Una mañana como cualquier otra me encontraba en la oficina planeando lo que sería el día, nada nuevo, la misma rutina de todos los días.
Hasta que un mensaje cambió esa jornada... Un mensaje tuyo preguntando cómo estaba. Nada del otro mundo, hasta que entre preguntas y preguntas un rico escalofrío recorrió nuestra conversación.
Sabías que no estaba sola en la oficina, pero no te frenó para incitarme con cada palabra que escribías, querías encenderme, sentir que era esclava de ti... De tu imaginación y letras.
Me pediste un beso el que tímidamente respondí seria en la mejilla, luego en la comisura de tu boca para rozar con la punta de mi lengua tus labios, y abrirme paso para perderme en tu boca jugando tu lengua con la mía, haciéndome sentir que ambos explotaríamos de deseo. Quisiste poner tus manos sobre mí y aprisionarme entre tus piernas para sentir tu miembro carnoso y duro junto a mi pubis. Pusiste tu mano suave en ella e introdujiste tus largos dedos encontrándote conmigo húmeda... por ti, sabias como me gustaba sentirte jugar... Primero suave y luego con movimientos circulares rodear mi clítoris y hacerme temblar.
Luego sacando tus dedos mojados los pusiste en mi boca y los succioné siempre mirándote a los ojos, rápidamente separaste mis piernas y con la punta de tu lengua lamías primero en mis muslos, luego en mi concha... De adelante hacia atrás... Comiéndola como loco y haciéndome gemir cada vez más... Con tus manos presionabas mis nalgas atrapándome solo por el placer.
Es tanto lo que me das que caigo rendida por un maravilloso placer... Te levantaste decidido y con un fuerte beso robaste hasta mi último respiro. Me tomaste en tus fuertes brazos y me penetraste sin vacilar, una y otra vez... Fuerte tal cual te encanta y sigues creciendo dentro de mí... Nuestros fluidos siguen mezclándose y el ritmo cada vez se acelera más. Tu respiración junto a la mía, agitada y deseosas de lo carnal... Nuestro lado animal... Tomas de mis pechos y los mames mientras sigues penetrándome muy fuerte... Quieres que juntos lleguemos al orgasmo, yo tiro de tu pelo fuerte y en una rápida embestida tuya acabas dentro mío quedando ambos extasiados por eso que comenzó con un par de mensajes...