Nuevos relatos publicados: 7

¡Vaya que verga!

  • 10
  • 34.189
  • 9,24 (34 Val.)
  • 5

Cursaba el 3er ciclo de la universidad, era un verano muy intenso, tanto que obligaba a usar ropa muy ligera.  

Era fin de semana y se celebraría la fiesta de recepción a los nuevos ingresantes a la universidad, fiesta más conocida con el nombre de Cachimbo. Mi grupo de amigas no estaba muy seguro de ir, pues la fiesta en esta oportunidad se celebraba a las afueras de la ciudad, pero yo tenía que asistir, pues tenía que "verificar" la "calidad" de los nuevos ingresantes. Cuando creí que iría sola, recibí la llamada de una amiga de mi grupo anunciándome que iría, así que juntas nos fuimos.

El calor del verano, me exigía usar mi minifalda de batalla que dejaban ver mi piernas contorneadas y mi piel juvenil, recuerdo que todo iba con la mayor normalidad hasta que uno de mis compañeros me sacó bailar estuvimos bailando normal pero a lo lejos pude percibir a alguien que me miraba y me coqueteaba tenía una botella de cerveza en la mano y me hacía muecas para que mueva más los hombros, yo simplemente lo miré sonreí un poco y seguí bailando, pero él insistía en coquetearme y a lo lejos me silbaba y me mandaba besos, terminó la canción y me apuré a encontrarme con mi grupo e hice las respectivas averiguaciones de quién se trataba este personaje, era el enamorado de una chica que estudiaba en quinto ciclo y él ya  estaba en séptimo, miré a todos lados y en ningún momento me percaté que esté con su enamorada pues siempre lo veía sólo con sus amigos tomando, yo seguí con mi grupo bailando y disfrutando, comencé a tomar cerveza también y a mí la cerveza se me sube muy rápido, yo tomo muy poco justo por ese motivo pero ese día tome regular.

El no paraba de mirarme en ningún momento, hasta que aprovechó la oportunidad y me sacó a bailar, salimos a la pista a bailar ambos ya entrados en tragos, él me decía al oído lo rica que estaba y que le gustaba mi cuerpo, dentro de esa diminuta falda, mientras bailábamos a propósito yo lo rosaba   y producto de esos roces se le armó un tremendo paquete entre sus piernas que era muy notorio en el pantalón, evidenciando así que estaba muy bien dotado ,tenía a mil miradas encima de nosotros pues era súper conocido que él tenía enamorada y que yo tenía la fama de arrastrar con todos los hombres que se me acercaban, recuerdo que sentía la mirada de envidia de todas las chicas que estaban en esa fiesta pues él era alto guapísimo ,cabello ondulado y ojos claros así que muchas chicas estaban muertas por él, pero ese día que me había elegido a mí era el, me jaló a su grupo donde seguimos tomando y me presentó sus amigos y en medio de los tragos ya había trazado un plan en mi cabeza a quien  me iba tirar primero pues estaba súper ansiosa, comenzó oscurecer y ya todos mis amigos se habían retirado.

Como me vieron acompañada ni se preocuparon en pasarme la voz para irme con ellos así que David me dijo para que la acompañe hasta su departamento ya nos habíamos dado un par de besos a pesar de toda la gente mirándonos él ya me había agarrado delante de todos sin importarle que le pudieran contar algo a su enamorada ¡en esa época no existían los celulares con cámaras ni las redes sociales como ahora!  uno podía hacer sus cochinaditas libremente en cualquier lugar sin que te estén tomando fotos ni publicando nada (Buenos tiempos).

El trayecto desde el local de la fiesta hasta el departamento de David me es un poco vago porque no lo recuerdo muy bien efecto de los tragos recuerdo que él vivía en el centro de la ciudad así que hasta ahí llegamos, me jaló de la mano y me hizo entrar a su cuarto, antes de entrar a su cuarto había un pasadizo donde al final había una señora sentada, él la miró y la saludó y le dijo: “hola abuela ¿cómo estás? saluda mi mujer”. Como yo estaba borracha la saludé alegremente a la señora y la señora me respondió “muy bien” y se quedó ahí sentada muy cerca a la puerta del cuarto de David, apenas pisamos dentro del cuarto David comenzó a desvestirme rápidamente estaba esperando ansioso este momento me dijo, yo estaba un poco aturdida por el alcohol que había tomado pero si me sentía muy cachonda con todo esto ya que tenía a mi enamorado esperándome ese día mientras él pensaba que yo estaba divirtiéndome sanamente una fiesta con unas amigas yo estaba tirándome a uno de los chicos más guapos de la facultad y eso me ponía a mil.

