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Las Empresarias ll

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Ya habían pasado algunas semanas desde lo sucedido entre mis jefes y sus ahora socias Claudia y Elena. A mi parecer ya ellas estaban dispuestas a olvidar ese significativo sacrificio, yo conozco bien a esas mujeres y puedo jurar que si ellas usaron sus encantos para conseguir ese jugoso trato fue porque no querían desaprovechar esa gran oportunidad financiera, ya que a la larga le traerá grandes beneficios.

Aquella mañana llegue muy temprano a su tienda fui para llevarles unas nuevas muestras de telas de las cuales ellas tendrían la exclusividad, también aproveche para platicar un poco sobre cómo habían conseguido cerrar aquel trato. Les deje claro a mis amigas que difícilmente podrían quitarse de encima a Román y a su hijo Gerardo y más aún después de lo ya sucedido, y no es que profetice el futuro, pero eso era algo que se venía venir y quien mejor que yo para conocer a mis jefes.

Esa misma semana Claudia recibió una llamada de Román.

—Hola linda ¿cómo estás? Soy tu socio Román

—¿Qué tal en que puedo ayudarte?

—Porque tanta seriedad? Jeje creo que esa barrera ya la hemos cruzado ¿no es así?

—Son figuraciones tuyas hombre solo que me toma por sorpresa tu llamada pensé que ya habíamos arreglado todo.

— Así es, el motivo de mi llamada es para otro asunto. Veras esta tarde llega un gran amigo mío a la ciudad y solo hará una pequeña escala para abordar su próximo vuelo que lo llevara a su destino. Quiero pedirte el favor de que Elena y tú me acompañen a una cena que le estoy organizando.

—¿Qué? ¿Nosotras? Pero que tenemos que ver en todo esto él es tu amigo no nuestro.

—Vamos solo será una noche quiero que sean mis acompañantes, la pasaran bien y se divertirán.

—Deja hablo con Elena y te confirmo ok

—No me queden mal.

Claudia se quedó pensativa luego de colgar el teléfono le desconcertaba que Román le pidiera ese favor, no tenía mucho sentido aun así decidió hablar con Elena, quien se encontraba atendiendo a una clienta en ese momento.

—Elena ven un momento necesito hablar contigo

—¿Paso algo? Te veo preocupada.

—Román acaba de llamarme quiere que lo acompañemos a una cena hoy en la noche.

—¡Hoy! Pero está loco el viejo ese, que cree que estamos en renta como acompañantes o que.

—Pues eso parece… mira me suplico mucho así que le dije que lo pensaría y que lo hablaría contigo, y ya analizándolo bien creo que no deberíamos negarnos lo queramos o no él puede cancelar nuestra exclusividad cuando se le venga en gana así que no estamos en posición de exigir.

—Ok tienes razón veré que pretexto le invento a mi marido y tu deberías hacer lo mismo.

Claudia se encargó de confirmarle a Román su asistencia y quedaron en que el pasaría por ellas a las 7 PM.

Amabas mujeres comenzaron a arreglarse mucho antes, es bien sabido que las mujeres se toman su tiempo en ese tipo de cosas. Como sus maridos no estaban enterados de nada les toco hacer todo el arreglo en su local. Claudia decidió ir muy elegante así que se puso un vestido negro muy entallado, pueden imaginarse una mujer con sus curvas se ve muy llamativa, el vestido le daba arriba de la rodilla, pero resaltaba perfectamente su grande pero proporcionado trasero, y es que a pesar de ser una mujer bajita su cuerpo está muy bien proporcionado, claro está que sus enormes tetas son y serán siempre quienes llamen más la atención, cosa que la hace lucir muy muy sexy. Bajo aquel vestido llevaba un sujetador de encaje que levantaba por completo aquel enorme par de tetas, que acompañado de un escote en V dejaba ver un gran canalillo digno de admirar. Elena por su parte opto por un vestido de color verde largo hasta los pies, en este caso su vestido cumplía con su trabajo que era resaltar su estilizada figura, como ya dije anteriormente Elena es una mujer una poco más alta y delgada, aun así, tiene las curvas justas y necesarias sobre todo su llamativo culo que la hacen lucir muy atractiva.

El hijo de Román paso muy puntual a recogerlas. Bajo del coche para abrirles la puerta y las chicas salieron. Elena fue la más sorprendida.

