Nuevos relatos publicados: 13

La gran experiencia que viví con una amiga y un señor muy agradable

  • 13
  • 16.241
  • 8,27 (33 Val.)
  • 0

Nunca había imaginado, lo que estaba por llegar.

Era verano, recuerdo que fue un verano intenso con todas las compañeras de clase.

Después de un mes, de acabar el curso, decidimos reencontrarnos todas, para pasar finde juntas.

Hacía un calor impresionante. Decidimos, ir a una casa en el campo, que tuviera una piscina enorme, ya que este era un reencuentro especial. Quedamos todas por la mañana, nos saludamos, y decidimos ir a comprar lo necesario. para pasar un gran fin de semana.

Mucha comida y mucho alcohol. Cuando llegamos el viernes a la caseta, nos pareció increíble, aunque con una queja, teníamos unas casas cerca, es decir que teníamos vecinos, y seguro que si el ruido de la música era muy alto les iba a molestar. Había dos habitaciones, con dos camas cada una. Eso sí, recuerdo que las camas eran para dos personas cada una jaja.

Decidimos juntarnos 3 en una habitación y 3 en otra.

En una de ellas, íbamos Laura, Sara y yo.

En otra, María Esther y Lucia.

Pasare a describiros como éramos, así se os hará mucho más fácil tener una visión de lo que viene a continuación.

Laura, era una chica rubia, de ojos marrones. Tenía un cuerpo delgadito, con unos pechos que en ocasiones, había sido capaz de ver, pequeños, con unos pezones rosados, de pelo cortito y culo pequeño pero con una forma redondita.

Sara era una chica con cuerpazo, eso sí, con algunas curvas en sus caderas y unos pechos moderadamente grandes ella era pelirroja, y tenía los ojos color miel.

María, era la más rellenita de todas, y aun así, tenía un bonito cuerpo. Tenía unos pechos normalitos, y un culo grande, pero no muy ancho, su pelo era largo, y era morena, con ojos negros. Unos labios gorditos, tenía rasgos dominicanos, porque sus padres eran de allí.

Esther, la más delgadita de todas, unos pechos pequeños, y un culo muy respingón, pero aun así, pequeño. Su pelo era castaño claro y sus ojos verdes.

Lucia, era una chica con un culito grande, pero un cuerpo que precioso, su pelo había pasado por muchos tintes, aunque recuerdo que en esa época, llevaba unas californianas que le hacían tener una cara preciosa.

Y Yo, intentare describirme lo mejor posible, soy una chica morena, de ojos azules. No muy alta, mi cuerpo está bien, ya que hago mucho deporte diario, mis pechos son de una talla 100 c. Mis pezones son rosados, y mi culo es pequeño, pero siempre me lo han considerado bonito jeje.

Un dato más, todas éramos de piel morenita, un moreno así de playa. Precioso.

Creo que ninguna de las que estábamos allí esa noche, teníamos una mínima idea de lo que iba a ocurrir.

Con el trascurso de la noche, todas bebimos mucho, y bailamos, la música estaba muy alta pero no pensamos en nadie más, solo en disfrutar.

Recuerdo que nos encantaba bailar, nos pegábamos unas a otras bailábamos nos bañábamos en la piscina y nos bebíamos un chupito tras otro.

Entre dentro de casa, dejándolas a ellas en la terraza en la piscina, por cierto, una terraza enorme, con tarimas para bailar, sombrillas hamacas, y una súper piscina, todo rodeado de césped. Cogí el móvil y vi que no tenía ningún mensaje, me fijé en la hora, eran las 3 y media de la madrugada. Justo en ese instante tocaron al timbre de la casa. Me pareció súper raro, y me asome por una pequeña ventana de la cocina, lo más silenciosa posible para que los de fuera, no me escucharan.

Cuando me asomé por la ventana, no me creía lo que de verdad estaba pasando, si mis padres llegan a saberlo no vuelven a confiar en mí nunca, decidí ir a avisar a las chicas, que iban como yo, muuuuuy borrachas. Le bajamos voz a la música, y corriendo fuimos a abrir la puerta, como si nada. Eran 3 policías, realmente, ahora que ya han pasado unos años de esto, no sé si estos, fueron porque sabían que un grupo de ¨jovencitas'' estaban allí sólitas pasándoselo de lujo y ellos querían pasárselo bien también o realmente lo hicieron por ¨ley¨. Bueno, por donde iba, Los policías nos dijeron:

—Disculpad jóvenes, estáis haciendo mucho escándalo a estas horas de la madrugada… ¡Esto tiene denuncia!! Ya es demasiado tarde para este escándalo a lo que Sara respondió…

—Discúlpanos señor, solo estábamos aquí para. . . [Sara parecía sentirse muy nerviosa no sabía ni que decirles por ello, intente ayudarla]

—Señor, estamos aquí celebrando mi cumpleaños, hoy cumplo los 18 y nuestros padres nos dejaron salir solo por un fin de semana…

Esther dijo intentando dar un poquito de pena:

—Si estábamos súper ilusionadas y ansiosas por este día…

Yo note como los policías nos miraban con una cara de cachondos que hasta yo estaba chorreando. todos eran unos jovencitos uno de 22 otro de 27 y 33 años, pero estaban ¡BUENÍSIMOS!! Uno en especial, me miraba con mucho deseo, y yo le respondía igualmente, y di el primer paso para una gran noche.

