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Sol, playa y sexo -2-

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Ya en taxi nos abrazamos y besamos a ratos. Y tanto es nuestra melosería que el taxista nos pregunta si estamos casados y si esta es nuestra luna de miel. Yo me sonrojo y no sé qué responder. Ariel me abraza más fuerte y le dice que sí. Que estamos casados pero que este es uno de los tantos viajes que haremos juntos por el mundo. El taxista sonríe y nos felicita.

Entusiasmada por la idea de recorrer el mundo junto a él empiezo a excitarme nuevamente pensando en que lugares del mundo haremos el amor. Ariel nota mi momento de distracción y disimuladamente pellizca mi pezón parado que se nota por la blusa.

Sin quererlo suelto un pequeño gemido y salto. Me sonrojo por miedo de que haya visto algo el taxista. Pero Ariel me toma de la cintura y me pega más hacia él. Su olor es tan delicioso. Esa colonia tan masculina mezclada con el olor de su piel tan de macho follador brutal. No me ayuda a bajar mi excitación. Y disimuladamente acaricio su pene a través de su nueva bermuda.

"¿Diosa tienes hambre?" Me pregunta guiñándome un ojo. "Si cielo, tengo mucha hambre, pero creo que más que hambre es sed" respondo. "En el aeropuerto si hay sitios donde podemos comer, yo conozco uno bueno."

Me emociona tanto llegar al aeropuerto que deseo que este taxi vuelve. Para comer rápido a Ariel. Después de casi 30 min de viaje en taxi, de estarnos manoseando disimuladamente. Bajamos rápido del taxi y corremos hacia los baños. Al parecer no hay muchos vuelos hoy por que cuando llegamos no había muchos usuarios a la vista.

Detrás de la puerta principal de baño de mujeres alcanzó a distinguir un cartel de esos que ponen cuando hacen la limpieza y no quieren que entres. Verificamos que no excita nadie dentro. Y cerramos la puerta para disfrutar una última vez en UIO antes de partir.

Me desató el bikini nuevamente me siento sobre los lavabos del baño de hombre mientras Ariel saca su gran verga. Los nerviosismos de que nos encuentren in fraganti hace que todo se vuelva más intenso.

Ariel se inclina sobre mi vagina y antes de probarla me dice. "Lo siento bebe pero tú ya comiste ahora me toca a mí" me sostiene las piernas abiertas de par en par mientras empieza a lamer mi clítoris, lo chupa y le da mordiscos que me sacan gemidos y hacen que me tiemblen las piernas.

"Bebé si sigues así te mojare" le digo mientras siento como se viene un squirt. La idea le excita tanto que sigue con su rutina oral en mi clítoris y terminó empando su cara y el piso. Caen algunas gotas en su camiseta pero no se notan. Entre gemidos intento decirle que se lo advertí pero se para y me besa mientras su pene se abre paso a través de mis fluidos y sorpresivamente en el beso me da de beber parte de mi squirt.

"Más fuerte Ariel" me agarra de las caderas y me mueve hacia él. En un inicio no entiendo que quiere hacer pero lo noto en el momento que coloca sus manos por debajo de mis nalgas y me lleva hacia una pared. Y a mí vista sólo queda el espejo de los lavabos. Puedo ver como sus nalgas rebotan y se contraen para penetrarme aún más profundo.

La imagen de los dos en el espejo me excita tanto que vuelvo a tener otro squirt y me corro. Intento omitir gritos pero es casi imposible la escena es tan excitante que necesito más.

"Aun no terminó bebe. Así que síguete corriendo para mi hermosa". Mis piernas ya no responden sólo siento como tiemblan mientras él me tiene sostenida contra la pared. Ya no reprimo los gritos y eso hace que Ariel termine bastante dentro mío. Le susurró un te amo entre gemidos y el me lo devuelve con más penetraciones mientras me dice yo a ti te amo más. Sólo siento como los fluidos de ambos salen por mi vagina y caen sobre él y el suelo. Cansado. Me baja un poco para que los pies toquen el sueño y sale de mí.

Apenas sale su pene de mi interior. Los fluidos dentro de mi salen como si estuviera casi orinando en ese instante. Ambos nos encontramos sudados y cansados. Decidimos vestirnos rápidamente con algún vestuario que este dentro de nuestras maletas e ir al control para estar ya a sólo pasos de nuestro primer paraíso.

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