Nuevos relatos publicados: 13

Entregué a mi mujer (segunda parte)

  • 3
  • 11.128
  • 8,87 (15 Val.)
  • 1

El lúnes amaneció soleado, me levanté por la mañana, hice el desayuno para los dos, desperté a Lore, mientras desaayunabamos, volví a preguntarle como lo había pasado el sabado por la noche/madrugada del domingo, me contestó "que fantástico" pero que no recordaba bien lo sucedido en la discoteca, ya que había bebido mucho y por ello se le disfumaba la memoria.

Le recordé que al medio día se había comprometido con entrevistarse con Edu, le dije que conociendo (mentiras) bien a Eduardo, quería ver una aspirante al empleo bien producida y con ropa provocativa y si ella aspiraba al empleo como guía, no debía olvidar esta recomendación.

Me terminé de vestir y partí rumbo a mi trabajo. Ya en él esperé pacientemente alguna comunicación, bien de ella como de Eduardo. A media tarde recibí una comunicación escueta de mi mujer, diciendome que todo fue bien y que cuando volviera a casa me contaría. A eso de las cinco pm, me llamó Edu, diciendo que todo iba viento en popa y que si quería más noticias me acercara a su oficina. Ansioso de saber como se desarrolló la entrevista, al terminar mi horario laboral fui directamente a la oficina de turismo de Eduardo, que me comentó lo imponente que se había presentado Lorena, muy bien producida, con una pollerita a cuadros infartante, que apenas se inclinaba dejaba a ver parte de sus gluteos y en momentos una cola less blanca hilo dental, que le provocó deseos de cogersela allí mismo. Intentó un acercamiento, cosa que ella con mucha calidad desechó. Que habian convenido que desde el siguiuente miercoles, ella comenzaría a trabajar bajo sus ordenes.

De allí bajamos a tomar un café en una confitería de la zona y salió como era de esperar el tema de la salida del día sabado anterior, como se fue desarrollando, que el advirtió que Lore estaba muy borrachita y muy caliente mientras bailaban y él la sobaba, que en un momento de la noche, la acercó a un privado y que ella le había hecho una felación de locura, acabando él en su boca y que Lorena le tragó toda la lechita, dejándole el pene limpio. Me puse algo celoso, ya que nunca logre que tragara mi acabada y ahora lo hacía con un casi desconocido.

Se que no fui el primero en tener sexo con la que era mi novia, hoy mi mujer, que el ambiente en el que se movía era propicio al sexo, ya por gusto o por necesidad de conseguir un objetivo (casting sábana). Nunca logré que me contara de sus aventuras, especialmente si su manayer o sus amigos con derecho le llenaban la boca de leche y si había tragado la misma. Estando de novio, una vez le acabé en la boca, con desagrado escupió toda la leche. Desde ese momento en las felatio o 69, nunca quise acabar en su boca, ahora me enteraba por boca de Edu, que esta vez si lo había hecho y que tampoco me contaría.

En ciertos aspectos por que era una mujer reservada y otro tanto por su borrachera, seguro que tendría una imagen borrosa de lo acaecido.

Me despedí de Eduardo y me dirijí a mi casa. Allí una Lorena radiante me comentó paso a paso de la entrevista, de la aprobación de Edu, reespecto a que su fisonomía enriquecería la imagen de la oficina, que le hizo saber a Edu que ella era Licenciada Universitaria, que contaba por ello con una cultura avanzada, lo que facilitaría el trato con los clientes. Nada me dijo de la felatio de la madrugada del domingo. Yo le había sentido en aquel momento un olor especial en su aliento, pero lo canalicé por la cantidad de bebida que había tomado. Me equivoque largamente, era olor a semen-

Continúa.

(8,87)