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Todo queda en familia (II)

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NOTA: buscando en la web, me encontré con este relato que leí hace varios años atrás, y que fue uno de los primeros que más me gustaron. Decidí compartirlo para que todos lo puedan disfrutar, así como yo lo disfruto. No me acuerdo el nombre del autor original, y donde lo encontré tampoco lo mencionaban. Aclarado esto, espero que lo disfruten. Los personajes y los hechos aquí relatados son pura fantasía y en ningún caso son reales.

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Como supondréis desde mi último encuentro con mis dos hermanos Pedro y Luis, tuvimos otros de igual o mayor intensidad aprovechando ausencias de mis padres y mi hermana Susana, ya sabéis la de cuerpo de modelo.

Este último verano, volvimos a quedarnos solos en casa pues mis padres se fueron con mis tíos de vacaciones, y yo aproveche para irme de acampada con unas amigas. Mis hermanos, por el contrario, se quedaron en casa, saliendo de juerga todas las noches (supongo).

Bueno, el caso es que se nos acabaron las provisiones y tuvimos que regresar dos días antes de la acampada. Llegue hecha polvo, os podéis imaginar, llevaba unos vaqueros cortos ajustados, un top diminuto que dejaba al aire mi estómago, y unas zapatillas de deporte sin calcetines.

Ese día hacia muchísimo calor y estaba toda sudada. Deseaba llegar a casa para darme una ducha y ponerme ropa limpia. Cuando abrí la puerta de casa me encontré sola, no había nadie (o al menos eso creí yo), me fui a mi cuarto y dejé mi mochila.

Cuando me ducho me gusta oír música así que busqué una cinta para poner en el casete y recordé que se la había dejado a mi hermano Pedro. Así que me fui a su habitación en busca de la dichosa cinta. Cuando abrí la puerta de la habitación la imagen que me encontré me dejo paralizada.

En la cama estaban mis tres hermanos desnudos, mi hermana Susana estaba a cuatro patas chupando el rabo de Pedro y Luis se la estaba follando desde atrás.

Creo que la más asustada fue Susana, se sentó en la cama tapándose y tratando de dar toda clase de explicaciones:

- Verás Natalia, no es lo que parece... no.., no pienses mal… esto, esto es no sé... me siento... yo...

Yo no sabía que hacer o decir, pero podéis estar seguros de que lo que veía era lo que parecía. Mis dos hermanos se echaron a reír, y Susana los miró extrañada:

- ¿Qué pasa? ¿qué os hace tanta gracia?

- Pasa Natalia, te hemos echado de menos- dijo Luis

Susana no daba crédito a lo que oía, como podéis imaginar ella no sabía nada de lo que mis hermanos y yo hacíamos, aunque bien pensado, yo tampoco sabía lo suyo con ellos, así que estábamos iguales.

- Tranquila Susana, Natalia es mucho más puta que tú.

- Vaya con la modosita- dijo Susana- y yo haciendo la gilipollas-

- Vamos Natalia únete a nosotros - dijo Luis.

- Si Natalia a ver qué sabes hacer, quítate la ropa - pidió Susana

No me faltó tiempo, me quite el top y los shorts vaqueros, me deje las zapatillas de deporte y las braguitas. Me fui a la cama y me metí con ellos, me tumbé de espaldas mientras mi hermanita mayor me decía: "a ver, veamos que ocultas"

Entonces recordé que acababa de llegar del campo y estaba toda sudada, y para más problemas llevaba sin cambiarme de bragas durante 3 días. Cuando las miré su color no era precisamente blanco y estaban totalmente empapadas del sudor. Sentí vergüenza y pensé que me iban a mandar a darme una ducha, pero la reacción de Susana me dejó perpleja. Cuando fue a quitarme las bragas se dio cuenta de lo sucias que estaban:

- ¡Hey mirad!, nuestra hermanita ha guardado su aroma para nosotros ¿Qué os parece chicos?

- ¡Dame sus bragas! - dijo Pedro

Susana me las quito y las olió: " ummm... que bien huelen a hembra, te has superado hermana no esperaba esto de ti..." y se las pasó a Pedro que hizo lo mismo con ellas. Luis se limitó a pasárselas por su polla: " para dejar el aroma de tu sexo en mi polla" según dijo él.

