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El comercial: Descubriendo un nuevo mundo

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(Parte 1

Me quedé totalmente en flash, no sabía qué hacer. Solo sabía que acababa de tener la experiencia más alucinante de mi vida sexual, no sabía ni como había llegado hasta donde llegué, pero lo cierto y verdad es que me lo había pasado bien no, mejor, aunque mientras veía alejarse en la penumbra a Pablo, de pronto mi cabeza comenzó a llenarse de preguntas y temores

-¿Cómo salgo de aquí ahora? ¿Nos habrá escuchado el chico de la recepción del spa? Me he tragado el semen de otro hombre ¿cogeré algo raro? ¿Le habrá gustado en realidad o solo ha fingido? ¿Si me lo vuelvo a encontrar que hago? ¿Me estará esperando en los vestuarios?

En esas cavilaciones estaba cuando me decidí a levantarme y salir del jacuzzi, una vez que noté como había bajado mi erección, me coloqué la toalla alrededor de la cintura y me dirigí con bastantes dudas y miedos hacia el vestuario.

Al entrar, comprobé que no había nadie, Pablo ya se había marchado, así que, sin ducharme siquiera, me terminé de secar, me puse mi ropa y me dirigí hacia fuera camino del comedor.

Al pasar al lado del chico de la recepción del spa, lo saludé y el me devolvió el saludo, deseándome que lo hubiese pasado bien y que volviese ¿Habrá escuchado algo? O peor aún ¿Pablo le habrá contado algo? Dios que vergüenza, pensé

Al entrar en el comedor, me dirigí a la última mesa, me moría de vergüenza y por nada del mundo quería que Pablo me viese, ni Pablo ni nadie, quería ser invisible, aunque el hambre era superior a mi vergüenza, lo raro es que tenga hambre con el pollón y la corrida que acabo de tragarme, pensé sorprendiéndome a mí mismo y sin poder evitar que se me escapase una sonrisa.

Cené muy bien, la verdad es que Julián me aconsejó bien con el sitio, y tras pagar, me dirigí a mi habitación con la idea de descansar, el problema fue cuando al subir las escaleras y llegar a la segunda planta, no pude evitar ver el cartel de la habitación 224.

Ahí estaba Pablo, me dijo que estaría hasta el viernes por la mañana...y aún era temprano. ¿Y si entrase un rato para hablar con él? Quizás me venga bien poder sincerarme con él y que me aclaré la ideas.

Antes de que quisiera darme cuenta, estaba frente a la habitación 224 llamando suavemente a la puerta. ¿Quizás ya está dormido? Mejor lo dejo, cuando se abrió la puerta mostrándome la imponente figura de Pablo con unas calzonas y una camiseta.

-Pasa, no te quedes ahí.

Entré y me situé en el centro de la habitación, sin saber muy bien que hacer, decir ni porque estaba allí, cuando noté como Pablo se acercaba a mí por mi espalda y se pegaba a mí hablándome al oído.

-Bien pequeño, sabía que repetirías. Antes lo hiciste muy bien para ser tu primera vez, aunque tienes mucho que mejorar. Has venido por tu propia voluntad y ahora eres mío. Te doy una última oportunidad de irte, ve hacía la puerta y sal de la habitación o hacia el baño y desnúdate, tú decides.

No tuvo que repetirlo, me dirigí lentamente hacia el baño, cerré la puerta y empecé a quitarme la ropa.

Cuando terminé de desnudarme no sabía qué hacer, así que supuse que lo mejor sería volver a la habitación.

Al abrir la puerta me encontré a Pablo completamente desnudo y sentado en el borde de la cama. Estaba impresionante y su polla más impresionante aún. Estaba como se dice vulgarmente morcillona y colgando entre sus piernas y, aun así, era impresionante su tamaño, casi como el de una botella de agua de las de 50 cl.

-Ven aquí y arrodíllate frente a mis piernas.

-Eso es. Ahora cómetela y procura mejorar, no siempre seré tan condescendiente con tu destreza.

Con cuidado, la cogí con mis manos y dirigí mi boca hacia la cabeza de esa maravilla de la naturaleza.

Lentamente comencé a recorrer con mi lengua toda la cabeza, repartiendo saliva lentamente por toda ella para a continuación, abrir la boca y comenzar a introducirla en mi boca.