 

—¿Y tu padre? Pensé que él personalmente pasaría por nosotras.

— Lo siento él tuvo que ir por su amigo al aeropuerto y me pidió a mí el favor de pasar por ustedes. Wow chicas se ven espectaculares, vaya Claudia a mi papa le va dar un infarto apenas te vea, y tu Elena no te quedas atrás se ven divinas.

Elena fue la más apenada al escuchar tantos halagos por parte del chico, el sonrojarse la delato. Una vez en el coche el chico les comenzó a dar indicaciones, cosa que las mujeres no esperaban.

—Bueno chicas me imagino que mi padre ya les explico cómo va estar el asunto con su amigo, creo pensar que por eso vienen tan provocativas, ¿o me equivoco?

—Pero que dices? Tu papa solo nos pidió ir de acompañantes a una cena, pero nada más… fue por eso que nosotras no vimos problemas en acceder.

—Ese mí viejo siempre haciendo de las suyas y diciendo las cosas a medias. Lo que mi padre les iba a decir es que ustedes serían las velas de nuestro pastel, es decir la diversión para nuestro invitado.

Amabas mujeres alzaron la voz

—¡Ustedes están locos que se creen que nosotras somos sus putas!

—Lo que paso el otro día fue solo una estrategia de negociación y yo acorde con tu padre que sería lo único, además nosotras somos unas mujeres casadas y maduras, ¿no sería mejor que contraten a unas putas de verdad más jóvenes y bonitas?

—Su estrategia funciono muy bien con mi padre sino ahora no estarían aquí conmigo.

El chico se estaciono el coche una cuadra antes del dichoso lugar para terminar la conversación.

—Miren chicas tienes razón hay miles de mujeres que podríamos pagar, pero no sería lo mismo, en tu caso Claudia no creo que consiga una chica con las tetas que tú tienes, así de grandes y además naturales, y mira tú Elena a tu edad tienes el cuerpo de una modelo y eso no se encuentra tan fácilmente, ustedes son divinas. Por otro lado, son mujeres experimentadas y sobre todo con clase. si nos ayudan les prometo que además del trato que tenemos recibirán más exclusividad de la que ya tienen, y como ya sabrán les conviene seguir haciendo negocios con nosotros.

Amabas mujeres callaron y se miraban entre ellas.

—¿Qué dicen? El tiempo corre y ya nos deben estar esperando.

—¿Qué tenemos que hacer exactamente?

—Mira la cosa es fácil nosotros las presentaremos como nuestras parejas, el amigo de papa es un poco mano larga solo tienen que darle por su lado seguro no pasa de unos cuantos manoseos, pero si la cosa se pone seria pues habrá que follar.

—Está bien hagámoslo, pero una cosa más quiero que hagas un pequeño cambio a nuestro contrato donde especifique que nuestro trato no puede cancelarse al menos que una de las dos partes no cumpla con sus obligaciones, obviamente referente al negocio a y espero que todo lo que nos has prometido nos los pases por escrito, ¿eso sí Elena no opina otra cosa?

—Me parece perfecto así ya no podrán chantajearnos nuevamente, querida Claudia tu siempre pensando en todo

—Que inteligentes que son, ustedes si saben hacer negocios, pero no se preocupen por nada mañana a primera hora lo tendrán en su oficina.

—Siendo así Claudia y yo estamos de acuerdo 

Arrancaron de aquel lugar y en minutos llegaron al restaurant que se encontraba dentro de un hotel de cinco estrellas. Era un lugar muy elegante, pero a la vez con poca gente, para empezar eso ya pintaba mal para las mujeres pues mientras menos gente hubiera más cosas podrían pasar. El encargado los recibió y los dirigió hasta su mesa, hay se encontraba Román y su amigo tomando unas copas de vino.

—Hola papa he llegado con nuestras invitadas

A Román se le salieron los ojos de la impresión de ver a Claudia vestida de esa manera y su amigo no se quedó atrás ambos se levantaron de la mesa para recibirlas. El amigo de Román se llamaba Roberto un tipo Robusto y con el cabello encanecido el rondaba la misma edad de Román, el tipo era elegante se veía que era un hombre muy adinerado.

—Vaya Román no me dijiste que tus amigas eran tan bellas pero que mujeres. Pero no se queden hay tomen asiento.

