ya, por eso no soy policía -le dije mientras intentaba curiosear en la cesta, pero no me dejó, la cerró y me puso una copa en la mano, a la que di un sorbo y debo reconocer que la selección fue buena, el vino estaba de lujo y se lo hice saber, entonces sí que empezó a sacar cosas de la cesta y la cena fue mucho mejor que cualquier cosa en mi vida, no nos molestaba ni un mosquito, tenía a mi novio todo para mí y no teníamos que soportar el bochorno que hace dentro de los edificios en estas fechas, así que no podría pedir más.

Cuando terminamos de cenar, Didier cogió el mantel de la mesa y lo extendió sobre el césped, me invitó a acostarme sobre él y luego sirvió las últimas dos copas de vino y se recostó junto a mí, tomó mi mano, entrelazó nuestros dedos y simplemente nos quedamos allí mirando al cielo, las estrellas eran una estampa preciosa y cuando giré mi cabeza y vi los ojos de mi chico, llegué al éxtasis, Didier no es romántico, nunca se ha preocupado por esas cosas, pero hoy era todo detalles con tal de consentirme, y, claro, él debió notar que mi corazón estaba a punto de estallar porque no prestaba atención a nada que no fuese mi cara, estaba tan lleno de amor que no me importaba nada más y él me miraba con el mismo sentimiento reflejado en sus ojos, no pude más que girarme y besarlo, besarlo con todo mi ser, poner en un gesto de amor todo lo que siento por él, darle toda la esencia de mi corazón, que sepa que yo daría todo por él, sin importar el precio, porque así de fuerte es el amor que nos une.

 

Ricar

- No oséis, oh desesperado corazón, no oséis tentarme, no habléis más a mi oído, he hecho todo lo que has querido, he destruido la vida sin complicaciones que me hacía sentir tan cómodo por ti, intenté rehacerme sobre los añicos y de nuevo me destrozasteis, luego logré reponerme pese a vos, así que ahora no me interesa dejaros tomar más malas decisiones, de modo que he decidido que viviré sin vos, tomaré este pequeño instrumento afilado y os sacaré de mi pecho, os miraré palpitar en mi mano y os lanzaré por la ventana, no volveréis a ser una molestia para mí y habréis de hablar con las aves de rapiña que os coman, seré feliz y no tendré que soportaros nunca más, es la mejor solución, será el final de esta historia.

 

Ylian

De verdad, voy a matar a mi cuñado como siga en ese plan, vamos, yo tengo mis influencias para averiguar las cosas, en pocas palabras, conozco a un compañero de la facultad de mi brat y resulta que el muy cabrito lo que está es preparando un final que consta en intentar recrear un monólogo estilo Shakespeare sobre su situación romántica actual, a ver si logran ponerse en los zapatos de la gente que vivió en otra época. Desde que lo descubrí, me troncho de risa cuando lo oigo practicar, pero no le quiere decir a mi hermanito sólo porque no lo dejará practicar tranquilo, yo pienso lo mismo que él: si supiera lo que hace, Vanya se la pasaría endulzando sus ensayos con besos, mimos, abrazos y a saber qué más, así que yo punto en boca, me río en mi habitación o cuando estoy con Joel o alguno de los otros chicos, por lo que ya todos dejamos a Vanya perder el tiempo con nosotros todo lo que quiera, hay que reconocer que todos nos divertimos un poco viéndolo sufrir, pero no vamos a arruinarle la sorpresa, que al final de cuentas lo va a disfrutar mucho.

 

Ricar

Bueno, finalmente el monólogo me quedó como quería y ya sé seguro que algún talento tengo para escribir porque me dieron un 10, así que nada, ahora sorprenderé a mi Vanya. Claro, que tuve que pedirle ayuda a Ylian porque por motivos obvios mi noviecito guapo está de mala leche y como no le quise decir lo que me pasaba, pues ahora le dio por no hablarme, así que necesito un mediador.

