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La fiesta de Jordi (4)

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Después de los asombrosos tríos que habíamos hecho estábamos muy cansados por lo que decidimos hacer un descanso antes de seguir con la maratón sexual. Ya eran más de las diez de la noche. Jordi y yo nos dirigimos a la cocina para preparar unas cuantas pizzas. Fui a sacarlas de la nevera y al volverme vi a Jordi con un delantal puesto. Deje las pizzas encima de la encimera mientras me tiraba sus calzoncillos a la cara. Estaba totalmente desnudo excepto por el delantal que le cubría la parte delantera del cuerpo. Empezó a quitar el plástico, se inclinó para abrir el horno y pude ver el duro culo de Jordi que horas antes me había follado. Me sonreía pícaramente mientras las metía en el horno. Cuando se volvió pude apreciar que se había vuelto a empalmar haciendo una “tienda de campaña”. Lo cogí de las caderas, lo subí a la encimera y le quité el delantal de un tirón. Empezamos a morrearnos como si no hubiese fin. A continuación, fui bajando por su cuello, por sus pezones cada vez más duros, por sus abdominales mientras recorría con mi nariz una fila de pelos negros que iban desde su ombligo hasta llegar al premio gordo. Sin utilizar las manos introduje su polla en mi boca y comencé a hacerle una mamada. Lo empecé a lamer despacio por la punta y pronto noté el sabor del líquido pre-seminal que salía de su polla. Poco a poco la fui introduciendo más en mi boca hasta que sus 16 cm estaban jugando dentro de mi boca con mi lengua. Fui acelerando el ritmo mientras con mis manos recorría sus piernas para darle más placer. Para que no nos escuchasen Jordi cogió de la encimera un trapo de cocina y se lo puso en la boca para ahogar los gemidos mientras con su mano me agarro el pelo para que no disminuyese la velocidad. Unos minutos más tarde todo su cuerpo se tensó dejando escapar unos chorros de leche en mi boca. Ya relajado se puso de pie y dirigió su mano hasta mi miembro que ya estaba erecto y manchando mis calzoncillos con la punta pero le detuve:

- ¿No quieres que te devuelva el favor?- me dijo extrañado.

- No es eso. Quiero reservar todo el semen que me queda para usarlo con Álvaro- le dije sonrojado.

- Por fin te lo vas a follar- lo dijo en voz tan alta por la emoción que se la tape rápidamente deseando que no se hubiese escuchado en el salón.

- Se lo voy a pedir después de cenar.

Antes de que pudiésemos seguir el timbre del horno sonó y Álvaro entro como una exhalación en la cocina. Su apetito era insaciable. Eso era otra cosa que me enamoraba de él y me hacía sonreír como un estúpido pero el solo se fijaba en la comida.

Después de cenar nos acurrucamos en el sofá y nos pusimos una película pero no porno. Gracias a que todos los que estaban allí ya sabían lo que sentía por Álvaro me dejaron sentarme a su lado. Ambos estábamos vestidos solo con el calzoncillo y mi piel rozaba su piel. No podía evitar empalmarme con esa situación y con las manos me presionaba la polla para que no se notase.

Al acabar la película nos quedamos ablando un rato, aunque no prestaba atención; solo podía pensar en cómo decirle a Álvaro que folláramos juntos. Volví a la realidad cuando veía que Álvaro se levantaba mientras decía que se iba ya a dormir. En ese momento se me nublo el cerebro:

- ALVARO- dije con voz muy alta mientras le agarre la muñeca con fuerza- QUIERO FOLLAR CONTIGO

Cuando volví en mí y me di cuenta de lo que acaba de hacer le solté la mano. Me entraron ganas de llorar, sé que se ha horrorizado con mi reacción y no me va a volver a hablar en la vida. Tenía que salir corriendo de ahí, pero algo me detuvo. Al mirar a Álvaro a la cara no tenía una expresión de miedo o asco, estaba sonriendo con esa sonrisa que me derretía mientras se arrodillaba a mi lado:

- Yo también quiero follar contigo Javi.

Mi corazón exploto. Pensé que lo que acaba de oír era obra de mi cerebro para protegerme pero no era así. Me tendió la mano que yo acepte sin dudarlo y los dos salimos del salón. Eché la vista atrás y vi a los cuatro sonriendo y haciéndome gestos de triunfo. No me soltó la mano hasta que llegamos a una habitación y cerró la puerta. Estaba paralizado. Ya había follado antes pero ahora no sabía qué hacer. Debió de fijarse porque se rio un poco.

Como yo no me movía, Álvaro se fue acercando a mí lentamente hasta estar casi pegados, nariz con nariz. Una de sus manos la puso detrás de mi cabeza mientras la otra la puso en mi cintura para acercarme más a él, hasta que nuestros labios se juntaron. Nuestras bocas iban dejando entrar nuestras lenguas. Nuestra saliva salía de una boca a la otra. Al separarnos me quede atontado, había sido un gran beso. Vi como un hilillo de saliva recorría la comisura de su labio y con mi dedo índice se lo quite y me lo lleve a la boca. Acto seguido atrapó mi dedo y se lo llevo a su boca. Notaba como su duro miembro se frotaba con el mío a través de nuestros calzoncillos.