La mesa estaba ubicada en una parte privada de aquel lujoso restaurant se notaba que era un lugar Exclusivo pues pocos lugares ofrecen ese servicio, a Claudia la sentaron justo en medio de Román y su amigo, Elena quedo en medio de Román y su hijo, la noche prometía y mucho.

Durante la cena Elena era la más nerviosa pues Gerardo no le quitaba la mirada de encima y que decir de Papá y su amigo que no apartaban la mirada del escote que dirigía al profundo canalillo de Claudia. El tiempo pasaba y el vino hacia su trabajo, Claudia y Elena trataban de no beber demasiado para no perder el control de la situación.

La cena había trascurrido sin contratiempo y fuera de las miradas morbosas de los hombres todo pintaba bien, pero fue de un momento a otro que Román tomo la iniciativa y beso a Claudia y mientras lo hacía comenzó a manosearla por encima de la ropa, su hijo no se quedó atrás y de inmediato hiso lo mismo con Elena ninguna opuso resistencia. El amigo de Román solo observa mientras saboreaba su copa de vino.

Elena hiso una pausa e interrumpió a Claudia para pedirle que la acompañara al baño.

Al llegar al baño Elena cerró la puerta drásticamente

— Oye Claudia ¿qué vamos hacer? Esos tipos están vueltos locos y todo se está descontrolando.

—Lo sé, pero nada podemos hacer vamos a tener que cooperar, no tenemos de otra.

—Pero has visto cómo te mira las tetas el cerdo ese? El dichoso amigo de Román podría jurar que se toca la entrepierna cada vez que te ve. Al menos tú tienes ese par de tetas para defenderte, pero yo.

—Bueno eso sí, pero es por estas dos grandes razones que me acosan a mí. En cambio, tú la tienes más fácil solo hazle el gusto al hijo y así solo tendrás que sacrificarte con uno. Pongamos más de nuestra parte para que esto termine pronto, ¿si lo vamos hacer hagámoslo bien no te parece?

—Está bien tomare más vino para tomar valor ahora regresemos porque si no se impacientaran.

Mientras tanto en la mesa los hombres comentaban…

—Vaya pero que mujeres tan buenas has conseguido Román, no pensé que estuvieran así de bien. Vaya pedazo de tetas tiene la chaparrita que me la ha puesto dura nada mas de verla seguro que ya tú se la metiste entre las tetas jaja.

—Algo hay de eso jaja pero que me dices de la flaca? Apoco no tiene un buen culito también tiene lo suyo, mi hijo se la ha querido follar desde que la conocimos.

—Pero dime hijo ¿las has convencido? ¿Están dispuestas a todo?

—Tranquilo papa ellas ya están apalabradas.

—Ahora que regresen haremos la prueba

Las mujeres interrumpieron…

—¿Hablan de nosotras? Hasta el pasillo se oyen sus risas

—Solo le contaba a mi amigo sobre tus grandes cualidades

—¿Así? Que le abras dicho picaron.

—Tranquila mujer nada que no pueda comprobarse 

Claudia se sentó y tomo la mano del amigo de Román y la llevo hasta su teta y coloco su mano en el principio de su gran escote

—¿Qué te parece? ¿La querías tocar? No sabes que molestosas son ¿tú crees que son muy grandes?

El hombre tragaba saliva

—No para mí son perfectas amo las tetas grandes

Elena mientras tanto tocaba la polla de Gerardo mientras veían como Claudia seducía al hombre.

Román intervino...

Vamos a tu habitación hay estaremos más cómodos

Todos se dirigieron al elevador, pero Elena intervino.

—Creo que no entramos todos en el elevador ¿les parece si me adelanto con tu amigo y ustedes toman el otro?

—Ok vayan solo ten cuidado Claudia porque esa polla quiere salirse jaja.

Al cerrarse el elevador Claudia se pegó de espaldas al amigo de Román comenzó a mover en círculos su hermoso culo, mientras hacía eso el hombre llevo sus manos hasta sus tetas para seguir tocándolas también aprovecho para besar su cuello.

—Pero que dura la tienes

—Así mi la has puesto tus tetas son enormes ya quiero verlas y chuparlas.