Al final mi brat logró hacerlo venir a nuestra habitación, aunque sabía que yo estaba allí, lo que ninguno de los dos sabía era que me las había apañado para cobrar un favor con los chicos de teatro y creo que logré disfrazarme bastante bien como para la época. La cara de gilipollas de los dos, era digna de una foto, cosa que obviamente hice, lo que los hizo soltar la carcajada, porque un noble del año de la polca con un móvil debe haber sido bastante gracioso, lo reconozco. En fin, que me enrollo más que las persianas, mi brat me guiñó un ojo, nos hizo un gesto de despedida y nos dejó solos.

- Vamos a ver, que gilipollas no soy -me dijo Vanya todavía molesto, aunque con una sonrisa pícara en la cara-, el lenguaje de estos días y esa ropa ridícula algo, o mucho hizo cierto hincapié rencoroso en esa palabra, tienen que ver con una disculpa que se merece cierto novio tuyo, ¿no?

- Pues no, que yo sepa, no le debo nada a ningún novio mío, porque no tengo -la cara mi Vanya se puso seria y ya empezaba a cabrearse, así que le guiñé un ojo antes de seguir, al único que le debo algo es al hombre de mi vida -mientras decía esto me acerqué a él, que, a pesar de pretender resistirse, se dejó abrazar y cuando dejé de hablar me dejó besarle, cosa que no pasaba desde hace dos semanas.

 

Iván

Vaya monólogo más pesado, parece auténtico, vamos, que si llega a sacar una navaja o algo pensaría seriamente que piensa suicidarse y todos sabemos que a Shakespeare no le gustaban los finales felices, pero, en fin, le quedó bastante bien a mi Ricar y debo reconocer que eso de no verme como un simple novio sino como el hombre de su vida fue un gran detalle de su parte que lo hizo merecedor de un gran beso y un abrazo que no olvidará.

 

Cami

- Oye, ¿estás seguro de esto? -la verdad, no me siento cómodo con lo que sucede, pero parece que no hay más opción.

- Que sí, joder, te va a gustar, experimentar siempre es bueno…

- Si tú lo dices…

En fin, no queda más que hacerle caso a mi novio y probar este invento loco que hicieron entre él y mi tío Anderson, quien dice que comió algo similar en Melilla y que es lo mejor que ha comido en su vida, así que tendré que confiar en estos dos chalados y ‘experimentar’, pero es que no me suena de nada una pizza hecha con el relleno de un kebab, aunque ellos dicen que es sólo la carne, sin la ensalada, y que por motivos obvios no tiene salsa de tomate, vamos que tampoco es tan loco si lo piensas dos veces, así que aquí voy…

 

Jesús

- Oye Javi, quiero comentarte algo -vaya manera de pedir hora con un psicólogo.

- Pues nada, vente de una que tengo un par de horas libres antes que vengan Lucas y Didier a tomar un café por su aniversario -me dijo Javi y estoy seguro que sonreía imaginando lo que le diría y también imaginando el cotilleo con el hermano de Cami.

Me tomó algo de tiempo porque mis suegros insistieron en llevarnos, dijeron que sería divertido que Edu viera un poco el sol, aunque desde que vivimos juntos salimos casi todos los días, cualquier pretexto es bueno, más si vamos con Javi, al final logramos convencerlos de dejarnos irnos en bus, que queríamos comprobar algo.

- ¡Hala! No esperaba veros a los dos -dijo Javi alegremente sorprendido-, Cris, cariño, esta consulta no es consulta, vale, no la pongas en la agenda, que corre por mi cuenta.

- Ya, pero si te la pasas pagando las consultas de los amigos de Cami, la llevamos clara, que no vas a juntar perras ni para la hipoteca de este mes y no te pienso prestar más dinero, que te lo preste tu madre… -vaya, por dicha soy gay, porque no cualquiera aguanta una mujer así, espera un momento, que Javi se está partiendo el culo de risa.

- Cris, hacerte la seria no te queda, además, esta es la segunda en todo el año que no cobro y la primera fue con Cami, ¿le cobrarías a él? -la esposa de Javi también se descojonaba y negó con la cabeza-, además, te recuerdo que soy tu jefe y tu plata te la pago yo, así que no tienes que prestarme nada, te lo rebajo del salario y listo -vaya, parece que esto es una broma entre ellos y que les encanta reírse a costa de ello, la cosa es que al final entramos al consultorio y Edu se acomodó con todo el descaro y el desparpajo del mundo en una de las butacas, así que Javi me guió hasta allí y sacó sus famosas bebidas.

