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Una noche de disco

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Una noche de discoteca se convirtió en unas de mis mejores aventuras de mi vida con mi esposo.

Todo comenzó un fin de semana q decidimos salir a una disco a bailar y tomarnos unos tragos para luego finalizar en un hotel para salir de la rutina ya que tenemos 13 años de casados, no con esto quiero decir que nuestra relación es mala, al contrario, es muy activa sexualmente y siempre ha estado latente el ponerle un toque de picante a nuestra relación.

Llego el fin de semana mandamos a las niñas a casa de mi madre yo me duche me depile y a mi esposo siempre le gusta que me deje un camino de vello púbico en mi cuquita, ese día me puse un vestido corto negro con unos tacones de aguja que hacen resaltar más mis piernas con un hilo negro muy pequeño que de broma cubre mi cuquita que modestia aparte es grande y carnosa al igual que mis nalgas.

Salimos llegamos a la disco mi esposo pidió una botella de cacique negro y la noche fluía de lo más normal entre bailes y tragos, como a dos mesas de nuestra estaban dos chicas y un chico le calculaba como unos 22 años, estaban bien vestidos, pero una de las chicas estaba vestida con un legan blanco algo transparente que hacía que tu imaginación volara muy lejos. Flaca, cabello oscuro, piel blanca y muy bella, continuaba bailando con mi esposo y de vez en cuando nuestras miradas se cruzaban y no hacía falta comunicarnos verbalmente ya que nuestras miradas hablaban por sí sola, le comente a mi esposo sobre la chica, le dije mi amor me encanta esa chica para hacer un trio tenerla entre los dos, esas palabras pusieron a mi esposo a mil le agarre su pene discretamente sin que nadie nos viera y él me dijo bueno sabes que hacer.

Después de tanto cruzar miradas ella se levantó al baño y yo me fui más atrás al entrar estaba un chica maquillándose en el baño, ella entro a un cubículo y yo me quede fuera disimulando viéndome al espejo la chica que se maquillaba salió y ella abrió el cubículo me hizo seña y entre con ella… era pequeño no tenía mucho espacio pero no hacía falta, nos besamos subí mi pierna sobre el escusado y ella metió su mano debajo de mi falta y me sobaba como una chica sabe hacerlo y yo con mis dos manos le agarraba sus dos bellas pompis que muy paraditas las tenía, duramos unos dos minutos pero para mí fue suficiente. Salimos y yo iba con la cuquita mojada le hice seña a mi esposo que nos fuéramos que ya todo estaba listo.

Al salir nos montamos en la camioneta ella y yo en la parte de atrás mientras mi esposo manejaba, una vez montada nos quitamos la ropa, que cuerpo  tan bella el de esa niña, al verla le brinque encima y nos comíamos a besos, la recosté en el mueble del carro y le puse de lado su hilo blanco que dejo ver ese bello cono rosado y sin pelos, empecé a mamar y mamar ella se vendría como dos o tres veces, no se con exactitud, ella se retorcía de placer y yo mojada a chorros. Llegamos al hotel mi esposo aparco y nos bajamos. No llegamos a la habitación, hay mismo con la puerta abierta del carro mi esposo bajo el portón de la habitación y él se nos unió se quitó el pantalón y dejar ver su bello miembro ella y yo iniciamos una rica mamada al mismo tiempo mientras que nuestras lenguas se cruzaban con su cabeza que estaba rosada y más grande que nunca.

Subimos a la habitación y sin decir nada mi esposo se puso su condón la coloco en 4 mientras yo estaba con las piernas abiertas para me hiciera sexo oral. La imagen era perfecta ella dándome sexo oral y mi esposo penetrándola duro con mucha fuerza donde ella gritaba de placer. Así estuvimos un rato hasta que ella callo cansada de tanto acabar y mi esposo finalizo con una gran sonrisa en su rostro. Los tres nos acostamos y hasta el sol de hoy seguimos saliendo y compartiendo.

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