Susana separó mis piernas abriéndolas y beso mi coñito que seguro que estaba sucio. Después de varios besos y de lamer mis muslos separo con sus dedos mis labios y metió su lengua. Eso fue lo justo para desinhibirme y comenzar a soltar jugos por mi chochito. Pedro se puso de rodillas con mi cabeza entre sus piernas y me coloco sus huevos literalmente en la boca, por supuesto yo no les hice ascos y comencé a chupárselos como si estuviera hambrienta, y realmente era cierto pues llevaba 15 días sin follar ni masturbarme.

Luis continuó su trabajo metiéndole la polla a Susana por su coño. Ella chupaba hábilmente y movía su lengua como si no fuera la primera vez que lo hacía y realmente pienso que así era. Creo que Pedro ya le había metido la polla a Susana por que se veían marcas en su vello de flujos ya secos iguales a los que se producen después de follar a una tía que está muy mojada. La verdad es que eso hacía que el sabor de sus huevos fuera aún más hechizante. Luis bombeaba a Susana que a cada golpe la oía gemir.

Pedro se inclinó hacia delante de forma que quedamos montando un 69 él y yo. De esta forma él podía chuparme mi rajita junto con Susana mientras sus lenguas se juntaban dentro de ella. Yo aproveche para estirándome un poco meter mi cabeza entre las piernas de Pedro y llegar a su culo. Separé sus nalgas y metí mi lengua en su ano.

Las dos lenguas en mi coño eran demasiado y me corrí llenando sus caras de mi espeso flujo. Una vez que había lamido el culo de Pedro y por la posición en la que yo estaba me entretuve metiéndole un dedo mientras se lo lamía. Esto debió gustarle porque movía sus caderas al ritmo que yo le marcaba. Su polla que estaba empalmada colgaba apoyada sobre mi cuello.

Susana y Pedro a veces paraban de chuparme y se besaban compartiendo el sabor de mis flujos vaginales. La escena era digna de una película porno, pero era real y yo la estaba disfrutando igual que cuando veía mis revistas. Escuché a Susana hablar:

- tu sabor Natalia es increíble, deberías lavarte menos, sabes mejor.

- ¿y el tuyo Susana? - dije yo

Susana dejo mi coño y Pedro se apartó, ella se echó sobre mí y acerco su cara que estaba totalmente mojada de mis flujos, a mi cara y me beso metiendo su lengua y explorando toda mi boca. Luis dejo de follarla y ella se echó a un lado. Entonces al incorporarme pude verla por primera vez totalmente desnuda, su cuerpo era perfecto, y sus pechos estaban más desarrollados y eran mucho más grandes que los míos, eran como dos balones con unos pezones obscuros puntiagudos que parecían que podían pincharte.

Cuando me acerque a su sexo aquello fue distinto, eso sí que era un conejo, lleno de una mata de pelo negro que lo cubría y que estaban totalmente mojados de su jugo y manchas blancas de la follada de Luis. Lo abrí y pude observar todos sus pliegues incluso su clítoris inflamado que me lancé a lamer con desesperación. Ella me correspondió con un gemido y una contracción de sus músculos. Pedro se colocó de espaldas a mi sentado sobre los pechos de Susana de forma que metió su rabo en la boca de ella:

- Chupa hermanita ¡tómate el biberón! - decía

Ella se metió la mitad de su polla en la boca, pero aún le quedaban algunos centímetros que no tardo en incluir. Al final solo se veían los pelos del pubis de Pedro rozando la nariz de Susana. Luis se colocó sentado sobre Susana, espalda con espalda con Pedro, de manera que yo podía chupar el coño de mi hermana o la polla de mi hermano, así que estuve saltando de uno a otro sin parar.

