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Mi amiga convertida en una muñeca de trapo

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Este relato me aconteció hace unos pocos días atrás, trata sobre una amiga que tengo de la que ya he escrito en otros relatos.

El caso es que llevábamos mucho tiempo sin vernos, solamente manteníamos contacto a través de sms por los móviles, sobre todo por las noches ¡Y QUE NOCHECITAS !

En uno de esos sms me dijo que ya había roto con su novio, yo ya me lo temía porque llevaba tiempo queriendo dejarlo, dijo que ahora estaba un tanto amargada y sin ganas de salir por las noches a divertirse. Como caída del cielo se presento una oportunidad de estar los dos solos y poder hablar, una oportunidad que ninguno de los dos despreciamos.

Sus padres estaban de viaje de placer y ella se quedaría sola una semana en su casa, solamente salía de allí para ir a comer a casa de su hermana. El sábado de aquella semana mis padres se fueron a pasar un día de campo con los amigos y a mi me permitió estar solo todo el día completo, hasta altas horas de la madrugada que es cuando llegaban.

El sábado por la mañana no tarde en mandarle un sms diciendo que estaba solo y que podíamos hablar en mi casa ( ella siempre prefería venir a mi casa y no juntarnos en la suya ya que mi casa tiene menos vecindad y son menos cotorras)

Ella aceptó encantada mi invitación, me dijo que vendría sobre las 12:00, cuando terminara de limpiar un poco en la casa.

A las 12:00 sonó el timbre, era ella, le hice pasar al sótano que es donde pasamos el verano ya que tiene una temperatura más agradable, y que en la primera planta tenemos aire acondicionado nos gusta más estar allí abajo.

Venía estupenda con una cara radiante, no parecía tener ningún problema, vestía muy fresquita con unos pantalones color crema muy finos atados por la cintura con unos cordones y una camiseta blanca con un muñeco pintado en colores muy vivos, la camiseta era ceñida dejando ver el gran volumen de sus pechos.

Nos sentamos en el sofá y estuvimos hablando largo y tendido de muchas cosas hasta que se miró el reloj, se tenía que ir a comer a casa de su hermana si no sospecharía de algo, así que se fue deprisa.

Sobre las 16:00 de la tarde recibí un sms de mi amiga:

"He terminado de comer y voy para mi casa. ¿Me acerco por la tuya y seguimos donde lo dejamos? ¡ Llevo postre!"

No podía rechazar tal oferta, no tardo en llegar, en su mano traía una bolsa con un par de helados, pero ella sabía que par mi no había mejor postre que su cuerpo.....

Nos sentamos en el sofá y me dio a elegir entre nata y fresa o limón, elegí limón.

Hablamos y hablamos, mientras ella jugueteaba con el helado en su boca y me alteraba el ritmo cardiaco.....

Cuando ya nos quedaba poco helado ella me ofreció del suyo.

―¿Quieres probarlo?

―No gracias

―Pues yo si quiero probar el de limón....

Se lo acerqué y ella hábilmente lo aparto y me propino un fuerte beso, nos caímos al sofá y los helados cayeron sobre mi pecho, con el frío reaccioné violentamente pero ella me tenía completamente amarrado y no me iba a soltar, no quería que nuestros labios se separaran y con su majestuosa lengua me hipnotizaba, hasta que no opuse ninguna resistencia. Cuando vio que yo estaba rendido a sus encantos se incorporo quedándose sentada sobre mi y vi que su camiseta estaba llena de helado.

―¡Ostias, tu camiseta!

―Nada, esto se va con un poco de agua, tranquilo.

Sin pensarlo dos veces se la quito delante de mi dejando al descubierto un sugerente sujetador en colores estampados que atraía mi atención. Ella sin dudarlo siguió besándome y lamiéndome los restos de helado que había en mi pecho, poco a poco movía su cuerpo despacio para que por mi boca pasara la suya, después su cuello, para al fin llegar al esplendor y calidez de aquel canalillo compuesto por sus dos grandes pechos que pedían a gritos ser liberados del sujetador.

