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El seminario y mi alumna -1-

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Todo sucedió un día de invierno, debíamos trasladarnos desde donde vivimos a una ciudad distante a unas 2 horas de viaje desde donde vivimos. Ella es esposa de un vecino “amigo”, pero que me traía bien cachondo hace mucho tiempo. Ella una mujer de campo, traída a vivir a la civilización por el marido, madre de tres hijos, unos 27 años, delgada, pechos pequeños, culo normal, tímida (al menos eso parecía), pero se nota en su aura que le gusta mucho el sexo, irradia pasión y eso a me tenía muy intrigado. Yo un hombre casado, padre de dos hijos, 30 años y que cada vez que puede le mete los cuernos a su esposa.

Bueno, el punto es que yo realizo clases en un colegio cercano a mi casa, en donde Ely, así la llamaremos, retomaba su enseñanza después de haber dedicado su juventud a criar sus hijos (fue madre muy joven). Desde hace un tiempo teníamos conversaciones a través de wathsapp, en donde ambos nos imaginábamos tocándonos y haciéndonos el amor desenfrenadamente, pero nunca se había dado la oportunidad hasta ese día.…

Por motivos de un seminario yo debía viajar a una ciudad ya que, había sido designado por mi jefe, debía escoger a tres alumnos para llevar conmigo, obviamente ella fue una de mis elegidas, yo quería aprovechar la oportunidad de estar a solas con ella y ver hasta dónde podía llegar el juego. Nos pusimos de acuerdo, yo viaje en mi vehículo particular y lleve a los tres alumnos, así no levantábamos sospechas, sin embargo, ya teníamos todo planeado y después del seminario yo las dejaría en el centro de esa ciudad donde debíamos ir, les diría que me esperen porque debo realizar unos trámites, ella se separaría de los demás y nos reuniríamos en un lugar x en donde yo pasaría a buscarla y nos iríamos a un motel.

Así fue, tal y como lo planeamos, llegamos al motel y fue como desatar una tormenta, sabíamos que teníamos poco tiempo para no levantar sospechas, así que sin decir nada la agarré de la cintura y comencé a besar esos labios carnosos, besaba como una diosa, en cuestión de segundos mi sexo estaba como una estaca estaba listo para la batalla, pero quería disfrutar, quiera, a pesar de tener poco tiempo, prolongar lo más posible dicho momento. La tumbé sobre la cama y comencé a besar su cuello, mientras lentamente subía su blusa, ella emitía pequeños gemidos de placer, ella esperaba ese momento tanto como yo, me tocaba sobre la ropa, parecía que quería arrancarla de mi cuerpo, me deseaba con locura y eso me ponía a mil por hora. Comencé a besar su ombligo, mientras unas de mis manos tocaban su sexo sobre si jeans ajustado, la voltee y puse boca abajo, apoye mi sexo en entre sus piernas, sobre su concha y comencé a moverme lentamente mientras acariciaba sus pechos por debajo de su blusa y por encima de sus sujetadores, ella me miraba cada cierto rato, la mayor parte del tiempo tenía los ojos cerrados y movía su cabeza de lado a lado, estaba fuera de sí y eso me invitaba a seguir  más y más, y así estuve unos 20 minutos acariciándola, besándola y frotando mi pene en su concha sin desnudarla hasta que paso algo que nunca pensé podría pasar, me dijo que se correría en la ropa que por favor parara, que mancharía todas las bragas y que se iría pasada a sexo en el auto y eso me enloqueció, en vez de parar aumente mis movimientos de pelvis y logre que se corriera, me tomo del pelo, me acerco a ella y me dijo al oído “eres un desgraciado”, te pedí que pararas, pero gracias me encanto, ahora te toca a ti, no te imaginas las ganas que tengo de verte acabar, se incorporó, me pidió que me tumbe de espaldas y sin mediar aviso me quito toda la ropa, me dejo desnudo y mi verga parecía explotar, jamás la había sentido y visto así, la tomo con una de sus manos, la escupió y se la metió de un solo golpe en su boca, me la mordía, me la chupaba y besaba como nunca mi mujer lo hizo, como nuca ninguna de mis otras amantes lo hizo, no pasaron ni 5 minutos y note que me venía:

—¡Me vengo…!!!

—Si papi hazlo en mi boca, te sacare hasta la última gota, hoy eres mío y no dejaremos nada para tu mujer.

Lo hice, acabé en su boca y parecía que hubiese estado años sin correrme, fue un chorro sin fin, le corría por los costados de su boca y caían en la cama y mis piernas, parecía desvárenseme, nunca ates sentí una sensación así, ella pareció darse cuenta y me dijo:

—Supongo que no me trajiste acá solo para esto?, esto recién comienza…  parecía haber perdido toda timidez y pudor.

—Ahora te la seguiré comiendo hasta que se ponga tiesa nuevamente porque quiero que me demuestres que valió la pena venir acá contigo….

