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Ahora me ven como hombre

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Esta historia es ficticia y simplemente debe tomarse como una historia que quizás haya existido en algún lugar de este vasto mundo.

Mi nombre es Carlos y quiero contarles mi historia, aquello que me pasó hace dos años y que cambió totalmente toda nuestra vida familiar.

Mi familia en ese momento estaba constituida por mi madre Mariela de 42 años, mi abuela por parte de madre Marta de 64 años, mis dos hermanas Lali de 19, Mica de 18 y yo que en ese momento tenía 21 años.

Mi padre, falleció de un accidente 4 años atrás y desde entonces mi madre se ha mantenido sin parejas o al menos nunca las ha traído a casa.

Cabe mencionar que vivimos en una casa grande dentro de un barrio cerrado, en una ciudad capital con más de 15 millones de habitantes.

A causa que una tía paterna ya divorciada se vuelve a casar y sale en su viaje de bodas por tres semanas, pide a mi madre si su hijo Alberto (Beto para nosotros) de 18 años, a quien hacía más de 10 años que no veíamos, podía quedarse ese tiempo en casa. En su retorno lo pasarían a buscar por casa. Por supuesto mi madre contesta que no había problemas, que hasta quizás sería una buena ocasión para que los primos se conocieran mejor.

Mi experiencia sexual hasta ese momento habían sido algunas chicas del colegio o del club. Con algunas de ellas tuve relaciones, con otras no o sea nada diferente a cualquier muchacho de mi edad, pero la suficiente para advertir las formas amaneradas de mi primito.

Él era de tez bien blanca, totalmente lampiño, delgadito y de caderas bien marcadas, con cara muy bonita y delicada, aparentaba menos edad. En varias ocasiones percibí que cuando lo miraba y se daba cuenta, levantaba la colita y me miraba el paquete que inmediatamente se me empalmaba. Me pareció raro ya que nunca sentí atracción alguna por el mismo sexo, pero tampoco le di nunca mucha importancia.

Todo comienza un día viernes en la noche, un invierno con mucho frío, cuando yo estaba a punto de salir buscar un par de amigos con los cuales tenía pensado ir a bailar.

Sonó el timbre de la puerta de entrada y mi abuela fue a abrir la puerta. Al abrirla se encuentra con dos enmascarados armados que la empujan, haciéndola caer y se meten en casa cerrando inmediatamente la puerta.

En pocos minutos recorren la casa entera y nos juntan a todos en el living, siempre mostrándonos un arma de fuego cada uno. Lo primero que hicieron fue amordazar a mi abuela y a mis dos hermanas para que no gritaran y nos dijeron.

—Silencio, nada de gritar o hacer ruidos o alguien va a sufrir las consecuencias mientras uno de ellos ponía un revolver en la cabeza de Mica.

Mi madre se asustó y dijo:

— no, por favor que quieren, llévense todo, pero no lastimen a nadie.

Nos sentaron a todos en el piso y a mí y a Beto nos ataron las manos y los pies.

—Danos la plata de la venta de la casa y nos vamos —dice uno de ellos

—No vendo ni he vendido ninguna casa en 10 años —dice mi madre— no sé de qué hablan.

—No te hagas la boluda, que sé que acabas de vender una casa grande en la playa —volvió a decir el delincuente.

Nooo ya sé que quieren, se confundieron les dije Los que acaban de vender una casa en la playa son los vecinos de enfrente en diagonal a esta casa.

Los delincuentes se miran y hablan entre ellos.

Mostrame un documento tuyo rápido le dicen a mi madre, quien le muestra el documento de identidad.

Y uno tuyo pendejo me dicen a mí y les digo en que bolsillo lo tengo, lo toman.

Los miran y comparan, ambos tienen esta dirección y el mismo apellido (mi madre nunca cambió el documento de casada).

Por lo que empiezo a entender me doy cuenta que se equivocaron de domicilio. y ellos también.