- Espero que no te moleste el descaro de mi noviecito -intenté disculparle.

- Un momento -Javi se veía atónito-, ¿por fin sois novios abiertamente?

- Jo, ¿que no hablas con Anderson? Desde hace meses que vivimos juntos, tío -le dijo Edu con desenfado y su carita tierna y dulce cuando hace mohín no te permiten enojarte con él, así que Javi se encogió de hombros y se fue a buscar su móvil para hacer tiempo.

- Os veo muy de buenas, así que más que consulta, esto es comentarme algún cambio en las prognosis de los dos, ¿no?

- Pues sí -Edu sonreía con una inmensa alegría que podría opacar al sol-, Carlos no ha vuelto desde el día que Rubén lo calmó y me siento un niño feliz y alegre, aunque no por eso bajo la guardia.

- Eso es lo que debes hacer, la idea es que no vuelvas a saber de él, pero debes estar preparado para cualquier cosa, los dos sabemos que podría surgir una nueva personalidad en cualquier momento y debemos estar preparados -Javi volvía a ser el profesional de siempre, aunque no dejaba de sonreír y pude notar que no era ni cortesía ni condescendencia ni hipocresía, era auténtica alegría por vernos juntos y bien.

- Por mi parte -era algo que quería gritar a los cuatro vientos-, desde hace un par de semanas dejé de sentirme perseguido, para muestra un botón: hoy les pedimos a mis suegros que nos dejasen tomar un bus que venía hasta la bandera y yo como si nada, no me sentí mal ni vigilado ni nada, sólo agobiado por el calor y el olor a humanidad.

- Perfectamente normal y eso sólo se cura con un coche, te lo aseguro -me dijo Javi con una alegría todavía mayor y una sonrisa más abierta que un poco más y parecía la del Guasón-, en fin, si estás tan bien, creo que podríamos empezar a reducir tu medicación para la ansiedad, vamos de a poco, en lugar de tomarte una pastilla completa por la noche, tómate media, pero en la mañana y la tarde sí que te tomas la pastilla completa, ¿comprendes?

- Por mí, perfecto, aunque yo esperaba poder eliminar la de la noche por completo -es la verdad, entre más rápido deje de tomar medicamentos, mejor para mí-, pero tienes razón, debemos ser prudentes.

- Muy bien, ahora contarme cómo habéis formalizado y cómo terminaste en casa de tu novio, Jesús.

Estuvimos cotilleando un poco, pero no nos dio para mucho cuando tocaron a la puerta, imaginé que sería Cris con un nuevo rapapolvo, pero resultó ser una mujer que no parecería nadie especial por su fisonomía, la típica española de mediana edad, tendrá unos 30 años, piel blanca, cabello rubio bastante femenino aunque algo corto, pero cuando te fijas en su cara, todo el mundo cambia y te das cuenta de por qué Javi confía ciegamente en ella, es una cara amable, cariñosa, que dan unas ganas de no dejarla ir, al final resultó ser Alicia, la colega de Javi.

- Ali, ¿han llegado ya o qué? -le dijo Javi con total desenfado, total sólo era una charla de amigos y no interrumpía nada importante.

- Jopé, Cris me dijo que no interrumpía nada importante y estás en las butacas -no creo que el reclamo fuera muy serio, porque mientras hablaba entró, se sentó y de algún sitio sacó una bebida y se dispuso a explicarse.

- Bueno, Ali, ellos son Edu y Jesús, una parejita un tanto especial, aunque sin la amnesia de Lucas -ella hizo un gesto del tipo ‘cuéntame algo que no sepa’, pero Javi la ignoró-, chavales, ella es Ali, es mi colega y mejor amiga, ella fue quien empezó a tratar a Lucas y Didier, aunque ahora sean amigos de los dos, más que pacientes, todo sea dicho. Por cierto, Ali -dijo cuándo le hubimos dado dos besos-, ¿tu marido no viene hoy?

