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Colegiala manoseada

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Esto paso hace tiempo, cuando iba de camino al trabajo en el estado de México.

Aún era temprano; por lo que aún no se veía salir la luz del sol.

Al disponerme para abordar mi transporte público, note que antes de los últimos asientos se encontraba recargada una chica que portaba su uniforme escolar que consistía de: Una falda color vino algo corta, unas calcetas blancas, zapatillas negras, blusa blanca y sweater del mismo color que la falda.

Como había asientos ocupados aproveche la excusa para sentarme junto a la colegiala y así poder admirarla.

Cuando me senté observe que iba dormida. Mire unas piernas llenitas y parece ser bien formadas, su falda se encontraba algo subida; cosa que me dejaba verle un poco más que los muslos.

Se le veían unos pechos redondos y un poco grandes.

Su cara bien maquillada, cabello largo obscuro, de piel blanca.

Al pasar varios semáforos y topes, note que la chica en cuestión no daba signos de moverse o de despertar; por lo tanto, seguía admirando su casi perfecta anatomía.

Una idea paso por mi cabeza ¿Y cuál era? Pues tratar de sentir su piel con un dedo.

Aproveche la poca luz que había para y con disimulo poner una mano en mi pierna, para que con un dedo empezar a rozar su linda pierna.

En viciado por la suavidad de esa piel, decido subirle un poco más la falda.

Casi tuve un orgasmo al hacer la maniobra; pues aparte de seguir entre tocándole la pierna, al llegar a mi meta veo un calzón rosa, bordado de imágenes.

Su mochila era pequeña y la tenía entre las rodillas; haciéndome notar que tenía las piernas entre abiertas.

¡Carajo! Pensé. ¡Cómo no tengo un celular con cámara, para ponerlo en medio de sus piernas y sacarle o una foto o un video, mostrándome ese tesorito!

Bueno. Seguí con mis toqueteos; hasta que se me ocurrió tocarle un seno. Jajaja. ¡Maldito calenturiento! Pensé, Pero... Eso pensé.

Otras maniobras. Hasta que al fin pude sentir tan ansiada carne.

Obviamente no la toque con la mano abierta, pero al final de cuentas un toque es un toque.

Regresaba a sus piernas y de así.

En un movimiento brusco de aquel micro bus, la chica despertó. Observando a donde se encontraba, se acomodó la falda y procedió a dormir de nueva cuenta.

Esa combinación entre nervio y excitación me mataba.

Espere cerca de dos minutos para de nuevo ir a sus piernas.

Ella no dio signos de nada otra vez, pero esta ocasión no le quise volver a levantar esa parte de falda que había alzado.

Pronto estaba concentrado recorriendo su pierna; pero, esta vez lo hacía con más cuidado y comenzando desde parte de su calceta.

En eso veo que solo faltaba un semáforo para llegar a mi destino y como dije antes. Como un maldito, puse mi vale marismo por el frente.

Al llegar a donde tenía que bajar, con la palma de la mano bien abierta la puse arriba de su rodilla y al levantarme simule caerme para tocarle ese rico melón.

Obviamente la chica despertó desde que puse mi mano en su pierna y al caer en ella y con cara de espantado le dije "Disculpa"

Ella no me dijo nada y con toda la naturalidad del mundo baje de aquel micro.

Jajá.

Esa noche casi me la arranco a jaloneos, gracias a esa calurosa mañana.

Vladimir escritor.

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