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Johanna

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Johanna, era una muy hermosa mujer con un cuerpo muy sensual, pechos grandes y redondos igual que su culito, morena de cabellos castaños y ojos negros, adicta al gimnasio con un cuerpo perfectamente tonificado. Así como adicta al gimnasio, lo era por el sexo, pero fiel a una sola pareja, esa pareja desde los 19 años era Víctor, un músico fracasado, pero con pase libre para los pubs de la ciudad, el salía a tocar con Alonso el novio de su mejor amiga Laura, quien se ponía con el automóvil y así carreteaban los fines de semana. Ahora Johanna tenía 21 años y estaba ya muy aburrida de Víctor, además, después de una pelea su novio recibió un golpe en su ingle que lo dejo con problemas sexuales y con un tratamiento de 8 meses, sin sexo, así que quería ser un cambio, pero claro, no quería terminar con su novio, por no perder los pases libres a los pubs, así qué busco una pareja a escondidas, sin imaginar que la llevaría a desatar su éxtasis que tenía contenido.

El afortunado era Vicente un gordito, simpático y muy callado, quien era un amigo de Johanna, ella lo eligió, porque era muy cariñoso con ella y sentía algo de cariño por él, el problema es que no tenían un lugar para follar, en casa de Johanna no, porque ahí vivía Víctor, en casa de Vicente, tenía a su abuela y unos primos de allegado, así que había gente todo el día, los dos ni tenían dinero para ir a un motel y menos para ir un día a la semana como pretendía Johanna.

Un día escuchó que había tres jóvenes (dos de 18 y uno de 19 años) que arrendaban una pieza exterior de su casa, para parejas, ella se contactó y fue hablar con ellos, al llegar a un barrio pobre, toco con la casa y salió Claudio el de 19 años y la hizo pasar, dónde conoció a los otros dos, conversaron y le dieron un precio, 5 mil por día, Johanna trató de negociar, le bajaron a 45 mil toda la semana, pero lo encontró caro, en última acción, Claudio se la llevó a un auto y le propuso un acuerdo indecente "sexo anal con los tres y las llaves quedan libres por el mes, los días que ellos querían”, Johanna no aceptó el acuerdo. Habían pasado 8 días de la proposición, no pudieron encontrar nada y Johanna estaba hecha un volcán, así que después de un almuerzo con Vicente, quien no se veía tan preocupado por el asunto y Johanna lo sentía, así que le hablo sobre esta propuesta indecente como la única opción, Vicente no tuvo más que aceptar, así que Johanna llamo a los chicos y se pusieron de acuerdo.

Al llegar a casa de los tres chicos, Johanna acompañada de Vicente, tomaban unos tragos, ella vestía un pantalón negro ajustadito y un peto celeste con rojo con un buen escote, los chicos de polera y pantalón deportivo, se le notaba las vergas un poco paradas, a los minutos fueron al grano, Vicente salió al ante jardín y los chicos llevaron a Johanna a un dormitorio y cerraron la puerta, Johanna estaba apoyada en un escritorio mientras cerraban las cortinas y los chicos se sacaron los pantalones sobándose las vergas paradas, Johanna, se sacó el peto donde saltaron sus redondas tetas los chicos se sobresaltaron e incluso empezaron a tragar saliva de lo excitados que estaban, así siguió ella hasta quedar en calzones celestes, ella se acercó al catre que estaba listo para la enculada que se esperaba, así que se venía una jornada muy dura para ella, en el catre había tres papeles en ellos estaban los nombres de los tres, ella tenía que sacar uno por uno para ver el orden de entrada, el primero fue el Juan, después, Claudio y por último Marcos, así que se acostó boca abajo y Juan le sacó su calzón y poniéndose encima de ella, Juan la empezó a penetrar, Johanna, al sentir al Juan encima, cerró los ojos y solo sintió como el pene la penetraba lentamente, ella disfrutaba, pero en cuestión de segundos sintió la verga que entró rápidamente y  Juan la sacudía en el catre que sonaba muy fuerte, Johanna, a pesar de todo disfrutaba, pero solo quería que terminara, pero solo empezaba, Juan al terminar al instante salto Claudio que la penetro un poco más suave ella que gemía solo sintió en su cara el semen de Juan que entraba en su boca, Claudio se la culeaba sin rapidez y al finalizar, salto el Marcos y con fuerza la penetró y empezó a sacudirla con fuerza, ella trataba de frenar a Marcos  pero sintió en su boca el pene de Claudio, quien descargaba su semen en su lengua, obviamente, Marcos termino en su cara después de ser enculada los chicos salían de la pieza a bañarse y mientras se bañaban Claudio le daba por segunda vez en el culo a Johanna, al terminar mojando su culo con el semen, le dice anda al baño, Johanna entro a la ducha y mientras se bañaba sentía un gozo al punto de empezar a masturbarse, en eso sintió que alguien entro al baño, al asomarse era el Juan “y tú?”, preguntó “es que quiero culearte”, Johanna sonrió pero después le dijo “ya vamos”. Así que se agachó en la ducha abriendo las piernas y Juan la volvió a penetrar y mientras lo hacía, Juan le tocaba las tetas y ella se terminó de masturbar, al finalizar y ella al salir ya vestida, Claudio le paso las llaves del departamento y ella se fue con Vicente.

