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La mafia del metro - Episodio 1

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Normalmente muchos de nosotros requerimos del servicio público en diversas ocasiones, muchos pasamos desapercibidos de la tremenda realidad que este esconde.

Para que se den cuenta de una de las tantas cosas qué este esconde le contare una experiencia que me toco notar.

Esto ocurrió hace un años, tiempo más, tiempo menos, pero un día que tuve que recurrir al servicio, eran cerca de las 11:00 de la noche, el metro iba casi vacío y me toco abordar en in vagón del final, había 3 hombres de unos 36 años más o menos y una estatura de más de 1.65 cada uno, el caso, está sentado leyendo un libro cuando una joven, abordó el vagón, los hombres al observar esto se acercaron cuidadosamente a la joven y la rodearon, acto seguido se la llevaron al siguiente vagón, el cual se encontraba vacío, yo no terminaba de recapitular lo que pasaba, así que guarde mi libro y me dirigí cautelosamente hasta aquel vagón.

Cuando llegue, me percate de unos pequeños alaridos que provenían de ese vagón, al asomar la vista, observe a aquellos hombres de antes, los cuales ahora abusaban de la joven, uno de ellos la sostenía tapando su boca, otro se mantenía justo al lado de la joven con su miembro de fuera y masturbándose cerca de ella, y el tercer hombre, la penetraba mientras sostenía sus piernas, dejando así inmóvil a la joven, cuando vi aquella grotesca situación me acerque hasta ellos y jale al que penetraba a la joven, hasta que lo separe de ella y cayó al piso, los otros dos soltaron a la joven y se lanzaron a mí con una serie de golpes, que aunque trate de evitar, algunos me pegaron logrando me tumbar en el suelo, justamente ahí llegamos a la siguiente estación y los hombres bajaron del vagón, no sin antes decir: "nos veremos de nuevo", me levante y ayude a sentar a la joven, la cual no dejaba de llorar y derramar fluidos en el asiento del vagón, mi mente daba mil vueltas, la joven me miro y con lágrimas en los ojos dijo: "gracias" se lanzó a mi dándome un abrazo, tomo su ropa y comenzó a vestirse.

Al finalizar de vestirse se giró a mí y me ofreció ayuda para sanar una cortada que tenía en la cara, hecha por uno de los hombres al golpearme, me negué y ella tomo un papel y apunto un número, dijo que si llegase a necesitar algo lo pidiese sin dudar, más adelante la joven descendió del vagón, mientras yo llegaba a mi destino, recordaba lo que paso, sin poder asumir todo.

Cuando llegue a mi destino aborde el autobús a casa y me dispuse a escuchar un poco de música para relajarme; después de algunos días y que todo seguía su curso normal, la misma situación se presentó, en las misma circunstancias, solo que ahora, justamente al acercarme uno de los hombres me dio un golpe de imprevisto logrando así dejarme inconsciente, cuando desperté, observe que me encontraba a bordo de una camioneta de reparto, de esas oscuras y amplias, al recuperar por completo la conciencia, note que la joven ahora involucrada estaba siendo brutalmente cogida analmente por un hombre algo mayor, Calvo y bastante robusto, el cual disfrutaba de los gritos de dolor de aquella chica, la joven después de unos minutos convirtió los gritos de dolor en ligeros gemidos, mientras uno de los hombres decía: "pero mirar que cacho puta, le encanta lo que le haces".

Cuando la camioneta se detuvo, el hombre calvo inyecto una sustancia en el cuello de la joven dejándola inconsciente y acto seguido bajándola de la camioneta, mientras que otro me tumbaba al suelo de un tirón, me amarraron a una silla y un hombre mayor de sombrero y traje gris se acercó a mí, el hombre cito: "así que tú eres el que ha dado problemas, aquí no los buscamos".

Yo no respondí seguía aturdido por el golpe y las acciones presentadas, con una bofetada logro llamar totalmente mi atención y exclamo: "sabes me agradas, mira que tener el valor de enfrentarse a mis hombres hay que reconocerlo" "te diré algo" "pensaba en matarte y tirarte en un lugar cualquiera, pero que te parece si te doy a escoger" "tendrás dos opciones, la primera, dejar todo el parloteo y pegarte un tiro en la cabeza o la segunda, te unirás a nuestra mafia".

Las palabras daban vueltas en mi cabeza y después de pensarlo un momento dije: "de acuerdo opto por la segunda", el hombre con una sonrisa exclamo: "¡bienvenido a la mafia del metro!". 

Si noto que os gusta, les traeré la segunda parte, la mayor parte del relato es real y si tenéis algún comentario lo agradezco.

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