No hay nadie en esa casa en este momento, recién vuelven mañana dije.

y como sabés pendejo me preguntan.

el hijo es mi compinche, por eso lo sé.

así que recién mañana vuelven y se quedó pensativo entonces esperaremos hasta mañana aquí, igual seguimos respetando el plan ya que hasta el sábado a la tarde no salíamos le dijo al otro que afirmó con la cabeza.

Desatan a Beto y le dicen cerrá todas las ventanas y sus persianas, también la puerta de adelante y la de atrás y me traés las llaves. Tenés 2 minutos pendejo o corto a una de tus hermanas mientras decía esto mostraba un cuchillo que había extraído de sus ropas cambiándolo por el arma.

Beto cumplió todo en menos del tiempo dado y trajo las llaves. Yo sabía que nada podíamos hacer, no podía arriesgarme aun teniendo la oportunidad de hacer algo porque ellos eran dos y siempre estaban separados. Además, lo que me preocupaba más, era que para cualquier persona de afuera sería normal que al anochecer y haciendo tanto frio cerráramos todo.

Estábamos a su merced.

Una vez establecido que nadie gritaría ni se producirían agresiones nos desataron, pero a mi madre, a Beto y a mí nos ataron ambos pies con una soga tan corta que apenas nos permitía movernos con pasitos de 15 cm.

Uno de ellos le dijo a mi madre y a mi abuela que prepararan algo de comer que todos comeríamos y las acompañó a la cocina. En ese momento de desataba una fuerte tormenta afuera, podíamos sentir el viento y la lluvia que golpeaba por todos lados tapando cualquier ruido.

Comimos todos en silencio, nosotros todos juntos y ellos como siempre cada uno en un punto distinto de la habitación. Las armas de fuego habían sido guardadas, y en su lugar uno de ellos mostraba un cuchillo y el otro había agarrado un palo de golf (recuerdo de mi padre) que teníamos como adorno.  No había existido, salvo el empujón inicial a mi abuela, ningún acto de violencia hacia nosotros. Terminamos e comer y quedamos en silencio.

Nunca pude saber el porqué, en un momento dado el boludo de Beto, que había logrado desatarse una de las piernas, se levanta y trata de correr hacia la planta alta. Uno de los delincuentes corre para cruzarse en su camino, en ese momento Beto al correr, pisa la soga que arrastraba de una de sus piernas y pierde el equilibrio cayendo hacia adelante y propinándole un cabezazo tremendo al delincuente que trataba de detenerlo en la cabeza, quien también cae.

Mis hermanas empiezan a gritar asustadas y se levantan. El otro delincuente empuja a Lali con el palo y la hace caer, mientras grita.

Silencio carajo o le meto un palazo a la pendeja —todos se callaron de golpe.

Mientras se levantaba Beto que no tenía nada ya que había golpeado la cara del hombre con la parte superior de su cabeza. Pero al levantarse el hombre muestra que sangra de la nariz rota debido al golpe.

Pendejo de mierda, que carajo haces pelotudo, no ves cómo me dejaste —dijo y le tiró una trompada que no llegó pegarle. Beto corrió a refugiarse detrás de mi madre.

Mira como me rompió la nariz este pendejo puto —le dijo al otro, esto cambia todo, ahora tengo que vengarme agregó.

Trajeron un par de toallas del baño y con eso se limpió, luego nos ataron a todos muy fuerte y nos pusieron medias en la boca de manera que no pudiésemos decir ni hacer nada.

miralo al putito este, no se adonde pretendía ir decía uno de los delincuentes mientras se acercaba a Beto. Y le daba una patada que lo deja casi llorando.

Mi madre y yo nos movimos como tratando de evitar que lo golpearan y eso enfureció más al hombre que dijo.

ahora voy a ir desatando uno por uno empezando por el puto este y se van a desnudar completamente, para luego volver a ser atados.

Nada podíamos decir ya que estábamos amordazados, pero salieron sonidos de la garganta de mi madre y de mi abuela, que por supuesto se perdieron entre los ruidos de la lluvia.