Aquella noche, Johanna, se masturbaba en su cama recordando con lujuria la experiencia del día, en otro punto, Vicente, que había escuchado toda la follada, se masturbaba recordando lo que había escuchado, pero eso fue en forma muy constante, en la noche y en la mañana y eso trajo consecuencias. Dos días después, Johanna y Vicente en el departamento se besaban desnudos en la cama, y Johanna le empezó hacer sexo oral, como la maestra que era, metía toda la verga en su boca, apretándolo con sus carnosos labios y con su mano le masajeaba las bolas, Vicente estaba en la gloria y para finalizar con su lengua se la pasaba por el pene dentro de su boca, después, ella se acuesta en la cama abriendo sus piernas, Vicente tomándola de sus piernas, la penetra suavemente, moviéndose encima de Johanna, pero al cabo de 4 minutos, Vicente eyaculó, Johanna al ver lo que pasó, quedó desconcertada "este weon no duro nada" pensó y aunque trataron de hacerla de nuevo, Vicente, no pudo satisfacerla, en la ducha, se sentía frustrada y enojada, al paso de una hora estaban tomando unas bebidas y Vicente alegre, le dijo “lo pasamanos bien ¿no?” Eso hizo que Johanna más se enojara.

Habían pasado unos días y Johanna desesperaba buscaba una solución a sus deseos que cada día aumentaban, en esa se encuentra con Claudio en la calle y él le dijo:

—hola joha como estas.

—bien —respondió ella.

—y que haces.

—nada buscando algo que comer, —responde ella.

—si quieres te invito a almorzar.

Ella aceptó, los dos compartían un buen almuerzo y se reían juntos y Johanna se sentía atraída por Claudio, de vuelta a la facultad, su sonrisa se apaga con la llegada de Vicente que le había regalado un chocolate y ella no dijo nada, pero fue la pregunta de Vicente.

—y dónde estabas?

—Almorzando, ya que no me invitaste, —respondió ella.

Vicente le dijo:

—pero yo ya almorcé antes del recreo.

Johanna se enojó y le dijo enojada:

—sabés, ya no quiero estar contigo, ¡terminamos!

—pero ¿por qué? —preguntó Vicente— ¿por qué?

—porque eres egoísta, no actúas como mi pareja ni siquiera en la cama ¿no te da vergüenza que chicos menores que tu sean mejor?

Dicho eso Johanna se levantó y se fue, quizás estas palabras hicieron efecto en Vicente, que a las 3 semanas se cambió de universidad.

El tratamiento de Víctor no iba muy bien y tenía que durar unos meses más, pero Johanna, tenía un plan, así llegó dónde Claudio, quien lo esperaba para almorzar, aunque después del almuerzo, se besaron en un parque y en esa noche, en el pequeño departamento Johanna se desnudaba lentamente frente a Claudio quien desnudo se tocaba su verga parada, ella empezó hacerle sexo oral, como ella sabía y después el también empezó a besar su coñito, después le beso sus tetas y besándose ella se puso en cuatro y empezó a hacerle sexo de perrito, ella gemía de gozo, mientras el le tocaba las tetas, a los minutos Claudio aumento la velocidad mientras Johanna gemía cada vez más alto, él la tomo de la cintura y se acostaron de lado y el mientras la penetraba le besaba las tetas y ella se tocaba la entre pierna y al finalizar con gran fuerza, terminaron en cucharita hasta que Claudio se eyaculo en su culito, así a Johanna se le venia una gran aventura, que no se iba terminar con Claudio, si no que se extendería muchos meses más.

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