Nuevos relatos publicados: 6

Mi primera vez con Leo −1−

  • 6
  • 30.219
  • 9,44 (64 Val.)
  • 0

Hola, podéis llamarme Putita porque es lo que soy. Todo empezó cuando era joven, siempre he sido desde que tengo memoria una chica que se excitaba fácilmente y que pasaba el día masturbándose. 

Un día descubrí el mundo de la dominación la sumisión y el sadomaso, y fue casi como descubrir América. Empecé a autocastigarme a llevar una disciplina a investigar en foros a aprender modales de una sumisa... etc., pero no era lo mismo sin un amo que guiara mis pasos. Así que puse un anuncio en internet con la esperanza de que apareciera un Amo paciente capaz de amaestrarme virtualmente o un Amo capaz de secuestrarme para comenzar mi adiestramiento lo antes posible... pero no fue así, lo que apareció fue un viejo verde muy vainilla y encontrar del mundo de la dominación. Bueno, como estaba tan cachonda cualquier persona que me dijera cosas eróticas y "me obligara" a mandarle fotos me servía. Además, como Leo (el viejo) tenía 68 años me lo tomaba como una prueba, tenía que ser puta de un viejo que me daba asco. El "problema" fue que poco a poco este viejo me iba excitando más y más y a la vez me educaba dulcemente para dejar el mundo del sado y de la dominación. Y lo consiguió, aunque lo que más me seguía excitando era que me llamara perra y ponerme pinzas en los pezones… A Leo esta idea no le gustaba decía que era denigrante para la mujer y que no debía hacerlo, pero como cuando me llamaba perra me excitaba tanto que conseguía de mi cualquier foto vídeo o información que pidiese, pues a veces Leo me trataba como la perra puta en celo que soy. 

Todo lo que hacíamos era a través de fotos vídeos y chat porque Leo vivía en Latinoamérica y yo en España por lo que después de 3 años de hablar por chat de corridas impresionantes fotos y vídeos para llenar un vídeo club, yo seguía virgen y Leo con más ganas de cogerme que un loco.

Aún recuerdo el día que le dije que debería estar orgulloso de sí mismo por haber conseguido que una perra que antes colgaba pesas en sus pezones ahora ya no es capaz de aguantar ni 5 minutos con unas pinzas de la ropa en sus pezones... Y recuerdo bien ese día porque pocas semanas después Leo consiguió el dinero para venir a España a cabalgarme, follarme, desvirgarme, correrse en mi cara, besarme y hacer todo aquello que por 3 años y medio llevábamos hablando en el chat.

Reconozco que, aunque estaba excitada tenía miedo de hacerlo con él, él llegó el jueves en la noche y el viernes al salir de clase me fui al hotel donde se hospedaba, no había pactado nada con el, pero mi aún alma de sumisa hizo que antes de llamas a la puerta de su habitación me quitara el tanguita húmedo por mi excitación para ofrecérselo en señal de amor. Así llame a la puerta y apareció ante mi aquel hombre que tantas veces había visto pero nunca había tocado, y me dijo suavemente con acento, "pasa amorcito te estaba esperando" y con esas palabras llevó mi mano a su miembro, era la primera vez que tocaba un miembro erecto y aunque el suyo no me parecía muy grande estaba duro como una piedra. Empecé a ponerme nerviosa y a negarme, el asco de la primera vez que hablamos estaba empezando a ganar al amor que había cogido tras 3 años y medio de charla diaria.

LEO- ¿Dónde vas? No te pongas nerviosa hemos hablado de este momento muchas veces.

YO- ya lo sé Leo pero no puedo hay algo que me lo impide, déjame por favor.

LEO- vamos amorcito no haremos nada que no quieras, pero al menos charlamos cara a cara.

YO- está bien.

Nos tumbamos cara a cara y comenzamos a charlar, notaba como él se iba aproximando milímetro a milímetro a mí.

YO- Leo por favor dijiste que no lo haríamos.

Y en ese momento lanzó su mano a mi coño y dijo:

LEO- tu coñito dice lo contrario que tu boquita, estás chorreando flujo como la perra en celo que eres y ahora vamos a hacerlo porque no he cruzado medio mundo para quedarme sin mi putita virgen.

Esas palabras resonaron en mi cabeza, nunca me había hablado así, pero me gustaba.

Con las mismas se bajó a mi raja y comenzó a lamerme y entre lágrimas de miedo tuve mi primer orgasmo de verdad (juntando todos los que había tenido masturbándome no llegaba a la mitad de fuerza de la que tuvo ese orgasmo).

LEO- ves mi perrita como disfrutas, ahora te toca a ti darme placer.

Así que puso su verga en mi boca y comenzó a follármela, entre arcadas y gemidos empezaba a perder la cabeza y a enamorarme no de él si no de su miembro, la saqué de mi boca y comencé a suplicarle que me la metiera.

YO- por favor Leo clávame te necesito dentro de mí ya no puedo aguantar más.

LEO -cállate perra aún no. -me asestó una bofetada y fue a morder mis senos.

Una vez dejó mis pezones marcados con sus dientes y brillantes por el reflejo de su saliva en mi pecho se dispuso a clavarme.

LEO- Pensaba ser delicado contigo, pero estas tan mojada que ahora mismo entraría cualquier cosa por tu coño de puta. Ponte a cuatro patas, pero sin manos quiero que te apoyes en tus rodillas y en tus tetas pedazo de zorra.

Yo tenía mis tetas muy doloridas, pero estaba tan cachonda que no pensé sólo ofrecí mi coñito virgen apoyé mis tetas en la cama y puse mis manos a la espalda. Noté como él ponía la punta de su verga en mi entradita y sin más miramientos de un golpe entró en mi coño hasta el fondo, dio un par de envestidas y salió para hacer lo mismo en mi culo, entró de un golpe y yo ya casi no soportaba más dolor, dolor que me provocaba un irrefrenable placer, dio dos envestidas y se corrió en mi culo. Después de eso caímos exhaustos a dormir...

Continuará.

(9,44)