En la habitación solo se oían nuestros gemidos y nuestras lenguas chupando. Después de un rato en esta posición cambiamos, me coloque formando un 69 con Susana yo debajo y ella encima. Pedro se acercó por mi lado y separó las nalgas de Susana, entonces colocó la punta de su capullo en la entrada de su ano, con un poco de esfuerzo empujó y comenzó a entrar con relativa suavidad. Me quede extasiada mirando, casi 17 centímetros de rabo dentro de su recto, tiene que ser fantástico, pensaba yo recordando mi primera vez. Desde luego se notaba que no era la primera vez de Susana, porque ni siquiera protestó ni hizo ningún gesto de dolor.

Luis se acercó a la cara de Susana y agarrándome por mis nalgas me levanto el trasero un poco y me penetró por el coño, yo grite al sentirla dentro. Susana chupaba la polla de Luis cada vez que salía de mi gruta. Pedro golpeaba con sus huevos el coño de Susana a cada embestida en su culo. Aquello era fantástico, pero como todo lo bueno, se acaba. Pedro aceleró sus movimientos, de forma tan brusca que me golpeaba a mí. Sacó su polla del trasero de Susana y comenzó a disparar chorros de esperma sobre sus nalgas que luego chorreaban y caían en mi boca, que por supuesto, yo tenía abierta esperando algunas de las descargas que salpicaban de la polla de mi hermano. Luis al verlo correrse hizo lo propio y se corrió totalmente dentro de la boca de Susana que no dejó escapar una gota.

- Bueno, fuera de combate nuestros juguetes -dijo Susana "habrá que animarlos si queremos seguir hermanita"

- ¿y cómo se anima a dos hermanos? Pregunté yo.

- Sencillo- replicó ella- viendo a sus dos hermanas montar un show lésbico.

Pedro y Luis se bajaron de la cama y se sentaron en unas sillas que había en la habitación en espera de lo que podían ver. Susana era toda una experta y yo sin saberlo. En un lado de la cama tenía escondido un consolador de gran tamaño:

- este es mi gran juguete- dijo Susana - y debo compartirlo con mi hermana más pequeña -

Lo cogió y comenzó a chuparlo como si fuera una polla, luego saco un collar de bolas parecidas a perlas que tenía guardado en el interior del consolador.

- esto es mi otro mejor juguete ya verás.

Yo me tumbé y me dejé hacer por la hermana experta. Me acarició y me besó por todos lados, hasta que metió el consolador en mi coño. Lo movió despacio y después comenzó a moverlo con más fuerza y rapidez. Yo gemía, me movía casi convulsionada, ella introducía un dedo en mi culo y eso me ponía a cien.

- Ponte a cuatro patas Natalia- dijo Susana con voz pastosa de la excitación.

La obedecí y ella me empezó a chupar el culo, después cogió el collar, lo metió en su boca y lo humedeció, después lo metió bolita a bolita en mi ano. Estaba en la gloria, yo miraba a mis hermanos que no perdían ojo y me sonreían de forma pícara.

- ¡Prepárate hermanita! - me dijo cuándo lo hubo metido todo dentro. Empezó a tirar de él sujetándolo con la boca por un extremo sacándolo poco a poco. El cosquilleo que me produjo me hizo correrme como loca. Cuando lo saco todo se lo metió en la boca para chuparlo, yo me di la vuelta:

- ¡pásamelo!, ¡dámelo Susi! - (así la llamaba yo a veces para acortar) -

Ella se lo sacó y lo pasó a mi boca para que yo lo chupara. Ahora era mi turno y le hice lo mismo, le metí el collar en su culo, pero con una diferencia, a ella también le entraba el gran consolador y se lo metí.

- Has usado mucho tu culo Susi- dije yo

- si ¿cómo lo sabes? -preguntó ella de broma

- porque aquí cabe hasta mi mano -seguí yo la broma.

Cuando le saque el collar del culo lo compartimos cada una por un lado hasta que acabamos besándonos. Para entonces mis hermanos estaban sentados con sus pollas totalmente empalmadas y meneándoselas.

- ¡Vamos! - dijo Susana - ¿a qué esperáis?

- a que terminéis- contesto Luis

- tengo una idea- dijo Susana- ¿por qué no le echáis un polvazo a Natalia?

