Nuevos relatos publicados: 13

La fábrica 10

  • 9
  • 12.643
  • 9,06 (63 Val.)
  • 0

Que movido resultó el sábado, nada mejor que dejar que todo fluya para vivir experiencias inolvidables...

Todos prontos para salir a la fiesta de la cerveza en Paysandú, incluso con el plus de que nos acompañarían Silvia y Mónica. Así que arrancamos conmigo al volante y Mauro y Gabriel adelante mientras que las chicas iban atrás con sus charlas y risas. Parecía que todas congeniaron enseguida y por lo visto Nora iba de muy buen humor, cosa que me hizo notar su novio. 

—no sé si será que sos el jefe, pero lo que le hayas dicho en el viaje a cargar combustible se ve que la hizo entrar en razón porque al fin la veo divertirse con el grupo.

—no creo que tenga que ver que sea su jefe, me parece que tenemos muy buen trato diariamente y eso tal vez influyó para que al hablar a solas haya recapacitado un poco lo que estamos viviendo, pero sigo creyendo que ustedes tienen problemas y deberían solucionarlos para no terminar matándose.

—sí, tenés razón, en Montevideo voy a tratar de cambiar algunas cosas entre ellas mis celos.

—bueno, vos verás que es lo que les conviene.

Che Mauro pasame un mate, no tomés vos solo angurriento. 

—ja yo angurriento? el que no comparte sos vos, no me hagas hablar ¿eh?

Y así fuimos charlando un poco de todo y con algunas frases en doble sentido, más que nada sobre lo vivido con Nora, teniendo al novio ahí cerquita.

En poco más de una hora estábamos estacionando la camioneta cerca del predio donde se realizaba la fiesta y salimos caminando ya más como las parejas y la rubia como la vedette que se llevaba todos los piropos de los tipos que iban solos. Había un clima muy animado, y mucha cerveza. Yo no podía tomar mucho ya que controlaban mucho a la salida de la ciudad a los conductores así que me limité a conformarme con un vaso y luego refresco. Recorríamos cada rincón del lugar, viendo artesanías del lugar, ropa, instrumentos, bebidas y todo lo que había a la venta. Compramos algunas cosas más como recuerdo que por necesidad, yo me traje una jarra de cerámica alusiva al festejo de ese año. Con Silvia lo pasaba muy bien, aunque un par de veces tuvo que atender las llamadas de su novio y se la veía bastante mal con eso, pero luego era todo mimos para mí. Nos manteníamos en grupo ya que había mucha gente hasta que nos dio hambre y decidimos buscar algún lugar con lugar como para todos y allí nos sentamos y pedimos unas pizzas. Todo muy tranquilo, aunque Nora me mandaba miradas que me paraban la pija cuando me cruzaba con sus ojos, era una hembra en celo. ¡Si no hubiera ido su novio seguro que pasaríamos los cuatro días cogiéndolas sin parar!!

Pero fue, y estaba ahí, abrazándola sin darse cuenta como no dejaba de mirarme. Silvia tampoco lo notó, por suerte así menos líos habrían. Seguimos recorriendo stands hasta que anuncian por los parlantes que se presentaba en el anfiteatro, ‘So pra contrariar’, una banda brasileña que estaba pegando mucho y tenían un tema lento que a las mujeres las hacía babear. Nos acercamos a ver si podíamos escuchar algo ya que no teníamos entradas y nos hicimos un lugar entre muchos que estaban como nosotros. Cuando llegó el momento del famoso tema Silvia poco más que me arranca la lengua besándome y veo que los demás estaban en la misma, y la rubia se reía de todos. Ya con los motores calientes todos queríamos lo mismo, terminar la noche cogiendo y la rubia propone irnos al campamento y repetir lo del baile sensual en la hoguera hasta que pase lo que tenga que pasar. Con Mauro miramos a nuestras invitadas y ellas dijeron que les gustaba la idea, ¡que pase lo que tenga que pasar!! y casi no nos daban los pies para llegar hasta la camioneta, jajaja. En el viaje de regreso nos provocaban desde atrás diciendo cosas que iban a hacer cuando el fuego estuviera alto, y nos reíamos diciendo que dudábamos que fueran capaces de ser tan liberales. Irina casi no participaba, ya que a ella ya la vimos en acción y no precisaba decir mucho.

Llegamos y con Mauro fuimos derecho a prender el fuego mientras Gabriel arrimaba toda la leña que podía encontrar en la vuelta, para que no se nos fuera a apagar pronto y no tener a las chicas donde queríamos. Mientras lo hacíamos, ¡nos dijo que esta noche se iba a coger a Nora para que tenga y lo recuerde siempre!! Y bue, hay que ver quien se lleva el premio extra que era Irina, o tal vez todos pudiéramos disfrutarla un poco. Ya se me iba a ocurrir algo. 

