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La Fábrica 9

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Lo que sucedió luego fue más de lo mismo así que al terminar nos pusimos cucharita y nos quedamos dormidos hasta muy entrada la mañana del sábado.

Cuando nos levantamos vimos a los otros tres charlando y nos dijeron de ir a las piscinas y después arreglarnos con unos refuerzos ya que sería nuestro último día completo allí. La idea fue buena así que llenamos la hielera con latas y hielo y marchamos al bullicio. Me había olvidado por completo de Silvia, y Mauro me dijo que había hablado con Mónica y nos verían en un rato. También me contó lo que pasó por la noche:

- cuando ustedes se fueron a la carpa Gabriel quiso llevarse a Nora, pero ella le dijo que no, que cuando ella quiso algo la dejó a medias y ahora no pensaba pasar de nuevo por lo mismo, que pensara más en ella.

- el flaco la agarró del pelo y la empezó a desnudar ahí, adelante mío así que agarré una lata y me iba para la camioneta cuando ella me dijo que, si su novio se la cogía, él también debía participar.

- lo miré y ahí se pudrió todo, esa mina está mal de la cabeza, si tanto quería coger con otros, para que lo trajo?

- yo no dije nada y me fui a la camioneta y ellos se quedaron junto al fuego y me parece que no pasó nada en toda la noche.

Llegaron las chicas y todos estuvimos en el agua, incluso había profesores de gimnasia que nos hacían hacer coreos dentro de las piscinas, y me era imposible bajar la erección al tener tan cerca tantas niñas tan lindas y sensuales. Silvia estaba que se partía y me preguntó que habíamos hecho por la noche y le conté que las chicas nos hicieron un baile sensual junto al fuego que nos dejó a todos muy calientes así que hoy tendría que cuidarse si no quería que me la cogiera en cualquier lugar, a lo que ella haciendo morritos me dijo que le hubiera gustado estar para volverme loco y después llevarme a la camita así no dormía mal. 

Comimos como habíamos dicho unas milanesas al pan y me fui con Silvia a su carpa que no había nadie por allí ya que Mauro se había ido para la mía con Mónica. Estuvimos cogiendo un par de horas y quedamos que por la noche iríamos a la fiesta de la cerveza. Sus amigas también irían, por lo que luego veíamos si iban con ellas o con nosotros.

La dejé y me fui al campamento a ver que hacíamos. Me encontré con la rubia tomando una cerveza y cuando me vio se vino toda cachonda a preguntarme cual era el plan para esta noche y le dije lo de ir a la fiesta. Enseguida todos dijeron que si, y nos aprontamos para la ocasión. Nora quiso hablarme a solas y me largó:

- parece que todas están muy buenas menos yo por acá

- la verdad que si no hubieras traído al payaso de tu novio te hubiera cogido todos los días y varias veces

- y por qué te importa tanto quedar bien con él?

- y por qué voy a hacer algo para mal? si fueras la última mina en el mundo seguramente, pero habrás notado que abundan mujeres con ganas de fiesta.

- ya sé que estuve mal en traerlo, pero no creí que me dieran ganas de que pasara algo entre nosotros, y ahora estoy re caliente y vos ni bola

- re caliente? 

- sí, mucho

- bueno, entonces acompañame que tengo que llenar el tanque con gas oíl y en la ruta paro un ratito y vemos hasta donde llega la calentura

- pero que le digo a Gabriel? va a sospechar.

- nada, que no querés quedarte acá para seguir discutiendo, igual él ya sabe que yo no te voy a tocar, jajaja.

- mmm no sé si lo creerá

- si te arma quilombo no vas y listo, me voy solo

- bueno dale, quedamos así

- impeca

Y nos juntamos todos a tomar un café y comer unos bizcochos, cuando yo digo que tengo que ir a llenar el tanque de gas oíl porque anda medio justo y no quiero arriesgarme. Nora me pregunta si voy lejos, y le contesto que 15 km, a lo que me dice si voy con " mi novia " o si puede ir ella así cambia de aire un poco. Pienso ir solo, y no quiero líos con Gabriel, así que mejor quedate por acá, y el flaco me mira y me dice que no hay drama, ¡que la lleve a ver si le cambia el humor que trae!! (vaya si le va a cambiar, eso no hay que dudarlo).

Nos subimos a la camioneta y arrancamos mientras ellos prometen hacer una orgía con la rubia, y ésta les muestra el culo diciendo el que lo agarre se lo come, jajaja.