Desataron Beto y lo obligaron s desnudarse completamente, para volver a atarlo, le siguió la abuela, Mica, Lali, yo y mi madre.

A los pocos minutos estábamos todos desnudos y atados sentados en la sala.

El hombre lastimado se acercó a Beto y le pasó la mano por el culo mientras decía mirá que colita linda tiene el putito este, que tal la chupará y acto seguido se baja los pantalones y el calzón mostrando una pija semi erguida y agarrando la cabeza de Beto le dice.

ahora pendejo, me vas a chupar la pija y lo vas a hacer con mucho cariño. Si mordés o haces algo que no me guste te corto el cuello, entendiste pelotudo y Beto movió la cabeza afirmativamente

Miré a mi madre y a mi abuela. Por primera vez las veía desnudas, así como a mis hermanas.

Mi madre tenía un cuerpo aun bien contorneado, regordeta pero no mucho. Mostraba un busto hermoso de no menos de 100, con las tetas aun paradas y una cola que envidiaría cualquier pendeja.

Mi abuela no parecía tener un cuerpo de 60 años, estaba más delgada que mi madre y tendría 90 de busto ya bastante caído.

Lali mostraba un cuerpo hermoso, tendría unos 80 de busto, siguiendo la tradición familiar y una cola que cualquier querría poseer, bien redondita. Junto a ella Mica con sus 18 años tenía unos pechitos salientes, pero ya asomaba un hermoso cuerpo bien contorneado.

Giro la cabeza y veo que ya Beto tenía toda la pija dentro de la boca. Se le hizo al putito pensaba mientras lo veía y se me empezó a parar la pija.

Mi madre me mira asombrada cuando ve que tengo la pija totalmente parada. Mi pija parada será de unos 20 cm de largo por unos 4.5 de diámetro, no sé en qué pensaría, pero prefería que creyera que esto lo generaba Beto al chupar y no lo que en realidad era, por ella y mis hermanas.

Lali tenía los ojos cerrados, pero Mica miraba fijamente como obligaban a Beto a comerse esa lonja de carne que entraba y salía de su boca.  Me dio la impresión que también estaba excitada, cosa que corroboré cuando se movió y vi que dejaba una mancha húmeda donde estaba sentada.

El delincuente levanta a Beto y lo hace colocarse a un costado suyo ya sentado en el sillón desde donde podía mirarnos a todos. Allí sigue obligando a Beto a seguir con la mamada, pero al mismo tiempo, le empieza a meter un dedo en el culo.

Increíble, pero empiezo a advertir que Beto comienza a gemir, ¡¡Le está gustando!! ¡¡Lo goza!!

No soy el único que se da cuenta y el hombre dice miren al putito, empieza a gemir como le gusta que le metan dos dedos en el culo.

En ese momento el otro dice.

habíamos quedado que no hacíamos nada contra la familia. Te lastimó y lo entiendo, está bien la chupada como castigo, pero nada más, ni se te ocurra querer penetrarlo ni lastimarlo. Fue una promesa y siempre hemos cumplido entre nosotros nuestras promesas

Sé lo que prometí y sabes que lo cumpliré. Es la base de poder trabajar juntos, la confianza contestó.

Mientras todo esto se decía, lo escuchábamos todos y generaba algo de tranquilidad (al menos eso pude ver en mi madre, ya no tocarían a sus hijas), Beto estaba en otro mundo. Tenía una pija para chupar y le daba con todo, además sentía esos dedos en el culo y ya lo movía para un lado y para otro como si fuese un perro con cola y recontento.

De pronto el que estaba con Beto me ve la pija totalmente parada y le dice al otro.

mirá a ese cómo se pone cuando ve como este goza. Ponte de pie me dice.

Yo me paro y ya queda demasiado evidente mi pija totalmente empalmada.

Mi madre y mi abuela la miran con cara asombradas, mis hermanas se quedan mirando fijo.

si hasta tiene un pijón que nos hace pasar vergüenza a los dos juntos dice ambos se ríen.

las de minas que te andarás cogiendo por ahí, ¡¡se pelean por vos seguramente!! agrega.