Al sacarse el bóxer, apareció ante mí, la verga más grande y gruesa que jamás había visto, estaba llena de venas y tenía un aspecto amenazante intimidante por sus dimensiones, las había visto de ese porte solo en las películas triple X que veo para cuando deseo masturbarme pero a pesar de lo intimidante de su aspecto, no me resistí a rendirle pleitesía a tamaña maravilla de la naturaleza, sin hacerlo esperar, me arrodille ante el a cogí con mis dos manos y metí mi boca lo más profundo que pude se sentía muy rica y dura tenía una textura muy suave parecía un pedazo de hierro cubierto con una suave capa de piel, no podía creer lo que estaba sintiendo entre mis manos comencé a pasarle la lengua desde la base hasta la punta, mis manos se perdían antes tamaño tan grande de verga, fue ahí donde descubrí los gustos de David a él le gustaba que las mujeres con las que estabas en la cama griten mucho, cuando ya tenía la verga muy dura y que parecía que iba estallar, me tiró contra la cama me abrió las piernas y me comenzó a dar lengüetazos en mi concha, la borrachera poco a poco se me iba hasta que comencé a gritar como una loca y una perra en celo él quería que yo grite mucho más para que nos escuche su abuela, la ventana de la habitación daba hacia la calle y la teníamos  abierta por ahí pasaba mucha gente ya que era el centro de la ciudad y una que otra persona me vio follando con David ese día, a mí eso no me importaba yo estaba sumergida en toda esa pasión y excitación, por momentos sentía como si me electrocutaban pues mi piel se erizaba y yo entraba como en una especie de en shock fue alucinante, que rico me chupaba el clítoris lo tenía súper hinchado, en ese momento recordaba a mi enamorado con el cual llevaba buen tiempo y los cuernos que le estaba poniendo eran bien merecidos (ya les contaré en otro relato) me sonreía y gritaba, gemía, me retorcía ahí debajo de su cuerpo que me cubría por completo, yo me encontraba en una posición bastante vulnerable y a su merced, que delicia fue una noche espectacular, luego después de haberse dado un festín con todo mi cuerpo, me le monté encima dándole la espalda, mientras él me cogía de la cintura e iba dirigiendo mis movimientos, como ya muchos saben de mis anteriores relatos a mí me gusta el sexo  fuerte ese que me voltea los ojos y me hace gritar, ese día fue con calma pues me entenderán el tamaño descomunal me impresionó bastante, ¡pero David quería metérmela TODA sin pena!

Cuando me posicioné encima de él fui introduciendo su verga bien dura en mi concha, con mi mano iba dirigiendo la  penetración, David me pidió la mano y juntándola con la otra me forzó a estar nuevamente a su merced a pesar que él estaba por debajo de mi hizo un movimiento con su pelvis muy rápido y penetró toda su rica verga en mí, yo di un grito por qué sentí que me llegó hasta  el pecho su penetración, la fuerza y la intensidad con la que me penetraba me daba sensaciones muy distintas hasta ese entonces ya vividas, después de estar cabalgando de lo más rico yo deseaba tener con ansias esa verga en mi boca nuevamente, me quite de encima e introducir su verga en mi boca, el sabor era magnífico, se habían mezclado sus líquidos con los míos, mis manos acariciaban con bastante energía desde la base de su verga y resbalaba con facilidad por qué estaba muy mojada, era delicioso tener la verga de David entre mis manos y metiéndola en mi boca, luego me puso en cuatro, segundos antes de sentir el embistiéndome por atrás mordí mis labios por qué sabía que eso iba a ser fatal, mis manos cogieron fuertemente la sabana (me estaba preparando para la penetración, ufff vino con fuerza y a la primera me tumbo de una vez en la cama, luego me puso nuevamente en cuatro y no paro por más que yo le pedía a gritos que pare por qué sentía una mezcla de sensaciones como si me metieran el palo de una escoba o digamos dos palos hasta tres de escoba, pero a la vez estaba muy excitante y delicioso, debo de tener buen aguante por qué no me llegó a desgarrar, mientras yo más gritaba el usaba más fuerza para penetrarme, me arrodillé para recibir su leche, al salir la sentí tibia en mi boca y como era mucha se me desbordaba por las comisuras de mi boca, me la trague toda y con mis dedos me limpié para no desaprovechar ninguna gota ya que había caído en mis tetas un poco, ya era casi media noche a los dos se nos había pasado la borrachera nos pudimos a conversar un poco "como conociéndonos más", pero yo tenía que irme ya que mi enamorado me esperaba, me acompañó a tomar un taxi y al despedirse me dijo al oído:

—Cuando gustes nena eres bien rica y me la pase bien contigo.

Llegue al barrio y efectivamente mi enamorado me esperaba en la esquina, yo lo saludé como si nada, me di un beso en los labios, labios que estaban con sabor a leche tibia de David, como estaba muy enojado por qué llegue tarde sólo me miró y se despidió con un beso, yo no tenía ganas de verlo ni conversar con él así que nos despedimos y me dijo que al día siguiente me buscaría, pero para su mala suerte al día siguiente estaba nuevamente montada encima de David follando de lo más rico.  

Espero que les haya gustado mi anécdota que pasó cuando cursaba la universidad, fueron épocas memorables es más cada época tiene su encanto especial, escríbanme a mi correo [email protected] gracias a los que me han enviado fotos de sus vergas ufff me he corrido varias veces viéndolas.  Un beso en la punta… ¡en la punta de sus vergas!

(9,24)