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Por un juego se cogieron a mi mujer

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Empiezo contándoles que Carmen mi mujer y yo estamos felizmente casados ya 10 años, y como todo matrimonio tenemos nuestras fantasías, la última era pasarnos cada quien, por otra persona, así aparentar que nos estábamos siendo infieles cada quien y la verdad que estaba dando resultado, porque cada vez nuestros momentos de sexo eran mejores, metiéndonos en el papel que éramos otra persona.

Carmen es una mujer de poca estatura 1,63 más o menos de piel morena de pequeños senos, pero al ser pequeños todavía se mantienen firmes, algo rellenita, piernas cortas y un delicioso culo, bien paradito yo diría que ese es su mayor atributo ella tiene 43 años y yo 50, así que nos metíamos muy bien cada quien, en su papel, hasta le compre una peluca y ropa sexy.

Esos encuentros amorosos lo teníamos casi siempre en la casa, hasta que un día se me ocurrió hacerlo afuera, ella se negaba hasta que la convencí.

Esa noche iríamos a un bar de alterne, donde van personas y pueden bailar ya que hay música en vivo, y mi idea era que ella fuera por su parte y yo por la mía.

Y que, si la sacaran a bailar, lo hiciera que yo estaría pendiente de ella y que luego yo me acercaría abordarla a ella, y con esa condición ella accedió eso si le dije que se pusiera sexy.

Así que Carmen empezó a vestirse, busco en el closet y saco una minifalda que le quedaba estupenda se veían sus buenos muslos y una camisita que no deje que se abrochara todos los botones para que enseñará sus pequeñas tetas, busco unas bragas tipo hilo dental y brasier de encaje negros, se puso tacones altos y la peluca rubia que le había comprado, y nos fuimos.

Al llegar al estacionamiento del bar le di un beso y le dije que fuera, y se sentara en la barra, que yo esperaría 5 minutos y luego entraría yo.

Pasaron los 5 minutos y entre y cuando ya me dirigía a la barra, ya tenía a dos buitres al lado de ella así que no pude ponerme a su lado, y me puse al frente ya que había un puesto vacío.

Me pedí un whisky y vi que ella estaba tomando un coctel, nos vimos y nos sonreímos y vi que estaba algo nerviosa, observé que el hombre que estaba a su lado empezaba a hablar con ella, ese hombre se veía mayor que yo.

Al rato observé que salían a la pista de baile eso, me dio morbo saber que mi mujer estaba bailando con un hombre desconocido, era música de salsa y yo sé que a ella le encanta bailar salsa, así como observaba como bailaban y daban vueltas y en esas vueltas  la minifalda se le abría y dejaban ver sus muslos esa imagen me hizo tener una erección, en ese momento vi que el hombre que estaba sentado a su otro lado se iba y aproveche para estar al lado de ella  Bailaron como tres piezas seguidas.

Cuando volvieron vi una enorme sonrisa de ella, sabiendo que yo ya estaba sentado a su lado, después pusieron un merengue y la saque a bailar y el tipo que estaba a su lado puso una cara de descontento, y empecé a preguntarle cómo le había ido, toda nerviosa me contaba que ese tipo iba directo y le decía piropos subidos de tono e insinuaciones grotescas hasta bajo la mano y la poso en su culo, y que ya se quería ir, todo eso me excito mucho y mi verga otra vez se me paro y la convencí que siguiéramos con el juego, porque luego en la casa la compensaría con ese bulto que le estaba recostando, bueno ella respondió que sí, que si era así seguiríamos.

Nos fuimos a sentar de nuevo, y enseguida el hombre nos invitó que, porque no nos pasábamos a una mesa y así estaríamos mas cómodos, y así hicimos.

Nos sentamos en una mesa que estaba retirada de la orquesta y empezamos hablar no sin antes presentarnos, él se llamaba Javier, cuando mi esposa se levantó para ir al baño el me comento.

Javier: mira Manuel está visto que los dos queremos cogernos a Carmen, así que hagamos un pacto de caballeros a que ella se insinué mas, el otro le deja el camino libre, qué opinas.

Manuel: me parece justo Javier así se hará nos dimos las manos para sellar el convenio, acto seguido llego mi mujer, y él se me adelanto y no espero que ella se sentara y la saco a bailar, todo ese morbo de saber que Javier se quería coger a mi esposa, me excitaba mucho, al rato llegaron y esta vez Javier se dirigió al baño, y yo le conté a Carmen todo.

