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El Internado de Sandhurst, 04

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Al fin llego la mañana, y con ella la obligacion de iniciar las tareas de un nuevo dia. Me levante de la cama con gran cautela, notando mi forzado sexo molesto y dolorido, pero no parecia haber tenido sangrados durante la noche, y aunque caminar no me era agradable podia disimular bastante bien. Al menos ese dia no tenia clase de gimnasia, gracias a Dios. Cumpli con mis obligaciones con un talante reservado y sin apenas hablar, mis compañeras de clase nada sabian de lo que habia ocurrido, ni debian saberlo.

No pensaba provocar las iras de la Señorita Ernestina y de la Enfermera Boldbricker llendome de la lengua, ademas tenia mis muy serias sospechas de que, si no todos, si buena parte del personal del centro debia estar en el ajo, en mayor o menor medida. Por la manera de actuar de esas dos bolleras, no parecian muy preocupadas de que le fuese con el cuento a alguna profesora. O simplemente estaba siendo una paranoica, y simplemente sabian que, con la amenaza que pendia sobre mi cabeza si hablaba, no iba a decir ni pio. No pense demasiado en ello, simplemente estaba bien agarrada... tenia que pasar por el aro o afrontar las consecuencias que la rebelion me acarrearia. Suponia que no habria sido la primera en pasar por esto, y si otras lo habian superado, yo tambien lo haria.

La posibilidad de que con mi silencio hacia posible que lo mismo le ocurriese a otras alumnas en el futuro me daba igual, la verdad, no quiero engañarles haciendo ver que tenia complejo de heroina... yo solo queria salir de ese lio del mejor modo posible, y no volver a poner pie en la verde isla ni por todo el oro del mundo. Durante la tediosa clase de historia planes locos fueron pasando por mi cabeza, pero los fui desechando uno a uno... todos excepto una posibilidad. Si, como en las peliculas malas, conseguia que la Directora me amenazase o abusase de mi delante de una camara, grabadora o similar, eso podria servir... pero lo que podria ocurrir si la descubrian, hizo que se me pusiese la piel de gallina, y me entrase un temblor repentino.

El lapiz cayo al suelo... y la profesora de Historia se detuvo en medio de su exposicion, molesta por el ruido. La Señorita Matilda era una profesora joven, de unos 30 años, mas bien delgada y de corta estatura. Morena de cabello, no era lo que podria calificarse de belleza o mujer demasiado atractiva, siendo mas bien, en cuanto a fisico, mas bien una mujer bastante normalita. Digamos que seria el tipo de hembra que atraeria a los que les gustan las universitarias pequeñitas, con un aspecto un tanto fragil. Claro que eso en aquel momento poco importaba, pero se lo cuento, amigo lector, porque todos sabemos el motivo por el que ha abierto este relato en su pantalla...¿verdad?.

Asi que la Señorita Matilda detuvo su exposicion, y me miro fijamente. Yo estaba por completo ausente al rollo que estaba soltando, perdida en mis problemas mas inmediatos, como se pueden imaginar. Todo lo que sabia era que debia estar hablando de la Edad Media, y punto. No habia escuchado ni una sola de sus palabras. Reparo al punto en mi expresion ausente, y con calma dejo sus notas sobre la mesa, mirandome. Yo pensaba entonces "maravilloso, chica, ahora te vas a ganar una bronca, y tal vez puntos de penalizacion. Lo que te faltaba". La profesora comenzo a interrogarme sobre la leccion, y pronto quedo claro que no solo no recordaba nada de lo dicho, sino que no sabia ni decirle algo de lo que habia hablado, por nimio que fuese el detalle. Mi compañera de pupitre, una francesa vivaracha y simpatica llamada Denisse, me chivo algo por lo bajini... solo para escuchar en boca de la Señorita Matilda un "soplar en clase, sin ser un ejercicio de examen, un punto".

Mi compañera, compungida porque ya habia acumulado dos la semana pasada por llegar tarde a practicas de laboratorio, se levanto para apuntar su nombre en una esquina de la pizarra, junto a la penalizacion. Era el proceso normal. Al acabar las clases la tutora anotaba las faltas en su cuaderno de tapas verdes, donde quedaban para siempre, a menos que fuesen redimidas por trabajos adicionales. La señorita me hizo poner en pie, y mientras todas me miraban, me puse roja como la grana. Parecera una tonteria preocuparse por una simple bronquita en clase con la que llevaba encima, pero es que eso ya era demasiado. Me senti levemente mareada, con la sangre palpitandome en los oidos, agarrandome con las manos al pupitre para no tambalearme. A esto. la Señorita Matilde me pregunto si me encontraba mal, y yo balbucee algo de que hoy no habia pasado muy buena noche, que me dolia la cabeza... Ella asintio, y entonces... ¡Me indico que fuese a la enfermeria, para que la enfermera me diese algo que me calmase!.