Era maravilla esa sensación cálida de nuevo en mis labios. Su grosor ocupaba toda mi boca, aunque sabía que cuando cogiese cuerpo, sería mucho mayor aún.

Seguí intentado introducir todo lo que pude en mi boca, su estado de semi erección me facilitaba la tarea hasta notar como llegaba a la zona de la campanilla. Ahí comencé un lento movimiento de mete y saca, lento pero continuo, eterno en el tiempo que no avanzaba, estaba detenido en este momento sublime y maravilloso, en este nuevo mundo que había descubierto hace apenas unas horas pero que sabía que nunca más sería igual que hoy.

Lentamente comencé a notar como la polla de Pablo cogía cuerpo, endureciéndose dentro mi boca y aumentando de grosor, bien pequeño, te estas esmerando, sigue así y te daré a probar un regalito nuevo.

Cada vez se me hacía más difícil deslizar su polla dentro de mi boca y comenzaba a tener arcadas.

-Antes de que me termine de empalmar totalmente y no puedas más, vamos a ir entrenándote.

-Ahora quiero que tomes el aire por la nariz, todo lo que puedas al mismo tiempo que te tragas mi polla y aguántalo durante 5 segundos y luego lo expulsas por la nariz. Venga, hazlo ahora pequeño.

Comencé a respirar por la nariz no sin cierta dificultad porque tenía la polla de Pablo ocupando mi polla en casi su total extensión mientras él iba guiando el movimiento de mete y saca con sus manos en mi nuca.

-Bien, es fácil ¿no? Ahora quiero que tus inspiraciones y expiraciones sean más grandes y profundas, intentando aguantar el aire 10 segundos, vamos.

Comencé a tomar aire profundamente por mi nariz al mismo tiempo que noté como su presión sobre mi nuca aumentaba, introduciendo un poco más su polla hacia el interior de mi garganta en cada movimiento.

-Bien, ¿ves? Si sigues mis instrucciones serás una pequeña muy aplicada. Ummmm, no sabes el gusto que me da encontrar una boca capaz de darme el placer que tú me estás dando ahora, vamos un poquito más aggghhhhhhh

Escuchaba su voz pero no sus palabras, mi cerebro solo estaba concentrado en adaptar mi ritmo y respiración a los movimientos de su polla en mi boca, cuando de pronto con agggghhhh y aprovechando mi respiración, me apretó fuertemente de la nuca y con un movimiento de cadera comenzó a introducir con decisión su polla notando como llegaba a tocar la campanilla de mi garganta respondiendo con una arcada que fue ahogada con la polla de Pablo cuando continuó con su movimiento de cadera introduciendo su polla más profundo hasta llegar a la garganta.

Me sentía sin aire, me quería morir, comencé a mover las manos y a intentar retirarme de esa barra que me estaba ahogando sin remisión, pero sus manos me apretaban fuertemente la cabeza contra su ingle sin poder retirarme ni un centímetro de esa barra que hace unos minutos me llevaba al cielo y ahora me estaba asfixiando.

Cuando comenzaba a marearme al no poder ni respirar, de pronto retiró su polla de mi garganta y luego de mi garganta, soltándome la nuca y dejándome caer al suelo mientras recobraba la respiración y casi la conciencia.

-Eres un cabrón, casi me matas.

-De eso nada, has aguantado perfectamente y con práctica, serás capaz de hacerlo sin problemas todo es cuestión de práctica, si consigues controlar la respiración y si consigues controlar el reflejo de las náuseas, podrás sin ningún tipo de problemas y podrás hacer las mejores mamadas que puedes ofrecerle a una polla.

-Levanta de ahí y ven que voy a darte tu premio, saca la lengua y cómetelo, me dijo mientras se echaba hacia atrás y llevaba las piernas hacia su pecho sacando un poco su culo del borde de la cama.

-Comete mi culo.

Sabía que lo que me estaba pidiendo era un beso negro. En repetidas ocasiones se lo había pedido a la furcia de Lidia pero evidentemente, eso era demasiado pedirle. Siempre fue de poca imaginación y tampoco me dejaba ir a mí mucho más allá.

Me incorporé y me acerqué a su culo, el cual al igual que el resto de su cuerpo estaba perfectamente depilado.

En el centro podía observar cómo se mostraba ante mí su ojete, rosado, me pareció bonito, aunque nunca antes había visto ninguno, ni el de mi mujer. Pollas si porque es inevitable si consumes porno o en las duchas del gimnasio, pero el esfínter era una zona demasiado íntima y no me había fijado.