- ¿Juan? No por ahora, Ani y Toni tienen cita hoy con el veterinario -¿llevan a sus hijos al veterinario? No sólo a mí me pareció algo loco, porque mi Edu se atragantó con su bebida y Javi reía de nuevo-, mis hijos tienen cuatro patas y maúllan, no penséis mal, -menos mal que nos lo aclaró-, vendrá si sale vivo de eso.

- Bueno, creo que nosotros nos vamos, que le prometí a Jesús que lo llevaría a conocer el Museo del Jamón y ya sabéis como se ponen esas calles de gente -dijo mi Edu en cuanto logramos dejar de reírnos al imaginarnos al pobre tipo intentando sobrevivir a dos gatos inquietos por ir al veterinario todo el camino a casa.

 

Iván

Lo que hay que ver, ahora resulta que Ylian tuvo que pedirle permiso a la Federación Rusa para veranear en Londres, menos mal que mamochka se lo advirtió a tiempo, porque se va mes y medio y es capaz que lo deportan por desobediencia sólo por no saber que sólo lo autorizaron a salir de la Federación a España, menos mal que mi brat tuvo la genial idea de pedirle opinión a mamochka como si fuera su propia madre y no su tía, porque así pudimos evitar una bronca fea.

Pero no sólo ellos se irán por allí, resulta que el padre biológico de Cami y Lucas les había dejado un dinero y ese par de locos decidieron gastarlo en unas vacaciones para todos por Europa, claro que como Ylian y Joel ya tenían planes y además Ylian tiene que avisar y pagar un impuesto por cada país que visite, es lógico que no irán, pero incluso visitaremos San Petersburgo, este par se lució con el itinerario, porque nos llevarán a sitios que queremos conocer y cuadrar las preferencias de todos es bastante complicado, aunque tuvimos que reordenarlo un poco por culpa de Ramón, resulta que unos amigos suyos, Miguel y Lev (sí, un chico con nombre ruso cuyo equivalente en español es ‘León’) tienen una presentación en Alemania y tuvimos que cuadrar todo porque Ramón no se lo quería perder y como es el novio de Cami, quien pone la mitad de estas vacaciones todo pago, pues nadie puede protestar.

Según nos contó Ramón, no tocaría el tema sin la caballería, así que nada, me quedé picado por el nombre ruso del chico, vi que mi brat estaba igual, pero no teníamos de otra. En algún punto nos dio hambre y en uno de los viajes a la cocina, que si nos ponemos todos a ayudar se monta una y terminamos liándola parda, que no sé cómo aguanta la despensa de estos dos, pero bueno, en una de esas, Ricar me llevó aparte, entramos a una de las habitaciones para visitas y me tomó entre sus brazos, pude sentir su calor y al unir nuestras bocas nuestros alientos y nuestras almas se fundieron en una sola cosa, no me interesaba absolutamente nada más, mi Ricar sabe que amo todo de él, que sus besos de amor sin ninguna intención sexual me hacen ver las estrellas. No sé cuánto tiempo estuvimos así, ni me importaba mucho, pero cuando decidió separarnos me dijo:

- Ese nombre es ruso, ¿verdad? -sus ojitos iluminados por la curiosidad y nuestra cercanía me estaban haciendo desear besarlo de nuevo, pero él esperaba una respuesta.

- Sí, significa ‘León’ -le dije algo picado porque, aunque mi chico no es tonto, los idiomas se le dan bastante mal-, ¿cómo lo adivinaste?

- Simple, eres ya como un libro abierto para mí, te amo tanto que me conozco todas y cada de tus expresiones, facciones y gestos, así que noté que hablabas con Ylian por miradas y me di cuenta de todo -ahora sí, necesito besarlo y él lo sabe porque me dejó hacer y tomar la iniciativa, él simplemente cerró sus ojos y me aferró tan fuerte como pocas veces me ha abrazado en la vida.