Esas palabras si que hicieron que me marease en serio. ¡Ir a donde la puta de la Boldbricker, ahora!. Tras un par de segundos de vacilacion, levante la mirada para replicarle... pero vi, o me parecio ver, un brillo de malicia en sus ojos, una leve curvatura despectiva en sus labios... ¿seria todo parte de los juegos de estas mentes enfermas?. No dije nada y me acerque a la puerta, cuando me pregunto si necesitaba ayuda para llegar.Yo negue con la cabeza, no queria que nadie fuese participe de mis desdichasm ademas necesitaba estar sola para ordenar mis ideas. Sali pues, y afronte el recorrido hacia la enfermeria, situada en la planta baja, junto a un jardin precioso lleno de rosas y magnolias.

No habia nadie en los pasillos, no sabia bien que hacer... Pero si desobedecia solo ganaria unos minutos o unas horas, y luego seria peor. Asi que obedeci, camino del dispensario. Llame a la puerta, y la gorda de la Boldbricker no intento disimular la cara de alegria que pusom cuando me vio llegar sola, de modo inesperado. Tras cerrar la puerta me tomo de la barbilla, y obligandome a mirarla a sus duros ojos me pregunto, mas bien me escupio a la cara, si habia ido en busca de "atenciones". Yo le conteste con la verdad, a lo que la muy bruja sonrio. Solo eso, sonrio. Miro el reloj en la pared, y me dijo que teniamos 15 min antes de que acabasen las clases de la tarde, momento en el que alguna alumna la visitaria. Una pena, solo 15 min... pero no estaba del todo mal. Yo la escuchaba, al borde de perder el control. Sola junto a esa puerca salida, con un rato de intimidad por delante, me asaltaron la cabeza las imagenes de como se masturbo la noche anterior mientras Ernestina me violaba, y senti nauseas.

Ella me tenia cogida de la barbilla, y sonreia, del modo mas cruel que puedan imaginarse. No seria la enfermera la mente mas enferma o retorcida que conoceria en Sandhurst, pero sin lugar a dudas era quien mas disfrutaba viendo como victimas inocentes eran victimas de los abusos que alli se propinaban. Viendo el miedo y el asco en mis ojos, disfrutaba de un modo que no puedo describir. Lentamente me hablaba, preguntandome cosas como si tenia deseos de arrodillarme ante ella y comerle el sexo,o de si preferia los azotes con la mano o con una zapatilla. Yo comence a llorar en silencio, incapaz de responderle. Comenzo a tocarme el pecho por encima de la ropa, sobandome sin la mas minima delicadeza, como si fuese un camionero salido sobando a una fulana. Me estrujaba las tetas sobre el sujetador, mientras me obligaba a sostenerle la mirada. Lloraba, y sabia que con mis lagrimas lo unico que ganaba era excitarla, pero no podia parar...

Cuando se canso de sobarme, me puso de rodilas de un empellon, aun completamente vestida. Tomo una goma de las que se usan para enrollarlas en el brazo y marcar las venas, para facilitar las extracciones sanguineas, y con ella me ato las manos en la espalda. Se subio la falda, dejando al descubierto sus piernas, fuertes como dos columnas, y gordisimas. Sin embargo no parecian fofas pese a su gordura, eran las piernas de una persona que habia hecho deporte, y no cabia duda de que su fuera era mas propia de un hombre que de una femina. Convoz ronca y lasciva me ordeno arrancarle las bragas, bajarselas usando solo los dientes.

Obedeci, acercando mi cabeza las grandes bragas de algodon negro que vestia, y que estaban ligeramente humedecidas en el frontal, debido al gran placer que le proporcionaba mi presencia. Mordi el elastico superior, notando con asco como mi nariz tocaba su piel. La olia, la gorda sudorosa no era la persona mas higienica del colegio, y ademas la oia jadear, excitandose mas a cada segundo. La goma me apretaba cruelmente las muñecas, asi que intente obedecerla lo antes posible.Ya sabia lo que venia despues. Cuando las bragas cayeron vi su entrepierna peluda ante mi, y ella me tomo de los cabellos, acercandome alli... separo las piernas y hundio mi cara en su ingle, mientras los pelos me entraban en la nariz y en la boca, apenas podia respirar, pero a la Boldbricker le daba exactamente igual. me coloco en la posicion en que me deseaba, y dandome voces e insultos me ordeno comerla.Yo no sabia muy bien como hacerlo, era mi primera experiencia al respecto, y eso la enfurecio. Asi que me arreo dos sonoros bofetones con esa mano suya de praticante de pelota mano, que me "animaron" a complacerla. Haciendo de tripas corazon, comence a lamerle su raja, tragandome pelos, sudor y fluidos, ante lo que la gorda bufo, complacida. Le daba largas lamidas y luchaba contra la nausea, mientras mi abusadora gozaba de mis atenciones, gimiendo incotroladamente.

