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Sorpresa en el cine

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Hola amigos, la siguiente historia ocurrió cuando mi mujer y yo éramos novios, en aquella época no teníamos coche ni lugar donde meternos mano, y cuando estábamos calientes nos íbamos al cine a la última fila para poder pegarnos el lote.

Mi novia y yo habíamos hablado numerosas veces sobre una fantasía mía y era sobre hacer un trio con otro hombre, pero ella siempre se iba por los cerros de Úbeda, excepto cuando estaba muy caliente, momentos en los que me decía ya veremos.

Bueno el caso es que cuando empezó la peli nos pusimos a lo nuestro, morreándonos y metiendo mi mano por su escote, para poder sobarle las preciosas tetas con su talla cien, por aquel entonces no usaba sujetador, pues gracias a su juventud se mantenían en su sitio desafiantes, y al ser verano iba con una camiseta de tirantes y se le marcaban los pezones, y una minifalda bastante corta, que hacía que todos los tíos se volviesen al verla pasar, de hecho alguna vez me dijo que le habían salido exhibicionistas cuando iba al trabajo, con la polla en la mano, a lo que ella respondía echando a correr.

El caso es que cuando más calientes estábamos un negro se sentó a su lado, y parecía que miraba la película, yo me abrí la cremallera del pantalón y cogiéndole su mano le dije a mi novia sóbame la polla, ella así lo hizo, y estaba haciéndome una paja mientras yo le sobaba las tetas, después la cogí por la cara y nos estábamos dando un morreo, cuando noté que pegó un pequeño respingo, ¿y le pregunté que le pasaba y me dijo… el tío de al lado me está sobando las rodillas… yo le dije te molesta? Ella tardó un poco en contestar y al final, se ve que por la calentura o por lo que fuese me dijo no, entonces yo mirando al tío  le hice un signo de aprobación para que pudiera seguir, no se lo pensó mucho y empezó a acariciarle la parte interior de los muslos y ella empezó a respirar un poco más excitada y me cogía la polla con más fuerza, por lo visto las caricias del negro estaban surtiendo efecto, porque ella abrió sus muslos todo lo que daban las butacas, el negro envalentonado le separó las braguitas y empezó a sobarle su coñito, menos mal que estábamos besándonos, porque si no se le hubiera escapado un gritito por la sorpresa, le subimos la camiseta hasta arriba, y empezamos a lamerle las tetas, cada uno la más próxima, el cuadro era de lo más calenturiento, allí estaba mi novia en la última fila del cine toda espatarrada y con la camiseta subida hasta arriba con un negro a su derecha metiéndole mano, y yo a su izquierda comiéndome el resto, de repente el negro le cogió la mano a mi novia para que le acariciase la polla, la cual todavía estaba dentro de sus pantalones, ella me miró como si me pidiera la aprobación, yo simplemente le di un beso y le dije adelante, ella empezó a sobarle por encima de las bermudas, el rabo empezó a hacer camino hacia abajo, ella alucinó en colores cuando vio aparecer su cipote por el final del camal de las bermudas, el levantó su culo de asiento y se bajó las bermudas, quedando su poderosa polla al aire, cuando yo se la vi flipé mogollón, solo había visto pollones así en las pelis porno.

El negro la cogió por la nuca y llevo su cabeza hacia el monstruo que tenía entre las piernas, ella al principio solo le daba lametones a su cipote y le pasaba la lengua por toda su polla hasta llegar a la base, donde se entretenía con su huevos grandes y colgantes, yo hice que se levantara del asiento y bajándole las bragas empecé a comerle el coño, se ve que eso la calentó más todavía y comenzó a mamársela metiéndosela cada vez más profundamente, yo aproveché para metérsela en el coño, aprovechando que estaba doblada por la cintura comiéndose el rabo del negro, cuando el negro tubo el pollón duro como un palo nos preguntó si podía follársela, ella tomaba la píldora por lo que no había problema de embarazo, pero ella estaba toda temerosa porque no sabía si aquello le cabría dentro, le dije cariño tranquila, te metes lo que puedas y ya está, la historia es que lo disfrutes y en paz, por  fin iba a ver mi sueño cumplido, el negro estaba sentado en la butaca con el pollón mirando al techo, ella estaba delante de él espatarrada, cara a la pantalla y agachándose un poco se lo cogió y lo llevó hasta la puerta del santuario, porque aquello iba a ser un sacrificio, cuando yo vi el grosor de su cipote, dudé que aquello pudiera entrar en el coño de mi novia, por lo que para facilitar la operación empecé a comerle el coño, mientras ella se pasaba el cipote por la puerta para intentar que aquello pudiese entrar, conforme iba llegándole el gusto, el caso es que su respiración cada vez era más agitada, y en un momento dado, veo que empieza a bajar y los labios de su coño se abrían para intentar dar cobijo a aquel monstruo de carne, parecía que iban a coronar un rey, pues lo que parecían los labios alrededor de aquel cipote, de pronto nuestro amigo negro coge a mi novia por la cintura y empieza a atraerla hacia él hasta que le mete media polla dentro, parecía que ya no cabía más, yo empecé a comerle el clítoris mientras el negro le sobaba las tetas, ella iba subiendo y bajando diciendo… que gustooo, si lo sé lo hacemos antes, cariño tenías razón, esto tenemos que hacerlo más a menudo, Diosssss que gusto me está dando este pollón,

Ella cogió y dio unas cuantas vueltas a su cintura, yo sabía lo que buscaba, (cuando follamos y hace eso, es para centrar el cipote en su matriz…. y empuja hasta que entra) pero en este caso tenía mis dudas, para facilitarle las cosas me bajé y continué comiéndole el clítoris y algún lametón se fue a la polla del negro, conforme se acercaba al momento decisivo el negro lo notaba y cogiéndola por delante de las tetas hasta llegar a sus hombros empezó a empujar hacia abajo, para acallar sus gritos subí y empecé a morrearla, ella empezó a pajearse el clítoris y se abandonó a su suerte, casa que aprovechó el negro para de un empujón le metió todo el cipote en su matriz, ella comenzó el baile de cintura diciendo… lo conseguiste cabrón… que gustoooooo… me has partido en dos… pero me muerooooo … De… gustooooooooo, como estábamos al final del todo aproveché para meterle mi rabo en la boca, corriéndome casi al instante.

Ellos todavía continuaron un poco más y al final se corrieron casi a la par, aunque el negro le dijo que quería metérsela por el culo, ella le dijo que para ser la primera vez estaba bien, y quedamos para otro día en algún sitio mas tranquilo.

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