El fuego estaba a punto, teníamos las bebidas, el hielo, solo faltaban las chicas que se estaban aprontando dentro de la camioneta y vaya que se aprontaron. Salieron todas juntas en ropa interior directo a rodear el fuego con la música que teníamos comenzaron a bailar y nosotros comenzamos a sentir que las vergas explotarían en cualquier momento. Estaba claro que cada uno debería terminar con su " pareja " pero yo quería algo más zarpado y no veía por donde armarlo. Me paré con la botella de whisky en la mano y les fui dando a tomar del pico, hice dos rondas para que calentaran más y cuando me senté Silvia lanzó 

—cada vez que nos den de tomar los recompensaremos con un beso

—ahh bue, voy por lo mío entonces

Y me pidieron que les dé un trago antes para comerme las cuatro bocas, me di vuelta y mis compañeros estaban a punto de pajearse por lo que veían, en eso se para Gabriel con la botella y hace una ronda con el mismo resultado y Mauro actuó de igual manera recibiendo la misma atención.

Le pedimos ahora a Mónica que propusiera algo y sin cortarse dijo

—a cambio de un trago pueden besarnos las tetas

Y en ese momento se miraron y entre risas y sin dejar de contonearse se quitaron los sujetadores; tremendo espectáculo, esta vez dejamos que arranque Gabriel y fue besando los pezones de todas, luego Mauro que mordió algún pezón y al final yo que les chupetee todo lo que pude

Nora que ya había visto lo ocurrido con su amiga dijo

—que les volcáramos la bebida sobre los hombros y que podíamos tomarla desde el lugar que más nos gustara y darles un trago a ellas del pico de la botella

Le tocaba a Mauro arrancar, así que el muy salido les daba un trago y luego derramaba la bebida tomando lo que podía desde las tetas. Las mujeres no daban más, estaban listas para ser cogidas sin importarles quien fuera. Me tocó el turno y les di un trago y fui volcando la bebida, pero me animé un poco más y me agachaba a recibirla desde sus tangas aprovechando a morderles la concha con la tela separando. Estaban muy mojadas, pero no pude distinguir si era solo por la bebida. Y arrancó Gabriel repitiendo el ritual, pero buscando las espaldas para lamer desde el culo y subir por las espaldas lo que las hizo poco más que delirar.

Todos estábamos mal con tanta bebida e Irina era la última en proponer algo

—queremos que nos llenen de whisky las conchas y de ahí se tomen todo lo que puedan y luego nos besen

Y ahí nomás todas se sentaron en unas lonas que habían llevado y se quitaron las tangas quedando recostadas boca arriba y esperando mi llegada ya que era mi turno, y fui llenando las vaginas de bebida para luego lamerlas y cuando no salía más ir a la boca y compartir la bebida en tremendos besos, luego que todos lo hicimos me paré y dije

—ahora queremos que nos vuelquen las bebidas a nosotros y se las tomen de nuestras canillas, y nos quitamos los boxers para quedar con las vergas bien duras y alzadas 

Ellas no se hicieron rogar y una a una fueron cumpliendo con el pedido por lo que recibimos unas lindas mamadas de las cuatro chicas. Es ahí que Gabriel propone lo más increíble de la noche, jugar una ruleta rusa.

—queremos que nos sigan chupando las pijas durante 2 minutos y vayan cambiando hasta que nos vaciemos en la boca que nos toque y la afortunada debe tragarlo todo. 

Y Mauro agrega

—en ese momento esa pareja se va a seguir cogiendo tanto en la camioneta como en alguna de las carpas y como los últimos serán los más afortunados, el que quede último para acabar se llevará a las dos chicas que queden 

Impresionante, ninguno quería acabarse así que disfrutábamos de las diferentes mamadas hasta que fue Mauro que avisó que se iba en leche y en ese momento tenía a Nora con la verga en su boca y se tragó todo, agarraron unas latas de cerveza y se fueron a la camioneta.

Yo estaba demasiado caliente y creo que Gabriel se cortó un poco cuando vio a su novia irse con otro por lo que eso le sirvió para aguantar un poco más y yo ya no pude soportarlo por lo que teniendo a Mónica lamiéndome la pija le llené con mi descarga, y nos fuimos a la carpa no sin antes felicitar a Gabriel que se llevó a Silvia y a Irina. a su carpa, pero le cambié de lugar, porque no iban a entrar y se fueron a la mía.

Mónica estaba muy bien y en su borrachera me pedía que la partiera al medio y eso fue lo que hice.

Todos teníamos una gran resaca para el domingo de tarde, comimos lo que encontramos y armamos todo para viajar hacia Montevideo. Nuestras invitadas trajeron sus cosas y se fueron con nosotros. El viaje fue muy cansador ya que estábamos todos hechos paté, pero por suerte Mauro se turnaba conmigo y manejamos un par de horas cada uno hasta que llegamos y fuimos repartiendo a la gente en sus casas, quedando Mónica en casa de Mauro y Silvia en la mía para terminar un finde largo de manera muy especial. 

Al otro día había que retomar el trabajo y solucionar unos temitas como por ejemplo que pasaría con Silvia, y como no, buscar la chance para nuevos polvos con Nora y su amiga, además de otros que pudieran seguir surgiendo en esa fuente inacabable de sexo que había en mi querida fábrica...

 

Continuará...

(9,06)