Entonces sono el timbre del final de clases, y la Boldbricker lanzo una sonora maldicion. Yo pensaba que me habia librado, peor la perra iba cachonda, y no me iba a soltar tan facilmente. Me puso en pie, y rudamente me puso contra la pared, separandome las piernas. Me saco las bragas en un decir amen, y antes de que supiese lo que ocurriase acuclillo detras mio, pegando su boca a mi sexo, oliendolo y lamiendomelo. Y no, eso no me dio placer. Escuchaba como se masturbaba freneticamente a mi espalda, mientras con una mano me sobaba nalgas y muslos, su rostro empotrado en mi intimidad,ora oliendolo como una perra, ora chupando y lamiendo. Me lleno de sus babas, hasta que note como temblaba, mientras el orgasmo la recorria. Y mientras esa cosa asquerosa gozaba a mi costa, me clavo los dientes en una nalga, dandome un mordisco que me hizo chillar de dolor. Note sus dientes clavarse en la tierna carne de mis nalgas, donde permanecio mordiendo hasta que sus espasmos de placer cesaron. Permanecio asi unos segundos, hasta que alguien golpeo timidamente la puerta. Con voz de fastidio le ordeno esperar un poco, levantandose y arreglandose la ropa. Me acerco las bragas de un puntapie, y me ordeno marcharme. Yo aun no sabia que lo que el dia me tenia planeado no habia hecho mas que comenzar...

UNA IMPRESIONANTE EXPERIENCIA NOCTURNA

Pude retirarme un rato a mi habitacion, donde me deshaogue de nuevo llorando sobre la almohada. Era la segunda vez que lo hacia en menos de 24 horas,pero demasiado bien sabia que no iba a ser aquella la unica vez en que enjuagase con mis lagrimas el blando almohadon, abrazada a el, buscando un sustituto de mi lejana madre, tanto limpiandome de los abusos sufridos como ganando energias para superar los que habrian de venir... Acudi a mi clase de pintura, y al menos no me apretaron las clavijas en ella, pude emborronar mi lienzo sin sentido, ya que al ser una actividad complementaria y no parte del rigido sistema de las clases obligatorias, podia andar mas a mi aire. Despues clase de informatica, que como siempre se me habia dado bien, me dejaba un rato libre para revisar mi correo electronicoy relajarme. Estando en esa tarea, cuando faltaban 5 min para acabar la clase, recibi aviso en pantalla de que habia recibido un correo, y se me alegro el corazon, pensando que alguna amiga de España, o un familiar, me habrian escrito algo. Lo abri... y me encontre con los resultados de un analisis de alguna clase... no entendia nada... y no habia remitente conocido.

Pero la ultima parte lo aclaraba todo, en un comentario final "para los tutores de la paciente" se indicaba positivo en varias clases de substancias ilegales, y el mensaje acababa con una sencilla nota de una linea: "esta noche a las 2300, estate vestida y lista. Si no, ya sabes que ocurrira". Me quede mirando la pantalla durante unos segundos, antes de borrar el mensaje, para lo que necesite tres intentos. Si eso era lo que me mandaban, bien sabia yo que debia estar dispuesta a lo que fuese... cuando fuese. Apenas pude tocar la cena esa noche, y cada vuelta del segundero parecia durar una hora. Me puse ropa interior limpia ( no se bien porque motivo lo hice), y espere mirando al reloj a que viniesen a por mi, con la misma pasividad estoica de un condenado a muerte. Al menos, fueron puntuales.

Exactamente a la hora, sono una debil llamada en mi puerta. En cierto modo me sentia mas tranquila, dentro de lo aterrada que iba. Ya estaba, ya habiamos empezado con lo que fuese... la interminable espera habia acabado. Abri la puerta sin saber que me encontraria... y no me lleve una sorpresa demasiado grande. Ahi estaba la Gorda, la Gran Masa de Carne, la Boldbricker. ¿Quien si no podria ser?. Me aparte de la puerta para dejarla pasar, mientras miraba al suelo, pero ella no entro. De hecho estiro su manaza, y con los dedos gruesos como morcillas me apreto levemente el hombro, atrayendome hacia ella. Yo puse cara de asco, pero no me apreto contra su cuerpo. Se limito a sacarme de mi cuarto, y a cerrar la puerta tras de mi, señalandome el pasillo.

Comence a caminar en silencio, mientras ella me seguia. Recorrimos los silenciosos pasillos iluminados debilmente por las luces tenues que se encendian durante el periodo de descanso,y por un pasadizo cubierto entramos en el edificio anexo reservado al profesorado. Nos detuvimos brevemente ante una puerta cerrada, que la Boldbricker abrio con una llave de aspecto anticuado. Podia ser tecnologia de hacia cien años... pero la puerta era condenadamente solida. La cerro tras nosotras, y la decoracion parecia ser la misma. Me condujo a las dependencias interiores, de las que todo desconocia. Al final llegamos a una sala de grandes dimensiones, equipada con butacas, una pantallas de proyeccion y una tarima. Parecia ser una especie de auditorio de reducidas dimensiones, para unas 40 personas aproximadamente, de los que se ven en pequeños centros culturales, aptos para teatro aficionado, proyecciones de cine-forum, y similares. Claro que habia algunos detalles singulares, de una naturaleza tan reveladora como argollas en las paredes adyacente a la tarima elevada, o una barra metalica colocada horizontalmente aproximadamente a un metro de altura, sujeta por dos patas de acero atornilladas al suelo. Fui acercada a ella, notando que la barra horizontal se encontraba envuelta en una especie de funda de cuero negro. No habia nadie mas en la habitacion,que se encontraba a media luz.