Se levanta y se acerca al oro, le dice algo al oído y ambos se ríen mirándome.

Uno de ellos se acerca me dice ¿Son tus hermanas? señalando a Lali y a Mica.

Le indico que sí con la cabeza, me dice.

te vamos a desatar, si haces algo lo sufren ellas ¿entendido? y afirme con la cabeza, mostrando que había entendido.

Una vez desatado me dice.

te vas a coger al pendejo vos, ya que nosotros no podemos.

no le digo eso no.

vos no elegís nene, parece que no entendés, y si no lo haces bien después sigue alguna de ellas, ¿ahora está claro?

Si clarísimo le dije, pensando que me tendría que coger a Beto. Ese no era el problema, sino que debería hacerlo delante de mi familia.

¿podemos sacarlas antes de acá? pregunté casi rogando.

El tipo miró al otro y dijo.

No, no podemos cuidar dos cuartos separados y además quiero que vean como le rompes el culo a puto ese. Quiero escucharlo gritar del dolor y tenés con que hacerlo o sigue una de ellas ya te dije.

Me acerque a Beto, que me miraba casi llorando.

primero chúpasela un poco le dijo el hombre.

Me paré delante de Beto, lo tomé de los hombros y lo empujé hacia abajo para que se arrodillara. Lo hizo.

Tomo con sus dos manos mi pija y empezó a besarla. Primero despacio, como con miedo y a los pocos minutos la chupaba entera.  Empezaba por abajo en los huevos y desde allí lamia hasta llegar a al glande, en ese momento la metía entera dentro de la boca y jugaba con la lengua rodeando en forma circular. Repetía el proceso una y otra vez. Sus manos ya me agarraban de la cintura para controlar mejor la mamada ya que no le entraba entera en la boca.

Se acerca el hombre y agarrando la cabeza de Beto desde la nuca pega un golpe hacia adelante mientras le dice.

metétela entera, nene, y comésela toda.

Siento que mi pija entra por la garganta y que sus labios tocan incipientes vellos de mi pelvis ya que me depilo la zona. Se atraganta.

veo entendiste como chupar le dice el hombre y el afirma con la cabeza.

A partir de allí se transforma en garganta profunda, cada vez que empuja siento como el glande atraviesa la garganta y le provoca arcadas.

Pero para mí eso era nuevo y se sentía tan bien. Comencé a olvidar el entorno y a concentrarme en la mamada. No me habían ordenado eso acaso. Era hermoso.

En unos minutos sentí que ya llegaba, quise sacar la cabeza de Beto y sentí que me lo impedía el hombre. Dejé entonces y acabé. Empecé a largar chorros de semen que ahora sí, ahogaron totalmente a Beto obligándolo a sacar la cabeza. Yo seguí descargando y los chorros salieron hacia adelante llegando casi hasta mi abuela que era la más cercana.

En ese momento levanté la vista y miré todas. Me miraban embelesadas, apenas pestañeaban. Hasta mi abuela tenía esa cara.

Empezá a chupársela de nuevo, que se le tiene que parar dijo el hombre y Beto nuevamente abrió la boca y después de lamerse todo el semen con la lengua, empezó a chupar de nuevo, como si no hubiese pasado nada.

A los pocos minutos la pija estaba nuevamente parada, más aún a medida que yo veía las caras de mi madre y abuela, lo cual me excitaba en extremo.

Al ver que ya estaba de nuevo lista la pija, el delincuente dijo.

ahora te lo coges y bien cogido como te dije.

Hice levantar a Beto, lo di vuelta y apoye la punta de la pija en su ano, estaba por empezar a empujar cuando escucho.

¿y no le chupas el culo antes, nene?, dale. Chupáselo un rato, grita el otro hombre.

Hago arrodillarse a Beto sobre el sillón ofreciéndome sus nalgas y me arrodillo frente a él. Empiezo por pasarle le lengua despacito por la unión de los cachetes del culo. Meto allí mi lengua y empiezo a bajar hacia el ano.