No tardo en abrirse el elevador, Roberto tomo de la mano a Claudia y se dirigieron a la habitación 313, la voz de Román se escuchó en el pasillo.

—Espérennos que piensas empezar la fiesta ustedes solos?

—Vamos hombre se te olvida que solo estaré esta noche aquí tengo que aprovechar el tiempo.

Entraron todos juntos a la habitación que más bien parecía una casa ya que era muy grande y lujosa.

—Hijo sirve unos tragos hay que poner habiente a esto.

—Yo prefiero comenzar a divertirme

Claudia le pidió al invitado que le bajara el cierre de su ajustado vestido que poco a poco se fue deslizando hasta el suelo quedando solo con su diminuta ropa interior. Claudia se cantoneaba frente a los invitados de una manera muy provocativa y sensual, a su vez Elena hiso lo mismo solo que ella se sentó en las piernas de Gerardo mientras observaban los movimientos de Claudia. En esos instantes los tres hombres tenían su atención en Claudia y como no hacerlo si para ese momento ella ya se había desprendido de su sujetador, era lo que todos habían estado esperando.

—Wooo que tetas, pero sí que son realmente grandes

—- te lo dije amigo esta es una tetona única por eso quise que lo vieras con tus propios ojos.

Roberto se acercó a Claudia y al igual que en el elevador se situó detrás de ella, pero esta vez sus tetazas estaban completamente al aire y podía tocarlas con suma comodidad.

—Que buena que estas sí que son pesadas tus tetas que grandes.

—¿Te gustan? Puedes chuparlas si quieres

El tipo la giro hacia él y metió su cabeza entre sus tetas y la movía entre ellas mientras que con sus manos las apretaba.

Román ya había sacado su flácida polla y mientras veía a su gran amigo jugar con las tetas de Claudia su polla cobraba dureza. Por su parte Elena se disponía a pasar de ser manoseada a ser follada.

—Vamos Elena ha llegado la hora ya no aguanto más quiero follar ese rico culo que tienes!

—Yo igual Estoy muy caliente quiero sentir tu verga dentro

Gerardo termino de quitarle su pequeño sujetador y su tanga y él se quitó los pantalones.

—Ven aquí montante hora vas a cabalgar.

Elena obedeció sin poner peros, por fin la recatada Elena estaba sacando a la bestia que llevaba a dentro. El hijo de Román le daba de nalgadas mientras la follaba descaradamente.

Por otra parte, el amigo de Román seguía prendido de las tetas de Claudia, era increíble la obsesión por sus pechos, era más que obvio que nunca había tenido unas tetas así de grandes a su disposición, las sobaba, luego las chupaba, con sus dedos jugaba con sus pezones, mientras Claudia lo masturbaba con la mano y fue en ese momento que Román hablo.

—Vamos ya pónsela entre las tetas, ¡yo sé que lo has estado deseando eso te encantara!

—Eso hare

El hombre se detuvo…

—Me imagino que las cubanas deben ser tu especialidad ¿las haces bien?

—Román ya te debió haber respondido esa pregunta, disculparas mi falta de modestia, pero personalmente debo decirte que con este par que me cargo ha sido imposible no hacerme una especialista.

—Dejémonos de palabrerías y demuéstramelo, ponte de rodillas.

Claudia se puso de rodillas y seguidamente escupió en su canalillo, mientras ella hacia eso su amante se masturbaba esperando el momento para entrar en acción, de un momento a otro Claudia se acercó a el hombre y abrazo con sus tetas la erecta verga, la cara de Roberto reflejaba un pacer inmenso como que no se creía lo que estaba haciendo. Claudia comenzó a mover sus tetas de arriba abajo, primero eran movimientos lentos y poco a poco fueron aumentando la intensidad.

—Si sigue así que placer ya veo que eres una maestra en lo que haces.

—¿Te gusta Mirar como tu verga se pierde en mis tetas?

— Me encanta! Si sigues así no tardare en correrme. Vamos chúpala cuando salga.

El ambiente en aquella habitación era totalmente morboso, los gemidos eran evidentes, por un lado, Claudia dando placer con sus tetas al amigo de Román, Elena follando como loca con Gerardo y Román sentado masturbándose observando a ambas parejas disfrutar de lo lindo.

Elena había pasado de estar cabalgando a ponerse en 4 patas mientras era penetrada sin piedad por la verga de su joven amante.