La Boldbricker se dirigio a un armario situado junto a la puerta, mientras me ordenaba que me desnudase, y que lo hiciese rapidito. Asi lo hice, preguntandome que clase de tormento me tendrian reservado, y temiendo que esta vez habria ademas publico. ¿Que clase de personas me verian?. ¿Serian de la escuela, o vendrian del exterior?. Y no menos importante...¿serian tan solo espectadores o, temblaba ante la idea, participantes...?. Ya me veia asaltada por una horda de pervertidos con la cartera llena para satisfacer sus oscuros deseos, violada por todas partes, mientras una masa anonima se masturbaba en los asientos... Pero no por ello deje de obedecer, y continue desnudandome, dejando mi ropa al lado.

Eche un vistazo furtivo por encima del hombra, y vi como la Gorda preparaba una serie de cuerdas y muñequeras... si, efectivamente iba a atarme a esa barra. No pude reprimir las lagrimas, estaba por completo convencida de que iban a violarme en masa. Cuando estuve desnuda por completo, la Boldbricker volvio a mi lado, y sin dirigirme la palabra me puso unas muñequeras de cuero, con acolchamiento en la parte interior, y dotadas de un par de gruesas anillas metalicas cada una. Las ajusto empleando unas correas, y despues se agacho a mis pies, para colocarme una tobilleras identicas. Notaba su aliento cercano a mi sexo, y una vez me hubo colocado las 4 piezas, dedico un par de minutos a sabarme piernas y nalgas, mientras susurraba obscenidades. Era perfectamente consciente del miedo que sentia, y eso la excitaba, mas no me hizo nada.

Con modos bruscos me coloco de pie ante la barra, haciendo que me inclinase hacia delante, la parte media de mi abdomen apoyada en la barra, descansando sobre el cuero que me separaba del frio y duro metal. Estaba extrañamente calido, y tenia un tacto como el de los asientos de los coches caros, pero no pude pensar mucho en ello. Hube de estirar mis brazos hacia delante, tensos al maximo, y las anillas de mis muñequeras fueron atadas por tirantes cuerdas a dos anillas de la pared, lo que me impedia moverlos.. A continuacion abrio mis piernas, atando las anillas de mis tobilleras a las patas sobre las que descansaba la barra. Asi quedaba perfectamente inmovilizada, pero mi piel no resultaba lastimada. La postura no era muy comoda, pero siendo una chica ligera, acostumbra-

da al ballet y la gimnasia, en la flor de la juventud, no me era demasiado molesta.

A continuacion, la Boldbricker coloco un tripode ante mi cara, a un metro de mi rostro, y sobre ella coloco una camara que enfoco hacia mi. Oriento la camara y la enfoco hacia mi, conectando despues un cable que iba de la camara a un PC conectado a la pantalla. Me ordeno que girase la cabeza y mirase esa misma pantalla... donde me vi amplificada, mi rostro sujeto a un primer plano de tres por cuatro metros, que permitia captar gasta el mas minimo gesto, hasta la mas minima lagrima... ¿pero que clase de martirio tenian pensado para mi?. La cosa se iba perfilando en mi mente.... pervertidos de mierda, putos pervertidos del demonio que sin duda habrian pagado una pasta para asistir al abuso de una chica joven, de alguien que podria ser alguien de su clase social, incluso de una conocida... el miedo acentuo su sabor, subiendo desde mi estomago hasta mi garganta, hasta mi boca. Buscaba una salida a modo acelerado, pensando que debia haber intentado huir, lo que fuese... pero ya era tarde.

Estaba demasiado mimada, demasiado acostumbrada a vivir en medio del lujo y la comodidad. La certeza de perder mi posicion y que me echasen de casa habia nublado mi juicio... y ahora iba a pagar por ello. Oh, si, estaba segura que iba a pagar por ello, tal y como Churchill dijo antaño. en Sangre, Sudor y Lagrimas. Y para acabar de rematar la faena, coloco una tira de tela negra sobre mis ojos,dejandome cegada por completo. Lo ultimo que escuche esa noche de la Boldbricker fue que bajo ninguna circunstancia debia mover la cabeza , o pronunciar ni una palabra. Podia chillar o gemir, sin hacer teatro o seria castigada, pero ni una palabra. Me acaricio la espalda y el cabello, y oi sus pasos que se alejaban.

