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Juanito y sus fantasías conmigo

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Hago un paréntesis entre mis experiencias sexuales personales para compartir este relato, fantasía de un amigo virtual a quien le encantaron mis nalgas.

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Me aparecí en su recámara desnuda y de espaldas y me dijo "me imagino que tus tetas y tu vagina son igual de deliciosas", me volteo y veo que tiene el garrote crecido y duro; parece palpitar al ritmo de su corazón; me pide que me acerque y yo obediente, llego junto a él. "Arrodíllate y lámeme la verga y los huevos", me exige; me hinco y paso mi lengua desde sus huevos hasta su cabezota grande y enrojecida, él gime de placer cada vez que lengüeteo su verga y yo empiezo a sentirme golosa al sentir en mi lengua aquella cosa jugosa y deliciosa. No aguanto más y me la trago hasta que topa con mis anginas e inicia el chupeteo, a cada succión él emite grititos de gato ronroneando y mi saliva empieza a salir pues el banquete que estoy deglutiendo es exquisito.

Jalo a mi hombre al piso y ya acostado sigo mamando golosamente y pongo mi sexo en su boca; él me pasa la lengua por la vulva y me da un escalofrío de placer, poco a poco mete su lengua y acaricia mi clítoris poniéndome chinita la piel. Me sigo atragantando con su verga y el mete toda su boca en mi vagina y succiona mis labios vaginales, saco su vergota de mi boca y gozo lo que me hace... "aaaaaaahhhh, que rico chupas papito", muevo con vaivén mis caderas y èl me aprisiona las caderas mientras me succiona el clítoris "ooooooh cielooooossss"... mis 2 manos masturban con violencia el garrote durísimo de mi Juanito y me suelta.

Mi instinto me lleva a buscar la penetración para saciar mis ansias de hembra excitada, me siento sobre su garrote y bajo mis caderas sintiendo como entra frotando mi vulva y abriendo el camino hacia la fuente de placer; me jala y me dice "quiero deleitarme con tus tetas gordas" y así me lenguaba los pezones ya duros y erectos, y de repente hundía su cara en mis tetas dándome mordiscos dolorosamente placenteros al tiempo que yo me movía como viborita haciendo meter y salir su verga de mi vagina.

Luego me solicitó con los ojos inyectados de libido "dame tu culazo muñeca, te lo voy a reventar con mi palo", me levanté y me puse como perrita levantadas mis nalgotas, mi hombre asombrado me dijo "tienes unas nalgas putísimas, mamacita" y me dio unas cuantas palmadas un poco dolorosas; se arrodilló y colocó su garrote en mi culo tomándome por la cintura y me ensartó firmemente sin parar mientras él rugía y yo empecé a fascinarme al irme sintiendo llena de verga hasta que sus huevos me rosaron las nalgas.

Entonces sacó y metió su palo lentamente haciéndome estremecer al penetrarme y temblar cuando la sacaba; jadeábamos como perros enganchados de sus sexos y el me clavaba cada vez más rápido provocándome placeres inexplicables que al poco tiempo me hicieron secar espuma por la boca y mis ojos se me volteaban. Se oía el chasquido de los golpes que me daba su vergota muy lubricada y mi culo se tornaba caliente, sentía un rico ardor creciendo dentro de mí; entonces me aplastó contra la alfombra y gritándome "¿qué rica estás putaaaaaa!" su garrote soltó chorros y más chorros de semen llenándome todos los intestinos mientras rugía como león en celo y me apretaba fuertemente tratando de hacer llegar su palo hasta mi corazón, yo apreté las nalgas succionando su garrote con mi culo y mi macho empezó a temblar y a gritarme palabras sucias: "así zorraaaaa" "mi puta culonaaaaa" "sácame toda la lecha ramera ofrecidaaaa". Me sentí realizada como puta.

Ya que terminó de llenarme con su leche de macho me sacó su verga pero siguió aplastándome haciéndome difícil respirar, pero ahora me dijo cositas muy lindas al oído y aguanté: "¿sabes que eres una niña preciosa?" "me gusta tu carita angelical y tus dulces labios" "tu piel suavecita como la seda" "tus senos voluptuosos tan llenos de leche" "tus nalgas boludas y muy levantadas", "pero sobre todo, me encantó la forma en que te entregaste al amor", "me acabas de hacer el macho más feliz sobre la tierra, gracias por ser mía muñequita"... yo no podía respirar bien pero alcancé a decirle ronroneando como gatita "yo también quedé encantada de ser tuyita corazón, pero ya deja de aplastarme"; entonces se quitó mientras reía y me contagió, reímos como tontos acostado viendo hacia el techo, y un rato después me acerqué y le besé el cuerpo desde la boca hasta los huevos. Su vergota empezó a crecer, pero le dije "basta por hoy mi amor, mejor nos vemos en tu próxima fantasía"... y me esfumé igual que como aparecí.

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