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Lo hago con los padres de mi amiga de la Uní

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He perdido la virginidad a los 20 años, en casa de mi amiga de la Universidad, su madre y su padre me hicieron el amor.

Este era un verano normalito, hasta que mi amiga de la Universidad, Sofía, me invitó a pasar unos días en su casa.

Mi amiga Sofía estudia conmigo en la universidad, somos amigas ¡pero sólo amigas!, ella no tiene las dudas que tengo con la sexualidad.

Siempre he deseado a las mujeres más que a los hombres, pero ellos me atraen también; y por mis dudas, hasta este verano, no había dejado que nadie me hiciera el amor, "pero el fuego crecía en mí".

Sofía y sus padres me llevaron en coche a su casa; es una casa "chulísima", con una piscina grande y un bonito Jardín.

Los padres de Sofía son muy simpáticos.

Cuando hablo con Lara (la madre de Sofía) se me ilumina el sentido, porque con cuarenta y cinco años es preciosa, "tiene un cuerpo perfecto", y una elegancia al andar que me dan ganas de morder su culo; ¡me gusta mucho!

Lorenzo (el padre de Sofía), es muy atlético para su edad; y no es nada presuntuoso, a veces me sorprendo mirando su "paquete" con deseo; jaja, Lorenzo siempre lleva vaqueros y tiene "un paquetón" que me hace parecer tonta ante él, por esquivar yo la mirada de "eso", el me gusta mucho también.

Mi amiga ve que ellos me caen bien, pero no se da cuenta de que los deseo, tampoco sabe que ellos me desean a mí, solo que les gusto, pero como algo inocente, no lo sabe "como yo lo sé", porque en sus miradas veo el fuego por poseerme.

Esta tarde en la piscina Sofía me habló así:

—Virginia cuánto me alegra que estés aquí, mis padres parece que te adoran. Cuando tu estas en casa, "aquí o en el piso", ellos se llevan mejor. Últimamente están distantes, ¡no sé si se quieren divorciar!, pero estando tú ya están mejor chica.

Lo de que seas casi lesbiana "con tus dudas"; ¡al contrario de sorprenderlos, les hace hablar de ti con adoración, como dicen ellos: (Virginia es una chica muy resuelta y muy guapa).

Creo que les gustas, jaja. -me dijo sin maldad, yo le respondí:

— ¡Pero que zorrita eres Sofía!, desde que le chupas "eso a tu novio" siempre estas caliente jajaja; será sólo que les caigo bien.

Hoy hemos ido de paseo con sus padres, yo llevaba mi pantaloncito corto bien ajustado a la cintura, ¡marcando mi culo respingón, "se me salían los cachetes por detrás", soy tan coqueta; ¡he pillado "dos veces" a Lorenzo mirando mi culo!, con ojos de milano, jajaj; ¡pero lo más fuerte!, es que su madre, varias veces ¡ha cogido mis cachetes!, como de cariño, una de las veces me dio un pellizco y me miró con cara de deseo y se rio (Sofía iba delante y no se dio cuenta).

Ha sido un día de playa, estupendo, hemos ido los cuatro.

Mi bañador es un bikini blanco súper chico, "cuando me meto en el agua", al salir mis pelitos del chocho se señalan como si no llevara nada.

La madre de Sofía se ha puesto en toples, sus pechos firmes son una pasada, sus pezones dos gominolas de fresa unnn.

Sofía y yo nos hemos mirado las dos, con mirada cómplice y nos hemos quitado lo de arriba "las dos a la vez", mis pechos son medianos pero firmes, los de Sofía son más grandes, y los tiene de punta, "como pitones apuntándome"; con sus aureolas rosadas, ¡quien las pillara en la boca!

Lorenzo, su padre; me miraba a cada instante las tetas, que, con la brisa del mar, mis pezones parecían dos piedras de la playa; "duros y brillantes", me miraba haciéndose el disimulado, ¡por cierto!, "muy mal", los hombres no saben disimular jaja, he notado como su bañador se.... "se ha tirado al agua" jajaja.

Después de estar en la playa, hemos vuelto a su casa, Sofía ha entrado en mi habitación, y me ha dicho:

—Virginia, ¡sabes!, viene mi novio con sus padres a un hotel de la ciudad una semana, ¿te importa que mañana noche me vaya a dormir con él?, no quiero ir si te molesta que te deje sola, pero, ¡es que tengo unas ganas de follar!

-No te preocupes mujer, si yo estoy aquí en la gloria, aprovechare para idear algún relato e ir escribiéndolo, disfruta de su pene jaja.

Al día siguiente la recogió su novio por la mañana. Su novio nos saludó a todos, muy amable, a mí me dio dos besos "es tan mono" jaja; los padres de Sofía les dijeron a los dos que tuvieran cuidado, después su madre me habló al entrar en la casa así:

-Virginia estás en tu casa, haz lo que desees y si necesitas algo dímelo preciosa.

—Gracias Lara.

Estando en mi habitación escuché  a Lara llorar, fui al comedor y encontré a la madre de mi amiga llorando, me dio pena y le pregunté:

— ¿Qué le pasa Lara?

-Nada cielo, mi marido, "que no se le levanta" y cada día nos alejamos más, y me da pena porque hay amor; ¡perdón por ser tan directa!, pero quería desahogarme. Tú tienes veinte añitos y conoces a las mujeres mejor que yo, "eres muy decidida" -dijo con admiración, y yo respondí:

—Sólo me siento libre, y no llores; ¿porque no toma él alguna pastilla? -entre sollozos respondió:

—Gracias, dice que no está enfermo para pastillas, que solo se ha apagado el deseo; ¿de verdad te parezco guapa?, tu si eres preciosa; ¿te cuento un secreto?, ¡pero para las dos! cuando me enteré que te iban las mujeres me excité y te deseé, desde entonces te deseo en secreto -dijo, y yo excitada le respondí:

—Lara, yo también te deseo un montón -después de decirle esto me fui a la piscina acalorada, nunca pensé que se diera una ocasión así.