- ¿y que tiene eso de especial? -preguntó Pedro

- Bueno podríais hacerlo los dos por el mismo sitio - dijo Susana

Yo no dije nada, pero en mi cara se dibujó una sonrisa. Susana me preguntó que polla prefería primero en mi culo y yo le conteste que por su puesto la de Pedro, aunque me doliera. Pedro se tumbó boca arriba y yo me coloque de cuclillas y de espaldas a él. Guie su polla a mi culo y la metí dentro. Como mi trasero estaba ya húmedo por las mamadas de Susana entró con cierta facilidad, aunque me hizo algo de daño. Luis se colocó encima de mí y con la ayuda de Susana intentó meter su polla por mi culo. Aunque estaba muy dilatado y Susana metía un dedo dentro para hacerle sitio era imposible, no entraba, me hacían daño.

Decidimos dejarlo y hacerlo por el coño, ahí fue distinto una vez Pedro la hubo metido la de Luis entró sobre la de él. Susana se levantó diciendo:

- esperad, no os mováis, voy a por la cámara de foto

Cuando volvió empezó a hacer fotos desde todos los ángulos, mientras Pedro y Luis me follaban. Al cabo de un rato Pedro volvió a meterme la polla en el culo y Susana me coloco su chocho en mi boca.

Estuvimos follando en esta posición durante 7 minutos más o menos, luego ellos que ya estaban a punto sacaron sus pollas. Mi hermana Susana y yo nos pusimos de rodillas delante de ellos mientras se pajeaban. De vez en cuando se las chupábamos y después ellos continuaban meneándosela.

Susana acariciaba sus tetas que eran gigantescas al lado de las mías y se tiraba de los pezones. Nos besábamos mientras ellos trabajaban sus aparatos, y yo acariciaba los huevos de Luis. Él fue el primero en correrse disparo su carga contra nuestras caras mientras nos besábamos, lamiendo cada gota que veíamos una en la cara de la otra. Pedro aceleró sus movimientos, nunca lo había visto hacerlo tan rápido creí que se iba a hacer daño, pero él sabía lo que hacía, no quería que nuestras bocas se secaran después de la corrida de Luis. Como solía ocurrir siempre, de la punta de su capullo salió un gran río de esperma que cayó en nuestras caras y boca. Ahora nos besábamos con nuestras lenguas sumergidas en un mar de semen. Tragábamos y chupábamos sus pollas limpiándolas sin dejar una gota.

Habíamos acabado ¿o tal vez no?

Durante un rato estuvimos charlando sobre lo ocurrido todos juntos abrazados sobre la cama. Susana se levantó y dijo que iba a ir al baño a echar una meada, pero Pedro la detuvo y le pidió que lo hiciera allí mismo delante de todos. Al principio dudó, pero después de ver cómo la mirábamos aceptó. El problema era la cama, pero eso lo solucioné yo, pues recordé que tenía una lona de plástico grande que había llevado a la acampada. Fui a por ella y la extendí sobre la cama.

- Bueno Susi, adelante, veamos como lo haces- dije yo

se puso en cuclillas con las piernas abiertas y mis hermanos y yo nos colocamos de forma que pudiéramos ver perfectamente su rajita. Pasado un momento un pequeño chorrito de orina comenzó a salir de su coño.

-Vamos hermanita no sabes ni mear - dije yo

Eso la animó o la enfadó, no sé, el caso es que el chorro aumento de caudal y comenzó a caer sobre la lona salpicándonos a todos. Luis se puso de pie y agarrando su polla empezó a orinar sobre el coño de Susana.

- Guauuuuu...- gritó Susana- esto es genial

Mientras Pedro y yo gritábamos y les animábamos a que siguieran mientras comenzábamos a estar excitados de nuevo. Pedro agarró a Susana toda mojada como estaba y la puso a cuatro patas, en un momento había hundido su polla en su culo.

- ¡ahí va putón de hermana, siente mi rabo en tus entrañas!

- Siiiiiiiiii.... fantástico... no pares nuncaaaa… sigue… sigue… asiiii!!!!!! - gritaba como loca Susana.

