Salí del trabajo como todos los días, pero hablando contigo sobre tu día por whatsapp...
Me contabas de lo normal que fue... Ambos sólo pensábamos en llegar y descansar.
Acomodada ya en el taxi pensé que era una buena forma de pasar el tiempo comenzar a insinuarte diversas cosas...
Te conté cuanto me había excitado un relato tuyo, cuánto me había apretado los muslos, y soñado con tenerte frente a mí para que me hicieras tuya... Mojé mis labios y te sentí en mí. Mi mano pasó bajo mi cartera y presionaron mi vientre... Bajando lentamente para sentirme húmeda. Mientras tú te excitabas por mi relato.
¡Nunca se me había hecho tan corto el viaje!