Ambos nos los quitamos y nos quedamos completamente desnudos el uno frente al otro. Era perfecto. Aparte de tener un carácter que me había enamorado desde el principio su cuerpo no dejaba nada que desear. Tenía unos músculos algo más marcados que los míos pero con un precioso moreno. Al igual que Jordi tenía una fila de pelos negros que nacían en su ombligo e iban a su pubis. Tenía poco pelo en esa zona y unos pocos más en los huevos. Y ahí estaba su polla, era unos milímetros más pequeña que la de Carlos pero del mismo grosor. Estaba ansioso de comérmela y de sentirla dentro. Le cogí de la mano y le senté en la cama, me puse de rodillas. Me llegaba un olor a sexo de su miembro lo que me puso más cachondo todavía. La tenía un poco cubierta. La cogí con la mano y me la lleve a la boca tímidamente y con mi lengua le fui recorriendo todo el capullo mientras echaba la piel atrás hasta dejar al descubierto todo el glande. Lo fui succionando mientras oía sus quejidos y con la cadera me iba ayudando a que entrase más en mi boca mientras con mi mano me iba recorriendo mi polla que estaba ansiosa. Antes de que acabase me cogió de la cara me dio un beso y me tumbo en la cama sin decirme nada. A continuación, se puso encima de mí y comenzamos a hacer un 69. Me habían dicho que mis mamadas eran muy buenas, pero Álvaro no se quedaba atrás. Me la iba chupando de una forma que hacía que mis piernas se tensaran. Sus manos también recorrían mis huevos y de vez en cuando notaba como unos de sus dedos se acercaba a mi ojete y me iba metiendo un dedo, así que decidí hacer lo mismo y con un dedo empecé a estimular su ano. Acabamos casi a la vez cada uno en la boca del otro. Nos incorporamos en la cama y empezamos a darnos otro de los mejores besos de mi vida mientras su lengua jugueteaba con la mía y sus dedos recorrían mis pezones. Estábamos tan excitados que nuestras pollas no tardaron en volver a estar erectas. No podía aguantar más, quería su polla dentro así que me puse a cuatro patas. Él se levantó para coger un condón pero yo le pare antes de que fuese a cogerlo, quería sentir su polla sin ningún plástico. Debió de entenderme porque lo soltó y con su lengua empezó a lubricar mi ano. Notaba como se movía con gran maestría y como a veces entraba dentro de mí. Una vez que ya estaba muy mojado me puso la punta de la polla en la entrada y la fue metiendo poco a poco. Gracias a la follada con Carlos mi ano se había acostumbrado a las pollas de ese tamaño y no le fue muy difícil entrar en mí. Cuando metió todo su miembro solté un gemido muy intenso.

Empezó a métela y a sacarla a un buen ritmo. Con cada una de sus embestidas el placer iba aumentando. Sus gemidos hacían que me excitara más y más.

- Ahhh A-Álvaro follas d-de maravilla

- T-tu culo ahhhh también lo s-succiona de m-maravilla. Date la vuelta.

Se sentó en el borde de la cama y sin sacar su polla de mí interior me puse mirándolo de frente y rodee mis piernas en su cintura mientras ambos botábamos para conseguir una mejor penetración. Mientras ambos nos movíamos y gemíamos cada vez más fuerte su lengua jugueteaba con mis pezones erectos dando lametones y pequeños mordiscos mientras que yo le presionaba más la cabeza contra mi pecho. Una de mis manos estaba hundida en su pelo apretándolo contra mí mientras con la otra recorría mi miembro cada vez más rápido:

- J-Javi ya no p-puedo ahhhh aguantar más- dijo entre gemidos.

- Sii déjalo s-salir dentro d-de mí. Y-yo ahhhh ahhhh también me voy a c-correr.

Antes de empezar a correrse me agarro la cara y me dio un fuerte beso y empezó a llenar mi ano con su corrida, notaba como grandes chorros de su leche chocaban dentro de mi mientras ambos reprimíamos el orgasmo con nuestro beso. Al notar como su leche me inundaba yo también me corrí llenando nuestras caras unidas y nuestros torsos de semen.

Los dos acabamos tumbados en la cama empapados de sudor y de mi semen mientras sentía como el semen de mi amigo salía poco a poco de mi culo. Estábamos exhaustos. No podía apartar la mirada de su rostro, de cómo el sudor le bajaba por la cara junto a mi sustancia. Al girar la cabeza me miro y sonrió:

- Teníamos que haber hecho esto desde el principio- me dijo apartándose el pelo pegado de la frente- pero no me atrevía a decírtelo por si no sentías lo mismo.

- yo he deseado follarte desde que entraste porque……..te amo, te amo desde que te conocí

- Yo también te amo. Tenemos que darle las gracias a Jordi por esta gran fiesta que ha montado. Sin ella a lo mejor nunca habríamos sido capaces de decirnos lo que sentíamos.

- Tienes razón. Soy muy feliz.

Se arrimó más a mí y me dio otro beso y es uno de los que más recuerdo porque fue nuestro primer beso como novios. Hablamos durante un rato hasta que ya era tarde, me paso su brazo por encima y me junto con él. A los pocos minutos y a causa del cansancio que tenia se durmió.

Sentía su respiración en mi nuca y su latido en mi espalda. Era perfecto. Empecé a llorar pero esa vez de alegría, de la emoción que sentía por tenerlo de novio. Y así, sintiendo su cuerpo desnudo pegado al mío me dormí pensando en lo bien que nos lo íbamos a pasar el resto del fin de semana.

(FIN)

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