—mmm, no seáis malas personas, no nos arruinéis la noche. —Dije intentando que tuvieran compasión.

—Mirad si queréis, os invitamos a entrar con nosotras, estaremos el fin de semana solas, y podemos pasarlo genial juntos.

El policía me guiñó un ojo, y su compañero respondió.

—Niña, respétanos, nosotros no somos amigos, ¡somos policías!!

Pero mi querido policía le contestó:

—oye Carlos, no seas tan duro con ellas, no perderemos nada si entramos un ratito ¿no?

—Ves, este sí que me entiende, —le sonreí.

—Bueno vale, pero será solo para inspeccionar un poco —dijo.

Todos entramos dentro, yo no paraba de cruzar miradas picaras y sonrisas con el poli.

Los policías al principio. Se sentían un poco avergonzados, pero a todos les daba morbo la situación.

Tres policías, con niñas que solo buscaban pasarlo bien…

Y así fue…

Empezamos a beber y a charlar. La cosa iba genial y todos congeniamos desde el primer momento. Yo estaba loca por follarme a mi precioso poli, y él estaba aún más, por hacerme suya.

Por ello, me pidió que nos alejáramos un poco de todos y nos metiéramos en la casa, para hablar más tranquilos y acepte.

— Eres una chica preciosa.

—¿Te gusta lo que ves?

—debo aceptar que me volví loco, nada más verte.

Que tierno era, este policía, pero no íbamos a estar solos por mucho tiempo, en unos minutos, todos acudieron al salón, empezamos a beber chupitos todos juntos y los polis ya iban tan achispados como nosotras.

Por lo que propuse un gran juego sexual, en el cual nos tendríamos que ir quitando la ropa, cuando perdiéramos, y cuando ganáramos, le tendríamos que obligar a alguien a que se la quite.

Las chicas estábamos en traje de baño todas, porque estábamos en la piscina, pero nos ponía muy cachondas, el ver como tres policías se quitaban la ropa y se ponían a nuestra disposición.

Primero me toco a mi jugar la primera vez, tiré y por muuuuuuucha suerte, gané.

Por ello, decidí ver a mi poli sin camiseta.

Él obedeció, tenía unos abdominales, preciosos, se notaban las horas de gimnasio.

Mmm, yo me empecé a mojar, no lo podía evitar, esa situación me ponía muy caliente. Mis braguitas, llevaban ya mojadas un buen rato. Pff, imaginaros la cara de perra que tendría.

Lucia y Sara tiraron la próxima vez.

—No puede ser —dijo lucia.

—Nos toca deshacernos de una prenda, —dijo Sara con voz de pillina.

Podías observar como a los policías se les iban a salir los ojos, mirando los irresistibles pechos de estas dos buenorras. La verdad que hasta a mí me ponía cachonda vernos en esta situación. Mmm, estaba deseando de chupar lo que se me pusiera por delante.

Después tiraron María y Esther que con muuucha suerte ganaron.

Ordeno que dos de los policías se quitaran los pantalones.

¡MADRE MIA!!!! Pero que duras las tenían, ¡estaba claro que eran enormes!  nosotras nos miramos, y sin más reparo, nos soltamos una pequeña sonrisa, muy picara.

Mi poli aun seguía, con los pantalones puestos.

Tenía 22 años, y estaba ansiosa por verle sin pantalones.

Iba a aprovechar mi turno, pero al tirar mi sorpresa fue, que perdí.

Mi poli me guiño un ojo, y se vino tras de mí, para desabrocharme el nudo del sujetador [la parte de arriba del bikini], y yo me di la vuelta y le besé en los labios.

El ambiente estaba muy caliente, ya nadie razonaba, todos nos dejábamos llevar por los impulsos.

Ahora era el turno de los tres policías.

¡PERO QUE SUERTE!!!!!! Los tres ganaron, no lo podíamos creer.

—venga, ya… Tenéis que quitaros los pantalones, no es justo que nosotras nos desnudemos antes… Jum,

—lo siento jovencita, jeje, nos toca disfrutar de nuestras damas.

Sin más que decir nos quedamos totalmente desnudas.

E hicimos otra jugada, y como no nos quedaba más ropa, obligamos a los polis a quedarse desnudos mientras bailaban con la música, lo que viene siendo un estriptis.

—mmm, que calientes sois.

—os vamos a dar todo el placer que nos pidáis. Estaréis preparadas.

