Una vez en el avión notamos que nos toca la línea de asientos cerca del baño. Y que las dos últimas líneas de asientos están solas. Ya un poco relajados y descansados en medio vuelo ya cuando estaba a punto de quedarme dormida siento como Ariel me abraza y mete una de sus manos para acariciar uno de mis senos.
Yo hago lo mismo, pero con su pene, cada tanto la azafata pasa al lado de nuestra fila, probablemente sospechando e nuestros actos. ¿Pero qué puede hacer? ¿Botarnos en medio vuelo? Cada vez abusamos más de nuestra suerte y Ariel termina metiendo sus dedos en mi sexo para mojarlos y luego chupárselos.
Estoy tan excitada que necesito nuevamente ser penetrada por el que me coja súper rico en cuatro, contra una de las ventanas de las líneas vacías pero obviamente es un acto imposible. Empiezo a fantasear como sería el que cojamos en el avión.
De repente él se levanta me guiña un ojo y se dirige a los baños. Al parecer las azafatas están ocupadas en dar la comida a los demás pasajeros y aprovechó la ocasión en que están agachadas ocupadas en las filas del inicio y me deslizó rápidamente al baño doy dos golpecitos y le digo alguien "pidió una Conchita asada, porque está Conchita está que arde" escucho una pequeña risa adentro y me abre la puerta.
"Vaya que si tienes hambre" lo silencio con un beso y bajo enseguida su pantano para masturbarle. El hacerlo mismo con mi bikini y en la estrechez del baño empezamos a jugar con nuestros cuerpos. Logramos adoptar una semi posición de perrito yo empinada un poco y de puntilla y el un poco en cuclillas para poder penetrarme. No es la mejor escena a describir, pero la locura lo valía.
Si darme cuenta sube todo mi vestido hasta mi cuello y empieza a acariciar mis pezones mientras yo me muevo de manera circular con su pene penetrándome. Poco a poco va bajando una mano hasta llegar a mi clítoris y empieza a estimularlo. " Amor vas a hacer su moje todo" la idea al parecer le excita y empieza a apretar y a mojar cada vez más mi clítoris con los fluidos que salen de mi vagina al penetrarme. Hasta que ocurre un delicioso squirt sale de mi interior y es difícil no gemir.
Ariel me gira la cabeza un poco hacia él y me calla con su boca pero eso no evita que siga gimiendo dentro de ella el orgasmo es tan que empiezo a apretar más y más las paredes de mi vagina hasta que siento esa sensación que me llena, me excita y me vuelve loca.
Nos quedamos por un momento enganchados mientras la excitación de Ariel va bajando de a poco dentro de mí. Siento como palpita nuestros sexos a la vez que me voy recurriendo en él y en suelo, pero esta vez hemos procurado no manchar nuestra ropa.
"Te amo Vanessa eres la putita que más amo" me susurra al oído y yo sólo atinó a darle un gemido delicioso y a apretar mis paredes vaginales en su pene ya casi flácido lo cual hace que el gima también y le tiemblen las piernas " Yo también te amo cielo. Eres el mejor".
Salimos del baño como si nada, pero al parecer algunos ha sido testigos de algunos de mis gritos. Algo apenada pero triunfante me dirijo a mi asiento seguida de Ariel y dormimos el resto del camino. Hasta que finalmente despertamos abrazados ya en el aeropuerto de República Dominicana.