Estando en el agua recordé el pene empalmado de Lorenzo en la playa y sentí deseos de él; saber que, si se empalma mirándome a mí, despertó mis instintos.

Dormí la siesta en pelota tocando mi chocho, y desde la cama los escuché discutir en la habitación de al lado, pegué la oreja a la pared, ¡casi sin respirar!, para escuchar bien y esta conversación "atrapé con mi oreja de "cotilla":

—Lara, ¡que no!, cómo va a querer Virginia sexo contigo, seguro que la has entendido mal.

-Claro como tú sólo te empalmas cuando estas cerca de ella, crees que te desea a ti ¡que no me importa!, pero le gustó yo.

—No discutamos cariño, Perdóname…

Despegué la oreja de la pared, ¡doliéndome!, de lo que la apreté.

Aquellas palabras lejos de enfadarme me pusieron a cien; ¿porque?, pues porque yo ya me había masturbando pensando en los dos más de una vez, mi sueño, eran ellos desde que era amiga de Sofía.

Yo no tenía novia ni novio, yo los deseaba a los dos, pero no pensé poderlos conseguir. Ahora que sabía que ellos sentían algo más que atracción hice planes para acelerar la cuestión.

Esa noche a las doce y media llamé a la puerta de su gran dormitorio, sólo llevaba puesta una camiseta larga y unas braguitas mini, me abrió Lara y me preguntó:

—Virginia que quieres, digo; ¿te pasa algo?  -y respondí:

—Lara que miedo, ¡he visto una rata enorme en mi cuarto!, y he cerrado la puerta con ella dentro, iba a ir a dormir al cuarto de Sofía, pero no quiero estar sola, ¿puedo dormir en la butaca de vuestro dormitorio?  -entonces me respondió Lorenzo que se había acercado desde la cama.

—Virginia preciosa, ¡nunca ha habido ratas aquí!, podía intentar cazarla yo pero mejor llamo mañana a expertos no se valla a escapar y para cazarla en una casa grande, ¡un follón! Tu dormirás en la cama con Lara, yo en la butaca "si no te molesta", si no, dormiré en el salón -dijo con voz amable y ojos de excitación; yo le dije que dé acuerdo, que se quedara; y que gracias.

Me metí en la cama junto a Lara, me quite la camiseta y las braguitas mini y ¡quede desnuda!, ¡en su cama!, ¡en el dormitorio de los dos! y me derretí, mi chocho se puso empapado; entonces pegue mi cuerpo al de Lara que se estremeció, y tembló.

Metí mi mano en sus bragas bajo las sábanas, ella estaba mirando al techo y aceleró la respiración, con mis delicadas y jóvenes manos aparte un poco sus bragas por la ingle y acaricié su chocho muy suave, pero sólo el labio externo que pegaba a mi lado, ufff, después me apeteció tocar su ano y, ¡apartando más la goma de sus bragas pasé las uñas de mis dedos por su ojete, ¡arañándolo!

¡Que decir!, ella suspiró; Lorenzo tosió en la butaca nervioso.

Lara se levantó; ¡y bajo las sábanas!, se metió entre mis piernas, y me comió el chocho con devoción, ¡en un momento dado!, ¡sentí como mis labios externos e internos estaban dentro de su boca.

Primero los había chupado "como si sacara el jugo a un marisco", y ahora los estaba absorbiendo, como si comiera caracoles, "mi molusco juguetón", que placer más grande, solté un chorro de flujo en sus labios, ella me lo lamió.

Me fijé que Lorenzo estaba meneándose el pene en la butaca, entonces le dije:

— ¡Lorenzo que haces!

—Perdona es que estoy, yo; perdona -entonces le dije:

—Lorenzo "por favor" métete en la cama con nosotras que necesitamos tu polla.

Dio un salto de la butaca y con su pene también "dando saltos" por el camino fuera del pijama, se metió en la cama, yo cogí su pene nada más llegar y lo meneé con fuerza, a la vez que le dije a Lara:

—Lara, ¡Ponte en pompa!, por favor.

Levantó su enorme y perfecto culo y desde atrás se lo comí a bocados, "la primera comida de coño que yo hacía", ¡de lo devoré!, se corrió dando grititos y soltando en mi cara pequeños salpicones calientes.

Después tire del pene de Lorenzo hasta meterlo en el coño de su mujer; ¡como una criadora de caballos en su corral!

Cuando vi un rato el baile de los huevos de Lorenzo, abrí las piernas y le dije:

—Lorenzo, mira mi chocho, es virgen; ¡estrénamelo!, que no aguanto más.

Lara le dijo que me follara ¡ya!

Saco su pene de Lara y lo metió en mí; estaba duro como un roble, ¡cuánto desee ese momento!

Qué barbaridad de polla, nunca había tenido ninguna dentro, pero la de él era, ¡enorme!, y con una cabeza como un aguacate, ¡los labios de mi chocho se mecían como las alas de una paloma… no sé qué me pasó, pero me fui, ¡me salían chorros de líquido!

Lorenzo al notar mi manantial se corrió dentro de mí, ¡como un animal!, yo notaba su semen corriendo en mis entrañas.

Mi amiga nunca lo sabrá, los tres quedamos en follar siempre que pudiéramos, pero sin que Sofía lo supiera.

FIN

Virginia As julio 2016

(9,10)