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Don Raúl y Yunani, una madre adolescente y un viejo caliente y pervertido

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Don Raúl y Yunani, una madre adolescente y un viejo caliente y pervertido

Una linda jovencita llego a mi condominio, le rente un cuarto para ella y su bebe, era madre soltera a sus 19 años, la primera reacción que me causo fue pena, no contaba con nadie por lo que me platico cuando la conocí, ganaba poco y vivía con muchas carencias, era muy hermosa, de pieles trigueña, tenía tetas grandes, una figura delgada y un culito redondo y firme, era algo tonta e ingenua por el modo en que hablaba y sin duda cometió muchos errores, de los cuales saque mucha ventaja.

Los primeros 3 meses vivió sin problemas, pagaba a tiempo y su niño no era latoso, pero al 4 mes se retrasó bastante en el pago de su renta, y el quinto fue lo mismo, al llegar a su puerta, la escuche llorar, casi me alejo pero me debía dinero y si no pagaba tenía que irse, toque la puerta y me atendió rápidamente, estaba vestida con un short muy pequeño y una blusa de tirantes bastante floja y sin brassier, se veía cansada pero no lucia fea, debo admitir que al ver sus jóvenes tetas hizo que me excitara un poco. 

-niña tenemos que hablar, me debes 2 meses de renta y no creó que puedas pagar, voy q pedirte que me empieces a desalojar, tienes una semana para irte.

Al decir esto la joven empezó a llorar, me decía que no tenía donde ir, que había perdido su trabajo, que le diera más tiempo.

-me han dicho eso varias veces, me da pena porque tienes un niño, pero de esto vivo y si no saco nada de esto no me conviene, te lo pido por las buenas y con tiempo.

-señor, por lo que más quiera, le pagare como quiera, solo déjenos vivir a mi niño y a mi aquí, hare lo que quiera.

En ese momento la joven se sacó uno de los tirantes, dejando que uno de sus senos se asomará, pude tener piedad de la joven, darle una oportunidad, pero la verdad era muy hermosa y tenía en ese entonces, mucho tiempo sin sentir la joven piel de una niña de 19 años.

-que tan lejos estas dispuesta a llegar.

La chica algo asustada me contesto.

-lo que sea necesario para que me deje estar aquí.

Con esa frase supe que podía ser mía cuando lo quisiera, las veces que quisiera y como yo lo quisiera, ella no pensó que esa frase la condenaría.

-bueno, ya que me lo dejas así, si me das una buena mamada, te dejo vivir aquí un día más de gratis, si me dejas cogerte y venirme donde me placa una semana y, si te portas bien y me dejas hacer con tu rico cuerpo lo que quiera, te quedaras aquí sin pagar nada, puede que hasta te ayude un poco.

-pero señor Raúl, no soy una puta, no pues….

-si te gusta lo que te dije, si no, la salida es grande y sabes dónde está.

Con lágrimas en los ojos accedió a mi sucio juego, la acerque a mí y empecé a besarla, tengo 55 años, estoy algo panzón y no soy muy agraciado, pero ese angelito seria mi puta, no dejaría pasar esa gran oportunidad.

Ella se sacó na blusa, sus tetas eran redondas, hinchadas por la maternidad y sus pezones eran grandes, me fui como su niño cuando tiene hambre, succionaba fuerte esas tetas, probé algo de su dulce leche, sabía que le dolía, pero una sola queja y estaría en problemas, la acosté en la cama, boca abajo para ver su culo mientras devoraba mi verga, que es larga y gruesa, la única parte de mi ser de la que estoy orgulloso. Al ver mi pito la joven se sorprendió, pero no le di tiempo y se la clave en la boca, ggggggg era el único ruido que hacía, follaba su boca y ella la recibía gustosa, su boca era hábil, la puse boca arriba y me monte sobre ella para cogerme sus tetas, las apretaba y jalaba, la puse un medio, las oprimí contra mi verga y con fuerza empecé a pajearme con sus tetas, mi glande golpeaba su rostro, esta tomo la iniciativa y con su boca besaba la puta cada que esta venía a ella, sentir la fricción de sus pechos contra mi verga y los besos que le daba a mi glande me hicieron correrme de lleno en su cara y el inicio de sus pechos, la obligue a seguir chupando, con una cuchara que estaba cerca, le quite el semen de la cara e hice que se lo tragara.

La coloque boca abajo otra vez y empecé a frotar mi verga en su culo, con mis dedos abría su culito para dilatarlo, después de unos minutos empecé a metérsela, ella se quejaba, gemía y sus manos apretaban sus sabanas mientras recibía mi verga en su culito, este apretaba mi mano como si fuera un puño, al llegar al tope, la cogí salvaje mente, me encontraba en el cielo, ella no paraba de gritar, apretaba sus pechos al mismo tiempo que la penetraba, de ellos surgió un chorro de leche, me fue muy placentero, no dure mucho y me corrí en sus nalgas, la metí en su boca otra vez para que me la dejara bien limpia.

Como lo último de esa noche, fui a su refri, quise humillarla, hacerla sentir placer fuera como fuera, vi al fondo un pepino grande y ancho, más que mi verga, le dije que se pusiera en cuclillas con las piernas bien abiertas sobre su cama, comencé a frotar el pepino en su húmedo coño, era una fuente y en instantes el pepino quedo bien lubricado, se lo inserte en su coño y la folle con él, apretaba sus senos y la nalgueaba, sus gemidos eran más y más fuertes, esos dulces sonidos me pusieron como piedra y se la di por el culo otra vez, ella no paro de gritar de placer, yo era una bestia por lo bien que su culo se sentía, hasta que ella no se contuvo y se orino mientras tenía el pepino adentro, yo seguí penetrándola, una y otra vez, tanto con mi verga y con el pepino, hasta que me corrí de nuevo, ella se tumbó en su cama, cubierta por los diversos fluidos de nuestra rica cogida, antes de irme le dije, te veo mañana putita, ella no contesto ni lloro, solo se quedó callada, en un charco de sus fluidos, esa noche me conseguí un sexy juguete de 19 años, y era un hombre muy feliz.

(9,11)