- Vamos zorra, que hermana más puta tengo ¿te gusta?, ¡grita… grita! - decía Pedro

La escena era impresionante y digna de verse, Luis y yo solo mirábamos como nuestros hermanos se decían obscenidades:

- Siiiii… cabrón… como follas.... me llevo toda tu polla para mi… somos dos hijos de puta hermano... ahhhhhhh

Yo no daba crédito a lo que oía, que supongo era debido a la gran excitación. Pedro no paraba de empujar.

- ¡bésame Natalia!, maldita zorra deja de mirarme.... esto es increíble… de veras - gritó Susana.

Yo la bese y ella lo hizo con fuerza, con rabia, su lengua me hizo daño. Su saliva me entraba en la boca a borbotones y me resbalaba fuera.

- las dos sois unas zorras...mis hermanas son unas zorras...- decía Pedro.

Aquello se convirtió en una follada salvaje, la golpeaba con fuerza, podía oír los golpes de sus huevos contra su coño. Eran como dos animales. Pedro tiraba de sus caderas gruñendo y con cara de pocos amigos.

- me rompes ¡sigueeeee!... eso es... ¡jódeme!... hermano… ¡jódeme!...

- ¡Te voy a hacer un batido de leche!, aaahh, me encanta...

Luis y yo estábamos de pie mirando la escena, parecía que la cama se iba a romper golpeando la pared con fuerza.

- ¡Chupadme las tetas hermanitos!... ¡chupádmelas! .... ahhh

Luis y yo la obedecimos por su rotundidad, empezamos a chuparle sus gordas tetas mientras sus pezones se me clavaban en mi lengua como puntas.

- Vamos hermanita... ¡chupa más fuerte! ...como una polla...hazme daño... ¡vamos! asquerosa zorra...

Chupaba todo lo fuerte que podía y parecía que le iba arrancar sus pezones. Debido a los bombeos brutales de Pedro sus tetas golpeaban nuestras bocas. Pedro sacó la polla del culo de Susana y me llamo:

- Vamos Natalia ven ...para ti también hay...

Me coloqué y sin darme tiempo, de un golpe, me la clavó en el culo. Me hizo muchísimo daño, grité y grité, pero el placer que me producía era muy superior. Me bombeaba con mucha fuerza:

- ¡Que culo más estrecho! ...cómo me la pones Natalia, eres una calientapollas

- No… ayyyy… para... para… no… nooo… sigue… sigue… ay… sigueeeeeeee...

No sabía si me dolía o si me encantaba.

- ¡Vamos! maldito cabrón métemela tu - gritó Susana a Luis.

Él se la metió, pero lo hizo despacio.

- ¡Mas fuerte...jodido maricón! ...vaya hermano...no sabes ni joder a tu hermana...

Luis aceleró para ponerse al ritmo de Pedro, aquello parecía una competición deportiva más que una follada.

-así... así... ¡ahhhhhh!!!... rómpeme el culoooo... destrózame... siiiiiii...

gritaba sin control Susana que estaba desconocida. Luis sacó su polla, estaba a punto de correrse.

- ¡En la lona! ... ¡en la lona!, ¡hazlo en la lona! .... - gritaba Susana.

Así lo hizo, se corrió sobre la lona empapada por la meada, mi hermana se lanzó sobre los goterones de la corrida de Luis y comenzó a lamerlos.

Pedro me golpeaba cada vez más fuerte, me hacía un daño horroroso, mi ano estaba irritado. Se apoyó sobre sus manos y se echó totalmente sobre mí, de esta forma su fuerza era brutal, sus golpes me hundían sobre la lona. Sacó su polla de un tirón gruñendo y empezó a regar con leche la zona en la que estaba Susana lamiendo la lona. Yo que quiera o no ya estaba excitada me di la vuelta y me uní a mi hermana para lamer toda la abundante leche.

- así mamonas... ¡chupad!¡bebeos el refresco!

Su polla no acababa de soltar manguerazos de semen sobre la lona. Cuando paró se derrumbó a nuestro lado agotado. Terminamos en la cama tumbados agotados y charlando. Después nos duchamos y a partir de entonces todo lo hacemos en familia...

Hasta pronto amigos...

(9,20)