Me acerqué a él y sin quererlo, olí, pero olía perfectamente como el resto del cuerpo de Pablo, así que saqué la lengua y con la punta comencé a hacer círculos alrededor de él.

-Ummmmm, me matas pequeño, me encanta como lo haces, sigue así, mete la punta poco a poco, como dándome picotazos.

Obedientemente, comencé a darle puntaditas, notando como poco a poco, las puntaditas comenzaban a ser más profundas abriéndose como la mantequilla al cuchillo.

-Me estas matando de gusto pequeño, que bien lo estás haciendo. Como premio es todo tuyo, ven aquí y fóllame que me lo tienes a caldo.

Me quedé parado por unos segundos, en todo este rato desde que entré en la habitación, tenía claro, aunque con miedo a que Pablo me follaría pero este ofrecimiento me cogió descolocado, pero solo por un segundo.

Evidentemente mi polla no era como la de Pablo, ni de lejos, pero siempre me ofreció muy buenos ratos de placer. Así que me incorporé y dirigí la punta de mi polla hacia ese culo que se ofrecía.

Apoyé la punta sobre él y empujé un poco, no quería hacerle daño, pero evidentemente, mi miedo era infundado.

Comencé a penetrarle como un cuchillo caliente en mantequilla. Se notaba que estaba acostumbrado a tragarse pollas y de buen calibre, dada la facilidad con la que estaba dilatado.

-Ummmhhhh, sigue hasta el fondo, no pares y dame duro.

Si quería duro así lo tendría y de un fuerte empujón se la clavé hasta los huevos, Aggghhhh toda tuyaaaaa

Grité empezando un frenético mete y saca como si fuese la vida en ello. Si quería caña la tendría.

-Toma cabrón, tienes un culo glorioso agghhhh, trágatela todaaaa

-Dame más, te quiero dentro de mí, dámela dentro pequeño

No pude aguantar más. La falta de sexo durante un tiempo unido a nuestro anterior encuentro en el spa no me hacía dar para más, haciéndome explotar dentro de Pablo.

-Aggggghhhhhhh toda tuyaaaaaa aghhhhhh aghhhh

Fue una corrida espectacular, lanzando hasta 5 chorros de leche dentro de Pablo que me dejaron en un estado de laxitud sobre su espalda con mi polla clavada hasta lo más hondo de él.

Pasados unos segundos, recobré la conciencia y me retiré con un plofff al sacarla, observando cómo se le quedaba el agujero bien abierto aún después de sacársela.

-Ummmmm, se ve que estabas caliente y que hacía tiempo que no te corrías, duraste poco jejejejejejeje

-Jajajajaja, sí que es verdad, mucho menos de lo que me gustaría y es habitual en mí

-Si si, todos dicen lo mismo y al final, un par de minutitos y os vais como un mirlo jajajajaja

-Mucho hablar, pero seguro que a ti te pasaría lo mismo si estuvieses en mi misma situación.

-Creo que ya te he demostrado esta tarde en el spa que no y mejor que no me calientes o será peor para ti. Ten por seguro que ese culito que te calzas será mío, pero no será esta noche, no soy tan hijo puta como para reventártelo y aún no estás listo para mí.

-¿Estás seguro? Por mí no hay problema en intentarlo.

-Hazme caso, mejor hoy no o te arrepentirás una vez comience. Hoy no estuvo mal para habernos conocido, ambos disfrutamos, pero si quieres que te coja, primero voy a ponerte unos deberes para casa y si hacer bien el trabajo, la semana que viene disfrutaras como nunca. ¿De acuerdo?

-Ok, tu mejor que nadie sabes.

-Perfecto, ve a tu habitación, descansa, dame tu email y en rato te mando varias instrucciones que debes de cumplir.

Me vestí, fui a mi habitación a darme un baño, pero hasta que no escuché la señal en el móvil de que tenía un email, no pude descansar. La verdad es que menos mal que durante la semana estaría fuera de casa, me esperaba un duro trabajo si quería cumplir las instrucciones y en casa la verdad es que sería bastante complicado, pero estaba seguro que el esfuerzo valdría la pena, mi nuevo puesto de trabajo había abierto ante mí un nuevo mundo… y estaba dispuesto a disfrutarlo sin mirar atrás.

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