Mis manos que estaban acariciando su trasero fueron recogidas por las suyas y muy lentamente subieron por su espalda hasta llegar a la altura del sujetador y con nuestras manos entrelazadas liberamos del sujetador sus voluminosos, tiernos y ardientes pechos. Al tenerlos libres y frente a mi me los quería comer, les di un bien chupetón a cada uno y reaccionaron enseguida poniéndose duros, ella soltó un par de carcajadas y tuvo unos escalofríos y volvió a lo mismo, empezamos a besarnos y poco a poco iba pasando por mi boca su barbilla, su cuello hasta por fin llegar a sus pechos. Cuando los tuve frente a mi quería comérmelos como un niño pequeño y quería excitarla lo máximo.

Saqué sólo la punta de mii lengua y tocaba sus pezones muy rápido de arriba abajo, lo intercalaba abriendo del todo mi boca y dejando entrar al máximo uno de sus sabrosos pechos para comerlo mientras el otro lo mantenía acariciado con mi mano, después cambiaba al otro. Ella sólo podía gemir de gusto mientras yo derrochaba imaginación comiéndome sus pechos.

Sacaba completamente mi lengua para propinarle unos lenguetazos descomunales, pellizcaba sus pezones con mi boca, los retorcía, describía círculos con mi lengua por todo el pecho, estaba frenético, no quería parar y ella estaba como en otro mundo, estaba en el país de las maravillas y ella era la protagonista.

Hasta que me pidió que los chupara fuerte que intentara sacar leche de sus pechos, que bebiera de ella.... y así lo hice, chupe con ganas y ansioso de saborearla como si necesitara alimentarme de ella, era algo genial y también lo fue para ella porque llego a un orgasmo grandioso.

Por los efectos de este orgasmo su cuerpo se quedó muy relajado como sin fuerzas, estaba en el limbo.

No dude en levantarme y llevarla en brazos hacía la cama, la tumbe delicadamente casi como si fuera de cristal o de porcelana, pase mi mano por su pecho para notar latir su corazón y tenía el pulso muy irregular.

Le quite el calzado y desate el lazo de su pantalón, entonces ella me dijo con voz entrecortada:

―Hoy me vas hacer muy feliz...

Yo alce mi cara, la mire y sólo pude reír un poco, no tarde en quitarle el pantalón y allí estaba un pequeño tanga tapando su caliente conejo, deseoso del mismo trato que antes tuvieron sus pechos. Yo no iba a consentir que ese conejo se quedara con hambre y me dispuse a saciarlo tanto como pude.

Era bellísimo verlo tan bien rasurado como a mi me gusta, con sus carnosos labios tan rosaditos esperándome para saciarlos completamente, estaba ardiendo, palpitaba de emoción deseoso de recibir todo lo que yo le pudiera dar.

Después de muchos e intensos minutos jugando con sus labios, haciendo grande y duro su precioso clítoris ella gemía de manera muy sensual y mi rabo se salía del bañador, entonces me incorpore sobre ella y delante de su cara me desaté el bañador y ella me lo quito y allí estaba mi rabo erguido y creciendo más y más por momentos, como si no tuviera fin ni limite, se lo puse en la boca, yo quería disfrutar pero ella me pidió que no parara que siguiera comiendo y saciando su conejo.

Así lo hice solo que con un 69, pero poco duro ya que ella con la excitación casi me hacía daño y creía que podría morderme y dañar mi rabo, así que seguí como antes, ya podía meter 3 y 4 dedos suavemente mientras mi lengua tocaba hábilmente su clítoris hasta que se vino en otro gran orgasmo y quedó su cuerpo como el de una muñeca de trapo.....!!!!

Yo estaba excitadísimo y deseoso de obtener el mismo placer por parte de ella pero como os digo mi amiga era una completa muñeca de trapo, yo intente buscar mis posturas pero era casi imposible, ella sólo suspiraba, estaba fuera de este mundo, así que viendo que no iba a conseguir gran cooperación por su parte decidí dejarlo, además era casi una violación ya que ella estaba como inconsciente y no me gustaba mucho seguir con aquello.

En el próximo relato os contare como se disculpo y me premio el mismo día por la noche cuando se recupero.

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