No se cuanto tiempo paso, pero aunque pasase taaaan lentamente para mi, no debieron ser mas de 10 o 15 minutos. Note como se encendian luces, y varios grupitos de personas entraron en la sala. Debian ser como dos o tres docenas de personas, que hablaban y cuchicheaban en voz baja. Por mucho que me esforzase en escucharles, no era capaz de escuchar lo que decian. Y las pocas palabras sueltas que capte se referian a cosas tan varias como el tiempo, el resultado de las carreras del Domingo, o banalidades varias.

Ademas de comentarios sobre mi anatomia, de los que se deducia que era de su agrado. Tras unos minutos las voces fueron cesando, y las luces se amortiguaron. Notaba el calor de las luces de la zona del escenario en mi piel desnuda, pero las luces del publico se amortiguaron, como si fuese una sesion de teatro. Y en realidad, era algo muy similar. Esperaba un grupo de sadicos monstruos perversos, y la realidad era aun mas triste... eran simplemente personas aburridas de clase alta, que venian aqui no con el placer intenso y prohibido de un criminal sexual, sino simplemente como parasitos deseosos de entretenerse, para los que yo no era mas que objeto de una leve atencion, tal y como eran sus caballos, o los bailes a los que asistian. Aunque les parezca extraño, eso me enfado profundamente. Mi tormento no era merecedor de mas atencion que si se tratase de una simple funcion, malditos hijos de mala madre. Si hubiesen entrado con un silencio tenso y ansioso,incluso racionalizando lo ocurrido podia encontrar un vago consuelo en que me habian seleccionado por el incontenible deseo que provocaba en ellos. Y era simplemente la funcion que tocaba,alli atada me daba cuenta de lo poco que les importaba... probablemente acudian aqui cada x tiempo, y o sabian nada de mi, y me olvidarian cuando llegase la siguiente. O eso pensaba entonces.

Una vez amortiguadas las luces, comenzo a sonar una debil musica ambiental, un sonido ritmico y tranquilo, casi hipnotico. Al poco me comenzo a llegar el olor a cigarrilos de marihuana encendidos entre el publico, y la atencion se iba centrando...en mi. Las conversacio-

nes fueron cesando y escuche unos pasos mesurados que subian a la tarima y se me acercaban por detras. Comence a temblar, ya empezaba, lo que sea que fuesen a hacerme iba a ser ya.

Me puse tensa, esperando un golpe o la subita entrada de cualquier cosa en mi sexo... y en lugar de eso lo que obtuve fue una suave caricia en la mejilla, una mano claramente masculina pero suave y amorosa, me parecio que de una persona joven. Al ritmo de esa musica hipnotica que cada vez entraba mas en mi cabeza, fue recorriendo con esa mano mi rostro, mi cuello, mis hombros, mi espalda... No rozaba mis zonas intimas, pero si la piel de todo el resto de mi cuerpo. Una mano que me calmaba, que me relajaba... unas manos que decian "no te preocupes, no podria hacerte daño aunque quisiera, es algo contrario a mi naturaleza". Hasta que ese desconocido se arrodillo detras mio, y note su aliento un segundo antes de que su boca se pegase a mi sexo.

No podia moverme ni una pulgada, amarrada como estaba. No podia ni abrir ni cerrar las piernas, ni alejarme ni acercarme. Aunque hubiese podido, no lo hubiese hecho. Esa boca se demoro largamente en mi entrepierna, besando, lamiendo, comiendome. Poco le costo arrancar de mi las primeras gotas de humedad, y los primeros gemidos placenteros... Cuando era el momento adecuado, sin escogerlo mejor aunque yo lo hubiese pedido, se aparto de mi unos segundos... solo para levantarse y apoyar su miembro en la entrada de mi cueva. Lo dejo alli unos segundos y yo lo notaba, firme pero de tamaño moderado, tranquilo y controlado. Me penetro leeeentamente, ayudandose de los dedos para abrir mis labios vaginales, deslizandose en mi humeda vagina. Yo creia conocer el cielo, de mis toqueteos y relaciones en asientos de atras de coches, pero lo descubri en el instante en que esa mano bajo a mi sexo y comenzo a estimularme, mientras ese pene delicioso se movia suavemente dentro de mi. Notaba el placer que se extendia desde la explosion en mi zona clitoriana, penetrando en mi cuerpo por la vagina, irradiando por todos lados. Era como la descripcion de una historia de revista de chicas, no sabia que podia llegar a sentir tanto placer. Y ese hombre era a la vez tan dulce y tan controlado, tan cuidadoso y tan sensible en sus caricias.

Podria haber tenido un orgasmo notable solo con su pene, la primera vez que el equipo de un hombre entraba en mi, pero con el roce experto de esa mano la experiencia se convirtio en demoledora. Se que chille, aulle, y me retorci pese a mis ataduras. Solo cuando mi orgasmo se extinguia, note como palpitaba en mi interior, como su elixir vital se abria camino por mis entrañas. Y cuando acabo, volvio a acuclillarse detras mio, bebiendo mis jugos y su leche segun iban saliendo.