—Qué coño tan rico tienes Elena, seguro tu marido no te folla así de duro como yo ahora ya eres una puta compartida.

—No metamos a mi marido en esto y sigue fallándome cabron! Me gusta sentirte dentro.

Claudia había intercambiado los movimientos con el amigo de Román, ahora era el quien movía sus caderas mientras era masturbado por sus grandes tetas, ella las apretaba con sus manos para que el tipo consiguiera el máximo roce.

—¿Quieres follarme te apetece probar mi coño? está hecho agua

—Yo también quisiera follarte, pero ya no puedo más, seguro Román terminara mi trabajo deja que me corra en tus tetas

El hombre apenas logro decir esas últimas palabras antes de exclamar un gran gemido

—Toma tu premio te lo has ganado

Sin detenerse dio sus últimas envestidas mientras chorros de semen salían disparados la mayor parte de esa corrida fue detenida por la barbilla de Claudia el resto inundo todo el canalillo que reboso y cubrió todas sus tetas.

El tipo dio un gran suspiro y callo rendido en el sofá que tenían a lado.

—Vaya corrida esas tetas tuyas son lo mejor del mundo eres una guarriilla.

—Román es toda tuya

—Ven aquí y cómele el coño

Era el turno de Román quien no dudo en entrar en acción

Claudia se tumbó en la alfombra y abrió las piernas mientras Román se lanzaba su lengua al coño húmedo que pedía a gritos intervención.

Gerardo estaba por correrse después de haber puesto en prácticas con Elena todas las posiciones que tuvo en mente.

—Estoy por terminar ven aquí y chúpamela

Elena se lanzó a chupar aquella verga a punto de reventar.

—Tu boca me encanta eres una excelente mamadora

—¡Quiero tu leche dámela!

—¡Me voy me voy tómala!

Gerardo comenzó a masturbarse frente a su cara y se vacío por completo, fue una venida abundante toda la cara de Elena quedo cubierta de leche.

—Que polvo me has regalado no me equivoque contigo

—Si noto que has quedado complacido

Ahora solo quedaba Claudia que tenía al viejo Román metido entre sus piernas y se notaba que hacia un buen trabajo pues ella gritaba de placer.

—Qué bien lo haces Román se te nota la experiencia, pero por favor métemela ya quiero sentir tu verga dentro, estoy muy deseosa.

—Si yo también quiero meterte lo estado deseando.

Román tomo ambas piernas de Claudia y la penetro en la posición que se encontraba era muy fácil follarla

—Si Román no te detengas sigue sigue lo haces bien

Román apretó las piernas con fuerza a la vez que daba un gran suspiro, Claudia sintió que se corría dentro de ella.  

—Lo ciento Reyna ya no pude aguantar más estaba a full desde hace rato.

—Bueno ya me lo esperaba, pero al menos quedaste complacido, creo que este favor fue demasiado, ¿espero sepas cumplir tu parte?

—Yo tengo palabra y cumpliré ahora ya vístanse y pueden irse hablare a la recepción para que les pidan un taxi.

Las mujeres se ducharon y se arreglaron un poco el olor a semen en sus cuerpos era difícil de ocultar las mujeres solo les preocupaba la explicación que tenían que dar a sus esposos. Cuando estaban por irse el Roberto se acercó a Claudia y le dio su tarjeta.

—Si algún día necesitas algo no dudes en llamarme siempre estaré disponible para ti, siempre y cuando tus dos amigas paguen el favor.

Claudia no supo que decir solo hiso una leve mueca y tomo su bolso para salir de aquella habitación.

Como Román y su hijo lo prometieron a la mañana siguiente fui enviado a la tienda de las chicas a llevarle los papeles, fue ahí donde me entere a detalle de lo que paso aquella noche. Me queda claro que todo eso fue un plan bien orquestado por Román y su hijo para conseguir follar a las mujeres, es obvio que aquella noche ambas fueron solo un objeto sexual para ese trio de hombres lujuriosos, lo que Claudia y Elena nunca supieron es que ellas no habían sido las únicas víctimas de mis jefes, en parte yo he sido cómplice de todas sus diabluras por no advertirles a tiempo. Solo queda una pregunta en el aire ¿Estas empresarias volverán a usar sus cuerpos como método de convencimiento para futuros negocios?

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