Al final decidimos que era prudente volver con los demás y cuando volvimos todos se reían, no sabía muy bien por qué, pero al mirar nuestras ropas lo entendí: los besos quizá estuvieron un poco más apasionados de lo que pensé, porque nosotros, que siempre íbamos con la ropa bien puesta, ahora la teníamos desaliñada y un poco arrugada, eso hizo que me pusiera rojo de la pena y mi Ricar lo que hizo fue soltar una carcajada y darme un pico mientras se sentaba en una silla y me sentaba sobre él so pretexto de calmarme, aunque sé que lo hace para ponerme cachondo y que le dé un buen tratamiento genital en casa, cosa que pensaba hacer de todos modos.

 

Ramón

Después de quedarnos un poco con ese par de tortolitos, por fin sonó el telefonillo del piso y me fui a abrir, por suerte era la ‘caballería’, eran Anderson y Tavo, ellos podrían explicar mejor que yo por qué quiero tanto ver a Santi, Miguel y Lev, especialmente a Lev, que tuve el honor de conocerlo en unas vacaciones poco antes que él se fuera a New York y pasara lo de Antonio, debo reconocer que no fue la gran cosa, coincidimos en un sitio mientras nuestros padres se liaban con cosas de adultos y nosotros empezamos a hablar para no aburrirnos.

Al final descubrí que él hizo lo que yo nunca me atreví: darle rienda suelta a su gusto por el canto. Bueno, a mí siempre me dijeron que no cantara porque sonaba feo, así que no solía ni abrir la boca, pero me gustaba tanto que mis papás me pagaron un curso básico a ver si me desanimaba, lo que consiguieron es que sea capaz de leer música perfectamente, vamos, reventé el curso, al tercer día me dijeron que sabía demasiado y que me retirara, pero soy totalmente incapaz de ejecutar una nota. En fin, nunca perdimos contacto porque, la verdad, le envidiaba un poco, así que cuando supe que la compañía de teatro Martins iba a estar por Europa, sólo tuve que usar mi carita de borrego a punto de morir para que Cami accediera a lo que quería antes incluso de pedírselo.

Después que yo hube explicado mis razones, Anderson comentó que un amigo suyo a quien admira mucho escribió su historia y lo hizo de manera magistral [link en la introducción], así fue como me enteré de todo lo sucedido entre Santi y Miguel y el motivo por el que Lev me pareció distante unos días, vamos, que no es una pieza fácil de montar y si encima tienes un dilema sentimental de ese tamaño, a ver quién es el guapo que puede resolverlo.

Al final los chicos no sólo entendieron, sino que decidieron ir para oír su historia de sus propios labios, que siempre es mejor. Cami propuso que Anderson y Tavo viniesen con nosotros y entonces tuvimos que terminar de cuadrar el itinerario del viaje, porque Tavo necesita pedir vacaciones con fecha exacta, pero nos dijo que no era problema, que ya iba siendo hora de sacar un mes para su Dani y con sólo mencionarlo empezó a hacer castillos en el aire pensando que no sólo iría con su esposo a Alemania, sino que quería también llevarlo a la tumba de su padre, que Dani no había podido ir, y ya cuando la melancolía era demasiada la peña empezó a irse y creo que Tavo entendió porque se fue también. Aunque debo reconocer que el rato no fue tan pesado porque Anderson nos hacía muecas de burla y melodrama por detrás de él y, al menos yo, tuve que hacer un gran esfuerzo para no partirme el culo de la risa.

 

Joel

- Yliusha, mi amor, -me encanta cuando le digo así en público y se azora un poco, muchos no lo notan, pero yo sí, puedo ver hasta el menor cambio en las expresiones de mi novio y ya decidí que no le volveré a decir Ylian, me encanta su cara mezcla de niño mimado y un poco de pena cuando uso el diminutivo y he visto que Ricardo hace lo mismo con Iván, en parte por eso ninguno lo usa con él, porque para ellos es especial y ahora yo también lo entiendo y así será-, creo que tenemos que irnos a casa, que ya es un poco tarde y el viaje es algo largo -Tavo hoy está demasiado soñador y creo que me dará diabetes, además, quiero mimar a mi novio, así que fuimos los primeros en irnos de casa de Cami y Ramón.

- Sí, tienes razón -Ylian lo entendió perfectamente-, mejor nos damos el piro.