Ya en la ruta mi acompañante y empleada, dice que quiere hacer algo loco y me pregunta si estoy bien despierto a lo que le aseguro que sí. Entonces me agarra la verga y me la saca del pantalón y se agacha a chupármela mientras sigo manejando. No sé si los vehículos restantes notarán lo que vamos haciendo, pero siento un morbo que en segundos me para la pija a lo máximo. Yo sigo a lo mío tratando de mantener la dirección y ella sigue a lo suyo subiendo y bajando su cabeza con la boca llena de carne. Ya no aguanté más y me hice a un lado en la carretera y me detuve en un lugar apropiado. La agarré del pelo y levanté su cabeza para comerle la boca y besarle los pechos que tenían muy duros y salientes los pezones. La llevé para atrás y la desnudé y en ese momento le dije que llame a su novio y le hable para que no se haga la cabeza mientras yo me la iba a coger muy suavemente. La brisca lo llamó y le hablaba diciendo que charlar conmigo le hizo bien y se dio cuenta lo enamorada que estaba de él, y que a veces perdía la cabeza, todo esto mientras yo la penetraba en misionero muy lentamente. Parece que su novio se calmó un poco y ya charlaban de mejor manera, hasta que le hablé al otro oído y le avisé que iba a empezar a bombear fuerte, y ella siguió hablando como si nada, y yo hice lo que prometí, entonces le dijo que perdía un poco de señal y le cortó. Estaba recibiendo mis embestidas a toda velocidad y la concha se mojaba cada vez más haciendo que mi pene entre y salga más rápido. Me dijo que desde que entró a trabajar con nosotros esperaba esto pero que le daba miedo perder el laburo. Ahí la di vuelta y desde atrás le empecé a masajear la cola hasta que le metí la verga y se fue como por un tubo, que culo más genial, parecía que me podía meter todo mi cuerpo adentro, me chupaba. Me la cogí despacio y fuerte y ella se movía a los lados para sentirla mejor. Me pidió que me acabara ahí dentro para que nadie pudiera percatarse lo que sucedió y le dije que no, que me iba a vaciar en la boca y ella viera como lo arreglaba, aunque en la estación de servicio seguramente habría baño para limpiarse bien. No le gustó mucho, pero seguimos cogiendo hasta que me vinieron ganas y le puse la pija en la boca y se la mandé hasta la garganta y entre arcadas tuvo que tragarse la leche, quiso protestar, pero no la dejé y solo se la saqué cuando ya estaba blanda, y bien limpia.

Sin decir nada me vestí y seguimos rumbo a la estación. Cargamos combustible, ella fue al baño, y emprendimos el regreso al campamento. Veníamos callados hasta que me llama la rubia y me dice que Gabriel se recostó y se durmió, que si quería me la podía machacar a la morocha un rato. Le agradecí, y continué camino a nuestro destino. Al final íbamos hablando de cualquier cosa menos de lo que pasó, hasta que llegamos a nuestro lugar. Cuando se baja ve que su novio dormía, y como que se bajoneó un poco, pero yo la agarré por la cintura y me la llevé a la carpa donde se sonrió al entender lo que iba a pasar. Después de todo ella fue la única que no pudo usar ese lugar y no demoró nada en quitarse la ropa y decirme que no tenía problemas con tomarse lo que quisiera darle, que luego veía como lo arreglaba. Le abrí las piernas y le chupé la concha como me gusta hacerlo, con todo detalle y la dejaba que gozara sin importarme ya si su novio la oía o no. Cuando me avisa que se acababa le clavé la pija y le di de tal forma que pensé que el colchón no aguantaría y ella se desesperaba porque no quería hacer mucho ruido. Me puse yo abajo y le pedí que bailara para mí con la verga bien ensartada y puso cara bien de puta y empezó a moverse hasta que sentí que la leche me subía y le dije que me gustaría verla tomando la leche del condón y aceptó, moviéndose más intensamente mientras yo me acababa dentro del forro. Me lo sacó con la boca y lo dejó dentro hasta que lo agarró y empezó a mostrarme como se tomaba toda la carga contenida dentro. Fue una pasada, cuando terminó el show me pidió que no fuera la única vez que pasara algo entre nosotros y le aseguré que de ahora en más iba a ver muy seguido mi pija y la saborearía mucho.

Salimos de la carpa y la rubia y Mauro nos aplaudieron diciendo, al fin, era hora que alguien la hiciera estar de buen humor, jajaja...

 

Continuará...

(9,26)