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Extraña atracción

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Esto es verídico. Hace unos años tuve un accidente y me rompí una vértebra. Estoy en una silla de ruedas, no tengo sensibilidad ni movilidad. Soy independiente y no necesita ayuda de terceros. Tengo una discapacidad y eso no me acompleja en absoluto.

Pero me sigue gustando el sexo, y cómo no me corro, duro un montón de tiempo, dale que te pego, en la lesión medular es muy corriente la espasticidad, qué es un daño en el sistema nervioso central, esos son los síntomas, las piernas se mueven como si tuvieras un ataque epiléptico de cintura para abajo, con convulsiones y la polla en cuánto la toco un poco, se pone dura como una piedra. A todo esto. 

Tuve una relación con una mujer de lo más flipante. Parecía una mosquita muerta y agüita. 

Su aspecto era normalito, no era fea, ni guapa tampoco.  Pero tenía un buen culo y un buen par de tetas, tenía un cuerpo para comérselo.  De complexión delgada.

Al principio normal, un buen polvo, pero según la fui conociendo y en especial sus puntos erógenos. La cosa ya fue a mayores, descubrí que le gustaban los juguetitos caseros, en especial los calabacineses. no solo eso, también tenía orgasmos vaginales y clitorianos, además, cuando le comía el cuello se corría como una loca, multiorgásmica y cada vez que se corría le daban convulsiones (Hay que ver, voy a omitir más detalles que no vienen al caso e ir al grano).

Recuerdo una noche que no olvidaré jamás, empezamos charlando y bebiendo una botellita de vino, al rato entre una cosa y otra, terminemos híper-cachondos. Y empecemos con el ritual, yo me fui a la cama, y ella a la nevera a por el juguete, lo peló y lo calentó en el microondas y vino conmigo. Empecé comiéndole la boca, y cuando llegué al cuello se fue como una loca, yo aún disfrutaba acariciándole y viendo como convulsionaba de lo sensible que tenía el cuerpo reaccionaba aún más cuando la tocaba jejeje. 

Luego me metí entre sus piernas, le comía la cara interior de los muslos y la hacía sufrir pasando mi lengua cerca de donde ella quería jajaja al final le daba lo suyo, la recompensa ¡¡¡oooh My God!!! (así suena mejor).

Seguíamos echando un polvito, yo abajo y ella cabalgando, y según se corría, la convencía para que volviese, una y otra vez, para que no parará, terminó explotando de placer. Hasta cinco lo conté una vez. 

Terminemos con el calabacín, pero en esta primera ocasión, todo cambio. Ya había notado que le gustaba el sexo anal y como estaba como estaba, la convencí diciéndole que se metiera el calabacín en el coño y que se metiera mi polla poco a poco en el culo, cuando la tuvo dentro y bien encajada empezamos el trote, fue como estar en el cielo. Antes de acabar le dije que me cogiera la pierna y la echara fuera de la cama, que la dejara en el aire vamos, claro la pierna empezó a moverse arriba y abajo, de un lado a otro y a temblar de tal manera que éramos los dos dando botes sobre la cama. Claro no duró mucho la cosa y plaff, tanto fue el gusto que tuvo que arquearse bastante, para salir del temblequeo y de mi polla en su culo. De tal manera que mostró al amiguito olvidado y salió disparado hacia mi cara con tanta fuerza que me dejo un chichón en la frente. 

Alguna pensará que me lo he inventado. Me da igual, pero mucha imaginación tendría que tener para inventarme algo así, el caso es que nos seguimos viendo y las cosas fueron a mayores, pero para bien, aún sigo pensando en ese día. Donde el sexo se convirtió en culto y ella en mi altar. Con el tiempo, no sé porque dejó de verme sin mediar palabra, pero creo que llego a un límite, en el que cogió miedo.

Después de eso no he encontrado nada, solo sexo tradicional. Y aún sigo buscando algo que me saque de esta rutina sexual. Pues estaría muy agradecido si queréis hacer un comentario. Gracias a todos.

Según como caiga esta historia cortita, pero intensa, pues igual me planteo para hacer algo nuevo. Tendré que sacarle punta al lápiz.

(8,00)