Lo noté algo pensativo, como si quisiera decirme algo, así que lo dejé ordenar sus ideas y cuando subimos a mi coche le dije:

- Yliusha, ¿te pasa algo?

- La verdad, no, no me pasa nada, sólo hay algo que me intriga -me dijo con una sonrisa que complementó con esos ojazos verdes que me hacen perderme de la realidad y agradecí internamente por no estar conduciendo todavía.

- Dime, sabes que no tengo secretos para ti -le repliqué después de un pico mientras encendía el coche.

- Es simple: coincidimos en muchas clases y me di cuenta que hay un chico del que siempre te burlas y hasta eres un poco pesado con él, vamos que te comportas como un completo cabrón y ese no es mi chico, no sé si tienes algún motivo, pero aunque me gusta que te las des de malote, realmente no me gusta tanto que seas así cuando vas en serio, ¿sabes lo que te digo? -la tanda de reproches se veía seria, pero prendió el azar semáforos carmín y pude aprovechar el momento para plantarle un buen beso a mi Ylian y hacerlo callar.

- Mi Yliusha, -le dije en cuanto vi su cara amenazante-, bien sabes que no soy un ‘malote’ como dices, recuerda que desde el día que me pediste ser tu novio no me ha preocupado en lo más mínimo el presumir que salgo con el ruso más guapo del planeta, lo que pasa con ese chico es que ya no sé otra forma de ayudarle, tiene algunos problemas bastante serios, la verdad.

Eso hizo que Ylian dejase de un lado las ganas de bronca y se interesara por el chico, que tiene un dilema un poco curioso: le mola la chica más extrovertida y loca de la clase, pero es demasiado tímido para hablar con ella, o con casi cualquier persona. Yo no sé nada de hablar con tías, pero estuve intentando ayudarle con su timidez y ya no me queda más opción que picarle en público, a ver si en una de esas lo pillo en un mal día y, aunque sea por mala leche, pero abre la boca en clase. Nos pusimos a hablar de ello y de las técnicas que he usado: desde hacer una exposición grupal con él y no llegar el día que había que exponer hasta darle pie a que hablase de sus temas favoritos, pero nada funcionó; no sé en qué momento llegamos a casa, porque yo conducía en automático, ni siquiera pensaba lo que hacía, pero en cuanto dejé el coche en el garaje Ylian me llevó contra la pared:

- Así te quería tener -me dijo algo serio.

- ¿Contra la pared? -es un defecto que tengo, siempre intento sacar bromas de todo, especialmente si puedo ser un poco sarcástico y es una de las cosas que a mi novio le encantan, así que, aunque él estaba serio yo sabía que mis esfuerzos para sacarle una bella sonrisa iban a funcionar en menos de lo que él pretendía.

- No -ya las comisuras de su boca no están interesadas en mantener su gesto serio y empiezan a curvar una hermosa y sensual sonrisa-, te quiero para mí solo -y me estampó un beso como pocos, no era pasional, no era sexual, no era rápido, ni siquiera era rutinario, era un beso donde lo daba todo, mi Ylian me estaba dando todo su ser con un beso, me demostraba que no le interesa nada en el mundo si no estamos juntos y me lo confirmó que ya no me aprisionaba, sino que me abrazaba fuertemente como si su vida dependiera de ello-. Te amo -dijo cuándo paró para respirar y es todo lo que necesito saber del universo, mi Ylian me ama tanto como lo amo yo a él, lo demás no importa, así que esta vez lo abracé yo y lo besé yo, no me interesa nada más.

Continuará...

Este capítulo ha sido una experiencia nueva para mí, no tanto por hacer algo especial para mi querido amigo Rod Vzla, sino porque tenía un montón de ideas pero no lograba concretar ninguna, después de más de un año de intentar cuajar un capítulo, esto es lo que me ha salido, espero que os guste, y espero aún más vuestros aportes en los comentarios y por redes sociales, muchas gracias a todos por tomaros la molestia de esperar a que logre hacer algo medianamente aceptable y seguir conmigo en esta aventura, prometo retomar mi ritmo y daros lo que de veras os merecéis.

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