Cuando llego, mi lengua comienza a dar círculos sobre él, tratando a veces de entrar y empujando. Siento que Beto empieza a empujar hacia atrás y también siento que comienza a gemir. A medida que va pasando el tiempo y sigo pasándole la lengua el gemido se hace más fuerte, ya lo escuchan todos, veo como mis hermanas siguen todo esto como si fuese una película, olvidándose que están atadas.

En un momento me tocan y me señalan que lo penetre, me levanto y apoyo el glande en el agujerito del ano. Empiezo a empujar, siento que entra casi fácilmente, quizás por la lubricación de la chupada, pero supongo también porque en mi opinión está un poco acostumbrado a ser penetrado.

Cuando entro casi la tercera parte de mis 20 cm, empiezo a notar que trata de zafar, es evidente que le duele. Seguramente nunca recibió una lonja de carne de esa medida. Pero también es evidente que tengo que elegir entre hacerlo bien o tener un castigo impensable, así que empujo más.

De golpe siento que me dan un empujón desde atrás y la pija entra toda de una vez. Beto pega un grito y comienza a sollozar, un hilillo de sangre muy delgado, solo perceptible por mi sale del agujero.

Lo agarro delos hombros y empiezo a bombear. Saco despacio y meto despacio, trato que el movimiento no lleve más de 2 o 3 cm para que no le duela. Hago esto varios minutos.

Comienza Beto a acompañarme en el movimiento, entonces comienzo a hacerlo más ampuloso. Ya no son 3 cm ahora entra y sale casi 10 o12 cm.

Yo no me daba cuenta, pero desde donde estaba mi familia se veía perfectamente como le pija entraba y salía del culo de Beto doblado al medio y recostado sobre el respaldo del sillón

Beto comienza nuevamente a gemir. Se ve que semejante pedazo le genera sensaciones nuevas y comienza a temblar mientras acaba manchando el sillón al menos dos veces antes que yo sienta que estoy llegando.

Cuando estoy por llegar Beto lo siente y se da vuelta metiéndose la pija en la boca y haciendo que yo termine nuevamente en su interior, pero esta vez no deja derramar ni una gota.

Saco la pija ya caída y totalmente limpia.

Mira como gozó el putito, carajo. Al final su culo se comió el pijazo y encima gozó dijo el hombre

Dejalo, mirá como está avergonzado. No es un buen momento familiar para él. Creo que alcanza como castigo dijo el otro.

Si es verdad dijo el primero, pero... y me miró a mí.

sabías que tenías que hacerlo sufrir y fuiste delicado con el replicó.

De haber sido bruto como te pedí, con semejante pedazo, debería al menos estar sangrando. ¿o no? preguntó al otro.

no lo puedo negar contesto el otro dale un castigo, pero nada muy fuerte, no quiero complicaciones.

Me empecé a preocupar, que me pedirían. Mi madre y mi abuela casi lloraban.

Elegite una de ellas, cualquiera, o la sorteamos para que te chupe la pija y me olvido del tema dijo el delincuente lastimado, tocándose la cara, mientras miraba al otro que con una seña de la cabeza lo apoyaba.

Yo estaba totalmente enloquecido. Me imaginaba a mi madre chupándome la pija y empezaba a empalmarse, pero también pensaba en mi hermanita más chica y eso me sacaba de cualquier excitación. No podía ni imaginármela chupando frente a todos.

Las miro y veo que tanto mi abuela como mi madre me hacen señas para que las elija impidiendo así que pueda tocarles a mis hermanas. También percibo que Lali me hace señas, pero la descarto. Debo elegir entre mi madre y mi abuela. Cuál de las dos haría menos daño al conjunto.

dale nene o elijo yo escucho atrás mío y sin pensarlo dos veces señalo a mi abuela.

bien será la vieja entonces, y espero que te empalmes bien o hago que una de las chicas se la chupe al putito escucho.