Todas nos echamos a reír. Y nos comenzamos a besar entre nosotras.

Mm, yo empecé a besar a Sara. Lucia a Esther y María a Laura.

Sara y yo éramos sin duda las más atrevidas y cachondas del grupo.

Comenzamos a besarnos y empecé a tocarle su pepita. Estaba muy mojada, la muy guarra estaba más cachonda que nunca.

Aunque no me extrañe porque yo estaba aún peor.

Me agaché y comencé, a chuparle el clítoris.

Primero despacio, haciendo círculos con mi lengua, después mas y mas rápido, mi poli no podía aguantar… En un instante le mire y nos estaba mirando, pajeándose, como loco.

Antes de que Sara llegara al orgasmo, le ordene que me chupara mi concha, que yo tenía algo pendiente.

Le indique a mi poli que se acercara a mí.  

Se arrodillo ante mí, y empecé a chuparle la polla como si no hubiera mañana, quería ahogarme con ella.

Le pasaba mi lengua, me la metía hasta mi garganta, al ver lo que estaba haciendo, Sara no se lo pensó y se acercó a chuparle los huevos.

Las dos rozábamos nuestras lenguas, mientras le chupábamos la polla a este poli, estaba increíblemente cachondo, con la polla más dura que una piedra, y Sara y yo no parábamos de chupársela.

—Mm, que rica la tienes amor, quiero sentir tu leche dentro de mí —le dije.

—Estoy a tu disposición, pequeña todo lo que pidas será tuyo.

El poli nos cogió de la cabeza a Sara y a mi obligándonos a besarnos. Y comenzó a chuparme las tetas y los pezones mientras yo besaba a mi bella amiga.

El poli me obligo a acostarme y me metió la polla sin piedad, empezó a darme duro, yo gritaba como una loca,

—No pares por favor, sigue cabron, quiero que me des duro.  

—No voy a parar cariño, ¡esta noche vamos a sudar mucho!!

Me puse a cuatro patas y le dije a Sara que se acostara boca arriba, dejándome su cocha justo en mi boca.

Comencé a chuparla mientras mi poli me follaba duro, sus huevos me daban en mi clítoris, y su gran polla no dejaba de estar dura ni un segundo.

Me cogía de las tetas y me pegaba cachetadas en el culo.

Mmm, me encantaba, lo puse chorreando.

Soy multiorgásmica y suelo tener orgasmos tipo ''squirting''. Os aseguro que a mi poli le encantaba, se ponía súper cachondo de ver como tenía sus huevos goteando, y de cómo la polla se escurría como si estuviera untada con aceite.

—No pares por favor dame más fuerte, más más. Mucho más fuerte.

Sara estaba deseando de que la penetraran, y se puso debajo de mí, el poli estaba flipando.

Le penetraba a ella y a mí, ¡primero a una y después a otra!

La dejé, a ella, en la posición del perrito y ella comenzó a lamerme a mi mi concha, mmm, quería correrme, más y más.  

Antes de llegar al orgasmo grite:

—ahhh, sigue sigue, me corro, ¡si sigueee!!

Mi poli se puso como loco de verme así, ya no aguantaba más, corriendo se la saco a Sara, y me metió la polla en la boca, corriéndose dentro de mí, ¡y yo tragándomelo todo!! Seguí chupándosela y el como loco gritaba de placer.

Me agarro y me acostó boca arriba penetrándome, con fuerza, su cara lo decía todo.

Pero ahora quería yo manejar la situación.

Me levanté, le di voz a la música y me puse encima de él.

Comencé a moverme, a metérmela y a sacármela como si no hubiera mañana, me la metía y la sacaba, corriéndome como loca.

El me gritaba:

—No pares mi putita, sigue dándome así de duro.

Me levante, antes de que se corriera y me puse a cuatro patas para que me la metiera por mi culito.

Sara se puso de cara a su polla, y me penetraba una vez y ella la chupaba

Así por un rato.

Me penetraba y ella se lo tragaba.

Entonces, sentí que mi amiguita quería más.

Deje acabar al poli en mi culo, y callo rendido. Llame a uno de sus compañeros, y empezó a penetrarla, pero esta chica, iba a disfrutar como loca.

Corrí a mi habitación, mientras ese poli se follaba a mi amiga y cogí una polla de plástico que tenía en mi mochila, súper grande.

Se la metí por el culo mientras el otro policía le daba por su conchita, gritaba como loca.

Me puse frente a ella mientras el poli se la follaba, y comenzó a chuparme las tetas.

El policía no tardo en correrse en nuestras bocas.

Fue una experiencia inolvidable.

Tengo que añadir, que el policía que me cogió a mí, ya me ha cogido miles de veces, quedamos muchísimo, y hemos pasado muchas noches juntos.

¡Espero que os haya encantado esta historia, seguiré contando muchas más experiencias, que con las que os correréis como locos!!

(8,27)