Yo estuve a punto de darle las gracias, de decir cuanto habia gozado, pero las ataduras me recordaron en el ultimo momento las palabras de la Boldbricker. No debia hablar. Asi que suspire de satisfaccion, para que el supiese el placer que me habia dado. Pronto tuve ocasion de arrepentirme, y llenarme de verguenza. Mi susupiro habia sido sonoro y sincero, y provoco risas entre el publico. Se reian de mi, de como me habian llevado al paroxismo, llevada por sus deseos a un orgasmo exquisito con el proposito de entretenerles. Oi a la Directora, la Señorita Ernestina, actuando como maestra de ceremonias. Informando a su publico de que las atenciones recibidas me habian preparado para el segundo capitulo.

La musica cambio, se hizo tribal, mas pesada, mas oscura. Mi benefactor se retiro, y alguien mas pesado ocupo su lugar. Escuche una voz desconocida, de mujer madura, que exclamaba "mirad esa cosa, es monstruosa". Y cuando se acercaba lo oli...podeis llamarme racista, aunque no crea serlo. Pero soy capaz de reconocer a las personas de color ( es decir, a los negros ) por un cierto olor que desprenden. No es que sean sucios, es que algo en su sudor huele diferente, y yo lo noto. Un par de manos grandes y fuertes, pero no crueles, acariciaron mis hombros. Si la persona era acorde al tamaño de esas manos, debia ser un gigante. Parecia tremendamente fuerte, y yo intuia que le encantaba lo que veia en mi. Al contrario que mi primer benefactor, ese angel que me habia atendido, este hombre se mostraba mas ansioso, mas directo... poco tardo en tomar mis pechos con sus manazas de gorila, en jugar con ellos, en amasarlos.

Oi varios grititos entre el publico, no lo veia pero sabia que era debido a la ereccion que debia estar teniendo lugar ante sus ojos. Solo podia pensar en que si a esos pervertidos les asustaba... como debia ser. Sus manos bajaron, acariciaron mi entrepierna, y la musica subio de ritmo y volumen. Me separo los labios con 4 dedos, acerco su miembro a mi sexo. Pero era muy distinto que la primera vez, no habia esa ternura, esa delicadeza. Lo que si habia era deseo, y al menos no notaba crueldad. Se abrio camino dentro de mi, cediendome, llenandome. Lo hizo poco a poco, y resulto molesto pero no doloroso. Al poco rato comence a sentirme llena de macho, su olor me inundaba las fosas nasales, mis instintos de hembra que ya habia gozado, ese instinto animal desatado, se fue imponiendo a mis cautelas cerebrales. Un negro de 2 metros que debia tener el fisico de un Dios griego estaba follandome a conciencia, su enorme polla luchaba para encontrar acomodo en mi, y sus dedos gruesos y fuertes tambian bajaron para interesarse por la fuente de mi placer. El primer orgasmo que esperimente fue mejor que este, pero goce entre las manos del gigante negro, sintiendome esta vez una mujer plena, completamente desarrollada, que era atendida como solo podia serlo una mujer adulta... Mi angel me habia preparado, este individuo acabo lo que aquel habia iniciado. Con la excitacion que senti a manos de aquel mi cuerpo se preparo para recibir el miembro de ebano, que aun asi no pudo entrar en su totalidad, creo que quedo un buen pedazo fuera, por fortuna para mi.

Note sus contracciones, primero la base, luego el cuerpo medio, que de nuevo coincidieron con el final de mi orgasmo. Se retiro de mi muuuuy lentamente, y me causo una notable molestia al retirarse, mas que al entrar. Y como hizo mi Angel, bebio tanto mis fluidos como su leche. El coño me palpitaba, estaba ahita, saciada por completo, ya no queria saber nada mas de sexo, habia experimentado mas de lo que podia asumir en una noche. Estaba derrengada, debia dar un espectaculo de puta satisfecha, con el pelo revuelto, sudada y usada, cuan distinta de mi imagen un rato antes. Ahora escuchaba el silencio respetuoso del publico mientras el negro se retiraba, como me miraban, pensado sin duda que habian hecho bien en venir hasta aqui. Me sorprendia no haber sentido mas dolor al ser usada por ese pedazo de animal, temia que fuese una experiencia horripilante. Esa fue mi primera experiencia de como puede responder el cuerpo a una excitacion extrema. Pero aun faltaba el postre, claro.

Escuche como unos pasos se acercaban a mi, y reconoci el perfume que siempre utilizaba la Directora, una densa fragancia de lilas que resultaba inconfundible. Me tomo bastante bruscamente de los cabellos, y alzo mi rostro, hablando de un modo capaz de meter el miedo en las venas al mas pintado, con un tono de dureza metalica indisimulada, de malvado gozo. Vean, damas y caballeros, la expresion de gozo de esta putita.