Definitivamente esa mujer tímida e introvertida se había convertido en una perra y sin darme cuenta ella parecía llevar el control de la situación y eso me excitaba aún más.

Yo, no quería quedar mal, entonces le dije, ven déjame quitarte la ropa y la puse en posición 69….

—Ahora si vas a saber lo que es ser mujer, ahora si vas a saber lo que es estar con un hombre de verdad, vas a disfrutar tanto que no vas a querer que esto acabe nunca.

—Eso quiero amorcito, quiero que me dejes con ganas de ser tu amante toda la vida, de entregarme a ti cada vez que tú lo quieres.

Comencé a comerle el coño con lujuria, tenía unos labios increíbles, carnosos y llenos de líquido vaginales. Estaba completamente rasurada, sentía ese olor a orgasmo y no demore nada en volver a ponerme como fierro, ella gozaba y gemía como una puta y cada vez más fuerte… acabo no sé cuántas veces más (con el tiempo me entere que era multiorgásmica) …

—Uy papi, mi marido nunca me ha hecho sentir esto, tu lengua y tu pija son maravillosas y quiero que me la meas toda, no sabes cuantas veces imagine este momento

—…yo también cariño, siempre quise estar así contigo y no quiero parar.

Estuvimos así hasta que me vine de nuevo en su boca, y mi pija parecía no querer más, estaba como si un camión hubiese pasado sobre mí, esa mujer era una verdadera guarra chupa pijas, experta en estrujar hombres.

No podía dejar todo así, tenía que seguir adelante y demostrarle que era digno de ser su amante, no quería dejar escapar esa hembra, no quería que esa fuera la única y última vez por lo que me propuse poner de pie nuevamente al guerrero como fuera posible.

La tumbe boca abajo, y comencé a frotar mi pija sobre su raja, separe sus nalgas y ella parecía pedir a gritos que se lo clavara por el culo mientras yo besaba su cuello y espalda, parecía increíble, pero no tarde más de 5 minutos en estar a full nuevamente, definitivamente esa mujer provocaba en mi lo que mi esposa hace mucho tiempo no producía.

Le levante la cola, le pedí que se abrace fuerte a la almohada y que si es necesario la muerda porque se lo clavare por el culo como nunca antes se lo habían clavado, ella para mi sorpresa me imploro que no fuera a desgarrarla, ya que jamás se lo había entregado a nadie, ni siquiera a su marido, eso para mí fue una sorpresa, la mujer dominante de hace un rato volvió a ser la sumisa y yo el que llevaba la iniciativa.

Moje la punta de mi pija con sus líquidos vaginales y lo puse en la entrada de su ano, lo empujaba suavemente y ella parecía querer escapar cada vez que yo empujaba, la tome de la cintura le comencé a hablar a decir lo hermosa que era, que me excitaba, le tocaba el coño, la besaba en la espada y cuando ella menos lo esperaba y estaba distraída la ensarte de un solo golpe y sujete fuertemente de la cintura y apretaba hacia mí, me tiraba golpes y quería zafarse, pero no lo logro, al cabo de unos segundos se tranquilizó y me dijo que era un hijo de puta que su marido se daría cuenta, ya que la había desgarrado, yo le dije que ella así lo había pedido, que si ella era puta yo podía serlo dos veces más y comencé a moverme fuertemente, ella gritaba y me pedía que por favor pare, que la estaba violando que na no le gustaba, que quería irse, que no era lo que ella esperaba y mil cosas más, lloraba y me imploraba y yo no paraba, estaba tan fuera de si que solo quería seguir y seguir…

En un momento me di cuenta que ella ya no lo disfrutaba y que estaba realmente mal, la saque, la volteé y comencé a besar suavemente sus labios, le pedí perdón y le dije que pensaba que estaba bromeando (mentira), que no quería dañarla y ella solo me miraba con cara de temor. Acaricie su cuerpo y bese un buen rato hasta que me dijo que ya había pasado el dolor y que no imagino nunca que yo fuera tan salvaje, que eso le gustaba pero que el dolor había sido demasiado grande, que la disculpe y que siga con mi labor, yo quede descolocado, hace un rato me imploraba que la sacara y ahora me pedía que continúe, pero de todos modos ni tonto acepte, quería llenar de leche ese coño, quería enseñarle lo que era bueno y así lo hice después de un rato entrando y saliendo de su coño logre acabar dentro de ella, ella alcanzo un orgasmo al mismo tiempo que yo lo hacía y fue increíble, me recosté a su lado y nos dormimos ahí un rato, cuando desperté mire la hora en mi celular y habían pasado más de 2 horas, la desperté, le dije que era muy tarde y que los alumnos debían estar preocupado, me pidió que les avise que tendrá que quedarte hasta tarde y que viajen en bus.

Así lo hice y decidimos quedarnos ahí un par de horas más, aún faltaba comprobar que tan profunda era su concha, pero esa historia se la contare en un próximo relato…

(8,95)