Carmen: estás loco ya llegamos lejos vámonos además Javier es muy atrevido, no deja decirme que quiere estar a solas conmigo y sigue tocándome el culo.

Manuel: tranquila que no va pasar nada y como te dije toca aquí, y bajo su mano y vio que mi verga estaba bien dura y eso también la excito a ella, así fuimos alternando bailando con ella y tomando una botella de champán, mi mujer que no es de mucho beber, estaba tomando a la par de nosotros, y a cada rato le daban ganas de ir al baño.

Javier: bueno como vas tú, porque yo ya le metido mano a esa perrita, tiene un culo estupendo bien redondito y duro, ya se deja manosear mas fácil, al principio se hacia la difícil, pero ya no y hasta le recosté mi verga y en vez de separarse se me acercaba más frotándomela.

Manuel: pues yo creo que estamos a la par, porque yo también le metí mano y toque sus tetas, te digo son pequeñas pero firmes, llegue hasta su pezón y con mis dedos se los recorría, estaba poniendo a mi esposa como una verdadera zorra, y eso me mantenía mi verga parada, y a la vez me preguntaba , quien estaría diciendo la verdad sobre lo que estaba pasando entre ellos, porque mi esposa me decía que en vez en cuando le tocaba el culo, y  Javier le estaba metiendo mano y manoseando su culo mientras le recostaba su verga, bueno el caso que no le diría nada de eso a ella para que si fuese verdad no se cortase y siguiera haciéndolo, paso el tiempo y seguíamos con el plan hasta que llego el aprovechando que mi esposa volvió a ir al baño y me dijo creo que gane.

Javier: bueno creo que te gane y tienes que cumplir con el trato, saco del bolsillo de su pantalón las braguitas de mi mujer, me las enseño,  y no podía dar crédito a lo que estaba viendo si eran las bragas tipo hilo negras que había puesto en la casa, así que me dijo cuando ella llegara me despidiera y nos dejara solos porque le iba a proponer irse a otro lugar para podérsela coger, me sudaban las manos tenia rabia mi mujer se había comportado como una verdadera zorra, se había dejado meter mano y el colmo le había regalado sus bragas que olían a su sexo a ese desconocido que recostaba su verga por su humanidad, así que llegaba ella y él se fue para que yo me despidiera.

Carmen: bueno ya es hora de irnos estoy cachonda y quiero que me cojas ya.

Manuel: si ya nos vamos a ir espera que salga para despedirnos, mientras la besaba y le metía mano para ver si tenía sus braguitas, y en efecto no llevaba nada puesto, la muy zorra se las había entregado a Javier.

Carmen: te diste cuenta que estoy caliente y mi cosita quiere que la penetres mi amor, cogeme rico, soy toda tuya.

Manuel: bueno ya viene dejame ir al baño y luego nos vamos, me fui furioso por el engaño de ella y quería aunque fuera una locura que Javier le diera un escarmiento y se la cogiera por ser tan puta, así que me escondí y los observe a ver qué es lo que iba a pasar, inmediatamente se levantaron y agarraron hacia el pasillo de poca iluminación vi Javier que le había metido la mano bajo su falda y la llevaba al final del pasillo se pararon y empezaron a besarse mientras que el desabrochaba su camisa y le sacaba sus tetas, empezó a chupárselas, mientras que ella le bajaba el cierre del pantalón y sacaba su verga y empezaba a masturbarlo, el paro de chuparle las tetas.

Y luego agarro su cabeza para inclinarla hasta su verga, y que ella se la metiera en su boquita, así lo hizo y como una desesperada empezó a mamárselo, mientras que el solo gemía.

Luego se levantó él la agarro por la cintura la obligo a inclinarse subió su falda y le introdujo su verga por el culo, se oían unos pequeños gritos, que luego se convirtieron en gemidos y los dos acabaron con sus respectivos orgasmos, rápidamente se intercambiaron los teléfonos y se acomodaron y le oí decir a Javier esta vez no quedaremos con las ganas, por lo que me contaste del cabron de tu marido, pero no vas a escaparte de darte una buena cogida, porque ya eres mi putita Carmen y le dio un beso mientras que le metía mano bajo las faldas y apretaba sus nalgas, chao zorrita me fui rápido a la mesa, cuando llegamos a la casa yo fui quien le di una buena cogida y no dije nada…

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