Pueden ustedes pensar que solo es una jovencita algo ligero de cascos, pero les pido que no se dejen engañar por esta carita de no haber roto nunca un plato. La Casa les garantiza que no ha conocido varon antes de esta noche, y aun asi ya han podido comprobar como ha gozado. Aprecien el brillo de sus ojos, el sudor lujurioso que mancha su piel. Si, no se engañen, esta zorrita puede no tener experiencia, pero sin lugar a dudad ha nacido para ser usada, mancillada, ser sujeto de los placeres que se le impongan. Espero que esta...demostracion, haya sido suficiente para que todos y cada uno de ustedes aprecien este hecho. Asi que aqui la tienen, a punto, para ser iniciada en ese placer que todos ustedes aprecian en tan gran medida. Señores, la puja para iniciar su culo en los placeres del sexo se inicia en 3000 Libras.

Diossssssssssss!!!!. Alce la cabeza y lance un gritito de sorpresa y miedo, que mas tarde me di cuenta solo debio servir para excitar aun mas a la concurrencia. A punto estuve de insultarles y mandarles a todos al diablo... lo unico que me retuvo fue el olor a lilas, que me recordaba la presencia tan cercana de la Señorita Ernestina. Por no llamarla Celestina Ernestina, Esclavista Ernestina o Hija de la Gran P. Ernestina. Algo en mi instinto de supervivencia me decia que esa era una muy mala idea, asi que desisti. Sinceramente, no habia ni una cochina cosa que pudiese hacer para librarme. Y tuve que seguir escuchandola...

Y por supuesto , no olviden.... si, 3500... que podran utilizarla del modo que deseen . No tienen porque ser amables, ni cautelosos... eso es... 4000... pueden utilizarla del modo que deseen, para lograr alcanzar la cumbre con esa parte de su anatomia que consideramos sagrada, o utilizarla durante un maximo de 20 minutos. Excelente, 4200, y ha sido rigurosamente examinada, su salud es de hierro, sin ninguna clase de tara o infeccion. Si resulta dañada la Casa se encargara de ello, como siempre. Si, 4500... nadie da mas?. Adjudicada en 4500 al Señor Magenta. ¿Dañada... no necesitan ser cautelosos...?. Una cosa estaba aprendiendo esta noche, que por muy asustada que creyeses estar, siempre podias estarlo un poco mas.

Habia pasado de sentirme no sabia muy bien como, pero desde luego satisfecha sexualmente, con una introduccion al sexo por las que muchas matarian, a volver al infierno. Y las llamas, cuando crees haberte librado de ellas, son aun mas dolorosas. Escuche a alguien de andares no muy graciles, sin duda con sobrepeso, que subia a la terima y se colocaba detras mio. Jadeaba, iba obviamente excitado, y si el mal se puede percibir... esa era una persona mala. Se inclino sobre mi sin tocarme, y me comenzo a hablar...

Buenas noches, chiquita. Quiero que sepas que solo lamento una cosa de lo que va a pasar... que las normas no me permiten decirte mi nombre. Siempre me gusta que las putitas a las que destrozo sepan mi nombre, que obviamente no es el ridiculo apodo de Señor Magenta. La voz era tan cruel como las palabras, una voz dura y autoritaria,de un hombre maduro, acostumbrado a imponer su voluntad, indudablemente de buena educacion y clase social.

Los mas crueles. Eres cara, perrita mia, pero la posibilidad de estrenar por detras a una autentica damita como tu, libre de complicaciones, no es muy frecuente por desgracia. Quiero que sepas que hare todo lo que este en mi mano, y en mi polla, para que te resulte lento, largo y lo mas doloroso posible. Yo no voy a sobarte el botoncito para que te corras de gusto, hija de puta calientapollas. Yo te voy a partir el culo para mi unico y exclusivo placer. En ese momento yo hubiese preferido estar muerta, creanme. Y para colmo, el muy cabron se permitio una bromita ridicula. Y creeme, esto te va a doler a ti mas que a mi, jiji. Eso me saco de mis casillas. No solo me insultaba, se regodeaba en mi miedo y me iba a sodomizar en plan bestia, sino que el muy puerco tenia que soltar sus paridas del tres al cuarto. No se bien lo que dije...solo que me deshaogue a gusto.

Durante el tiempo que tuve antes de que me aplicasen un aparato de descargas electricas deje muy clarito en palabras de camionero lo que pensaba de el, de su santa madre y de sus gustos. Despues de la descarga, no pude decir nada durante unos segundos, el aparato aturdidor cumplio bien con su funcion. Cuando recupere el sentido estaba siendo amordazada a conciencia, con una mordaza de bola, y la Directora se disculpaba ante ese individuo. Afirmaba que una falta de disciplina asi no se habia dado en mucho tiempo. Por supuesto, al haberle yo faltado al respeto, la sesion era gratis, y le rogaba disculpase a la escuela. El tipo no le dio importancia, fijo que le habia puesto mas, y mando quitarme la bola. Afirmo que pagaria lo convenido, pero que exigia el derecho a "alquilarme" en un futuro proximo para "enseñarme educacion". La Directora vacilo, pero la oi asentir. Bravo por mi arrebato, aun mas gasolina al fuego, eso habia logrado.

