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Mi mujer es muy recatada

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Tenemos 25 años de casados y ya la monotonía es insoportable, y eso que mi mujer todavía se conserva muy bien para sus 45 años, les cuento ella viene de una familia muy cristiana y conservadora y siempre hemos tenido relaciones sexuales muy normalitas, nada subidas de tono, pero como la quiero mucho he aguantado todo, figúrense que hacemos el amor con las luces apagadas y verla completamente desnuda nunca, nada de sexo oral y mucho menos anal, pero llega el momento que uno se cansa.

Así que hable claro con ella y le propuse que fuera más abierta, y que se abriera más al sexo, así que le dije que el fin de semana que viene ya que estaríamos solos en la casa llevaría una película porno, ella se puso nerviosa, pero accedió.

Llego el día y le dije que se pusiera ropa más provocativa, que la esperaba abajo para ver la película así que la deje sola en el cuarto, bajo con una falda que le llegaba hasta las rodillas y una blusa abotonada hasta el cuello, pero bueno se lo deje pasar, puse la película y la busque a propósito de un hombre bien dotado, porque sabía que ella solo había visto el mío.

Al principio cerraba los ojos, pero luego se estaba ambientando, y no paraba de hacerme preguntas.

¿De verdad que hay hombres que la tienen de ese tamaño?

¿Y la mujer le gusta ponérselo en la boca?

¿Y cómo pueden hacerlo por ahí (SEXO ANAL)?

Me acerque a ella y la fui besando por el cuello mientras  iba desabrochando su blusa luego le metí la mano tocándole la teta y sus pezones, sin que se diera cuenta me saque mi pene, y con su mano se la puse que me la agarrara y ayudándole para que me la subiera y bajara, ella estaba muy concentrada en la película, así que proseguí con mi plan, la levante le quite la falda y la deje solo en pantaletas la volví a sentar me arrodille frente a ella, le  abrí las piernas con mis dedos separe un poco sus pantaletas y empecé a besarle sus partes íntimas hasta llegarle hasta el clítoris, ya la sentía mojada como nunca y su respiración era más agitada, levante la mirada para ver cómo estaba y me di cuenta que estaba viendo la película,  y la casualidad era que estaba sucediendo lo mismo que yo le hacía en la película, así que aprovechar para fijarme y hacerle todo lo que estaba sucediendo en la película.

Me bajé otra vez y con mi lengua dándole círculos en su clítoris la hice llegar a su primer orgasmo, esa mujer se retorcía como nunca, gemía como una loca.

Me levante y la recosté en el sofá, le quite las pantaletas y le introduje mi pene, con fuerza saca y mete, esa mujer seguía gimiendo y me apretaba contra ella con fuerza y de inmediato le vino otro orgasmo con más fuerza que el primero

Después me vine yo, dentro de ella se levantó agarro mi pene y por primera vez se lo puso en su boca y eso que todavía tenía residuos de semen, enseguida tenía otra erección y ella seguía mamándomela como la mejor puta.

Y una vez bien parada me dijo al oído hazme lo que tú quieras mi amor, así que la puse de espaldas a mí, y solo verle ese hermoso culo que nunca había tenido oportunidad de serlo mío no iba a pelármelo esta vez, con pene fui buscando ese estrecho huequito de su ano y empujándoselo poquito a poco, pero era muy estrecho así que busque un poco de vaselina se lo unte en su culito y en mi pene y se lo fui metiendo poco a poco, pero ella se resistía y quería parar, así que me jugué la única carta que me quedaba para que ese culo fuera por fin mío, se lo metí de un trancazo, ella grito, chillo lloro, pidiéndome que se lo sacara pero esa sensación tan sabrosa y apretadito que tenía mi pene aprisionado en ese hermoso culo, no me dejo sacarlo sino más bien empecé a sacarlo y meterlo mientras ella seguía gritando dale que dale, hasta que vi que ya no gritaba y notaba otra vez su respiración agitada, puse una mano en su teta y la otra en su cosita y seguía bombeándola con más fuerza, y la sorpresa mía fue cuando ella empezó a decirme dame más duro mi amor, te gusta, si mucho dame duro mi amor eso me excito más y nos vinimos los dos a la vez, nos quedamos un buen rato así tumbados y yo todavía con mi pene metido en su culo, y desde ahí cambio nuestras vidas.

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