Desatan a la abuela. Las chicas lloriqueaban, mi madre miraba con ojos también llorosos. Me pareció que Beto se sonreía el hijo de puta.

Me senté en el sillón y mi abuela se arrodillo en el suelo delante mío.

Empezó acariciándome la pija. La froto un poco pajeándola despacio para que empezara a levantarse. Después acerco la boca y la beso, sacó la lengua y la lamió de abajo hacia arriba.

Continuó con ese movimiento hasta que la pija se empezó a parar y fue en ese momento cuando abrió la boca y empezó a chupar.

Cuando la pija estaba adentro de la boca, podía sentir como la lengua la raspaba con fuerza y eso me calentaba más. Además, podía ver a mi abuela chupándome la pija a full.

Pude sentir como refregaba las tetas contra mis piernas mientras seguía chupando, de hecho, me pareció que gozaba y bastante.

Siguió así por varios minutos, llegando a sentir yo que también le pasaba por la garganta.

Cuando acabé le avise antes con la mano, pero no saco la cabeza y dejó que le acabara todo dentro de la boca, sin dejar salir ni una gotita.

Después me acarició y me dijo.

no te atormentes bebe, son cosas que pasan.

Yo ya estaba bastante cansado, había acabado tres veces.

A ver putito de mierda dijo el hombre golpeado a Beto, todo esto por vos, si te quedabas quieto nada pasaba.

Espero que hayas entendido que tus acciones no solo te afectan a vos, ahora tu abuela tuvo que humillarse y chuparle la pija a tu hermano y mirándolo de cerca le gritó entendiste ahora pelotudo.

Sí, entendí dijo Beto.

No creí necesario que el delincuente supiese que Beto no era mi hermano sino mi primo, así que callé sobre eso.

A partir de ese momento, nos hicieron vestir uno a uno nuevamente y nos encerraron separándonos en distintos cuartos donde nos dejaron atados. A mis hermanas las encerraron en un dormitorio juntas, a mi madre y a Beto en otro y finalmente a mi abuela y a mí en otro.

Cuando quedamos encerrados mi abuela me dijo.

si esto termina así, como parece, de buena nos salvamos. La sacamos realmente barata. Y todo por ese pelotudo de Beto.

Sí, le dije casi sin mirarla de la vergüenza que tenía.

Se dio cuenta y me dijo.

Carlos, que buen pedazo tienes nene ehhh y la mire asombrado.

Te habrás dado cuenta como gocé al chuparla dijo a mi edad hay que aprovechar.

Sí, me pareció le dije.

Si hasta creo que tú también gozaste con tu abuelita ¿o no?

la verdad que si le dije.

ya me dejarás más adelante, cuando todo se tranquilice, gozar a pleno de esa poronga, y no solo con la boca para que tú también puedas gozar de esta vieja le escuche decir sin dar crédito a las palabras, mi abuela me decía que me quería coger.

Abuela, que dices le dije.

creo que aún no has entendido que pasó, me dijo. Esto es un punto de quiebre. Quizás no lo percibiste, pero ya tu madre, tus hermanas y claro yo te vemos como hombre, y con una gran pija.

¿mi madre? dije.

Sí, tu madre también es humana y no tiene sexo hace años, y te repito quiero ser la primera en disfrutar a pleno y tranquila de semejante pedazo de carne. Ya vas a ver que hasta el Beto ese te va a buscar agregó mi abuela.

Llegó el otro día, nada se escuchaba así que pude desatarme y salí a ver qué pasaba. Ya los delincuentes se habían escapado llevándose algunas cosas de la casa.

Fui desatando a todos, y de a poco pudimos rearmarnos.

Quedamos todos que nunca se mencionaría nada de esto, ni entre nosotros ni a la madre de Beto.

Sin embargo, yo me quede pensando en lo que me había dicho mi abuela y cada vez que lo pensaba sentía que la pija crecía.

Ya pasó tiempo de ese acontecimiento y quizás en una segunda entrega les cuente que ocurrió después con cada uno de los participantes del hecho….

Si… más adelante.

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