Lo siguiente que percibi fueron sus manos sobandome por detras. Nalgas, cintura, tetas... no rozo ni por un segundo mi sexo, si el resto de las zonas de mi cuerpo que le interesaban. Susurraba que nunca iba a olvidar este momento, y ya me temia yo que no. Su dedo pulgar se apoyo en la entrada de mi ano, haciendo fuerza.

Mi ano no cedio, estaba demasiado cerrado, y yo tenia demasiado miedo. Su respuesta fue abrirme las nalgas y escupir sobre mi ano una , dos, tres veces. A continuacion repitio la maniobra... nada. Me dolia, pero no penetraba. Me decia que mas me valia colaborar, pero yo no hice lo que me pedia, no pensaba facilitarle el acceso. No dije nada, pero no hice fuerza como para evacuar, como el me mandaba. Estaba encantado con mi resistencia, y mi estrechez. En la sala todos nos miraban en silencio, aunque oia algunos jadeos y suspiros que podrian provenir de gente masturbandose o follando. A mi, como comprenderas, eso me daba igual.

El cabron siguio apretando, haciendome daño, pero sin conseguir su objetivo. De vez en cuando felicitaba a la Directora por haber seleccionado una puta con el culo tan prieto... yo callaba ante sus insultos. Mando traer mantequilla, y de ella me unto el ojete. Con esa ayuda ya pudo su dedo deslizarse dentro de mi... con notable dificultas. Dolia horrores, pero mas aun me dolia la humillacion, y saber el tan grande placer que ese sadico estaba obteniendo. Escucharle, afirmando que aunque el culo de la hija de una criada o de una obrera en la ruina podian parecer iguales al mio, el culo de una princesa y el de una tirada no tenian comparacion... afirmaba que lo habia descubierto tras muchos años, que las "pijitas" eramos mucho mas placenteras... maldito loco.

Uso su dedo para dilatarme un poco, un dedo grueso, pero solo un dedo. Tras no demasiado tiempo lo retiro de mi, y se desnudo rapidamente. Note una abultada barriga sobre mi trasero, parcialmente apoyada en mi. Pero lo que me preocupaba era la punta de su instrumento, apoyada en mi agujerito. Oi como se daba mantequilla en el rabo, decia que era una pena no poder hacerlo sin ayuda, pero que en mi caso era imprescindeble. Aprete los labios, de hecho me los mordi, para no darle el gusto de chillar, no queria darle ese gusto...

No aguante ni la primera embestida. Cuando me dio el primer golpe de caderas, salvaje, y esa cosa comenzo a invadirme, aulle como si el mundo se acabase. El tiempo se congelo, no habia mundo, no habia un publico excitado a mi alrededor, no habia mas que mi ano violado y esa polla. No se cuanto duro, pero se que no fue poco.

El tormento no cesaba, cuando penetraba un poco mas, cuando me dilataba un milimetro mas, me la metia mas rudamente, aumentando su ritmo. Se que comence a sangrar al poco tiempo, y que senti el ardiente dolor que describen las vistimas de violaciones anales. Pero en mi caso no hubo placer posterior, no hubo acomodacion al miembro invasor. Tan solo dolor, temor por las heridas que me estaba causando, humillacion extrema.

Cuando su orgasmo se aproximo, me tomo de los cabellos, y me estiro de la cabeza brutalmete hacia atras, como si fuesen las riendas de un caballo. De ese modo se corrio en mis entrañas, con el miembro manchado en mi sangre. A modo de despedida corto un pequeño mechon de mis cabellos, y me escupio en el rostro. Con una risa enloquecida, y casi sin respiracion, salio poco a poco de mi. Parecia que mis intestinos estaban pegados a su miembro. Yo Lloraba como nunca en mi vida, mientras notaba como el publico se iba, volvian a sus vidas "normales" tras haber contemplado el espectaculo.

Yo permaneci alli atada, hasta que la Señorita Boldbricker me desato. Tenia el cuerpo incapaz de tenerme en pie, piernas y brazos dormidos por la postura forzada que habia mantenido. Me tendio en el suelo, y me saco la venda de los ojos. Los tenia tan humedos que no veia apenas. Me aplico antisepticos y antibioticos en la zona herida, ademas de limpiarla y colocarme un tampax en el ano, para contener la hemorragia.

Su voz reflejaba la excitacion que sentia, ronca, mientras me decia que no era grave, que habia visto cosas peores, que aquel que me habia alquilado ladraba mas que mordia... aunque no cabia duda que me habia abierto el culo a base de bien. Sus gruesos brazos me tomaron en brazos, semidesvanecida, y me llevo a la enfermeria. Alli, presa de las pesadillas en el sueño inducido por medicamentos, acabo la noche de mi presentacion en "Sociedad".

(9,00)