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Manitas traviesas

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Huele a tierra mojada y en el aire se siente humedad. Ha estado lloviendo dos horas sin parar ni un segundo, es una de esas tardes en las que me gusta sentarme a la ventana y ver la lluvia correr por el vidrio mientras me quito la ropa para sentir el frio abrazador de la noche.

Estoy en ropa interior recostada en la cama mirando hacia la ventana cuando de repente una de mis manos tropieza con uno de mis grandes senos, esta inflamado, ha de ser por el rico frio, me es imposible no masajearlo suavemente por encima del sostén, en el viaje de mis dedos me encuentro con mi delicado pezón que esta duro y resalta en mi sostén, meto la mano y lo acaricio lentamente, empiezo a apretarlo fuertemente, con mi otra mano empiezo a acariciar mi seno y en unos minutos ya me estoy excitando y siento la humedad en mi panti y estoy segura que no es cosa de la lluvia viene de mi rica vagina que me pide a gritos que la acaricie.

Mis senos se ponen cada vez más duros y jugosos así que comienzo a acariciarme lentamente el abdomen, parece que la lluvia me acompaña y caen unas cuantas gotas por la ventana, llego a mi vagina, toco mi panti y esta empapada así que la tiro al suelo, siento calor en todo el cuerpo, empiezo a acariciarme con un dedito mi vagina y ya estoy gimiente de placer, la cosa se pone más intensa y voy metiendo de dedo en dedo masajeando ricamente, ya tengo 4 dedos dentro y el orgasmo está a punto de venir, froto energéticamente mi clítoris y por ese instante estoy en el paraíso. 

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