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Los placeres de mi tía

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Durante mis vacaciones de verano mientras cursaba la preparatoria, me enamore perdidamente de mi tía angelina, ella era muy hermosa no era muy alta, tenía un gran trasero y cuerpo escultural.

Todo comenzó en mis vacaciones de verano como mi madre y mi padre salían mucho de viaje por sus trabajos, me tuve que quedar en casa de mis tíos durante las vacaciones, al igual que mis padres mi tío también viajaba mucho y mientras yo estuve en su casa el salió de viaje. Su casa era muy espaciosa y bonita pero lo que más me gustaba era el cuerpo de mi tía.

Como la casa era muy grande y solo estábamos nosotros dos me pidió que durmiera en su habitación, durante la primer noche estuve muy nervioso porque no podía creer que estaba durmiendo en la misma cama con mi tía y su gran trasero el cual estuve observando y dando pequeños roses toda la noche y mi tía no se dio cuenta, sentía la firmeza de su hermoso trasero y a veces restregaba mi cara en él, hasta que mi tía se levantó para ir al baño y cuando se volvió a acostar cambio de posición y ya no pude hacerlo.

A la mañana siguiente me levante muy emocionado porque sabía que mi tía se iba a bañar y yo la iba a espiar, en el baño había una pequeña grieta por donde pude ver toda su hermosa vagina con mucho pelo color negro, su hermoso trasero moreno y sus hermosas tetas firmes y grandes, no aguante más y me empecé a masturbar viendo aquel hermoso cuerpo.

Cuando salió de bañarse me escondí detrás de una gran maceta y entre rápidamente al baño donde estaba la tanga que uso toda la noche, olía muy rico y me volví a masturbar, pero para mi sorpresa ella regreso al baño y en encontró masturbándome con su tanga, entre en pánico pensando que se enojaría, pero solo se quedó viendo como son tenía mi pene erecto en mi mano, cerro de nuevo la puerta y se fue a su cuarto.

Cuando salí del baño ya no estaba en la casa y encontré una nota que decía que había ido a un mandado y que regresaría tarde. Ya en la noche yo estaba recostado en la cama y escuche que llego a la casa, para ya no pasar vergüenzas me hice el dormido.

Cuando ya estaba dormida le empecé a agarrar las nalgas pero se despertó y en vez de decirme que parara, me tomo de la mano y la puso en su vagina, empecé a tocarla y jugué un poco con su pelo, entonces se paró y se empezó a desnudar acto seguido la acosté en la cama y la empecé a besar de pies a cabeza luego empecé a penetrarla y ella me pedía más y más duro hasta dejarla extasiada y llevarla al climas total yo solo sentía como me abrazaba la cálida y húmeda piel de su vagina mientras le besaba las tetas ella me pedía que me viniera en su abdomen y así cumplí los "los placeres de mi tía".

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